Nietzsche
D.N: N defiende el vitalismo irracional y afirma que todas las religiones nacen del miedo, de la impotencia del H frente a sí mismo. El cristianismo concentra todos los males de las religiones: invención de otro mundo, imposición de la moral de los débiles, y el concepto de pecado que pretende la aniquilación de los valores de la vida -la religión no es más que un producto cultural que huye de la vida junto con otras producciones humanas. N las critica y también valora los valores que ellas han defendido, valores que sustituyen la S y que tras ‘la muerte de D’ desaparecen. Comienza su crítica con la filosofía de Sócrates, con la que comienza la decadencia de Occidente, ya que inicia un modelo de filosofía que potencia en exceso la razón. Platón continúa con el error creando el mundo verdadero de las ideas, un mundo racional, que se opone al mundo falso de lo sensible en constante devenir (Heraclito), el mundo en que vivimos. Por su parte, el cristianismo protege y exalta estas filosofías que enmascaran la vida con ilusiones: la verdad, lo bello, el bien. El cristianismo proyecta los valores en un D trascendente y en un cielo, frente al hombre y la tierra -en su análisis del devenir de la cultura occidental N llega a la conclusión de que ‘D ha muerto’. Los hombres lo hemos matado ya que a partir de la Ilustración (el poder es del pueblo, no de D), el Renacimiento (antropocentrismo), la Razón (la razón como fundamento de todo) y el Positivismo (la verdad es la ciencia) los hombres han dejado de creer en D, acabando así con el monoteísmo cristiano y de la metafísica, para los cuales solo hay un D y una verdad; y liberándose del pilar que había sostenido toda la cultura de Occidente -la muerte de D significa la muerte del máximo ideal, de la Verdad, de los valores absolutos, la causa de los valores occidentales que van contra la vida; lo que deriva en el nihilismo. Ante este se puede tener 2 actitudes: una actitud pasiva y pesimista (si D ha muerto la vida no tiene sentido y lo mejor es no hacer nada), o una activa y optimista como la de N, que identifica la muerte de D como la gran oportunidad para crear los nuevos valores y el SH, con la Voluntad de Poder. Esta voluntad está presente en todos los seres vivos en mayor o menor grado. -el SH es producto de la evolución desde el H débil, racional y dominado por la V de Verdad, hacia un s.h fuerte, instintivo, con Voluntad de Poder, destructor y creador constante que acepta lo trágico de la vida, su devenir, multiplicidad y sus diversas perspectivas. Admite la vida como un E.R, oponiéndose al cristianismo, que afirma un tiempo lineal (principio y fin) Es un creador constante de nuevos valores y hace de su vida su propia creación, su obra de arte.
Michel Foucault
M.N: la F de N es una crítica radical a los fundamentos de la cultura occidental, basada en una moral que, según el autor, ha ido relegando con el tiempo a un segundo plano los valores vitales. Para llevar a cabo su denuncia pretende buscar el origen de nuestras valoraciones morales y explicar la razón de la dominación de unos sobre otros -El filósofo acusa a la Moral platónico-cristiana de antinatural por ir en contra de los instintos del H; de la vida. Esa Moral es la representación de la decadencia de la cultura occidental. No gira en torno al H, sino a D, y hace que el H acabe por rechazar su propia naturaleza. Su origen está en el platonismo con la creación del mundo de las ideas, que corresponde con el ‘más allá’ de los cristianos. El cristianismo acaba por resignarse a una vida triste en el ‘más acá’ para prepararse para la vida feliz en el ‘más allá’. Esta ilusión surge de los débiles, incapaces de aceptar la vida tal y como es -Para N no existen valores morales absolutos y distingue 2 tipos de moral. El cristianismo ha establecido una ‘moral de los esclavos’, propia de aquellos individuos incapaces de imponer libremente sus propias normas de actuación y que tienen que asumir los códigos que otros les imponen, lo que define como ‘malo’, ya que nos impide vivir creativamente. N, por el contrario, defenderá la ‘moral de los señores’, exaltando los instintos primarios de la vida. Esta moral es propia del SH, del que quiere la muerte de D -La muerte de D significa la muerte del máximo ideal, de la Verdad, de los valores absolutos, la caída de los valores occidentales que van contra la vida (desorientación del H tras la pérdida de sus fundamentos). Para superar este resentimiento que causó la transmutación de los valores propone como alternativa el nihilismo. Existen 2 tipos de nihilismo: el pesimista (si D ha muerto la vida no tiene sentido y lo mejor es no hacer nada) y el optimista (el que propone N), que consiste en aceptar la vida y la nada, y vivir ‘más allá del bien y del mal’. Es propio de aquellos que se rigen por una moral de los señores -Frente a la decadencia de Occidente que predicaba una moral antinatural, N ofrece una moral nueva basada en el proceso natural del H; en la vida. El mundo y la vida carecen de sentido y la única verdad es el Eterno Retorno, la eterna repetición de todo. La nueva moral exige un nuevo tipo de H: el ‘SH’, capaz de soportar la idea del Eterno Retorno y amar la vida. Para alcanzar esta etapa el hombre actual debe experimentar una transformación que pasa por 3 estadios y figuras: el camello, el león y El Niño. El hombre-esclavo servicial que carga con una moral tradicional (‘tú debes’), es representado por N con la metáfora del camello. El león simboliza el H que se enfrenta a esta moral, que destruye la construcción teórica y moral anterior y que toma conciencia plena de la muerte de D y se reafirma en ella, imponiendo su voluntad (‘yo quiero’). Al alcanzar la Libertad, el león se convierte en niño. Esta figura representa el origen de una nueva escala de valores; es un espíritu creativo, que crea nuevos valores, crea una moral de señores, y se toma la vida como un juego sabiendo que esta se va a repetir eternamente
Marx
A.M: Para entender la Idea del H de M es necesario conocer su C y tener en cuenta la importancia de la I, destacando también la influencia del humanismo en M. El problema que M observa respecto al SH es que, al quitarle el producto al H, es decir, la praxis, este no puede obtener sus necesidades directamente de las nat -La I es el sistema de ideas o de representaciones que el SH tiene sobre sí mismo. Supone la culminación del proceso de alienación, ya que puede ofrecer una imagen falsa de la realidad y se convierte en la forma de ver el mundo que satisface los intereses de los explotadores. La I posibilita que los explotadores consideren naturales, y por tanto inevitables, sus condiciones de vida. Además, la defensa del humanismo lleva consigo la crítica de la alienación (aquellas situaciones en las que el ser humano ha perdido o le ha sido arrebatado algo de sí mismo). M aplica este concepto a la religión (“opio del pueblo”), afirmando que la alienación religiosa es reflejo de la miseria económica y el SH intenta compensar su existencia desgraciada en el mundo ilusorio del más allá, y de esta manera se desactiva toda posibilidad de luchar contra las injusticias; y a la sociedad, afirmando que se divide en 2 clases sociales antagónicas y desiguales. También aplica la alienación a la política en la S capitalista: el Estado, siendo una creación del H, se convierte en poder autónomo y enemigo del SH. Tanto la alienación religiosa como la política tienen su fundamento, según M, en la alienación económica, que se produce en el trabajo; lo que define como la acción en la que el SH expresa su verdadera naturaleza. Al igual que Hegel, afirma que el H se realiza a través del trabajo -Al transformar y humanizar la naturaleza el SH estaría cumpliendo con su praxis, que se basa en la unidad de teoría y práctica. La praxis sigue un proceso dialéctico: requiere utilizar la acción teórica (entendimiento) para transformar racionalmente la realidad en la mente y utilizar la acción práctica (sentido), que transforma empíricamente la realidad en algo racional de forma concreta. Mediante esa praxis el H se libera de sus alienaciones, y así va alcanzando la plena realización humana -Además, con respecto a la esencia del H, M afirma que es un ser material (esencia no metafísica ni idealista), dinámico (en constante desarrollo hacia su plenitud) e histórico (es el protagonista de la historia) y define las relaciones sociales como existenciales; pues posibilitan y condicionan la existencia de cada individuo y de ellas depende cómo será su vida. La S será justa si permite al SH cumplir libremente con la praxis, desarrollando con ello su racionalidad.
Posdata sobre Marx
P/S MARX: M considera necesaria una teoría que explique cómo se ha llegado a la situación de miseria, explotación y alienación de la clase trabajadora en la S capitalista. Para esto desarrolla, con ayuda del materialismo dialéctico, el materialismo histórico, además de analizar la sociedad actual, afirmando que en ella el SH no puede desarrollar libremente su praxis y por tanto llevar una vida digna y feliz. El materialismo dialéctico de Marx se define como la visión dialéctica de la realidad material, afirmando que la causa de todo movimiento de la naturaleza reside en la lucha de contrarios y en su contradicción. Este materialismo lo aplica en el estudio del material histórico, que es la interpretación de la historia a través de la materia, y esta va haciendo historia a través de un proceso dialéctico; por lo tanto, lo que condiciona la historia humana son las relaciones económicas de producción; siendo las relaciones entre los propietarios y los medios de producción y las fuerzas productivas las contradicciones históricas. Estas contradicciones se manifiestan en la lucha de clases y en la explotación de una clase sobre otra -En la base de la S encontramos la infraestructura económica, formada por la acción del trabajador y los medios para llevarla a cabo; y sobre esta base encontramos la superestructura; donde distinguimos la jurídica (leyes), la política (el Estado) y la ideológica (filosofía, religión…), que genera la ideología como mecanismo de defensa. Esta explotación se fundamenta en la alienación en el trabajo: el trabajador vende su fuerza de trabajo al propietario de los medios de producción a cambio de un salario que no paga el trabajo realizado, sino solo la fuerza de trabajo. Así, la praxis del trabajador, y con ella su propia humanidad, es considerada como un “medio” para conseguir un beneficio para el capitalista, la plusvalía -En su crítica a la S capitalista M afirma que la S está estructurada en función de un determinado modo de producción. La ideología que predomina en la S es la de la clase poseedora de los medios de producción, que elabora esta teoría para justificar sus intereses y el consecuente dominio de los trabajadores. De esta ideología económica derivan la religiosa y la política. M afirma la religión como ideología porque es un consuelo que justifica y mantiene la irracionalidad de la realidad, impidiendo tomar conciencia de su posible transformación (“opio del pueblo”). La ideología política sería el Estado, que lo define como un instrumento de dominio de las clases poderosas sobre los subordinados para mantener sus intereses. La ideología social sería la división en clases sociales antagónicas y desiguales. -El capitalismo según M está destinado al fracaso y la autodestrucción debido a la lucha de clases. Considera que las ideologías desaparecerán cuando termine la subordinación de los hombres a las fuerzas sociales, es decir, cuando puedan autodeterminarse con plena Libertad. Esta revolución que el filósofo prevé tendría 3 etapas. Primero, se implantaría la dictadura del proletariado. Después, se pasaría a un modo de producción socialista basado en la abolición de la propiedad privada y en una sociedad sin clases, llegando a la etapa final: la Sociedad comunista (desaparece el Estado y supone la realización como ser humano)