Deriva Continental: El Movimiento de los Continentes a Través del Tiempo
La deriva continental es el fenómeno por el cual las placas que sustentan los continentes se desplazan a lo largo de millones de años de la historia geológica de la Tierra. Este movimiento se debe a que continuamente sale material del manto por debajo de la corteza oceánica y se crea una fuerza que empuja las zonas ocupadas por los continentes (las placas continentales) y, en consecuencia, les hace cambiar de posición.
Pruebas de la Deriva Continental según Alfred Wegener
Alfred Wegener aportó diversas pruebas que respaldan la teoría de la deriva continental:
Pruebas Geológicas y Geográficas
En el oeste de África y el este de Sudamérica, se pueden encontrar continuidades de algunas de las grandes estructuras geológicas, como cordilleras. Al mismo tiempo, se encuentran formaciones rocosas del mismo tipo y edad. Existe una notable coincidencia entre las costas de África y América del Sur, que encajan como piezas de un rompecabezas.
Pruebas Biológicas
Varias especies botánicas y animales se encuentran en varios continentes, como caracoles y gusanos. Además, existen especies muy próximas entre sí localizadas a grandes distancias, como el avestruz en África, el ñandú en Suramérica y el emú en Australia. Es poco probable que estas especies pudieran haber cruzado los océanos, pero sí pudieron dispersarse cuando las tierras estaban unidas.
Pruebas Paleontológicas
Existen ejemplos de fósiles de organismos idénticos encontrados en diversos continentes como Sudamérica, África, India y Australia. Estos organismos no habrían podido cruzar los océanos que hoy separan esos continentes.
Formación de las Cortezas Terrestres
Las placas litosféricas se forman en las dorsales oceánicas o rifts, en estadios tempranos, zonas donde ascienden materiales del manto. Se destruyen en las zonas de subducción, donde una placa se introduce debajo de otra. En dorsales y zonas de subducción se crea y se destruye corteza oceánica y manto. La corteza continental se crea a expensas de esta última por la diferenciación de materiales ligeros.
La dinámica litosférica es causada por la disipación de la energía interna de la Tierra, asociada a la diferenciación geoquímica y al movimiento de convección de los materiales.
Clasificación de las Rocas
Las rocas son materiales heterogéneos formados por la agregación de minerales en el mismo proceso geológico. Forman parte tanto del manto como de la corteza terrestre. Los minerales que las forman son: silicatos, cuarzo, feldespatos, micas, olivinos…
Se clasifican en:
Rocas Sedimentarias
Son las rocas formadas por la litificación. Este proceso se produce al depositarse sedimentos en las cuencas sedimentarias formando estratos. Cuando estos son sometidos a mayores presiones y temperaturas en zonas profundas, se forman las rocas sedimentarias. Los procesos que sufren son de compactación y cementación (precipitación de los cementos naturales CaCO3). Dentro de estas encontramos otra clasificación: las detríticas (conglomerado, areniscas, arcillitas), de precipitación química (calizas, evaporitas, yeso) y organógenas (carbón, petróleo, hulla…).
Rocas Metamórficas
Se forman a partir de rocas magmáticas y sedimentarias que son sometidas a grandes presiones y temperaturas en el interior de la litosfera sin que su estado deje de ser sólido. Sufren transformaciones de su composición química, estructura y forma. El mármol procede de la caliza. Ejemplos son la cuarcita y la pizarra.
Rocas Magmáticas
Se forman al enfriarse y solidificarse el magma fundido o la lava. Se clasifican en plutónicas (formadas a gran profundidad en la cámara magmática, como el granito) y volcánicas (enfriadas en el exterior de la litosfera por una erupción volcánica, como el basalto).
Minerales: Componentes de las Rocas
Los minerales son sustancias sólidas con una composición química definida, de origen natural (como resultado de procesos geológicos) y están cristalizados (presentan los átomos dispuestos en forma ordenada en las tres direcciones del espacio). Se pueden clasificar en silicatos y no-silicatos, y luego organizar por ejemplo en sulfatos como el yeso, en silicatos como el cuarzo, haluros como la fluorita, etc.
Presentan propiedades físicas como: la densidad (relación entre la masa y el volumen), la dureza (resistencia que ofrece el mineral a ser rayado), el color (se observa al rayarlo y está relacionado con la luz), el brillo (aspecto que ofrece la superficie de un mineral cuando refleja la luz) y la exfoliación (tendencia de un mineral a romperse con facilidad. Ejemplos: Talco, Yeso, Diamante).