Descubre el Poder de las Emociones: Su Impacto en la Vida y el Bienestar

Las emociones son un componente imprescindible para una vida psíquica sana. Forman parte de la motivación, intervienen en la inteligencia y en la conducta frente a los problemas.

Las Facetas de la Afectividad

La afectividad es la manera en la que influyen las circunstancias de la vida en nuestro interior. Toda experiencia deja una huella en nuestro interior. Se distinguen las siguientes facetas:

  • Faceta fisiológica: Las emociones provocan cambios físicos involuntarios en el organismo, como pulso acelerado, liberación de adrenalina, etc.
  • Faceta conductual: Las emociones se manifiestan de manera específica; por ejemplo, la tristeza se refleja en la expresión facial.
  • Faceta subjetiva: Es la forma personal e íntima de vivir una emoción, un “yo lo siento” que es indefinible e intransferible, pero que se comunica a nivel gestual.

Las emociones cumplen una función esencial en la vida. Sin ellas, todo sería racional, mecánicamente eficaz, y careceríamos de entusiasmo e ilusión. Son intensas fuerzas motivadoras y dan color a la vida, aunque al describirlas nos quedamos cortos.

Características Generales de las Emociones

  • Bipolaridad: Todas las emociones tienen dos valencias, positivas y negativas, como agrado y desagrado, alegría y tristeza.
  • Afectividad: Impregna todos los aspectos de la vida humana. Lo importante es que estos aspectos pueden dejar huella en la mente de la persona y determinar su vida futura.
  • Modulación cultural: Existen emociones universales y también expresiones que varían según la importancia que les dé la sociedad.

Estados Emocionales

En la afectividad, los estados emocionales se refieren a la forma y a la intensidad con que nos “afectan” las circunstancias y las experiencias de la vida. No es fácil distinguir claramente los diferentes aspectos, ni hay una definición única, ya que son vivencias subjetivas internas. Por lo tanto, no se pueden calificar ni observar, y tienen múltiples facetas.

  • Pasión: Intensa, duradera, estable y con una fuerte carga irracional. Las pasiones son poco controlables. Quienes las experimentan se sienten desgarrados y arrastrados por ellas, y ven la realidad deformada.
  • Estado de ánimo: Es externo a lo emocional, se controla y se modifica mediante la voluntad y el pensamiento. Se retroalimenta: cuanto más positivo, más positivo se vuelve, y viceversa.
  • Emoción: Intensa, provocada por estímulos externos o internos. Son involuntarias, poco controlables y pasajeras.
  • Sentimiento: Estados afectivos duraderos hacia el exterior o hacia nosotros mismos. Son menos intensos que las emociones, pero más duraderos, y marcan nuestra manera de ser.

Funciones de la Emoción

  • Función adaptativa: Permiten adaptarse al medio y sobrevivir. Según Darwin, las emociones y sus expresiones son resultado de la evolución y facilitan la adaptación al entorno, favoreciendo la supervivencia.
  • Función preparatoria: Preparan al organismo para una acción determinada.
  • Función comunicativa: Es social. Al expresar emociones, comunicamos a los demás cómo nos sentimos. Las expresiones sociales son muy importantes.

La empatía está directamente relacionada con la comunicación y consiste en la capacidad de detectar los estados afectivos de los demás y experimentarlos también. Nos permite ponernos en su lugar. Es lo contrario a la indiferencia emocional, que es la incapacidad de sentir lo que el otro siente y ponerse en su lugar.

Clasificación de las Emociones

La forma de expresarlas parece ser universal, innata y producto de la evolución.

  • Tristeza: Es negativa. Se activa con la pérdida de algo, real o imaginario. Las decepciones son especialmente dolorosas y causan una fuerte tristeza. Es un sentimiento natural, soportable y pasajero, pero si se agudiza, puede convertirse en crónico, dando lugar a la depresión, que puede incluso inducir al suicidio.
  • Cólera: Se da por la frustración de no obtener algo que se desea, ya sea propio o ajeno. Se traduce en agresividad y se libera adrenalina para acelerarse. La agresividad puede dirigirse hacia otros objetivos distintos del original.
  • Hostilidad: Es un derivado de la cólera. Son sentimientos negativos hacia los demás, en respuesta a provocaciones o agresiones, reales o imaginarias. La paranoia es un trastorno grave que se caracteriza por la suspicacia y la desconfianza hacia el entorno social.
  • Miedo: Es una emoción negativa que juega un papel importante en la supervivencia. Se da ante un peligro que nos amenaza y nos hace sentir inferiores y abrumados. Si el miedo es razonable y controlado, es una reacción lógica. El miedo evalúa la realidad y tiene mucho de aprendido, como se ve en el temerario y el acobardado. Si se agrava, puede convertirse en fobias (persistentes y excesivas que suelen agobiar) y en ataques de pánico (casos más graves, con niveles de terror, dificultades respiratorias, mareos, etc.).
  • Ansiedad: Es muy frecuente. Se anticipa al peligro con dolor o angustia, y se acompaña de evitación o huida ante una amenaza. Es fácilmente detectable y se manifiesta con excitación interior y alteraciones reguladas. No queremos tener ansiedad, pero no podemos evitarla.
    • Manifestaciones psicológicas: Inquietud, confusión, un estado de alerta ante algo desconocido.
    • Manifestaciones conductuales: Atención selectiva a los estímulos con una amenaza difusa.
    • Nivel somático: Sudoración, nerviosismo, una intensidad que puede confundirse con ataques de asma.
    • Nivel cognitivo: Se manifiesta con inseguridad, negatividad, preocupación, etc.
  • Asco: Es una respuesta visceral. Se produce una fuerte repulsión como mecanismo de autoprotección. Es un sentido de supervivencia para evitar que algo nos afecte. Intervienen todos los sentidos y no interviene la racionalidad, pero depende del aprendizaje (por ejemplo, las diferencias en la comida entre culturas).
  • Alegría: Es una emoción intensa y breve. Se experimenta una sensación de satisfacción, triunfo o éxito debido al bienestar físico o a la reducción del malestar, y a la consecución de algo que deseábamos. Se deriva una visión positiva del futuro y sensaciones de ligereza física.
  • Sorpresa: Es neutral, ya que puede ser positiva o negativa. Es súbita y breve, surge ante acontecimientos inesperados y sirve para prepararnos para afrontarlos con éxito.

Control de la Vida Emocional

Toda nuestra relación con el mundo físico y social está cargada de afectividad, tanto positiva como negativa, y el autocontrol emocional es muy importante. Las emociones se manifiestan en grados de intensidad. El exceso de control puede provocar indiferencia emocional. Las emociones pueden ser factores que activen y permitan el desarrollo de la personalidad o, por el contrario, crear problemas conductuales y de inadaptación. Hay que sentirlas y manifestarlas de una manera equilibrada y adecuada a la situación.

La Inteligencia Emocional

Es la capacidad de controlar y regular los sentimientos y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción. Se basa en conocer las propias emociones y saber cuándo aparecen, controlarlas, motivarse a uno mismo, sofocar la impulsividad, reconocer las emociones ajenas (empatía) y, finalmente, relacionarse con las emociones de los demás.

Habilidades de la Inteligencia Emocional

Hay tres tipos de personalidad:

  1. Consciente: Sabe dirigirlas y controlarlas.
  2. Dominada por las emociones.
  3. Acepta y sufre resignadamente las emociones.

La educación de la inteligencia emocional trata de conseguir una buena relación con los demás y con los propios estados emocionales.

Inteligencia Intrapersonal (interna y autoconocimiento)

  • Autoconciencia: Saber lo que te está pasando.
  • Control emocional: Regular la manifestación y/o modificarla.
  • Motivación propia: Depende de la propia persona, no de otros.

Inteligencia Interpersonal (externa y relación)

  • Empatía: Entender la situación de los demás.
  • Habilidades sociales: Expresar correctamente el pensamiento a los demás.
  • Motivación hacia los demás.