Dialéctica de Kant

Resumen:


En este fragmento Kant critica la metafísica. Afirma que es un conocimiento especulativo de la razón, completamente aislado y siempre intenta enseñar por encima de la experiencia.
Por ello, la metafísica no ha podido tomar el camino seguro de la ciencia como, por ejemplo, la matemática, que ha progresado en sus estudios. La metafísica se atasca continuamente, ya que se empeña en el conocimiento “a priori”. Expone Kant, que quizás nos hemos equivocado del método y puede que cambiándolo, podamos encontrar la solución.

Tradicionalmente la metafísica se ha ocupado del Alma, del Mundo en su totalidad y de Dios. El Racionalismo pretendía conocer los objetos de la metafísica usando la razón y tratándolos como ideas innatas y el Empirismo que se basaba en el criterio de que solo puede haber conocimiento de aquello de lo que tengamos percepción sensible. La razón únicamente puede acceder a objetos particulares y contingentes, y las ideas de la metafísica son universales y tienen carácter necesario. Esto demuestra que no hay un acuerdo en cuanto a la metafísica. Kant la definíó como un conocimiento especulativo que intenta enseñar por encima de la experiencia. Por ello, la metafísica no puede tomar el camino seguro de la ciencia, como lo han hecho la lógica, la matemática y la física. La ciencia es un saber riguroso que progresa en el conocimiento de su objeto y sus afirmaciones son aceptadas por todos. Un juicio puede ser científico si cumple dos condiciones: tiene que aumentar el conocimiento y viene dada por la experiencia y que sea universal y necesario, que se cumpla siempre y no pueda ser de otra manera. La matemática y la física se han convertido en ciencia ya que formulan juicios sintéticos “a priori”.

Tema:


Nuestra razón realiza una unificación de todo conocimiento reduciendo todos sus contenidos a unos principios que se denominan ideas trascendentales. Estas son el alma, el mundo en su totalidad y Dios. Hasta ahora, el conocimiento ha estado condicionado por el elemento empírico. Si no tenía intuición  empírica ni fenómeno ni conceptos, no era posible obtener conocimiento de la naturaleza. Kant domina a las ideas como “conceptos puros de la razón” o ideas incondicionadas porque no cumplen la condición establecida y, por tanto, no podemos intuirlas empíricamente, no tenemos experiencia de ellas. Kant explica cómo las ideas trascendentales unifican todos los fenómenos: la idea del alma unifica el conjunto de fenómenos de la experiencia interna, la idea del mundo unifica todos los fenómenos de la experiencia externa, y ambas, se unifican en la idea de Dios. A través de ellas, podemos pensar los fenómenos en su totalidad pero no conocerlos. Este ha sido el error de la metafísica dogmática, intentar aplicar las categorías a las ideas trascendentales. 

Al ejercer este uso ilegítimo la razón cae en un a serie de errores. La metafísica se dividía tradicionalmente en tres disciplinas que analizaban las ideas de la razón pura, a saber: la psicología racional que estudiaba la idea del alma.

Al aplicarle las categorías a la idea de alma, originamos paralogismos, es decir, razonamientos con apariencia de verdad, pero son falsos. El alma es inextensa, por tanto no podemos situarla en el espacio ni tiempo, está más allá de la experiencia. De mismo modo, la cosmología se ocupaba de la idea del mundo. Al aplicarle las categorías a la idea del mundo  cometemos antinomias, es decir, contradicciones que se manifiestan cuando se argumenta con validez (tesis) y se puede defender con la misma validez lo contrario (antítesis). Ejemplo: el mundo tiene un origen en el tiempo (T), y el mundo es eterno (AT). Y por último, la teología racional que se ocupaba de la idea de Dios. Kant afirma que las demostraciones de la existencia de Dios son solo tres y ninguna de ellas es válida. Así pues, las pruebas físico-teleológicas, la 5ª vía de Santo Tomás (relativo a un fin) se apoyan en las pruebas cosmológicas, que deducen la existencia de Dios de la existencia de los seres, también se apoyan en otras que son las pruebas ontológicas, originario de San Anselmo y tomada por Descartes. Analizando esta prueba podemos ver si son válidas o no las demás. Para Kant, Dios es un objeto de nuestra experiencia, por ello no podemos aplicarle las categorías del entendimiento, por tanto, nos vamos más allá de lo posible. La “existencia” no le añade nada a Dios y tampoco a ningún ser. Todas las demostraciones de Dios carecen de fundamento, ya que Dios no es objeto de conocimiento, por tanto, de él no conocemos nada. Llegados a este punto, la metafísica no puede ser ciencia y es imposible formular juicios “a priori” sobre sus objetos, y, las ideas trascendentales son noúmenos, es decir, aquello que solo podemos pensar y no conocer.

**Resumen texto contó: Kant observa los avances de la física como ciencia, propone un cambio del método en filosofía pues como ciencia no avanza. Este cambio es conocido como el giro Copernicano. Como hasta ahora se ha supuesto que el conoto debe regirse por los objetos, todos los intentos bajo este supuesto han fracasado, pues se pretende establecer “a priori” (mediante conceptos) algo sobre dichos objetos. Se debe cambiar dicha suposición y someter el objeto a las condiciones que el sujeto impone para que pueda ser conocido.