5. Naturaleza y cultura.
La especie humana es el producto de una larga evolución biológica y cultural. Los procesos de hominización y humanización han hecho de nosotros los seres que somos en la actualidad. Por eso, para entender la compleja realidad humana, es preciso tener en cuenta ambas dimensiones. ¿Cómo influye la dimensión biológica de los seres humanos en nuestra forma de actuar? Aunque hubo un tiempo en el que algunos investigadores negaban que los seres humanos tuviéramos instintos, en realidad nuestra herencia biológica influye en nuestra conducta.
Como todos los demás seres vivos, los seres humanos tenemos codificada en el ADN la información genética que nos describe. Nuestra dimensión biológica está formada por una acumulación de adaptaciones que sirvieron a nuestros antepasados para sobrevivir y que hemos recibido de ellos. Esta herencia forma parte de nuestra naturaleza y, en cierto modo, orienta nuestras tendencias y nuestro comportamiento. Pero nuestra conducta no está determinada por la biología. Tratar de hacer algo así sería intentar reducir la rica complejidad de lo humano a una sola de sus dimensiones, cayendo en un reduccionismo biológico1 . Los seres humanos también somos inteligentes, conscientes y libres, de modo que podemos regular nuestras tendencias a decidir cómo queremos actuar. La biología, aunque importante, es solo una dimensión de la compleja realidad humana. En nuestra conducta también influyen decisivamente las ideas, creencias, normas y valores. Por eso, para entender cómo actuamos, también es muy importante tener en cuenta nuestra dimensión personal, social y cultural. El ser humano se caracteriza por tener una naturaleza determinada por la herencia genética y modelada por la selección natural durante la antropogénesis. Por otra parte, a lo largo de su vida, las personas adquieren una cultura, compuesta por unos hábitos y costumbres, por una lengua, por unos conocimientos y por unas creencias. Naturaleza y cultura, son dos términos imprescindibles para explicar y entender qué es el ser humano. – El término “naturaleza” se refiere a los determinantes genéticos que un individuo tiene desde su nacimiento. Engloba todo aquellos factores y condicionamientos que heredamos. Andar erguido, tener un número específico de dedos, poseer un cerebro o la capacidad de hablar son ejemplos de factores determinados genéticamente. – La “cultura” es todo aquello que el ser humano aprende o adquiere. Como términos equivalentes, se emplean ambiente o lo adquirido. Las costumbres y normas sociales, los utensilios e instrumentos- incluidas aquellas herramientas tecnológicas que han surgido como aplicación de los conocimientos científicos-, las creencias, conocimientos y formas de expresión como las lenguas, el arte, la ciencia o la religión, forman parte de la cultura humana, y todo ello ha contribuido a crear el mundo artificial en el que viven las comunidades humanas. El ser humano es un animal que nace con una naturaleza y a lo largo de su vida adquiere una cultura. Ambos aspectos contribuyen a forjar nuestra identidad individual, es decir, para saber quiénes somos y quiénes queremos ser, no se puede ignorar ni nuestra naturaleza heredada ni nuestra cultura adquirida. Aunque hay factores que dependen exclusivamente de la genética- el número de ojos o su color- y otros que son culturales- las diferentes formas de saludo-, existen otros que dependen tanto de la naturaleza como del ambiente. Por ejemplo, hablar una lengua tiene un elemento natural, la capacidad cognitiva y fisiológica del habla, y un aspecto cultural, que consiste en aprender una lengua en lugar de otra. Tal como explica el filósofo español J. Mosterín (1941): “Por naturaleza tenemos pelo, y nuestro pelo es de tal color. Por cultura nos lo cortamos, peinamos o teñimos. Quien se queda calvo pierde el pelo naturalmente, mientras que el monje budista, o el punk o el skinhead que se rapan la cabeza pierden su pelo culturalmente”. Podríamos añadir también a este último grupo al calvo incipiente que, ante el inexorable influjo de la naturaleza genética en su cabellera, decide ponerle una solución cultural rapándose (o yéndose de viaje a Turquía). Averiguar si una carácterística depende de la naturaleza o de la cultura es una cuestión difícil, pero de gran relevancia, ya que la respuesta puede tener importantes implicaciones sociales y afecta a campos diversos. Por ejemplo: ¿la inteligencia depende de factores genéticos o culturales? Cuanto más precisa y exacta sea la respuesta a esta cuestión, más fácil será desarrollar programas educativos realmente efectivos y adaptados a las necesidades de cada alumno y alumna. SER HUMANO NATURALEZA CULTURA Es lo heredado, la constitución biológica Es lo aprendido, lo adquirido Se transmite por los genes Se transmite por el lenguaje o por la imitación en el proceso de socialización Establece instintos y pautas de conducta Regula costumbres y hábitos convencionales. Término compuesto de las palabras griegas “anthropos”, ser humano, y “génesis”, generación. La antropogénesis se ocupa del estudio del origen, de la procedencia de la especie humana. Hominización proceso biológico que lleva al antepasado común hasta los actuales seres humanos y el resto de primates a desarrollarse y construir diversas especies hasta la constitución del Homo sapiens humanización procesos socio de cultural mediante el cual dos diferentes homínidos van adaptando sus capacidades aún en torno manipulado y construido con ellos mismos finalizando en el actual humano en sentido plano
La especie humana es el producto de una larga evolución biológica y cultural. Los procesos de hominización y humanización han hecho de nosotros los seres que somos en la actualidad. Por eso, para entender la compleja realidad humana, es preciso tener en cuenta ambas dimensiones. ¿Cómo influye la dimensión biológica de los seres humanos en nuestra forma de actuar? Aunque hubo un tiempo en el que algunos investigadores negaban que los seres humanos tuviéramos instintos, en realidad nuestra herencia biológica influye en nuestra conducta.
Como todos los demás seres vivos, los seres humanos tenemos codificada en el ADN la información genética que nos describe. Nuestra dimensión biológica está formada por una acumulación de adaptaciones que sirvieron a nuestros antepasados para sobrevivir y que hemos recibido de ellos. Esta herencia forma parte de nuestra naturaleza y, en cierto modo, orienta nuestras tendencias y nuestro comportamiento. Pero nuestra conducta no está determinada por la biología. Tratar de hacer algo así sería intentar reducir la rica complejidad de lo humano a una sola de sus dimensiones, cayendo en un reduccionismo biológico1 . Los seres humanos también somos inteligentes, conscientes y libres, de modo que podemos regular nuestras tendencias a decidir cómo queremos actuar. La biología, aunque importante, es solo una dimensión de la compleja realidad humana. En nuestra conducta también influyen decisivamente las ideas, creencias, normas y valores. Por eso, para entender cómo actuamos, también es muy importante tener en cuenta nuestra dimensión personal, social y cultural. El ser humano se caracteriza por tener una naturaleza determinada por la herencia genética y modelada por la selección natural durante la antropogénesis. Por otra parte, a lo largo de su vida, las personas adquieren una cultura, compuesta por unos hábitos y costumbres, por una lengua, por unos conocimientos y por unas creencias. Naturaleza y cultura, son dos términos imprescindibles para explicar y entender qué es el ser humano. – El término “naturaleza” se refiere a los determinantes genéticos que un individuo tiene desde su nacimiento. Engloba todo aquellos factores y condicionamientos que heredamos. Andar erguido, tener un número específico de dedos, poseer un cerebro o la capacidad de hablar son ejemplos de factores determinados genéticamente. – La “cultura” es todo aquello que el ser humano aprende o adquiere. Como términos equivalentes, se emplean ambiente o lo adquirido. Las costumbres y normas sociales, los utensilios e instrumentos- incluidas aquellas herramientas tecnológicas que han surgido como aplicación de los conocimientos científicos-, las creencias, conocimientos y formas de expresión como las lenguas, el arte, la ciencia o la religión, forman parte de la cultura humana, y todo ello ha contribuido a crear el mundo artificial en el que viven las comunidades humanas. El ser humano es un animal que nace con una naturaleza y a lo largo de su vida adquiere una cultura. Ambos aspectos contribuyen a forjar nuestra identidad individual, es decir, para saber quiénes somos y quiénes queremos ser, no se puede ignorar ni nuestra naturaleza heredada ni nuestra cultura adquirida. Aunque hay factores que dependen exclusivamente de la genética- el número de ojos o su color- y otros que son culturales- las diferentes formas de saludo-, existen otros que dependen tanto de la naturaleza como del ambiente. Por ejemplo, hablar una lengua tiene un elemento natural, la capacidad cognitiva y fisiológica del habla, y un aspecto cultural, que consiste en aprender una lengua en lugar de otra. Tal como explica el filósofo español J. Mosterín (1941): “Por naturaleza tenemos pelo, y nuestro pelo es de tal color. Por cultura nos lo cortamos, peinamos o teñimos. Quien se queda calvo pierde el pelo naturalmente, mientras que el monje budista, o el punk o el skinhead que se rapan la cabeza pierden su pelo culturalmente”. Podríamos añadir también a este último grupo al calvo incipiente que, ante el inexorable influjo de la naturaleza genética en su cabellera, decide ponerle una solución cultural rapándose (o yéndose de viaje a Turquía). Averiguar si una carácterística depende de la naturaleza o de la cultura es una cuestión difícil, pero de gran relevancia, ya que la respuesta puede tener importantes implicaciones sociales y afecta a campos diversos. Por ejemplo: ¿la inteligencia depende de factores genéticos o culturales? Cuanto más precisa y exacta sea la respuesta a esta cuestión, más fácil será desarrollar programas educativos realmente efectivos y adaptados a las necesidades de cada alumno y alumna. SER HUMANO NATURALEZA CULTURA Es lo heredado, la constitución biológica Es lo aprendido, lo adquirido Se transmite por los genes Se transmite por el lenguaje o por la imitación en el proceso de socialización Establece instintos y pautas de conducta Regula costumbres y hábitos convencionales. Término compuesto de las palabras griegas “anthropos”, ser humano, y “génesis”, generación. La antropogénesis se ocupa del estudio del origen, de la procedencia de la especie humana. Hominización proceso biológico que lleva al antepasado común hasta los actuales seres humanos y el resto de primates a desarrollarse y construir diversas especies hasta la constitución del Homo sapiens humanización procesos socio de cultural mediante el cual dos diferentes homínidos van adaptando sus capacidades aún en torno manipulado y construido con ellos mismos finalizando en el actual humano en sentido plano