Democracias y Totalitarismos en el Periodo de Entreguerras: Fascismo y Nazismo

Democracias y Totalitarismos

1. La Crisis de las Democracias Liberales

1.1. Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

La victoria de los Estados democráticos dio lugar a la desmembración de los imperios autoritarios. Los nuevos países se convirtieron en repúblicas y adoptaron sistemas políticos de liberalismo parlamentario.

En 1920 hubo difíciles circunstancias económicas, acompañadas de una profunda crisis social.

1.2. Las Democracias ante la Crisis

En Gran Bretaña, las industrias tradicionales quedaron anticuadas y sus exportaciones se redujeron. Además, estalló una guerra en Irlanda contra los británicos. En 1921, el gobierno británico permitió la participación de Irlanda. El Partido Laborista permitió canalizar demandas populares y reconducir la crisis.

En Francia, la crisis económica fue más tardía, con protestas obreras y movilizaciones. Los socialistas y comunistas formaron el Frente Popular en 1936.

1.3. La Aparición de Regímenes Autoritarios

Los países donde el sistema liberal-parlamentario tenía escasa tradición y los partidos liberales o conservadores se veían impotentes ante la crisis económica, establecieron sistemas políticos autoritarios.

En España, Primo de Rivera protagonizó un golpe de Estado en 1923. Posteriormente, hubo un levantamiento militar dirigido por el general Franco.

Tuvo una enorme trascendencia e importancia la llegada del Partido Nacional Fascista, dirigido por Mussolini, y la del partido nazi en Alemania, liderado por Adolf Hitler.

2. La Italia Fascista

2.1. La Crisis de la Posguerra

El coste de la vida en Italia había subido y el nivel de vida de la clase trabajadora había bajado. Apareció un movimiento huelguístico. En 1919 hubo más de 1800 huelgas y, en 1920, los obreros ocuparon numerosas fábricas en el norte de Italia. En el centro del país, se produjo una ocupación de tierras.

En el ámbito político, había una gran inestabilidad. El régimen constitucional se apoyaba en una coalición de partidos liberales del centro, que empezó a verse fuertemente contestada tanto por el Partido Socialista, como por el Partido Comunista Italiano y el Partido Popular.

2.2. La Formación del Partido Nacional Fascista

En 1919, Benito Mussolini fundó los Fasci di Combattimento, que agrupaban a antiguos combatientes. Transformó los Fasci en el Partido Nacional Fascista en 1921, presentándose como una amenaza contra el comunismo y la bolchevización. Dotó a su partido de un programa nuevo y recibió ayuda financiera de la Confindustria.

Las escuadras fascistas protagonizaron numerosos actos de violencia.

2.3. La Marcha sobre Roma y la Llegada al Poder

El golpe definitivo para hacerse con el poder llegó con la Marcha sobre Roma. Miles de “camisas negras” ocuparon los edificios públicos de la capital y controlaron las instituciones y comunicaciones. Víctor Manuel III pidió a Mussolini que constituyese un nuevo gobierno. El establecimiento de la dictadura fascista fue el resultado de un proceso de restricción. En 1924, tras el asesinato del diputado socialista Matteotti, Mussolini asumió plenos poderes y silenció a toda la oposición.

2.4. La Dictadura Fascista

El Duce inició un proceso encaminado a un régimen totalitario. En 1926, la Ley Rocco prohibió todos los partidos y sindicatos, a excepción de los fascistas. En 1928, el Parlamento pasó a depender del Gran Consejo Fascista. En 1929, el Parlamento fue sustituido por la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones. Se creó una policía política, la OVRA, que perseguía a los opositores. Mussolini supo atraerse a la Iglesia católica, con la que firmó los Pactos de Letrán en 1929. Se promovió la remilitarización y hubo una posesión de territorios coloniales.

2.5. Un Fuerte Dirigismo Económico

El fascismo se caracterizó por un intervencionismo estatal, proteccionismo a la industria y autarquía económica. En 1933, se creó el Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI). En 1934, el Estado adoptó políticas proteccionistas. La política autárquica llevó a una renovación de la industria nacional. El fascismo invirtió en las obras públicas.

2.6. Un Estricto Control Social

El régimen favoreció los nuevos medios de comunicación. En Roma, se creó Cinecittà.

3. La República de Weimar (1918-1933)

3.1. La Debilidad de la República de Weimar

La nueva república fue incapaz de crear un sistema político estable. En 1919, se produjo el levantamiento de la Liga Espartaquista; los comunistas pretendían proclamar un gobierno de consejos obreros. En 1920, el auge de grupos nacionalistas acusó al gobierno de traición por haber firmado el armisticio y haber aceptado las condiciones del Tratado de Versalles. El golpe de Estado contaba con el apoyo del ejército. En 1923, fracasaría el putsch protagonizado por Adolf Hitler.

La situación económica era muy difícil. Existían deudas de guerra y las fuertes reparaciones que Alemania debía pagar a los vencedores. La crisis llegó a Francia y las tropas galas ocuparon el rico territorio minero del Ruhr como garantía de cobro.

Entre 1924 y 1929, Alemania tuvo una relativa estabilidad. La crisis de 1929 agravó la situación. La Coalición de Weimar fue perdiendo el apoyo.

3.2. La Formación del Partido Nazi

Adolf Hitler inició su carrera política. Apareció el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Se puso al frente de las SA, que ejercían la amenaza contra sus adversarios. Tras el fallido intento de golpe de Estado, Hitler fue detenido. Durante ese período, escribió la obra Mein Kampf (Mi Lucha), en la que exponía su pensamiento y programa político: desprecio por la democracia parlamentaria, odio al bolchevismo y necesidad de un liderazgo único y fuerte. Defendía el antisemitismo, la superioridad de la raza aria y la necesidad de forjar un Gran Reich.

Al salir de prisión, era conocido como el Führer y creó las SS (Grupo de Protección).

4. La Alemania Nazi (1933-1939)

4.1. La Llegada al Poder del Nazismo

La difícil coyuntura económica favoreció la difusión de su discurso radical y provocó una polarización política. En 1933, Hitler fue nombrado canciller en un gobierno de coalición.

Las razones del éxito electoral de los nazis hay que buscarlas en el apoyo de las clases medias, los campesinos arruinados y los obreros desesperados.

4.2. El Camino hacia la Dictadura

Hitler consiguió del presidente Hindenburg el permiso para disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. Prohibió la prensa y las reuniones de los opositores. Los registros y las persecuciones se multiplicaron. Los “camisas negras” sembraban el pánico y el terror. El 27 de febrero, se produjo el incendio del Reichstag.

Adolf Hitler obtuvo el apoyo de los diputados del Centro Católico para que el Parlamento le concediese plenos poderes. Después de la muerte de Hindenburg, se proclamó Führer y canciller del Reich.

4.3. La Construcción de un Régimen Totalitario

Alemania se transformó en un régimen totalitario. Fue autorizado solo el NSDAP y todos los trabajadores fueron conminados a afiliarse al Frente del Trabajo Nacionalsocialista.

En 1934, se creó la Gestapo, encargada de la represión de los opositores al régimen y del control sobre la opinión pública. En 1933, se abrieron los primeros campos de concentración y, en 1934, ya existían cincuenta.

Un sector de las SA, liderado por Röhm, mantenía diferencias políticas. Su neutralización se llevó a cabo durante la Noche de los cuchillos largos. El control de Hitler era absoluto.

4.4. Autarquía Económica y Rearme

Para que Alemania se convirtiese en una gran potencia mundial, se implantó un dirigismo estatal que tenía como objetivo conseguir la autarquía económica y convertir a Alemania en un Estado autosuficiente. Se elaboró un Plan Cuadrienal de autoabastecimiento económico y fomento de una industria. Se dio prioridad a la industria pesada. En 1939, Alemania se había convertido en la segunda potencia industrial.

La política económica nazi no cuestionó el sistema capitalista. Por el contrario, reafirmó algunos de los rasgos más característicos del capitalismo alemán.

4.5. El Control Ideológico y Social

Se creó el Ministerio de Cultura y Propaganda para garantizar la conformación de una cultura y un pensamiento. La ciencia y la cultura se “nazificaron”. El futuro del Reich dependía de la juventud y, por ello, dedicó grandes esfuerzos a la educación de los jóvenes.

Fomentaron las organizaciones de recreo, entre las que destacaban las Juventudes Hitlerianas. La educación redujo el papel de la mujer en la sociedad a las llamadas tres K: Kinder, Kirche, Küche (hijos, iglesia, cocina).

Se produjo una adhesión de la población atraída por el proyecto de Hitler.

4.6. La Pureza Racial

Se afirmaba que la raza aria debía ser protegida mediante la exclusión de quienes presentaban cualquier discapacidad física, de las minorías étnicas, etc.

La cuestión racial que alcanzó mayor magnitud fue la persecución de los judíos. La política antijudía pasó por diferentes fases: en 1933, se promulgó el boicot a los negocios de los judíos; en 1935, se dictaron las Leyes de Núremberg; y, en 1938, se les obligó a llevar un distintivo.

En 1938, en la Noche de los cristales rotos, fueron detenidos miles de judíos y algunos de ellos asesinados.

4.7. La Expansión Territorial

El régimen nazi no puede entenderse sin su vocación expansionista. Hitler vinculó la formulación de la superioridad racial con su voluntad de implantar un nuevo orden en Europa.

Los nazis no pretendían un retorno a las fronteras anteriores a 1919. Apuntaban más lejos: a la construcción política del Gran Reich alemán, un imperio que debía comprender todos los territorios de habla alemana y someter, para conquistar el “espacio vital”.

Se consideraba que otros pueblos, como Italia y Gran Bretaña, tenían derecho a construir su propio “espacio vital”.