Desarrollo de Medicamentos: Patentes, Genéricos y Acceso a la Salud

Desarrollo de Nuevos Medicamentos

La aparición de nuevas enfermedades y la necesidad de sustituir los fármacos existentes por otros más eficaces mantienen en permanente actividad a los laboratorios de investigación y a las empresas farmacéuticas. Dos son las etapas más importantes que debe superar un nuevo compuesto antes de ser autorizado:

Etapa Preclínica

Investigación y desarrollo. Se seleccionan sustancias naturales o bien se diseñan nuevas moléculas, que se someten a una serie de pruebas para cubrir si tienen alguna actividad de interés.

Etapa Clínica

Las pruebas se hacen con personas voluntarias:

  • Fase I: Las pruebas se hacen con grupos pequeños de voluntarios sanos.
  • Fase II: Las pruebas se hacen con un grupo pequeño de pacientes enfermos, pero que no están recibiendo otro tratamiento.
  • Fase III: Se prueba en un grupo mayor de enfermos y se comparan los resultados con otros grupos tratados con otros fármacos ya existentes o con un placebo (sustancia sin efecto).

Tras su comercialización, el fármaco se mantiene bajo vigilancia para comprobar que no aparecen efectos adversos en la población que lo está tomando. Las empresas farmacéuticas suelen patentar las nuevas moléculas nada más son descubiertas. Según el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) que en 1994 se incorporó a la normativa de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las empresas tienen garantizada la propiedad en exclusividad del fármaco, y sus derechos de comercialización, durante un periodo de al menos 20 años. Una vez superado este periodo, el fármaco puede ser fabricado por otras empresas y venderse bajo la denominación de fármaco genérico.

Patentes y Genéricos

Para las empresas farmacéuticas, las patentes son un seguro para recuperar la inversión realizada en el descubrimiento y puesta en el mercado de nuevos fármacos. La mayoría de la población pobre paga los medicamentos directamente de su bolsillo, de manera que un ligero incremento en los precios torna los medicamentos que pueden salvar sus vidas en inasequibles. Por este motivo, y gracias a la presión ejercida por la sociedad, en noviembre de 2001 se firmó el Acuerdo sobre ADPIC y salud pública, los llamados Acuerdos de Doha, que permiten que un país se salte una patente cuando se declara una crisis sanitaria. Normalmente, en la mayoría de los casos estos tratamientos a bajo precio son los de “primera línea”, los que se recetan al principio del tratamiento. Pero son necesarios también los de “segunda línea”, los que permiten a enfermos de SIDA o de tuberculosis mantener una aceptable calidad de vida, aunque son estos los que los laboratorios no rebajan porque son los últimos que han sacado y de ellos obtienen sus mayores beneficios.

Investigación y Desarrollo (I+D)

Las patentes han sido defendidas por las empresas farmacéuticas en la medida que potencian y estimulan la I+D para nuevos medicamentos. Pero lo cierto es que solo el 10% de la I+D a escala mundial se dirige a las enfermedades responsables del 90% del problema sanitario mundial, como las enfermedades tropicales. Salvo el SIDA, las principales enfermedades que sufren los países pobres afectan a los países ricos de manera muy indirecta, y la inversión que se destina a I+D para estas enfermedades es casi inexistente.

Medios para Hacer Frente a las Epidemias

Si algo hemos aprendido de la historia es que la colaboración y la solidaridad entre los pueblos, los gobiernos y los científicos son piezas clave en la lucha contra las epidemias y las pandemias. Medios que disponemos para hacerles frente:

Ayudas a los Países en Desarrollo

El SIDA, la tuberculosis y la malaria son enfermedades evitables, para las que existen tratamientos eficaces. Estas enfermedades suponen una carga económica treinta veces mayor en los países en vías de desarrollo que en los países desarrollados, lo que implica grandes pérdidas económicas, desintegración social e inestabilidad política. Un porcentaje muy bajo de las personas que necesitan tratamientos contra estas enfermedades se beneficia de un tratamiento de calidad.

Redes de Vigilancia

Para seguir la evolución de las enfermedades y detectar nuevos gérmenes se han puesto en marcha sistemas de vigilancia en todo el planeta. La OMS ha desarrollado el sistema de alerta GOARN que centraliza la información recogida por los poderes públicos, investigadores, médicos, ONG, etc.

Una Carrera entre los Investigadores y los Microbios

Los gérmenes responsables de las enfermedades infecciosas no dejan de evolucionar. Los virus están en mutación permanente y las bacterias se hacen resistentes a los antibióticos. Los investigadores trabajan para tener un mejor conocimiento de los agentes infecciosos, con la esperanza de poder desarrollar nuevos fármacos.

La Colaboración Mundial

Hoy día, la seguridad sanitaria de los países depende de la capacidad de cada uno de ellos para actuar con eficacia y contribuir a la seguridad de todos. En los casos en que a los países les sea imposible lograr la prevención y el control por sí mismos, la OMS los ayudará proporcionándoles redes internacionales, rápidas y expertas, de vigilancia y respuesta a las enfermedades.

Prevención del Bioterrorismo

Los virus y las bacterias pueden transformarse en armas en manos de terroristas. Varias enfermedades se consideran armas potenciales como la viruela, el botulismo o la peste. Apenas unos días después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en los EE. UU., una serie de cartas que contenían esporas de Bacillus anthracis, el bacilo del carbunco, fueron enviadas a través del servicio de correos del país. 22 personas fueron afectadas y 5 de ellas murieron. Este ataque reavivó la inquietud internacional por el bioterrorismo. De cualquier modo, los riesgos de un ataque masivo son muy limitados por la dificultad y el costo de fabricar, y transportar, microorganismos a gran escala.

Éxitos que Ayudan al Optimismo

Una mirada hacia un pasado, no muy lejano, nos muestra que algunas epidemias ya no son una fatalidad:

  • La viruela, que causaba millones de muertos hace 60 años, ha podido ser erradicada.
  • La poliomielitis: se han realizado enormes progresos en la lucha mundial contra esta enfermedad.