Crisis del Sistema de la Restauración y el Desastre del 98

El Desastre de 1988

Durante el reinado de Fernando VII, la práctica totalidad del imperio español adquirió la independencia. Solo Cuba y Puerto Rico, en América, y las islas Filipinas, en el Pacífico, se mantuvieron bajo soberanía española.

La política colonial y su fracaso

La política de los gobiernos españoles ante las demandas de los independentistas fueron insuficientes, y su balance, un fracaso.

  • Puerto Rico no planteaba serios problemas: en 1872 había conseguido su autonomía, la esclavitud había sido abolida y tenía una economía saneada. La dominación española era más efectiva, se ejercía a través de una élite económica poderosa que podía controlar los movimientos emancipadores de base popular.
  • En Cuba, las reformas adquirieron un especial carácter por el significado de la isla para España. En 1886 se había abolido la esclavitud. Los sectores españolistas, partidarios de no ceder a ninguna presión reformadora, chocaron con los intentos del gobierno de conceder cierto grado de autonomía. En el extremo contrario estaba el movimiento independentista, dirigido por el Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí en 1892. Tres corrientes: españolistas, autonomistas e independentistas.
  • Las islas Filipinas tenían una escasa presencia española en el archipiélago y la baja ocupación efectiva del territorio, excepto la capital y su entorno próximo. Se creó la Liga Filipina en 1893, por José Rizal, movimiento emancipador.

La pérdida de las colonias

En 1895 se produjo la insurrección nacionalista que dio lugar a la última guerra cubana, tuvo dos momentos: entre 1895 y 1898 tuvo lugar la guerra entre el ejército español y los grupos independentistas nativos; en 1898 se produjo la intervención directa de Estados Unidos, que llevó al enfrentamiento hispano-norteamericano.

La Guerra Hispano-Cubana

Tuvo 4 fases:

  1. Inicio de la sublevación y muerte del líder de la independencia.
  2. Momento de mayor avance de las tropas sublevadas, Martínez Campos no pudo frenar.
  3. El general Weyler sustituyó a Martínez Campos. Se intensificó la inferencia de EEUU en el conflicto.
  4. El general Blanco al frente, desembocó en la intervención directa de EEUU.

Guerra Hispano-Estadounidense de 1898

Hubo diversos intentos de comprar la isla a España, la guerra coincidió con el momento de máxima expansión de EEUU en el continente, Caribe y en Asia. Durante la presidencia del demócrata Cleveland (1893-1897) la ayuda a los insurrectos fue constante a través de la Junta Cubana. En febrero de 1898 la explosión del acorazado estadounidense Maine, en el puerto de La Habana, con 266 víctimas, fue el pretexto para la declaración de guerra. EEUU declaró la guerra a España el 25 de abril de 1898. La flota española se enfrentó a la poderosa armada de EEUU. Dos derrotas: Cavite, Santiago de Cuba. Las negociaciones de paz se plasmaron en el Tratado de París, el 10 de diciembre de 1898, España reconocía la independencia de Cuba y cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a EEUU a cambio de 20 millones de dólares. En febrero de 1899, España entregó al imperio alemán las islas Carolinas, las Marianas y las Palaos a cambio de 25 millones de dólares. Quedó así liquidado el imperio español.

Las consecuencias del desastre: crisis de conciencia y regeneracionismo

La derrota no produjo un cambio de gobierno ni hizo peligrar la monarquía pero sí generó un nuevo espíritu: el regeneracionismo. Este fue un examen de conciencia, un balance llevado a cabo por intelectuales y políticos del tránsito del siglo XIX al XX, cuyos ejes básicos eran la dignificación de la política, la modernización social y la superación del atraso cultural. Se formó en marzo de 1899 un gobierno presidido por Francisco Silvela y con el general Polavieja como ministro de guerra. Ambos pretendían regenerar el país sin modificar el sistema restaurador ni el papel que hasta entonces habían jugado la Corona, el ejército o los partidos.

Hubo otro movimiento regeneracionista al margen del sistema, el de los intelectuales, por personajes como Macías Picavea, Joaquín Costa, Lucas Mallada. Destacó un grupo sobresaliente de escritores, la Generación del 98. Cuestionaban la capacidad del pueblo español para progresar, consideraban la falta de educación uno de los males fundamentales causantes del atraso del país y criticaban el sistema de la Restauración y su funcionamiento. Joaquín Costa puso en práctica muchas de sus ideas a través de la Liga de Productores. La Liga y las Cámaras de Comercio excluían la participación en la reforma de obreros y campesinos y reducían el protagonismo a las clases productivas intelectuales. El regeneracionismo, ya domesticado, dejó de ser un peligro para el sistema restaurador y sus lemas fueron asumidos por los conservadores (Maura o Silvela), los liberales (Canalejas o Alba), los republicanos (Costa o Madrazo) y el propio monarca, Alfonso XIII. En este ambiente se creó el Instituto de Reformas Sociales.

La oposición a la Restauración

La derrota del carlismo en 1876 cerró una etapa en la historia de este movimiento: la de la confrontación armada con el poder. Se abrió la vía política, en la que se produjo una nueva definición ideológica en la que tuvo un destacado papel el sector del catolicismo intransigente. En 1888 hubo una escisión entre los integristas (católicos intransigentes de Cándido Nocedal) y las Juntas Tradicionalistas. El Partido Integrista se organizó como tal y participó en las elecciones de 1891. El sector propiamente carlista dio lugar a las Juntas Tradicionalistas.

Los nacionalismos

Nacionalismo catalán

Nace en la década de 1830, enfrentado al centralismo liberal y en defensa de la cultura y la lengua tradicionales de Cataluña. Comienza siendo un movimiento literario y cultural para acabar siendo político. Hasta el Sexenio Democrático, el catalanismo se redujo a manifestación cultural. En la I República, el federalismo fue la base de la opción política del catalanismo. En el siglo XIX se elaboraron dos modelos alternativos de catalanidad:

  • El republicanismo federal de Valentí Almirall que reclamaba soberanía y se creó el Diari Català y el I Congreso Catalanista.
  • El de carácter conservador y corporativo, defensor del regionalismo y catalanismo católico (Torras i Bages) que fue el que se impuso en la década de 1890, crearon las Bases de Manresa en 1892.

En el siglo XX se creó la Lliga Regionalista de Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó, era el primer gran partido del nacionalismo catalán.

Nacionalismo vasco

Se fundamentó en 3 elementos: el fuerismo, las guerras carlistas y el proceso industrializador. La literatura idealizante del mundo rural y la reconstrucción histórica basada en mitos, leyendas y tradiciones fue la base del primer nacionalismo vasco. Tras la derrota carlista de 1876, el fuerismo se dividió en dos grupos:

  • Euskaros Navarros (defendían la unión vasco-navarra para reivindicar los fueros)
  • Euskalerricos vizcaínos (defensores del autonomismo), liderados por Ramón de la Sota.

La burguesía industrial y la clase obrera se distanciaban del nacionalismo por considerarlo reaccionario y tradicionalista. Los principales líderes surgieron del carlismo: Sabino Arana reivindicó raza, lengua y costumbres tradicionales con carácter xenófobo y racista, aunque fue moderando sus ideas y fundó el PNV en 1895.

Nacionalismo gallego

En el siglo XIX se mantuvo en el campo literario y cultural.

Nacionalismo valenciano

Con la creación de Lo Rat Penat en 1878, en defensa de la lengua valenciana con Llombart y Llorente.

La oposición republicana

Los principales partidos republicanos después del fracaso de la I República y la crisis del 98:

  • El Partido Posibilista o Republicano Histórico, dirigido por Castelar, era el más moderado, de clases medias y burguesía, implantado en Andalucía, Cataluña, Valencia y Asturias. Tras la implantación del sufragio universal se integraron en el sistema de la Restauración.
  • El sector dirigido por Ruiz Zorrilla y Salmerón era de raíz más radical, defendía el motín popular o el levantamiento militar.
  • El Partido Federal de Pi i Margall. Pretendía la descentralización, el laicismo y el anticlericalismo. Fue el único que se mantuvo unido. Base urbana aunque con amplia implantación en las zonas rurales catalanas y andaluzas.

El papel social del republicanismo fue mayor que su representación parlamentaria, estaba presente en casinos, clubes, prensa, escuelas… En pugna con el ascenso del anarquismo, no siempre se podían delimitar.

Movimiento obrero

. En 1879 Pablo Iglesias fundo el PSOE de ideologia marxista y con voluntad de participar politicamente. En 1888, se creo la UGT de orientacion socialista. El ideario socialista se difundia a tarves de las casas del publo, los socialistas tenian su propio peridocio El Socialista. El anarquismo introducido por Giusseppe Fanelli, fue la ideologia mas importante entre el obrerismo español del siglo XIX fue clandestino y perseguido. Se impulso el anarquismo violento(atentados terroristas contra gobierno, ejercito, burguesiay la iglesia.  La mano negra sembro el terror en andalucia aunquer unca se pudo probar su existencia