El Sexenio Democrático (1868-1874): De la Revolución Gloriosa a la Primera República
El Sexenio Democrático, considerado por el historiador Josep Fontana como una tardía “primavera de los pueblos”, se inicia con un pronunciamiento (levantamiento militar con el objetivo de derrocar un gobierno) en Cádiz el 17 de septiembre de 1868. Este evento, conocido como “La Gloriosa”, fue liderado por los generales Prim y Serrano y el almirante Topete. La ubicación en Cádiz no es casual, ya que esta ciudad tenía una fuerte tradición liberal y era un importante centro comercial.
Causas de la Revolución
Las raíces de “La Gloriosa” se encuentran en la crisis del reinado de Isabel II, marcada por:
- El Pacto de Ostende (1866): acuerdo entre progresistas y demócratas para derrocar a Isabel II.
- El fallido pronunciamiento del cuartel de San Gil (1866): represión que aumentó el descontento.
- La Noche de San Daniel (1865): represión violenta de una protesta estudiantil.
- Crisis económica: malas cosechas, crisis industrial y financiera.
- Desgaste político: muerte de los líderes moderados Narváez y O’Donnell.
Ideología y Objetivos
La ideología dominante entre los revolucionarios era el liberalismo democrático, que defendía la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, y amplias libertades individuales. Muchos de los participantes eran también republicanos. El lema “España con honra”, atribuido al almirante Topete, resumía los ideales del levantamiento: acabar con la corrupción y el autoritarismo del régimen isabelino.
Gobierno Provisional y Constitución de 1869
Tras el exilio de Isabel II, se formaron Juntas locales de ideología burguesa, aunque con diferentes tendencias. De estas juntas surgió un Gobierno Provisional presidido por Prim. Sus principales medidas fueron:
- Expulsión de los jesuitas.
- Reforma económica de Laureano Figuerola: política librecambista, fomento de la inversión extranjera y establecimiento de la peseta como moneda oficial.
La decisión más trascendental fue la convocatoria de Cortes Constituyentes mediante sufragio universal masculino. Los resultados dieron una mayoría a los demócratas monárquicos, aunque los carlistas obtuvieron mayoría en sus territorios tradicionales y los republicanos en ciudades de la periferia. De estas Cortes emanó la Constitución de 1869, que se caracterizaba por:
- Ser democrática monárquica: establecía una monarquía parlamentaria.
- Poder legislativo bicameral: Congreso y Senado.
- Poder ejecutivo: en manos del rey, pero con control parlamentario (moción de censura).
- Poder judicial independiente: jueces elegidos por oposición.
- Sufragio universal masculino (mayores de 23 años) para el Congreso; sufragio indirecto para el Senado.
- Amplio reconocimiento de libertades:
- Libertad de expresión: impulsó una prensa de rigor y prestigio.
- Libertad de asociación: permitió la llegada de los sindicatos de clase.
- Libertad religiosa: aunque se mantenía el Concordato de 1851 y el salario al clero secular.
- Libertad de educación.
- Otras libertades: inviolabilidad del correo, libertad de los extranjeros para trabajar en España.
Estas libertades se inspiran en filósofos como John Locke (derechos naturales), Montesquieu (separación de poderes) y Rousseau (soberanía nacional).
La Búsqueda de un Rey
La Constitución establecía una monarquía, pero España no tenía rey. Se barajaron varios candidatos, como Montpensier, Carlos María de Borbón y Austria (Carlos VII para los carlistas, cuya no aceptación desencadenó la Tercera Guerra Carlista), e incluso se propuso al general Espartero, quien rechazó la oferta. Finalmente, se eligió a Amadeo de Saboya.
El Reinado de Amadeo I (1871-1873)
El reinado de Amadeo I comenzó con el asesinato de Prim, su principal valedor, lo que debilitó su posición desde el inicio. Además, contó con escaso apoyo en las Cortes y el rechazo de la nobleza.
Desafíos del Reinado
- Movimiento obrero: La libertad de asociación permitió la llegada de las ideas socialistas y anarquistas. Se introdujo el marxismo a través de Paul Lafargue, con gran implantación en Madrid y el País Vasco, y cuyo principal representante fue Pablo Iglesias. El anarquismo fue introducido por Giuseppe Fanelli, con gran implantación en Andalucía y Cataluña, y cuyo primer representante español fue Anselmo Lorenzo.
- Federalismo: Surgimiento de un fuerte movimiento federalista, especialmente en Cataluña y Andalucía, con vertientes benévolas e intransigentes. Buscaban una organización descentralizada del Estado, basada en comunas o cantones.
- Tercera Guerra Carlista (1872-1876): Levantamiento de los partidarios de Carlos VII, de ideología absolutista, que llegaron a establecer un estado propio en el norte de España.
- Guerra de Cuba (1868-1878): Insurrección independentista en Cuba, iniciada con el “Grito de Yara”. Los rebeldes, liderados por Carlos Manuel de Céspedes, utilizaron tácticas de guerrilla. El conflicto tenía un trasfondo económico (abolición de la esclavitud) y político (influencia de Estados Unidos).
Ante esta situación, se propuso a Amadeo I que recurriera a un pronunciamiento, pero este, fiel a sus principios democráticos, se negó y abdicó.
La Primera República (1873-1874)
Tras la abdicación de Amadeo I, se proclamó la Primera República. Nació con los mismos problemas no resueltos del período anterior (guerras carlista y de Cuba, movimiento obrero, federalismo) y otros nuevos:
- Guerra cantonalista: Levantamiento de cantones (ciudades o regiones que se declaraban independientes) en varios puntos de España, especialmente en Cartagena. Representaba una radicalización del federalismo.
- Escaso apoyo: Muchos diputados, como Cánovas del Castillo, estaban preparando la restauración borbónica.
- Inestabilidad política: Cuatro presidentes en menos de un año:
- Estanislao Figueras: Dimitió por la radicalización del cantonalismo.
- Francisco Pi y Margall: Federalista convencido, dimitió al no poder acabar con el cantonalismo.
- Nicolás Salmerón: Reprimió el cantonalismo, pero dimitió por negarse a firmar penas de muerte.
- Emilio Castelar: Suspendió las Cortes para preparar una nueva Constitución.
El Proyecto de Constitución Federal de 1873
Aunque no llegó a aprobarse, el proyecto de Constitución federal de 1873 es importante porque:
- Establecía una república federal con 17 territorios autónomos.
- Poder legislativo unicameral: el Senado no tenía funciones legislativas.
- Separación total Iglesia-Estado: supresión del salario al clero.
- Mantenía las libertades del sistema liberal.
El Fin de la República
En enero de 1874, el general Pavía dio un golpe de Estado, disolviendo las Cortes. Se estableció un gobierno provisional, similar al de Mac-Mahon en Francia, que preparó el camino para la Restauración borbónica.