La obra de Cernuda se agrupa bajo el título La realidad y el deseo, donde enuncia el
enfrentamiento entre el deseo de belleza, de libertad, de amor, con la realidad. De esta
lucha surge la frustración. Los temas principales de su obra son: el amor, la belleza de la
naturaleza, la fugacidad del tiempo y el olvido, el deseo frustrado por la realidad que se
impone, el paraíso perdido, la soledad. Su obra se divide en distintas etapas:
Primera etapa: Perfil del aire, en la estética de la poesía pura, y Égloga, elegía, oda
Segunda etapa: corresponde a las obras de influencia surrealista y ROMántica en Un río,
un amor, Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido.
Tercera etapa o del exilio: con Las nubes, Como quien espera al alba, Vivir sin estar
viviendo y Desolación de la Quimera. Con temas como el paso del tiempo, la nostalgia
del exiliado, el recuerdo y la muerte.
Emilio Prados
Su poesía se caracteriza por la tendencia a lo interior y a ahondar en los problemas de
la vida y la muerte. En sus obras Tiempo, Canciones del farero o Cuerpo perseguido se
aprecia una actitud contemplativa.
Manuel Altolaguirre
Su poesía destaca por la musicalidad y los versos cortos. Destacar Las islas invitadas.
Concha Méndez
Su poesía evoluciona desde las vanguardias hasta una poesía humanizada. Destacar su
poemario Sombras y sueños.
Josefina de la Torre su obra se recoge en Poemas de la vida.
La poesía del grupo poético del 27: etapas, autores y obras representativos.
Carmen Conde. Obra poética muy extensa, con temas como el amor y el erotismo.
Destaca Mujer sin edén.
Miguel Hernández aunque tradicionalmente se le ha encuadrado en la generación del 36,
mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser
considerado por Dámaso Alonso como «genial epígono de la generación del 27». Su
poesía se caracteriza por su intenso lirismo, tanto en su primera colección de poemas,
sumamente elaborados, Perito en lunas (1933), como en los sonetos de corte clásico de
El rayo que no cesa. Sus poemas tratan principalmente del amor, la muerte, la guerra y la
injusticia, temas que conocíó y experimentó con intensidad.
Los autores y obras más representativas son:
Pedro Salinas
Su poesía es depurada e “intelectual, con formas muy sencillas. En la métrica
destacan sus versos cortos y sin rima. Sus obras principales son La voz a ti debida (1933),
Razón de amor (1936) y Largo lamento. En ellos expresa una experiencia amorosa,
erótica y espiritual, en la que la amada es la figura central.
Jorge Guillén
Su poesía se caracteriza por su tendencia a la poesía pura, a la abstracción y la concisión.
Concibió su obra como una unidad orgánica.Toda su obra quedó reunida bajo el título
Aire nuestro, que abarca cinco ciclos: Cántico, Clamor, Homenaje, Y otros poemas y
Final.
La poesía del grupo poético del 27: etapas, autores y obras representativos.
Gerardo Diego
Defendíó la libertad de creación. Su obra se caracteriza por su extensión y su variedad
estética y temática. Clasificó su poesaía en: la poesía absoluta es de influencia
vanguardista (Imagen y Manual de espumas) y la poesía relativa es de tipo tradicional
(Versos humanos).
Dámaso Alonso
Con Hijos de la ira renace la poesía realista en España. Pretende expresar los problemas
eternos del hombre. Se solidariza con el dolor, la angustia y la miseria del hombre en el
mundo cruel. Abre el camino a la poesía desarraigada, basada en el dolor existencial que
le hace mirar a Dios. Protesta contra la soledad y el odio.
Vicente Aleixandre
El tema central de su poesía es el deseo de fusión del hombre con la naturaleza. En
una primera etapa destaca Espadas como labios y La destrucción o el amor y en su
segunda etapa, su afecto se vuelca hacia los hombres, con obras como Sombra del paraíso
e Historia del corazón. En su poesía destacar el uso de imágenes visionarias propias del
Surrealismo y el predominio del verso libre.
Federico García Lorca
Su producción poética se inicia con Libro de poemas (1921). Le siguen Canciones
de 1927, Romancero gitano (1928) y Poema del cante jondo (1931). En estas primeras
obras prevalecen rasgos de la poesía tradicional combinados con las estéticas
vanguardistas.
Su segunda etapa, coincide con la influencia del Surrealismo que le sirve de cauce
para expresar su crisis personal en Poeta en Nueva York (1940). El gran protagonista de
su libro será esta ciudad moderna, que se convertirá en símbolo del materialismo, la
insolidaridad y la degradación. Aparece el dolor de la voz poética, su deseo de amor, su
soledad y sufrimiento llega a solidarizarse con los más desfavorecidos y denunciará las
injusticias.
La tercera etapa se caracteriza por la confluencia de tendencias heterogéneas. Destacar
sus obras: el Diván del Tamarit ,Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías y
Sonetos del amor oscuro.
Los temas centrales de la obra de Lorca serán: el amor, que aparece unido al deseo,
al erotismo, al dolor; la frustración, el destino trágico, la esterilidad, los marginados del
sistema social (gitanos) y la muerte. Supo combinar los rasgos estilísticos y las estrofas
más tradicionales con las más innovadoras; así juega con las metáforas, los símbolos y la
imágenes visionarias del Surrealismo, o maneja el romance tradicional y el verso libre
La poesía del grupo poético del 27: etapas, autores y obras representativos.
Rafael Alberti
Su producción poética se agrupa en varias etapas:
1. Neopopularismo: recrea la lírica tradicional y clásica en obras como Marinero en
tierra, que se centra en el mar como símbolo del paraíso perdido de la infancia.
2. Barroquismo y Vanguardia: Cal y canto influida por la obra de Góngora y las
vanguardias.
3. Surrealismo: Sobre los ángeles expresión de la angustia y la desolación causadas por
una profunda crisis espiritual.
4. Poesía social y política: apuesta por la revolución; ataca al capitalismo, defiende a los
oprimidos.
5. Poesía del exilio: la añoranza de la patria, la nostalgia, el sentimiento del desterrado.
Se observan en Retorno de lo vivo lejano.
En 1927 surge la llamada Generación del 27 que se dio a conocer con el
homenaje que se dio al poeta
Luis de Góngora con motivo del tercer
centenario de su muerte. La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael
Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente
Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Fue un grupo poco homogéneo;
habitualmente se les ha solido ordenar por parejas o tríos. Así, por ejemplo, los poetas
del Neopopularismo, Rafael Alberti y Federico García Lorca, dos catedráticos de Filología
hispánica que comparten intereses comunes, Jorge Guillén y Pedro Salinas. El grupo
surrealista donde destacan Vicente Aleixandre y Luis Cernuda, el llamado grupo de
Málaga…
Cada uno de los poetas de la Generación del 27 cultiva la poesía con una voz muy
original; sin embargo, todos ellos comparten rasgos comunes:
– Mezcla de tradición y modernidad: la pasión por la literatura clásica y el cultivo
intenso de la imagen y la metáfora.
– Innovación métrica: se distinguieron por su afán de renovación y originalidad.
Sus recursos más usados fueron la metáfora y la imagen, que con el Surrealismo
se tornará visionaria. Domina el verso libre, que incluso lo podremos encontrar
en un soneto. También domina la décima, el romance, las canciones populares o
las coplas tradicionales. Se suma el gusto por el endecasílabo, las combinaciones
de endecasílabos y heptasílabos. Con el verso libre llega también la canción
tradicional y lo popular andaluz con un aire culto.
– Variedad de temas: por un lado, utilizan temas vanguardistas y por otro
recuperan temas tradicionales. Los grandes asuntos del ser humano (amor,
universo, destino, muerte) pueblan las obras del 27. Los motivos temáticos están
relacionados con la apreciación de los avances técnicos, del desarrollo urbano,
también del sentido de la libertad como un principio que abarca todas las
vivencias del individuo.
En la evolución de la Generación se distinguen tres etapas:
Primera etapa
Abarca primeros años veinte, bajo la influencia de las vanguardiasy de la poesía pura de Juan Ramón.
Se nota la presencia de tonos becquerianos, junto a resabios
posmodernistas. Pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias:
Ultraísmo, Creacionismo… A la vez el magisterio de Juan Ramón los orienta hacia
La poesía del grupo poético del 27: etapas, autores y obras representativos.
la “poesía pura”( todo aquello que permanece en el poema después de haber
eliminado lo que no es poesía). El gran instrumento de este arte es la metáfora.
Se les tachó de herméticos y deshumanizados. Aunque lo humano había entrado
por múltiples puertas: Bécquer. También fue importante el influjo de la lírica
popular. Además la sed de perfección les lleva a los clásicos: la huella clasicista
caracterizó un momento de la evolución del grupo; a ello responde el uso de
estrofas tradicionales. De aquí desembocan en el fervor por Góngora, creador de
un lenguaje especial para la poesía alejado sin duda del lenguaje usual, una
especie de subcódigo artístico acompañado de deslumbrantes metáforas.
Segunda etapa
A partir de 1929, las circunstancias históricas de España llevan ala mayoría de los autores a intervenir directamente en los acontecimientos. Se
produce un proceso de rehumanización.
El culto a Góngora marca la cima y el descenso de los ideales esteticistas.
Comienza a notarse cierto cansancio del formalismo puro. Se inicia así el proceso
de rehumanización; en todos habrá un deseo de comunicación más cordial. Esto
coincide con la irrupción del Surrealismo opuesto a la poesía pura. Con él pasarán
a primer término los más hondos sentimientos humanos: el amor, el ansia de
plenitud, las frustraciones, las inquietudes existenciales o sociales. Se inicia así
una nueva época de poesía trascendente, humana y apasionada.
Tercera etapa
En 1939 el grupo se dispersa de forma dramática. Lorca muereen el 1936 y el resto de los poetas parten a un largo exilio, excepto Dámaso
Alonso, Aleixandre y Gerardo Diego. Con esto el grupo se ha dispersado.
-En el exilio: Guillén inicia en 1950 con Clamor un nuevo ciclo poético
atento al dolor humano.
-En España: la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos
existenciales, cuya muestra más intensa será Hijos de la ira de Dámaso Alonso.
El primer movimiento estético en el Siglo XX es el Modernismo (se llamó modernistas a todos los escritores que tenían impulsos innovadores), que surge a finales del Siglo XIX como expresión de la crisis finisecular, con una gran influencia tanto del Parnasianismo como del Simbolismo francés. Se caracteriza por:
1.- Rechazo de la realidad cotidiana. El poeta huye en el tiempo o en el espacio (los poemas se desarrollan en lugares exóticos).
2.- Búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana)
3.- Búsqueda de la belleza, que -según los modernistas- se consigue a través de imágenes muy plásticas, el color, la musicalidad de los versos y los efectos sonoros (influencias del simbolismo).
4.- Fidelidad a las grandes estrofas clásicas como el gusto por ensayar variaciones sobre estos moldes métricos
5.- Gran riqueza léxica que no persigue tanto la precisión, sino el prestigio, la sonoridad o la rareza del vocablo.
El término Generación del 98 fue acuñado más tarde en España por Azorín para referirse a sus coetáneos, que adoptaron una postura crítica ante los problemas políticos y sociales, puestos de manifiesto con el Desastre de 1898. Tanto modernistas como noventayochistas vivieron en los mismos años, participaron de los mismos actos y colaboraron en tareas conjuntas.
Los temas noventayochistas se centran más en el paisaje de las tierras y las gentes de España, especialmente Castilla (“mística y guerrera”). Ejercen su crítica sobre la historia y la literatura. Sus preocupaciones existenciales les llevan a interrogarse sobre el sentido de la existencia humana, el paso del tiempo, la muerte…
En cuanto al estilo, rechazan el retoricismo anterior. Mantienen en común un afán renovador de la lengua que se manifiesta de múltiples formas en la métrica, en el uso de un vocabulario aristocrático y en los recursos literarios. El poeta de mayor influencia fue, sin lugar a dudas, Rubén Darío. Prosas profanas (1896) es la culminación del Modernismo más exuberante y rotundo, el cantor de cisnes, princesas y fiestas galantes, con múltiples efectos musicales y sensoriales. Con Cantos de vida y esperanza (1905) irrumpen la preocupaciones existenciales (“Lo fatal”), a la vez que las políticas, con la defensa de lo hispánico frente a lo anglosajón.
En España, el Modernismo ya tuvo sus precursores en Manuel Reina y Salvador Rueda. En opinión de Unamuno, quizá el mejor representante del Modernismo fuera Manuel Machado, (Alma, El mal poema).
Antonio Machado evoluciona desde el Modernismo de los primeros libros hacia una depuración formal y temática noventayochistas. Los poemas de Machado comunican emociones y sentimientos, ya sea de su interioridad o de su mirada sobre el mundo que le rodea (“lo que pone el alma, si es que algo pone”). Su obra se suele dividir en dos etapas. La etapa modernista, con Soledades, galerías y otros poemas, tiene presenta un carácter intimista, con claras influencias ROMánticas (Bécquer y Rosalía) y simbolistas: la tarde, el camino, el río, la fuente, las galerías son símbolos de realidades profundas. La etapa noventayochista, con Campos de Castilla, es una reflexión sobre la realidad de España, sus tierras y sus gentes. Nuevas canciones nos muestra un cierto agotamiento poético en favor de reflexiones existenciales, sociales y políticas tan carácterísticas de la Generación del 98.
El poeta de más influencia posterior fue Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel en 1956. Establecía en sus últimos años tres etapas en su producción:
La etapa sensitiva o modernista (1898-1915) está marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo. Se trasluce la sensibilidad del poeta a través de una estructura formal perfecta. Pertenecen a esta etapa Rimas, Jardines lejanos, Elejías, La soledad sonora y Estío, entre otros. En esta etapa escribe Platero y yo, el mejor ejemplo de prosa poética de la literatura del Siglo XX.
Las etapas posteriores (intelectual y suficiente) suponen una superación del Modernismo, que en España se conoce como Novecentismo y en Hispanoamérica como Posmodernismo. Trata de expresar la experiencia poética sin ropajes retóricos: poesía desnuda, pura, cada vez más hermética y alejada de los gustos del público. Se inicia con la publicación en 1916 de Diario de un poeta recién casado, que abre la poesía española a las innovaciones vanguardistas.
En la lírica, el Novecentismo supone una depuración del Modernismo. Se busca una perfección formal fruto de la inteligencia, en varios caminos, desde los intentos vanguardistas de Bacarisse o Ramón de Basterra al prosaísmo de León Felipe. Pero el camino más certero fue el de Juan Ramón Jiménez,
Las vanguardias españolas ocupan un espacio paralelo al anterior. La recepción de la vanguardia en España es un fenómeno bastante inmediato. Ya en 1909, la revista Prometeo publica el manifiesto futurista del italiano Marinetti. En la misma revista, Gómez de la Serna publica «El concepto de la nueva literatura», que bien puede considerarse como la primera manifestación original de esta tendencia. En 1913 arranca el Cubismo, gracias a los caligramas de Guillaume Apollinaire. En 1919 con Tzara surge el Dadaísmo, que reivindicaron la destrucción del arte tradicional, propugnan “la fantasía de cada individuo”. De sus cenizas nacerá el Surrealismo, cuyo padre es Bretón, quien en 1924 publica el “Primer manifiesto surrealista”. Pretendía reflejar el funcionamiento real de nuestra mente. Para ello, practicaban la escritura automática, la metáfora encadenada…El ultraísmo es el movimiento pionero de la vanguardia española, creado por Guillermo de Torre; sus rasgos son: supresión de la rima, puntuación y nexos, estilo metafórico, representación gráfica-visual del poema, tendencia a la evasión y al juego, canto a los objetos del mundo moderno (automóvil, bombilla…). Junto a este surge también en España otro movimiento de vanguardia: el creacionismo, cuyas principales carácterísticas son la creación de una obra de arte con
el menor número posible de elementos, el afán por renovar el léxico y la creación de imágenes y metáforas nuevas.
Las vanguardias rechazan: la herencia ROMántica y la herencia realista o naturalista. Los rasgos que caracterizarían ese nuevo espíritu serían: el experimentalismo, el juego, la asunción de los nuevos inventos, la integración de las artes, la no división entre vida y
Pero quien mejor representa las vanguardias en España es la Generación del 27. Sin adscribirse a ningún movimiento concreto, a excepción de Gerardo Diego, como ya hemos visto, hicieron los mejores poemas futuristas, creacionistas y, por supuesto, surrealistas. La irrupción del Surrealismo en España hizo que estos poetas abandonaran la poesía pura, deshumanizada, vanguardista y orientaran su labor hacia un proceso rehumanizador, sin dejar de ser vanguardistas, en una literatura de avanzada, un nuevo Romanticismo.