Crisis del Antiguo Régimen en España: De Carlos III a Fernando VII y la Guerra de Independencia

La Crisis del Antiguo Régimen en España: De Carlos III a Fernando VII y la Guerra de Independencia

Durante la crisis del Antiguo Régimen en España, se sucedieron varias etapas marcadas por los reinados de diferentes monarcas y por la Guerra de Independencia tras la invasión francesa. Estas etapas incluyen:

  • El despotismo ilustrado de Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808).
  • La invasión francesa y el gobierno de José Bonaparte (1808-1813), hermano de Napoleón. Durante este periodo, se desarrolló la Guerra de Independencia y se promulgó la Constitución de Cádiz en 1812.
  • El absolutismo de Fernando VII (1814-1833), interrumpido por el Trienio Liberal (1820-1823), donde se adoptaron medidas de la Constitución de Cádiz.

Antecedentes de la Invasión Francesa

Los eventos que precedieron a la conquista francesa de la Península Ibérica fueron:

  • El Tratado de Fontainebleau (27 de octubre de 1807), que permitía a las tropas francesas atravesar España para conquistar Portugal.
  • La Conjura de El Escorial (30 de octubre de 1807), que culminó con la entrada de Fernando VII en Madrid en marzo de 1808, quedando bajo el poder de Murat.
  • El Motín de Aranjuez (noche del 17 al 18 de marzo), donde Carlos IV fue obligado a abdicar en favor de su hijo Fernando.

En mayo de 1808, tuvieron lugar las abdicaciones de Bayona, donde Fernando VII abdicó en favor de su padre, y este a su vez en favor de Napoleón, quien cedió el trono a su hermano José I. El 2 de mayo de 1808, se produjo un levantamiento popular en Madrid, liderado por Velarde y Daoiz, que fue sofocado por las tropas francesas. En julio de ese año, José I promulgó el Estatuto de Bayona, que abolía los señoríos jurisdiccionales y expropiaba tierras del clero, entre otras reformas.

La Guerra de Independencia (1808-1813)

La Guerra de Independencia se desarrolló en varias etapas:

Primera Etapa (junio-noviembre de 1808)

Se destaca la victoria española en la Batalla de Bailén, liderada por el general Castaños contra el francés Dupont. José I abandonó Madrid el 20 de julio, y los españoles tomaron el control del norte. El 25 de septiembre se formó la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, presidida por Floridablanca, en Aranjuez. El ejército español se organizó en cuatro grupos bajo el mando de Blake, Castaños, Vives y Palafox.

Segunda Etapa (noviembre de 1808 – enero de 1812)

Marcada por el dominio francés tras la llegada de Napoleón a la Península. El 4 de diciembre de 1808, se produjo la capitulación de Madrid, y la Junta Central se trasladó sucesivamente a Aranjuez, Extremadura, Sevilla y Cádiz. En enero de 1809, Napoleón abandonó España. Zaragoza capituló tras la derrota española en Ocaña, liderada por Palafox. La ayuda inglesa, bajo el mando de Moore, fracasó. Surgió la guerrilla, pequeños grupos que hostigaban a los franceses con ataques rápidos, destacando figuras como Espoz y Mina, El Empecinado y Jerónimo Merino. Los franceses avanzaron en Andalucía, Valencia y Cataluña. El Duque de Wellington llegó a Portugal y frenó a los franceses en julio de 1811 tras derrotar al general Massena en la Batalla de Torres Vedras.

Tercera Etapa (enero de 1812 – junio de 1814)

El Duque de Wellington asumió el mando del ejército anglo-hispano-portugués. En julio de 1812, obtuvieron una victoria decisiva en la Batalla de Arapiles (Salamanca). José I huyó a Valencia, y Wellington entró en Madrid, aunque luego se retiró a Portugal, permitiendo el regreso de José I a Madrid. Mientras tanto, Napoleón se debilitaba en la campaña rusa. El 17 de mayo de 1813, José I abandonó Madrid definitivamente. En junio, los franceses fueron derrotados en Vitoria y, en agosto, sufrieron una gran derrota en San Marcial. El 11 de diciembre de 1813, se firmó el Tratado de Valençay, donde José I reconoció a Fernando VII como rey. La guerra finalizó en junio de 1814 con la liberación de Hostalrich y Figueras.

Consecuencias de la Guerra

Las consecuencias internas de la guerra incluyeron grandes pérdidas humanas y económicas, un aumento de la violencia y el bandolerismo, y el exilio de los afrancesados. Externamente, se produjo el desgaste militar de Napoleón y el fomento de movimientos independentistas en América. En el Congreso de Viena, España no recibió compensaciones.

La Revolución Liberal

Dentro de la Revolución Liberal, se distinguieron cuatro grupos:

  • Afrancesados (como Goya), que veían en el régimen napoleónico una oportunidad para modernizar el país.
  • Liberales (como Argüelles), intelectuales y burgueses de ideología humanista.
  • Absolutistas (como Elío), nobles y religiosos que defendían el Antiguo Régimen y promovieron el Manifiesto de los Persas.
  • Jovellanistas, que rechazaban las abdicaciones y proponían el modelo británico.

Durante la Guerra de Independencia, se desarrolló una Revolución Liberal pacífica, que pasó por cuatro fases: la Junta Central, el Consejo de Regencia, las Cortes y la Constitución. Sin embargo, con la llegada de Fernando VII, se desmantelaron muchos de los avances logrados.