Del Pensamiento Arcaico al Conocimiento Científico: Evolución de la Razón

Rasgos Distintivos del Pensamiento Arcaico

a. Es un pensamiento infundado, se limitaba a hacer afirmaciones pero sin fundamentarlas, sin demostrarlas de alguna manera; lo que afirmaba podía ser verdad o no.

b. Es un pensamiento acrítico; no daba razones de sí mismo, no explicitaba ni analizaba su metodología; no se planteaba si el camino que seguía para realizar sus afirmaciones era el adecuado o no.

c. Es un pensamiento de carácter antropomórfico; para explicar el mundo los humanos primitivos proyectaban sobre él sus propias motivaciones y vivencias y, como consecuencia de ello, todos los acontecimientos se convertían en acciones producidas por los dioses, que eran “como los hombres” pero con mucho más poder.

d. Por último, era un pensamiento emocionalmente comprometido; todos los hechos, al ser producidos por los dioses, mantenían una relación directa con los seres humanos, que eran incapaces de objetivarlos, de distanciarse de ellos para explicarlos, puesto que les afectaban, les comprometían.

La Razón como Instrumento

Uno de los pueblos inmersos en este pensamiento fue el pueblo griego, cuya vida se conoce con bastante precisión gracias, entre otras, a dos obras literarias, la Ilíada y la Odisea, en las que se narra con detalle la vida cotidiana de sus gentes. Los griegos se movieron con naturalidad por el mundo gracias a los mitos (verdades heredadas), y los más complicados enigmas de la existencia les resultaban claros y explicables. Los mitos eran relatos que daban origen a ritos, en los que se explicaba de dónde venía el pueblo griego, cuál era su destino, cómo tenía que vivir, y también a qué se debían los fenómenos más importantes que se producían en la naturaleza. Gracias a los mitos, para los griegos todo tenía una explicación, hasta los problemas del “de dónde” y el “a dónde” del destino humano tenían solución. Pero en el siglo VI a.C. el pueblo griego dejó de creer en los mitos como consecuencia del contacto con otras culturas, la aparición de nuevas clases sociales y el uso de la moneda. Al dejar de creer en los mitos, una serie de hombres comenzaron a valorar la razón como la principal capacidad humana, y la utilizaron para interpretarse a sí mismos e interpretar la naturaleza y dar respuestas a los enigmas que esta les planteaba. Los resultados de confiar en la razón fueron la filosofía y la ciencia.

La Racionalidad hasta la Revolución Científica

En el siglo VI a. C. la distinción entre filosofía y ciencia no era tan precisa como en la actualidad. Los primeros filósofos fueron también los primeros científicos — Tales de Mileto, además de ser el primer filósofo conocido, predijo un eclipse de sol, y creó el Teorema de Tales para las matemáticas — y no tenían conciencia de hacer cosas distintas al hacer ciencia y al hacer filosofía. La diferencia fundamental entre la filosofía y la ciencia radicaba en el objeto que estudiaban; la filosofía se ocupaba de la “totalidad”, de la “realidad como un todo”, y las ciencias de “áreas”, de “parcelas” de esa realidad.

El instrumento para estudiar esos objetos era la razón, que a la hora de sacar conclusiones se apoyaba en lo que ella misma decía sobre las cosas, sin tener en cuenta la observación, lo que captaban los sentidos. Se pensaba que los sentidos no eran de fiar, que la verdad solo se descubría siguiendo a la razón. Las relaciones entre la ciencia y la filosofía se mantuvieron hasta la llamada “revolución científica” que va de los siglos XVI al XVIII, es decir, de Copérnico a Newton. A partir de esta época, para estudiar la naturaleza, la realidad y sus diversas parcelas, se comenzó a utilizar el “método experimental”. Este método se basa también en la razón, pero no en una razón que se apoya en las ideas que ella misma posee sobre las cosas, sino en una razón que parte de la observación y trata de explicar racionalmente los hechos observados. En la actualidad, cuando se habla de “ciencia” se hace referencia a las ciencias experimentales.

Rasgos Distintivos del Conocimiento Científico

A. Es regional, sectorial; se ocupa de partes, de áreas de la realidad; acota el universo. En la actualidad la especialización es mayor cada vez y las parcelas estudiadas cada vez más pequeñas. La ciencia ha progresado en parte gracias a la especialización. Los científicos en general cada vez saben más sobre menos y esto permite que la ciencia evolucione a la velocidad que lo hace.

B. Es también crítico, ya que realizan un análisis de reducción del sector de la realidad que ha acotado a los elementos más pequeños que pueden obtener, para a partir de ellos, sintetizar o reconstruir la realidad que le ha servido de punto de partida. El nivel crítico de la ciencia es de un nivel limitado, puesto que necesita apoyarse en sus hipótesis que no somete a crítica.

C. Posee el rigor del razonamiento deductivo, puesto que sus conclusiones se obtienen mediante datos precisos y además algunas de esas conclusiones se confirman por medio de experimentos. Las afirmaciones científicas se relacionan unas con otras constituyendo teorías, y algunas de ellas coinciden con la realidad como se puede demostrar por experimentos. Si la realidad no responde afirmando sus afirmaciones, la teoría tiene que ser abandonada.

D. Es intersubjetivo; como las afirmaciones científicas están comprobadas por la experiencia, cualquier persona que posea los medios necesarios puede realizar los experimentos que confirman las teorías científicas; por eso la ciencia, en la actualidad es universal y transmisible.

E. Los conocimientos científicos pueden ser aprovechables para las conveniencias vitales del ser humano; partiendo de ellos, puede intervenir en la naturaleza y manejarla en beneficio propio.