Definición de educación en ciencias sociales

Biografía y visión gene de su obra:


David Trueba (Madrid, 1969) es escritor, periodista, guionista y director de cine. Tras debutar como guionista, estudió en el American Film Institute de Los Ángeles. Escribíó los guiones de películas como ‘Two Much‘ (1995), ‘La niña de tus ojos‘ (1998), o el documental de Carles Bosch denominado ‘Balseros‘ (2002), del que fue también coproductor. Su estreno como director le vino de la mano de la película ‘Buena Vida‘ (1996), presentada en Cannes. Su película Vivir es fácil con los ojos cerrados’ (2013) ha recibido multitud de galardones, entre ellos, seis Premios Goya convirtiéndola en la gran triunfadora de ese año.

Novela:


Ha publicado seis novelas en la editorial Anagrama, Abierto toda la noche (1995), Cuatro amigos (1999), Saber perder (2008) (Premio Nacional de la Crítica) , Blitz (2015), Tierra de campos (2017) y El río baja sucio (2019) 

Ensayo y periodismo:


Colaborador habitual de la revista El Dominical y de El Periódico, con la columna “Artículos de ocasión”.

• Colaborador habitual de El País.

• Libros de ensayo:

• Artículos de ocasión (1998) (Antología de artículos con algunos inéditos añadidos)

• Tragarse la lengua y otros artículos de ocasión (2003) (Antología de artículos periodísticos).

• Érase una vez (2013) (Antología de artículos periodísticos)

• La tiranía sin tiranos (2018). (Lo estudiamos en epígrafe aparte) 

• El Siglo XXI cumple 18 (2018). «Hay cosas que pasan y que de tanto pasar terminan por 6 definir los tiempos mucho mejor que las teorías.» Con estas palabras, el novelista, cineasta y periodista David Trueba sintetiza el cometido de esta recopilación de artículos periodísticos. Los artículos se centran en hechos, no en opiniones, y analizan los verdaderos significantes de nuestro tiempo. Porque cuando el Siglo XXI llega a la mayoría de edad, ya no se trata de analizar los cambios y escuchar los latidos renovadores: nos encontramos ante algo ya impuesto, ante una nueva manera de ser. De entre los sucesos que marcan estos dieciocho años de vida de nuestro siglo, Trueba destaca la emigración y su impacto en los miedos colectivos; la identidad tanto sexual e íntima como nacional y colectiva; la crisis de la democracia y sus representaciones cotidianas, reducidas a lo electoral y sus alternancias; y, finalmente, la transformación tecnológica con el consiguiente impacto en el empleo y la economía de a pie. El Siglo XXI cumple 18 se convierte así en una revisión de algunos de los asuntos de la actualidad que más nos perturban y que, nos guste o no, están aquí para quedarse. David Trueba dirige, además, una colección de artículos ensayísticos denominada “Biblioteca de ideas insensatas”, normalmente de contenido político. En ellos defiende que “Los partidos políticos son un obstáculo para la democracia real. La sociedad civil tiene que ser invitada a participar en esa merienda del poder, aportando talento, independencia e ideas a esas maquinarias que generan clientelismo, mediocridad y militancia ciega.”


El ensayo  (desde 1975 hasta hoy)


 

La muerte del general Franco en 1975, la instauración del régimen democrático y todos los cambios políticos, sociales, culturales y económicos que ello conlleva, provocan un aluvión de cambios en el panorama intelectual español, y muy especialmente en el caso del ensayo, pues de todos los géneros literarios es el más evidentemente ligado a la ideología. Los factores más relevantes para entender el ensayo español de los últimos cuarenta años son los siguientes: • Factores políticos.
– Al desaparecer la censura, el ámbito temático del ensayo se amplía notablemente. Se da, además, un fenómeno muy importante que es el de la vuelta de muchos exiliados, personas importantísimas en el ámbito ensayístico. Paralela y consecuentemente, se fomenta un pensamiento laico y liberal, frente a la cosmovisión clerical y propagandística de la época del franquismo. • Factores sociológicos.
– Muy especialmente, se produce una reconexión de España con el pensamiento europeo y occidental contemporáneo, tras el paréntesis aislacionista del franquismo. No debemos desdeñar tampoco, como un factor de importancia, la mejora en las condiciones económicas de los españoles, que permite que haya más público potencial para la compra de libros, periódicos y revistas. A esto hay que añadir, indudablemente, la extensión general de la educación y el acceso a la cultura de cierto nivel de capas cada vez más amplias de población, lo cual crea y propicia la ampliación del público lector y reactiva el circuito de la producción ensayística. • Factores del ámbito periodístico y editorial.
– Ya desde los años 70 hay revistas de notable influencia en la opinión púbica de la época que albergan colaboraciones de ensayistas heterogéneos que se dan así a conocer ante el público general (la ya citada Cuadernos para el Diálogo, y además Triunfo, Cambio 16, El viejo topo. Importantísima la aportación de la revista Cuadernos del Norte, dirigida por el asturiano Juan Cueto y patrocinada por la antigua Caja de Ahorros de Asturias. En época más moderna, Claves de razón práctica, Archipiélago, entre otras). Además de las revistas, los periódicos diarios nacionales incluyen casia a diario artículos de opinión ensayísticos de notable valor en sus ediciones (El País, El Mundo, ABC) y muchos de ellos publican, además, suplementos culturales que 2 contienen firmas de importancia y ensayos breves muy valiosos (El suplemento literario de ABC, por ejemplo, o la revista El Cultural que se distribuye con El Mundo, el suplemento Babelia del diario El País). En el ámbito editorial, supuso un cambio de vital importancia que varias editoriales hayan apostado por colecciones específicas de ensayo, que en algunas ocasiones vienen acompañadas acompañadas de premios de notable importancia y repercusión medíática (muy especialmente, el premio Anagrama). Generacionalmente, en el ensayo de la España democrática nos encontramos con un fenómeno muy curioso, que es el de la confluencia y coexistencia durante al menos dos o tres décadas de ensayistas de muy diversa procedencia:
(a) Los ensayistas “mayores” de la España franquista, que en su mayor parte fueron suavizando sus posturas políticas y evolucionando hacia posturas conservadoras pero desligadas del régimen. (b) Los ensayistas de la España del exilio, que vuelven física o editorialmente, impregnados además de las ideas, los temas y los estilos de otras culturas. (c) Los nuevos ensayistas, aupados normalmente desde el campo de la literatura (ejemplo: Juan Goytisolo), el periodismo (ejemplo: Juan José Millás), la economía (ejemplo: José Luis Sampedro) o la filosofía (ejemplos: Fernando Savater, Gustavo Bueno), escritores de tono e ideología muy diferentes.


Panorama ensayismo tras muerteFranco

Detallamos un poco algunos datos sobre autores y tendencias, atendiendo a las diferentes especialidades, aunque conviene tener en cuenta que, obviamente, en muchos casos se trata de escritores de cuya obra puede esperarse aún bastante. En cuanto a la filosofía, a finales de los sesenta comenzaron a traducirse obras de los estructuralistas franceses (Levi-Strauss, Foucault, Althuser…) y la producción ensayística de los años siguientes registró esa influencia en disciplinas como la lingüística, la sociología, la sociología de la educación y la filosofía. El pensamiento marxista ocupa otra vena importante 3 en autores como Tierno Galván, Gustavo Bueno o Manuel Sacristán, pero también encontramos esa presencia en autores de las nuevas generaciones (el malogrado Alfonso Comín, por ejemplo, intenta sintetizar el pensamiento marxista y el cristiano). Se ha hablado de la vuelta a Nietzsche (García Calvo, Savater .. ), así como de una sustitución progresiva de la filosofía del compromiso por temas que parecen más acordes con la llamada modernidad: el poder, la pasión, la felicidad. Algunos de los filósofos que pueden ejemplificar estas nuevas tendencias son: Eugenio Trias, Xavier Rubert de Ventós, Antonio Escohotado, Vidal Peña, Fernando Savater, Javier Muguerza, Javier Sádaba, Alfredo Daño… En los estudios literarios junto a los estudios literarios o de crítica textual y análisis sociológicos de la literatura (José-Carlos Mainer, Antonio García Berrío, Francisco Rico, Santos Sanz Villanueva, Julio Rodríguez Puértolas, José María Díez Borque … ), encontramos una crítica literaria que pone en práctica, según los casos, análisis relacionados con el estructuralismo, la semiología y la estética de la recepción (Isabel Paraíso de Leal, Carmen Bobes, Alicia Yllera, Agustín Vera Luján, José Romera Castillo …). En historia del pensamiento y crítica social, además de algunos autores que trabajan en especialidades bien concretas (la economía: José Luis Sampedro, Ramón Tamames, Luis Ángel Rojo, Enrique Fuertes Quintana; la sociología:, Luis González Seara, etc.), pueden destacarse aquellos estudiosos del pensamiento español (Antonio Elorza, José Luis Abellán, Eliaz Díaz) o de aspectos concretos de la historia cultura de España (Valeriano Bozal, …). Para distinguirlos del periodismo convencional, podemos hablar de periodismo de firma (o periodismo de ideas) al referirnos a aquellos colaboradores en la prensa diaria o semanal que muy a menudo publican también ensayos o literatura de creación. He aquí algunos de estos nombres: Antonio Gala, Francisco Umbral, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Cueto, Luis Carandell, Manuel Vicent, Vicente Verdú, Maruja Torres, Rosa Montero, Juan Luis Cebrián, Carlos Luis Álvarez «Cándido», Antonio Álvarez Solis, José Oneto, Pedro J. Ramírez y Martín Prieto, Juan José Millás, etc.

En ellos hay una voluntad de estilo ajustado, sintetizada en las formulaciones aforísticas y con un sesgo moralizante muy acusado: denuncia de la impostura, varapalo a las falsedades de la sociedad, crítica de la vida política parlamentaria y denuncia de abusos y corrupciones.


El ensayo español de los últimos años

Ya desde los años 90 se prodigan las reflexiones sobre los cambios sociales: los medios de comunicación, las nuevas tecnologías, la ecología, pedagogía y psicología, etc. En los últimos años, además, la crisis económica ha provocado que el ensayismo ahonde desde diversas perspectivas en las contradicciones del sistema capitalista. Por lo que se refiere a la forma, el ensayo de hoy acentúa su indeterminación, al aparecer en escritos de otro carácter y disfrutar de una mayor libertad estructural y lingüística. Por su aparición asidua en diversos periódicos de tirada nacional o regional, se han incorporado a la nómina de ensayistas más conocidos y apreciados nombres procedentes muchas veces de la narrativa, como los de Antonio Muñoz Molina, Juan José Millás, Vicente Verdú, Maruja Torres, Soledad Puértolas, Manuel Vicent, Julio Llamazares, Juan Goytisolo, entre otros, aunque la tendencia actual es el cultivo del ensayo largo, en forma de libros.
De hecho, en los últimos años han tenido un gran éxito entre un público muy variopinto y no especializado libros como la ya citada Ética para Amador del filósofo Fernando
Savater, Las semillas de la violencia del psiquiatra Luis
Rojas Marcos, El planeta americano del sociólogo Vicente
Verdú, El bucle melancólico del filólogo Jon Juaristi o La ética para náufragos y La inteligencia fracasada de José Antonio
Marina (o su reciente escrito sobre educación Despertad al dinosaurio), etc. Para terminar, en estos primeros compases del siglo XXI, el ensayo continúa las tendencias temáticas y formales del siglo pasado, si bien proliferan los escritos sobre la decadencia de las humanidades, el fracaso de la cultura de masas y los temas ideológicos y económicos (a raíz de la reciente crisis, como se ha dicho). Los autores son los que irrumpían en el ensayo a finales del siglo pasado, fundamentalmente. Destacan títulos como: Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina; La civilización del espectáculo, de Mario Vargas Llosa, y desde posturas más críticas y militantes, El mercado y la globalización, de José Luis 5 Sampedro, Capitalismo canalla, de César Rendueles y, por supuesto, La tiranía sin tiranos de David Trueba. 


Carácterísticas de los ensayos de Trueba

La obras ensayísticas que constituyen recopilación de artículos publicados en prensa son principalmente columnas al uso y de temática general. A las carácterísticas señaladas para el ensayo en general, podemos añadir las siguientes específicas de para sus artículos: 

1. Temas diversos y de actualidad, principalmente socio-culturales


Desde reséñas de obras o de personalidades ilustres de la cultura, hasta reflexiones sobre la actualidad política o del espectáculo, pasando por la inmigración, la crisis cultural, económica y democrática, y en general todos aquellos aspectos que están siendo significativos en la vertebración o en la falta de vertebración de los individuos y la sociedad de nuestro país.

2. Punto de vista moderado del autor, sin ocultar su compromiso social y sus ideas progresistas y su crítica al poder establecido mal ejercido y en especial a las ideas conservadoras y radicales.

3. Escritura natural y desenfadada, pero con voluntad de estilo y precisión

4. Su lenguaje es sencillo y en ocasiones conversacional, buscando con ello al gran público, pero nunca deja de ser formal y adecuado al formato periodístico en el que se enmarca.

5. Predominio del humor y la ironía, pero siempre utilizados con elegancia, espíritu crítico e inteligencia, lo que le aparta de la mera crítica descalificadora o despreciativa.

Temas habituales en los ensayos de Trueba

Son frecuentes los textos de contenido político, así como los artículos en los que se acerca de modo crítico a las formas de vida contemporánea y a la lógica del sistema. También aparecen como tema frecuente las nuevas tecnologías y su repercusión en nuestra vida, la propiedad intelectual y el concepto de autoría en el mundo contemporáneo, la familia y los hijos, el tiempo y su uso (o desperdicio), la falsa idea de normalidad o perfección, y, en general, todo lo que tenga que ver con la compleja y delicada situación en que nos hallamos los habitantes del mundo contemporáneo en los países presuntamente ricos y felices.

Estudio específi de La tiranía sin tiranos

Este es el primer libro de ensayos del autor que no constituye una recopilación de artículos anteriores. Concebida como una obra compacta desde el principio, está formada por 14 ensayos, precedidos de un Preámbulo en el que el autor plantea el punto de vista vertebrador del libro.


Estructura La tiranía sin tiranos:


Preámbulo:
En él señala la premisa que vertebra todo el libro: “nunca ha experimentado el mundo tantos avances, nunca ha habido tanta esperanza de vida, solidaridad y ternura. Si nos sorprende el abandono que afecta a una parte de la población lo achacamos al tamaño ingestionable del planeta.
Pero incluso las existencias más acomodadas se deterioran entre muestras de un individualismo creciente”. Esta premisa comienza a destapar la tesis que defiende este pequeño volumen de ensayos (“¿y si el tirano fuéramos nosotros?”). 

• 14 ensayos de mediana extensión:


a lo largo del libro va mostrando cómo la premisa inicial empapa los aspectos más importantes de nuestra sociedad, señalando sus carencias y se pregunta cuántos de sus males son achacables a nosotros mismos. Dichos males los analiza desde una perspectiva realista, pero con cierta confianza en un cambio sustancial.

Temática La tiranía sin tiranos:


En este libro, el autor ahonda en las carencias de nuestra sociedad y se cuestiona cuántos de sus males son achacables a nosotros mismos. Y son muchos. Centrando su óptica en nuestro país, tan representativo del mundo como cualquier otro, Trueba empieza con el diagnóstico: egoísmo exacerbado, individualismo extremo, falsa ternura, hipocresía social y colectiva, ansia por lo inmediato… El escritor se explaya sobre todos estos aspectos con una perspectiva realista, en ocasiones fatalista, pero donde también late cierta confianza soterrada en el cambio sustancial. Sin embargo, hoy por hoy vivimos en “la era de la exageración” y ya no somos seres humanos, “sino consumidores”. En principio se podría decir que estamos inmersos en la sociedad soñada. Derechos de todo tipo para cualquier ciudadano, esperanza de vida, espacios para reconocer todas las singularidades, democracia… Pero, como denuncia Trueba, en esta sociedad aparentemente igualitaria acabamos siendo elementos procesados, estadísticas de consumo. Aquellos que manejan grandes intereses políticos y económicos han conseguido exprimirnos uno a uno. Pero quizá no sean ellos los tiranos, sino que somos nosotros mismos quienes asumimos tal condición :“Separados somos menos fuertes, somos realmente vulnerables, acabamos convirtiéndonos en nuestros propios esclavizadores”. El 9 libro termina aludiendo a una conocida máxima del póquer: si sentado a la mesa no das con el pardillo a quien desplumar, es que ese pardillo eres tú. Trueba establece una analogía que, como si fuera un espejo, nos enfrenta directamente con su texto. “Puede haber una tiranía sin tiranos, porque el mundo siempre contiene tiranteces, pero cuando no das con el tirano de manera clara, el tirano eres tú”.