Crisis y Transformaciones en España: 1902-1939

El Regeneracionismo y la Crisis de la Restauración (1902-1923)

El Regeneracionismo se inicia en 1902 con el ascenso al trono de Alfonso XIII y concluye en 1923 con el establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera. Se caracterizó por una permanente crisis política, marcada por el intervencionismo político de Alfonso XIII, la división de los partidos del turno, el debilitamiento del caciquismo y el desarrollo de la oposición política y social.

Desde 1917 se sucedieron los gobiernos de coalición, sujetos a alianzas y continuos cambios. En este contexto de inestabilidad política, el país tuvo que enfrentarse a graves problemas sociales: la agudización de las luchas sociales, la cuestión religiosa, la cuestión militar y la consolidación del movimiento nacionalista.

En 1905 estalló una grave crisis en Cataluña. La victoria de la Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riba alarmó al ejército. La reacción del gobierno fue ceder ante el ejército la Ley de Jurisdicciones. La reacción pública fue inmediata. Una nueva coalición, Solidaritat Catalana, consiguió una clara victoria electoral en 1907.

El regeneracionismo de Antonio Maura llegó al poder en 1907 con un programa reformista. A pesar de la situación de conflictividad política y social en Barcelona, lo que determinó el estallido de la Semana Trágica fue la guerra de Marruecos. Los ataques de los habitantes del Rif contra los trabajadores españoles de una campaña minera llevaron a la movilización de reservistas. Los primeros choques militares en Marruecos se saldaron con el Desastre del Barranco del Lobo, que originó que el 26 de julio estallara la huelga general en Barcelona. La Semana Trágica tuvo un brutal coste humano; la represión fue muy dura y culminó con el juicio sin garantías y la ejecución de Francisco Ferrer y Guardia.

El liberal José Canalejas llevó a cabo el último intento regeneracionista. Sus acciones reformistas acabaron brutalmente con su asesinato por un anarquista. La I Guerra Mundial dividió al país entre aliadófilos y germanófilos.

La Crisis de 1917

En la crisis de 1917 podemos distinguir diversos aspectos:

  • Crisis militar.
  • Crisis parlamentaria: diputados y senadores de la Lliga Regionalista, republicanos y socialistas se reunieron en Barcelona en una Asamblea Nacional de Parlamentarios que demandó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes.
  • Crisis social: la huelga general de 1917 convocada por CNT y UGT trajo inmediatas consecuencias.

Las Juntas de Defensa abandonaron sus peticiones y apoyaron la represión contra los huelguistas. La dimisión de Eduardo Dato y la formación de un gobierno de coalición trajeron la inmediata desactivación de la Asamblea de Parlamentarios. Las huelgas y protestas anarquistas se encontraron con una dura represión del nuevo gobierno de Maura. Para contrarrestar la acción directa de los anarquistas, el sector más duro de la patronal creó el denominado Sindicato Libre. La aplicación de la Ley de Fugas exacerbó aún más el conflicto. La respuesta anarquista llegó en 1921 con el asesinato de Eduardo Dato.

Las potencias europeas se reunieron en la Conferencia de Algeciras en 1906 y acordaron el reparto de Marruecos entre Francia y España. Muy pronto aparecieron los conflictos con los indígenas. Las cabilas del Rif se agruparon bajo el liderazgo de Abd-el-krim. Al acabar la I Guerra Mundial, se reiniciaron las operaciones contra los rebeldes dirigidos por Abd-el-krim. En 1921, las tropas españolas se embarcaron en una acción mal planificada dirigida por el general Fernández Silvestre. Los choques con las cabilas rifeñas concluyeron con una retirada desordenada y la masacre de las tropas españolas. Este hecho, conocido como el Desastre de Annual, provocó grandes protestas. La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión militar que investigó sobre los acontecimientos. Su resultado fue el Expediente Picasso, y el 13 de septiembre el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado y estableció una dictadura militar.

La Dictadura de Primo de Rivera y la Caída de la Monarquía (1923-1931)

Causas del Golpe de Estado

fueron: descontento del ejército tras el desastre de Annual y el afán de evitar las consecuencias del expediente Picasso; el auge de los nacionalismos periféricos y ascenso de republicanos y del movimiento obrero; y el triunfo del fascismo en Italia tras la Marcha sobre Roma en 1922 y el ascenso al poder de Mussolini. Miguel Primo de Rivera se sublevo el 13 de septiembre de 1923. El golpe conto con la comprensión y el apoyo del rey Alfonso XIII. Los sublevados declararon el estado de guerra, la suspensión de las garantías constitucionales y la disolución de las Cortes. Sin apenas resistencia por una dictadura militar. Directorio Militar 1923-25. Tras el golpe, el dictador se constituyó en ministro único un Directorio Militar, este tomó rápidamente medidas: prohibición de la bandera y el himno catalán y restricción de la lengua catalana al terreno privado; política de mano dura en todo lo referente al orden público; formación de la Unión Patriótica. El Desembarco de Alhucemas en 1925 puso fin de la resistencia de las cábilas del Rif. Su líder se entregó a las autoridades del Marrueco francés. El fin de la guerra en Marruecos le dio gran popularidad al dictador. Directorio Civil 1925-30, a finales de 1925, un gobierno civil sustituyó al Directorio Militar. Se trataba de institucionalizar la Dictadura. En 1927, se constituyó una Asamblea Nacional Consultiva, formada en su mayoría por miembros de Unión Patriótica. Esta Asamblea fracasó rápidamente en su intento de redactar una ley fundamental, se imitó el modelo social del fascismo italiano, estableciéndose la Organización Corporativa del Trabajo. De nuevo el intento de institucionalización del régimen de Primo de Rivera fracasó.

 La oposición a la Dictadura abarcaba un amplio espectro político. Un elemento clave fue el creciente descontento en las filas del ejército. Tras el crash del 29, los problemas económicos se extendieron. El descontento social vino a acrecentar la oposición a la dictadura. Anciano, enfermo y sin apoyos sociales, el 27 de enero de 1930, Primo de Rivera presentó su dimisión. Tras la dimisión, Alfonso XIII nombró jefe de Gobierno al general Berenguer. En Agosto de 1930 republicanos, socialistas y otros grupos de oposición firmaron el denominado Pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a derrocar la monarquía e instaurar un régimen democrático. Para coordinar la labor de oposición crearon un Comité Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora. El 15 de diciembre de 1930, fracasó una sublevación militar republicana en Jaca. Berenguer dimitió el 14 de febrero de 1931 dando paso a un nuevo gobierno presidido por el almirante Aznar. El nuevo gobierno convocó elecciones municipales. Sin embargo, las elecciones locales se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía. El triunfo aplastante en las zonas urbanas de las candidaturas republicanas y socialistas precipitaron la abdicación del rey y la proclamación de la República el 14 de abril de 1931.


El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla, se extendió rápidamente al conjunto del protectorado de Marruecos. El 18 y 19 de julio se extendió a la península y los archipiélagos. El golpe triunfó en Galicia, Castilla-León, Navarra con Mola, Andalucía Occidental con Queipo de Llano en Sevilla, Baleares, excepto Menorca con Goded y Canarias donde Franco tras asegurar el triunfo se desplaza a Marruecos para ponerse al frente del ejército de África. Los fracasos más graves tuvieron lugar en Madrid y Barcelona. En general, la sublevación no tuvo apenas respaldo popular y se basó en las fuerzas militares insurrectas. El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y al inicio de la guerra: la zona nacional tenía un ejército mucho más preparado, y en la zona republicana las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas. El desarrollo del conflicto. Hubo una enorme represión. En la zona nacional se dirigió contra los militantes obreros y campesino. En la zona republicana contra los sacerdotes y las clases adineradas. El avance nacionalista durante los primeros meses de la guerra: un elemento clave fue el puente aéreo organizado con aviones alemanes e italianos que permitió el rápido traslado del ejército de África a la península. Los legionarios y regulares iniciaron un rápido avance hacia Madrid. El general Yagüe decidió desviarse hacia Badajoz. La ciudad cayó y se inició una brutal represión. Antes de alcanzar Madrid, Franco decidió desviar las tropas a la guarnición en el Alcázar de Toledo. La liberación del Alcázar. Mientras Mola tomó Irún y San Sebastián.


 La Batalla de Madrid. En noviembre de 1936 se inició la Batalla de Madrid. Ante la superioridad militar, los partidos y sindicatos obreros alentaron para defender su ciudad. La moral de la población madrileña aumentó con la llegada de refuerzos exteriores. Las Brigadas internacionales, tanque y aviones rusos llegaron para ayudar en la defensa de la capital. La ciudad fue sometida a bombardeos aéreos y se produjeron duros combates en la Casa de Campo, la Ciudad Universitaria y el Puente de los Franceses. Las tropas republicanas consiguieron resistir y, finalmente, franco  ordenó el fin del asalto frontal a la ciudad. Las Batallas del Jarama y Guadalajara. La toma de Málaga. Franco intentó cercar a la capital, dio lugar a la batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara. Mientras las tropas franquistas tomaban Málaga. El fracaso ante Madrid hizo que Franco optara por una nueva estrategia. La Campaña del Norte. De la primavera al otoño de 1937, el País Vasco, Cantabria y Asturias fueron cayendo, y tuvo lugar el célebre bombardeo de Guernica, llevando a cabo por la Legion Cóndor. Durante la campaña vasca, Mola murió en un accidente de avión. Los republicanos organizaron la ofensiva de Belchite en Aragón. El fracaso fue total y finalmente las tropas franquistas tomaron todo el norte del país. De Teruel a la batalla del Ebro, tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel. Tras asegurar el dominio de Teruel, Franco lanzó un ataque general en Aragón. Y el 15 de abril de 1938 llegaron a Vinaroz. Y la zona republicana quedó partida en dos. La última gran ofensiva republicana dio lugar a la Batalla del Ebro en julio de 1938. El final de la guerra, fue la ofensiva nacionalista contra Cataluña. El 28 de marzo entraron en Madrid y el 1 de abril de 1939 terminaba la sangrienta guerra, y comenzando así una larga dictadura.


Evolución de las dos zonas: la zona republicana, una verdadera revolución social. Los comités de los partidos y sindicatos obreros pasaron a controlar los elementos esenciales de la economía. En el campo, tuvo lugar una ocupación masiva de fincas. Se estableció un gobierno de unidad, presidido por Largo Caballero y con ministros del PSOE, PCE, Izquierda Republicana y grupos nacionalistas vascos y catalanes, y también se incorporaron cuatro dirigentes anarquistas. El objetivo era crear una estructura de poder centralizada. El poder estaba en manos de miles de comités obreros y milicias que a menudo se enfrentaban entre sí. Los gobiernos autónomos, el nacionalismo vasco había optado por apoyar la República. En la zona republicana se enfrentaron básicamente dos modelos. Por un lado la CNT-FAI y POUM, por otro lado el PSOE y el PCE. Las disensiones internas fueron continuas y llegaron a su momento clave en Barcelona en mayo de 1937. La crisis de mayo de 1937 provocó un nuevo gobierno presidido por el socialista Negrín, pero se inclinaba cada vez más hacia las posturas defendidas por el PCE. La ayuda soviética había hecho que los comunistas pasaran de ser un grupo minoritario. Una mayor centralización en la dirección de la economía y se terminó de construir el Ejército Popular. A partir de marzo de 1938 surgieron dos posturas enfrentadas, la postura oficial representada por Negrín y apoyada por el PCE y parte del PSOE, y algunos dirigentes, anarquistas y socialistas, empiezan a hablar de la necesidad de negociar. Los acontecimientos internacionales y los internos reforzaron la idea de que la guerra estaba perdida. Así, en marzo de 1939 el golpe del coronel Casado desalojó del poder a Negrín.


 La zona nacional. La muerte del general Sanjurjo. Crearon la Junta de Defensa Nacional. Las medidas que adoptó fueron drásticas: se estableció el estado de guerra, se suprimieron todas las libertades y se disolvieron todos los partidos, excepto la Falange y los requetés carlistas. La insurrección militar ha sido en realidad un Alzamiento Nacional. La guerra es una cruzada para liberar a España del ateísmo. Las medidas que se tomaron en el terreno económico fueron encaminadas en una doble dirección: cancelación de todas las reformas republicanas e intervención del Estado siguiendo los principios de la ideología fascista. Así en 1937, se creó el Servicio Nacional del Trigo. El 1 de octubre 1936 Franco fue designado Jefe del Gobierno del Estado español. Establece una Junta Técnica del Estado, se aprobó el Decreto de Unificación. La Falange Española Tradicionalista y las JONS, conocida como el Movimiento Nacional. La Ley de la Administración Central del Estado concentró en la figura de Franco los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. La Ley de Prensa censura todo tipo de publicaciones y el Fuero del Trabajo puso fin a la liberta sindical. El nuevo régimen establece un estado confesional. Se establecía así lo que se denomina el Nacional-catolicismo. En febrero de 1939 se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas, por la que se designaba rebeldes a todos los que se hubieran enfrentado al Movimiento Nacional.


La dimensión internacional del conflicto. La guerra civil española fue uno de los conflictos del s XX que más repercusión internacional provocó. Se entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes corrientes políticas. Las potencias fascistas ofrecen una ayuda importante a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no solo podían conseguir beneficios estratégicos, sino que ayudaban a un aliado ideológico. La URSS ofrece ayuda a la República. Las grandes democracias se consideran como uno de los grandes engaños diplomáticos del siglo. Gran Bretaña mantenían neutrales. El gobierno francés siguió lo marcado desde Londres. La actitud de las democracias ante una búsqueda de una política de conciliación con Hitler. El mayor ejemplo de esta actitud fue la política de apaciguamiento y la firma del Pacto de Múnich 1938. El gobierno francés ofreció a las demás potencias un pacto de no intervención en el conflicto español. Pero el Comité fue una farsa. Hitler y Mussolini apoyaron de forma masiva y decisiva la causa de Franco. La ayuda extranjera. La desigual ayuda exterior fue uno de los factores que explican la victoria de los nacionales. El bando nacional contó con una decidida ayuda de Hitler y Mussolini, recibe apoyo aéreo para pasar el ejército de África a la península, Mussolini envió sesenta mil soldados italianos, munición y material de guerra; y Hitler mandó la Legion Cóndor, y contó con la colaboración de Portugal, y las tropas marroquíes.


 La única ayuda que recibió el bando republicano fue las escasas armas enviadas desde Francia en los primeros momentos del conflicto. La ayuda francesa quedó inmediatamente cortada tras la firma del Pacto de No Intervención. La ayuda soviética fue más dispersa y de menor calidad que la que recibió Franco. Las Brigadas Internacionales. Las presiones del Comité de No Intervención y el desinterés de Stalin hicieron que Negrín aceptase su salida de España a fines de 1938. De nuevo, el Comité de No Intervención fracasó en su intento de que las tropas italianas que apoyaban a Franco abandonaran España. Las consecuencias demográficas. Las pérdidas demográficas que causó el conflicto: muertos en el frente y por la represión, el hambre, las epidemias, la reducción de la natalidad…, estiman en quinientos mil muertos. Otro elemento clave fue el exilio republicano, se calcula que hubo unos cuatrocientos cincuenta mil exiliados. Consecuencias económicas. La guerra fue una verdadera catástrofe económica, la renta nacional y per cápita no recuperará el nivel de 1936 hasta la década de 1950. Destrucción del tejido industrial llevó a la vuelta en los años cuarenta a una economía básicamente agraria. Destrucción de viviendas, comunicaciones, infraestructuras…Aumento de la deuda externa y pérdida de las reservas de oro. Consecuencias sociales. Recuperación de la hegemonía económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Consecuencias morales. Varias generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra. Franco nunca buscó la reconciliación y siempre recordó y celebró su origen bélico. Y la persecución y represión de los vencidos.


Transformaciones económicas. España a lo largo del siglo XIX vivió un cambio económico notable. La industrialización no se desarrolló todo lo que cabía esperar, el sector primario seguía dando empleo a la mayoría de la población, y tuvo regiones con un claro desarrollo industrial. Desde 1843 se apreció un enriquecimiento del país, por las desamortizaciones y la Ley de Ferrocarriles 1855. El proceso de desamortización y cambios agrarios. La agricultura estaba estancada con bajos niveles de productividad, gran parte de la propiedad de la tierra estaba en poder de pocas manos, las llamadas manos muertas. Tras la muerte de Fernando VII, los gobiernos liberales plantearon afrontar esta situación mediante la desamortización. Se compraron al precio fijado por el Estado, o expropiaron las tierras eclesiásticas, y se vendieron en pública subasta. Los objetivos eran recaudar y financiar la guerra contra los carlistas, aumentar la productividad agrícola del país, crear una clase media de agricultores propietarios y ganar adeptos a la causa liberal. Sin embargo, los ingresos no fueron los planeados. Además, el gobierno quedo enfrentado con el Vaticano. La desamortización del 55. Se expropiaron tierras eclesiásticas, municipales y de órdenes militares para venderlas de igual manera. El objetivo principal era la financiación del ferrocarril. Pero hubo un cambio de propiedad, la Iglesia perdió las tres quintas partes de sus campos, aumentaron los latifundios, que empeoraron las condiciones de vida de los agricultores. Otros hechos fueron la supresión de La Mesta 36, el diezmo 37 y los señoríos. El cereal, vid y olivo ocupaban el 85%, dejando paso a otros productos exportables, como cítricos, el arroz o la caña de azúcar de las zonas mediterráneas. A partir de la segunda mitad del s XIX, la agricultura orientada a la comercialización. Entre 1850-75 las exportaciones subieron.


Las peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial. Países europeos iniciaban la 2 Revolución Industrial, el nuestro eminentemente agrario, hay autores que hablan de fracaso industrializador español, historiadores considera como la distancia es grande con los países más avanzados. En España la población tenía un nivel adquisitivo muy bajo, los productos manufacturados tuviesen escasa demanda. Las medidas proteccionistas no promovían inversiones y las malas comunicaciones terrestres entorpecían los intercambios. La industria textil catalana era emprendedora y fue favorecida por el proteccionismo estatal. Bonaplata construyeron la primera fábrica con energía del vapor 32. Los Altos Hornos se instalaron el primero en Málaga, La Constancia, por Heredia, luego en Marbella y Sevilla. La falta de carbón hizo inviable su mantenimiento 30años después. En los 50 se exportaban hierro al Reino Unido, después el acero. La minería, donde el 50% del hierro español se extraía en Asturias. Otras industrias como agroalimentarias, química, dinamita. El sector bancario en 1829 solo existía un banco, a mediados 3 o 4, hasta la cincuentena en 1900 60 sucursales del Banco de España. Contribuyo la Ley de Sociedades de Crédito de 1856, impulso el nacimiento de bancos como Santander o Bilbao, aparecieron las bolsas, el final del caos en el sistema monetario. El doblón era la unidad básica, pero desde 1848 el real pasó a ser la unidad básica. Encontramos 97 clases de monedas distintas en la circulación. Un decreto suprimió varias de ellas e implanto el escudo. En 1868 España poseía la circulación monetaria más heterogénea y confusa de Europa. En ese año Figuerola implantaba la peseta como unidad monetaria básica. La modernización de las infraestructuras, el impacto del ferrocarril, a mediados del XIX seguían utilizando las vías comerciales de los seis caminos reales construidos por Carlos III. El ferrocarril era gran esperanza para la articulación territorial del comercio español. Se pretendía que tuviera la función de motor económico. Las primeras líneas fueron durante la Década Moderada, Barcelona-Mataró, y Madrid-Aranjuez. El mayor impulso fue la Ley General de Ferrocarriles 55, ahorro excesivos costes y su mala calidad, ancho de vía diferente al europeo. La escasa rentabilidad ocasiono la crisis del ferrocarril en 1864, que ocasiono una nueva Ley que impulso la construcción, se incrementó la presencia de capital español a través de subvenciones del Estado. Y todo ello supuso una revolución en el sistema de transportes y más conexión entre zonas agrícolas e industriales.


Transformaciones sociales. Profundo cambio en la sociedad española. A pesar de no alcanzar los patrones de desarrollo económico, político y social de los países más avanzados de Europa. Crecimiento demográfico. Población española creció a ritmo lento en el XIX, al ritmo de la lenta modernización económica. La causa es la elevada mortandad por las crisis de subsistencia, las mortíferas epidemias, las enfermedades endémicas por las guerras carlistas y una moderada natalidad. En el último cuarto de siglo, se aceleró el ritmo de crecimiento. A finales del XIX las tasas de natalidad ya se reducían lentamente, a la par de la mortalidad. Hubo un importante impulso del proceso urbanizador, derribo de las viejas murallas y aparición de barriadas obreras y barrios elitistas burgueses. De la sociedad estamental a la sociedad de clases. A principio de siglo conformada por el patrón estamental clásico de nobleza, clero y pueblo. A partir de la irrupción del liberalismo en las Cortes de Cádiz y periodo político liberal con Isabel II, fueron ideales utilitarios, la igualdad ante la ley, la propiedad, el dinero, la exaltación de la riqueza como máxima expresión del éxito social y no el linaje de sangre y el honor, los rasgos distintivos de la nueva estructura social. Nueva élite social formada por la antigua aristocracia y nueva. Las clases populares sufren de proletarización al empeorar su condición. La sociedad siendo de base agraria, se reducen los jornaleros agrícolas y aumenta el proletariado industrial.


 Génesis y desarrollo del moviendo obrero en España. La clase obrera duras condiciones laborales y vitales. El movimiento obrero cobró importancia a la par que crecía la industrialización. Supliendo a los antiguos gremio 1836, aparición en Barcelona las primeras asociaciones de ayuda mutua. Entre 1842 y 47 a pesar de la prohibición legal de asociarse, aumentó el número y la colaboración entre ellas. En 1855 coordinó su actividad la Junta Central de Directores de la Clase Obrera. Apoyo la primera huelga general en España 1855. Tras la aparición de la AIT 1864, el anarquismo tuvo una difusión rápida. Una actividad anarcosindicalista proclive a la acción colectiva, la propaganda, la reivindicación y la obtención de mejoras laborales parciales. Así aparecerá la Federación de los Trabajadores de la Región Española, optó por seguir una táctica moderada, legalidad, se hundió en la persecución desatada por la Mano Negra, y fue reemplazada por la Federación de Sociedades de Resistencia de la Región Española. Durante el reinado de Alfonso XIII estas acciones se prolongarán, impidió un normal desarrollo pacífico y le restó numerosos apoyos. El socialismo se introdujo por Paul Lafargue para fundar una sección marxista de la AIT, tras la Comuna de París 1871 y por temor a que sucediera aquí algo similar, Sagasta las disolvió. El Partido Socialista Obrero Español 1879 por Pablo Iglesias. Celebración en Barcelona del primer congreso 1888, la fundación del sindicato UGT, la creación de las Juventudes Socialistas 1904. Impulsada por la Iglesia, y a la sombra de la encíclica de 1891 de León XIII, Rerum novarum, un sindicalismo obrero católico.


Desde el punto de vista cultural el siglo XIX fue excepcional. Respecto a las mentalidades se pasó de un pensamiento tradicional a otro liberal ramificado en diferentes grados de conservadurismo. El ámbito educativo pretendió ser un motor para la modernización. Y la prensa mezclo información y opinión sobre los acontecimientos del país. Trasformaciones culturales. Durante la invasión napoleónica, la cultura romo combativo y la exaltación patriótica como tema principal. Con el absolutismo de Fernando VII y la represión es un periodo de anquilosamiento y menor producción literaria. Desde la mitad del XIX a la II República se consideró como la Edad de Planta de la cultura. En el Romanticismo Zorrilla con Don Juan Tenorio, José de Espronceda el Estudiante de Salamanca, Larra pluma ácida, Bécquer rimas y leyendas; Rosalía de Castro gran sensibilidad; y Pedro Antonio de Alarcón con novelas de viaje. En el Naturalismo y el Realismo Juan Valera con Pepita Jiménez; Galdós el más grande novelista desde Cervantes con Fortunata y Jacinta; Clarín con La Regenta; Vicente Blasco Ibáñez, la Barraca o La Catedral; Emilia Pardo Bazán con Los Pazos de Ulloa. La Generación del 98 tema de España como punto en común a través de dos caminos: el paisaje y la historia pequeña o íntima. Azorín con Castilla, Pío Baroja el Árbol de la Ciencia; Antonio Machado Soledades o Campos de Castilla; Unamuno de honda sensibilidad filosófica y Ramiro Maeztu el periodismo. Modernismo Juan Ramón Jiménez o Valle Inclán, aunque la mayor parte de su obra la escribirán en el XX. En el ámbito de la historia Marcelino Menéndez Pelayo, en la pintura Goya, junto a pintores históricas y costumbristas como Antonio Gisbert, Federico Madrazo, José Casado, Eduardo Rosales o Mariano Fortuny, el realista Ignacio Zuluaga, e impresionismo Joaquín Sorolla.



Cambio en las mentalidades. Comenzó con una mentalidad derivada del Antiguo Régimen. Los cambios políticos fueron introduciendo el pensamiento liberal y los económicos la conciencia de que era el dinero, y no los títulos o privilegios, el que marcaba la posición social. Surgió una ideología tradicionalista, basada en el absolutismo y el liberalismo más conservador a la par que un pensamiento avanzado, progresista y laico que pretendía una cultura abierta a Europa. La educación. El gobierno de Martínez de la Rosa 1834 consagró las directrices de la educación español en el XIX: centralismo y uniformidad. Ley General de Instrucción Pública 1845 institutos de secundaria, la inspección educativa, oposiciones para el acceso a plazas públicas y sueldos fijos a los maestros. Ley Moyano 1857, la Institución Libre de Enseñanza. La educación que predominó durante la Restauración fue la religiosa. La Prensa. A principios de siglo, la guerra marcó la actividad periodística. Periódicos como La Miscelánea o El Espectador 1820, El Semanario Pintoresco. Prensa católica como La Cruz o La Religión. La Vanguardia o El Imparcial, una prensa informativa independiente, que fue el diario más influyente en España entre 1875-1900, fundada en 1867, también existía una prensa obrera, socialista o anarquista.