La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
1. Introducción
La Dictadura de Primo de Rivera surgió en un contexto de crisis del sistema de la Restauración, marcado por la creciente oposición republicana, el auge del nacionalismo catalán y la conflictividad obrera. En un momento en el que Europa vivía un auge de los regímenes autoritarios tras la Primera Guerra Mundial, el golpe de Estado de Primo de Rivera fue aceptado por la monarquía, las élites económicas, la Iglesia y el Ejército, que veían en él una solución para frenar la inestabilidad social y política. El movimiento anarquista había protagonizado importantes huelgas y actos de violencia en los años previos, como la huelga de La Canadiense (1919) que paralizó Barcelona. Al mismo tiempo, la clase política intentaba responsabilizar al alto mando militar del desastre de Annual (1921), a través del Informe Picasso, lo que generó descontento en el Ejército.
Primo de Rivera se presentó como un regeneracionista y, aunque anarquistas y comunistas rechazaron su discurso, republicanos, socialistas y la UGT lo toleraron en un primer momento debido a la bonanza económica entre 1923 y 1929.
2. Directorio Militar (1923-1925)
En septiembre de 1923, Alfonso XIII encargó a Primo de Rivera la formación de un nuevo Gobierno. Se declaró el estado de guerra, se suspendieron las garantías constitucionales de 1876, se disolvieron las Cortes y se impuso la censura. Los partidos políticos y los sindicatos quedaron prohibidos, mientras que la represión cayó sobre cualquier movimiento de reivindicación obrera o nacionalista.
A) Reforma Administrativa
Se sustituyeron los gobiernos civiles por militares, dando al Ejército un control absoluto del orden público. Los Ayuntamientos fueron controlados por delegados del Gobierno y se persiguió a quienes no apoyaban el régimen. Además, la Mancomunidad de Cataluña, creada en 1914, fue disuelta, lo que provocó una fuerte reacción del nacionalismo catalán.
B) Guerra de Marruecos
Primo de Rivera intentó solucionar el conflicto en Marruecos proponiendo una autonomía amplia, lo que generó el rechazo de los sectores militaristas del Ejército. Finalmente, en 1925, España y Francia lanzaron el desembarco de Alhucemas, que resultó en una victoria contra Abd-el-Krim. En 1926, el líder rifeño se rindió ante los franceses y, un año después, el protectorado quedó bajo control español.
3. Directorio Civil (1925-1930)
1925: Primo de Rivera intentó institucionalizar la dictadura reemplazando el Directorio Militar por un Directorio Civil, compuesto por ministros civiles. Se creó un partido único, la Unión Patriótica, cuya base social eran funcionarios y pequeños propietarios rurales.
1926: Se convocó una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por miembros designados por el Gobierno, con el objetivo de redactar un Estatuto Fundamental de la Monarquía. Sin embargo, esta medida encontró la oposición de la clase política tradicional, de los socialistas e, incluso, del propio Alfonso XIII.
A) Política Económica
El Estado impulsó la economía con un fuerte intervencionismo y medidas proteccionistas, subiendo aranceles para proteger la producción nacional. Se crearon monopolios estatales como CAMPSA y Telefónica Nacional de España. Se realizaron grandes inversiones en infraestructuras como carreteras, puertos, embalses y canales, estimulando la demanda interna.
B) Política Social y Control Sindical
La conflictividad laboral se intentó apaciguar mediante un paternalismo estatal, promoviendo la construcción de viviendas baratas. Sin embargo, el movimiento anarquista fue duramente reprimido y el derecho a la huelga fue anulado. Se estableció un corporativismo estatal, donde sindicatos y patronos debían resolver sus conflictos en comités paritarios supervisados por el Gobierno. El PSOE y la UGT colaboraron en esta estructura, creyendo que permitiría mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
4. Oposición y Fin de la Dictadura
A partir de 1926, la dictadura comenzó a perder apoyos:
- En el Ejército, surgieron tensiones por la reforma del sistema de ascensos, ya que Primo de Rivera favorecía la promoción por méritos de guerra, lo que generó malestar en el cuerpo de Artillería.
- La vieja clase política del bipartidismo, junto con republicanos y militares descontentos, inició conspiraciones para derrocar al régimen.
- Intelectuales como Unamuno y Ortega y Gasset criticaron abiertamente la dictadura.
- En 1926 se formó la Alianza Republicana, uniendo a grupos como Acción Republicana (Azaña), el Partit Republicà Català (Domingo) y el Partido Radical (Lerroux).
- En 1927, se creó la Federación Anarquista Ibérica (FAI).
Primo de Rivera, sin apoyo y debilitado, presentó su dimisión en enero de 1930 y se exilió, falleciendo poco después.
5. Caída de la Monarquía (1930-1931)
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encargó el Gobierno al general Berenguer, que intentó restaurar el orden constitucional. Sin embargo, el problema de la monarquía era que la dictadura había destruido la red caciquil que la sostenía.
Agosto de 1930: Partidos republicanos, junto con nacionalistas catalanes y gallegos, firmaron el Pacto de San Sebastián, con el objetivo de instaurar la República. Se planeó un pronunciamiento militar con apoyo civil, pero la falta de coordinación hizo que fracasara.
- Diciembre de 1930: La guarnición de Jaca se sublevó, pero sus líderes, Galán y García Hernández, fueron fusilados.
- Febrero de 1931: Berenguer dimitió y fue reemplazado por el almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Los republicanos y socialistas decidieron participar en las elecciones, presentándolas como un plebiscito contra la Monarquía.
La victoria republicana en las grandes ciudades demostró que Alfonso XIII ya no tenía respaldo popular. Dos días después, el 14 de abril de 1931, se proclamó la Segunda República y el rey se exilió.
6. Conclusión
La dictadura de Primo de Rivera surgió en el contexto del auge del autoritarismo en Europa. Aunque logró avances económicos y resolvió el conflicto en Marruecos, desmanteló el sistema político de la Restauración. Cuando Alfonso XIII intentó restaurar el orden constitucional, se encontró con una clase política que ya había pactado la llegada de la República, lo que llevó al fin de la Monarquía en 1931.
Crisis de la Restauración: Antecedentes de la Dictadura
1. Introducción
El sistema político de la Restauración, desde 1874, estaba dominado por un bloque oligárquico formado por la aristocracia, la burguesía y la Iglesia. Se basaba en la colaboración entre el rey y las Cortes, con una Constitución, pero en la práctica el partido Conservador y el partido Liberal se alternaban el poder mediante elecciones manipuladas. Fuera de este sistema, quedaron sectores como las clases populares, que seguían las ideas de Joaquín Costa, los republicanos, que después influirían en la República Francesa, y los socialistas, con la fundación del PSOE en 1879 y del sindicato UGT en 1888. Estos movimientos aprovecharon la rigidez del sistema político para abrir brechas y ganar apoyo social.
2. Las Brechas en el Sistema Político y la Monarquía de Alfonso XIII
La crisis de la independencia de Cuba evidenció las debilidades de la Monarquía y fomentó el aumento de movimientos que criticaban el encasillado político. Uno de ellos fue el catalanismo político, representado por la Lliga Regionalista de Catalunya, que logró escaños en el Congreso. Sin embargo, la falta de voluntad del sistema para integrar nuevos actores políticos impulsó agrupaciones como Solidaridad Catalana en 1906.
Se produjeron dos crisis importantes:
- Crisis Política: Con la formación de la Asamblea Parlamentaria, donde diputados y senadores intentaron impulsar una reforma de la Constitución, incluyendo una mayor autonomía para Cataluña.
- Crisis Social: Cuando los sindicatos UGT y CNT organizaron una huelga general revolucionaria con el objetivo de derrocar la Monarquía e instaurar una República. Sin embargo, la huelga fracasó y terminó en enfrentamientos violentos y muertos.
Entre 1918 y 1921, la situación social empeoró, en el llamado Trienio Bolchevique, un periodo de intensa conflictividad obrera influenciada por la Revolución Rusa. Hubo huelgas y ocupaciones de tierras en Andalucía y Extremadura, promovidas por los sindicatos UGT y CNT. Uno de los momentos más críticos fue la huelga de La Canadiense en Barcelona, que paralizó el suministro eléctrico durante 44 días y generó un fuerte enfrentamiento entre empresarios, militares y obreros. Se desató una guerra social, en la que los empresarios contrataron pistoleros para asesinar a militantes de la CNT, lo que desató una espiral de violencia en las calles.
Nuevos líderes como Antonio Maura y José Canalejas intentaron reformar el sistema con medidas como la Ley de Administración Local, que daba más autonomía a los municipios, y la represión del terrorismo, centrada en los anarquistas. La crisis de Marruecos en 1909, con la muerte de 1200 soldados en el Barranco del Lobo, provocó una gran protesta social que desembocó en la Semana Trágica de Barcelona, un levantamiento contra la guerra y la Iglesia. Finalmente, con el asesinato de Canalejas en 1912, la Monarquía de Alfonso XIII quedó más debilitada.
3. Crisis de 1917 y “Trienio Bolchevique”
La Primera Guerra Mundial benefició la economía española, ya que, al mantenerse neutral, el país pudo exportar productos a las naciones en guerra. Sin embargo, las ganancias no se repartieron de manera equitativa entre empresarios y trabajadores. Aunque la producción y el empleo aumentaron, la subida de precios no vino acompañada de un aumento proporcional de los salarios, lo que empobreció a la clase obrera.
En el verano de 1917, España sufrió tres crisis:
- Crisis Militar: Protagonizada por la creación de las Juntas de Defensa, asociaciones de militares que protestaban contra el sistema de ascensos dentro del Ejército.
- Crisis Política: Formación de la Asamblea Parlamentaria.
- Crisis Social: Huelga general revolucionaria.
En este contexto, en 1921, fue asesinado Eduardo Dato, entonces presidente del Consejo de Estado, y en 1923 murió en un atentado el cardenal Soldevilla en Zaragoza.
4. Conclusión
En un contexto de crisis política, militar y social, el régimen de la Restauración en España mostró claros signos de agotamiento. Las derrotas en la guerra de Marruecos, especialmente el desastre de Annual en 1921, impactaron profundamente en la opinión pública, mientras que el informe Picasso señalaba la responsabilidad de los mandos militares. Al mismo tiempo, la inestabilidad política, con más de diez cambios de gobierno entre 1918 y 1923, y la influencia de los movimientos obreros y republicanos aumentaban la presión sobre el sistema. Ante esta situación, antes de que el informe llegara al Parlamento, el general Primo de Rivera dio un golpe de Estado en 1923, instaurando una dictadura con el respaldo del rey Alfonso XIII.