La Restauración Absolutista (1814-1820)
El corto periodo de tiempo en el que estuvo vigente la Constitución de Cádiz no sirvió para afianzar un sentimiento liberal. La idea de implantar un sistema equivalente al francés no era bien recibida debido a la invasión francesa. En este contexto, con gran apoyo popular, Fernando VII entró en España el 22 de marzo de 1814 y restableció el absolutismo monárquico.
El rey se impuso como máxima autoridad absoluta dado el apoyo de la mayoría de la población, de los sectores conservadores (Manifiesto de los Persas) y dado el poder limitado de las Cortes. Fernando VII disolvió las Cortes de Cádiz, suspendió la Constitución de 1812 y los decretos liberales, dio rienda suelta a la represión política e intentó volver al viejo sistema del reformismo ilustrado.
Fernando VII no solucionó los graves problemas del país y sus intentos reformistas fracasaron por la ineficacia de sus ministros, por la reducción de las rentas provocada por la devolución de las rentas desamortizadas, porque la nobleza y el clero volvieron a sus privilegios estamentales y dejaron de pagar impuestos, y porque el inicio de la independencia en las colonias americanas originó grandes gastos militares y el bloqueo de los ingresos llegados de las mismas.
Dicha inestabilidad y malestar sociopolítico frenaron el desarrollo económico y empeoraron las condiciones de vida de la población, originando en la época absolutista pronunciamientos militares afines a la ideología liberal que fracasaron uno tras otro hasta 1820. Los protagonistas de los mismos fueron militares, dado que la composición del ejército se había transformado por efecto de la guerra: se había pasado de un ejército real a un ejército nacional. Todos fracasaron y todos ellos fueron ejecutados hasta Riego.
Otra forma especial de lucha contra el absolutismo fue la masonería, pero especialmente la de los liberales que, con el apoyo de clases populares y utilizando como soporte a las “sociedades secretas”, buscaban un levantamiento del ejército al objeto de desencadenar la insurrección de la población. A partir del pronunciamiento de Riego, se desarrollaron las “sociedades patrióticas”, clubes con la función de propagar el liberalismo en el pueblo. Las ideas liberales enraizaron en los burgueses, funcionarios y militares gallegos.
Trienio Liberal
En 1820, el pronunciamiento militar del comandante Rafael del Riego y del coronel Antonio Quiroga, al frente de un ejército en principio destinado a intervenir en las insurrecciones de las colonias americanas, triunfó y proclamó la Constitución de 1812 en Cabezas de San Juan (Sevilla). El apoyo a la insurrección de matriz militar en ciudades como Coruña, Zaragoza, Barcelona y, ante el descontento del ejército, Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812 y convocar Cortes.
Las medidas liberales se caracterizaron por la recuperación de parte de la legislación liberal de Cádiz:
- Medidas de reforma religiosa: Supresión de la Inquisición y de la Compañía de Jesús. Manifestaciones de anticlericalismo, como la ley de supresión de monasterios.
- Medidas de reforma de la hacienda: Liberalización del comercio y la industria, intento de reforma fiscal, devaluación de la moneda, préstamos extranjeros y permanencia del diezmo.
- Medidas de tipo político-liberal: Garantía de derechos y de libertad política.
- Medidas de tipo educativo: Reforma educativa. Destaca la secularización de la enseñanza, su extensión gradual y su graduación en tres niveles.
- Medidas de reforma agraria:
- La legislación desamortizadora siguió vinculada a la crisis de la hacienda, pero ahora también a la reforma del clero regular. Se suprimieron casi todos los monasterios y conventos, y sus bienes se declararon desamortizables. Se incluyeron también los de la Compañía de Jesús y los de la Inquisición.
- Se aprobó definitivamente una ley de desvinculación.
- Se confirmó y puso en marcha la ley de abolición de los señoríos de Cádiz. Se obligó a los señores a presentar los títulos y los liberales radicales propusieron el reparto de las tierras entre los campesinos.
- No se hizo reforma tributaria como en Cádiz, pero se mejoró la recaudación. Se eliminó la mitad del diezmo para permitir la comercialización de dicha parte por los campesinos, ya que entregaban dicho impuesto en especie.
En definitiva, en conjunto se siguió avanzando en la implantación de un “capitalismo agrario”, pero no por la vía de la reforma social, sino de la reforma liberal, pactando con la vieja aristocracia y en contra de los intereses de los campesinos.
Trienio Liberal: Fracaso y Fin
Este nuevo intento constitucional-liberal en España también fue un fracaso por varios factores:
- Falta de apoyo popular: La minoría liberal estaba protagonizada por militares y burgueses. A esto hay que añadir las divergencias internas entre los liberales, no por diferencias doctrinales, sino por las posiciones diferentes frente a la oposición contrarreformista y en relación con la participación de las clases urbanas en la lucha:
- Tendencia moderada (Doceañistas): Políticos de la etapa gaditana como Martínez de la Rosa, Argüelles o el Conde de Toreno. Tendentes a la relación con los grupos privilegiados, a la revisión de la Constitución de 1812, no eran partidarios de la participación popular, prohibieron desde el gobierno las sociedades patrióticas, limitaron la libertad de prensa, etc. Los primeros gobiernos liberales estuvieron en manos de los moderados, base de lo que más tarde se denominará Partido Moderado.
- Tendencia exaltada (Radicales): Viejos liberales de la etapa gaditana y otros recientes (Evaristo San Miguel, Romero Alpuente, Calatrava, Flórez Estrada, general Riego…). Solo estuvieron en el gobierno en la última etapa y defendían la participación popular urbana, las sociedades patrióticas, la defensa de la revolución liberal mediante la Milicia Nacional, etc.
- Sistema político complejo y difuso: Las Cortes asumían el poder ejecutivo y el legislativo, pero no se definían claramente las funciones y el poder del rey y del gobierno.
- Oposición constante de los sectores absolutistas: Representados por el clero y la nobleza (perjudicados por la reducción de su poder económico y su control sobre la educación).
- Oposición de los campesinos: Se vieron perjudicados por impuestos y no se beneficiaron de los procesos de desamortización de tierras. Muchos de ellos se sumaron a las partidas de guerrilleros que lucharon por la vuelta del absolutismo. Fueron llamados “realistas”.
- La intervención militar extranjera: Fue el factor principal que acabó con la experiencia del Trienio Liberal. Las potencias de la Restauración intervinieron según los acuerdos del Congreso de Verona de 1822 y un ejército francés, los Cien Mil Hijos de San Luis, bajo el mando de Luis Antonio de Borbón, derrocó el régimen liberal y restauró el absolutismo con Fernando VII. La falta de una oposición popular hizo irrepetible la experiencia de 1808.
Década Ominosa (1823-1833)
Dicha época fue calificada por la historiografía liberal de “despreciable” debido a la dura represión política llevada a cabo por Fernando VII. Tiempos de depuración política, ejecuciones como la de Riego y otros liberales. Por otra parte, el rey Fernando VII tuvo que hacer concesiones para poder mantenerse en el poder, lo que le llevó a practicar una política de reformas administrativas en las que fracasó.
La práctica de dicho absolutismo moderado le comportó la oposición:
- De los liberales a través de sociedades secretas.
- De los realistas o absolutistas más intransigentes a través de la guerrilla rural.
En este clima, los realistas comenzaron a reclamar la corona para Carlos María Isidro de Borbón, hermano del rey. En el caso catalán, el descontento de los realistas y del campesinado catalán sometido a una fuerte presión fiscal, provocó en 18
27 una insurrección contra el gobierno (Guerra de los agraviados o malcontents) en la que reclamaban la vuelta del absolutismo y de la Inquisición. El nacimiento de Isabel, hija de Fernando VII en 1830 modificó la situación y las pretensiones de los realistas. El rey aprobó una Pragmática sanción para anular la Ley Sálica de Felipe V que impedía reinar a las mujeres de modo que anulaba las pretensiones sucesorias de su hermano lo que provocó un conflicto dinástico. La fuerte oposición de los absolutistas /realistas partidarios de Carlos (Carlistas) hizo que Fernando VII se apoyase en el grupo de los liberales moderados para asegurar el trono a su hija Isabel (futura Isabel II). Estas circunstancias dieron lugar a una dura confrontación entre carlistas e isabelinos de modo que a la muerte del rey en 1833, se inicio la Primera guerra carlista, larga guerra civil que puso final al sistema absolutista. 2.3 El bienio progresista (1854-1856) . Dado que el sistema electoral censitario y manipulado no les daba la oportunidad de gobernar a los progresistas, utilizaron de nuevo el pronunciamiento militar. Después de la sublevación frustrada moderada dirigida por los generales Dulce, O^Donnell y Ros de Olano en Vicálvaro en el 1854 (Vicalvarada), posteriormente, triunfó la sublevación con el Manifiesto de Manzanares (apoyo entre moderados y progresistas).
Los levantamientos populares en varias ciudades forzó a una coalición de moderados, progresistas y un sector moderado del partido demócrata que obligó a la reina a recurrir a Espartero para presidirlo (presidente del consejo de ministros) junto con O^Donnell como ministro de guerra. El gobierno disolvió los levantamientos y ejecutó orientación moderada lo que llevó a las protestas de los progresistas, la inestabilidad política y crisis económicas. La crisis económica afectó especialmente a los obreros textiles de Barcelona que protagonizaron la primera huelga general del movimiento obrero en España (1855). . La labor del nuevo gobierno progresista consistió en la adopción de las siguientes medidas: a) Trató de poner en práctica el programa liberal en su versión progresista recuperando legislación anterior: ley electoral más amplia, libertad de imprenta, democratización de ayuntamientos y diputaciones, restablecimiento de la milicia nacional, sustitución de la constitución moderada de 1845 por otra (Constitución de 1856) que no llegó a promulgarse (non nata) y que proclamaba: soberanía nacional, ampliaba derechos individuales. b) Aprobación de nueva Ley municipal que ampliaba el censo de electores y acabó con la designación de alcaldes. c) Avanzar en la creación de un marco legislativo que completase la liberalización del mercado de tierras y capitales para avanzar en el desarrollo del capitalismo. Se hizo a través de la Ley de Desamortización General del ministro Pascual Madoz (1855) que ponía en venta todos los bienes eclesiásticos pero también los bienes comunes y de propios de los municipios. Esta ley puso a la venta el doble de bienes que la Ley de Mendizábal. Agravó la situación de ayuntamientos y agricultores ya que los ayuntamientos obtenían sus ingresos del alquiler de los bienes del municipio y los pastos y bosques eran buenos complementos para los agricultores. d) Nueva Ley de Ferrocarriles (1855). Favoreció la creación de una amplia red de vías férreas. Muchas empresas de capital extranjero (francés, especialmente) construyeron tramos de red y a la vez daban salida a los productos industriales. Obtuvieron grandes beneficios. Además la especulación con los terrenos posibilitó un gran y rápido enriquecimiento de empresas extranjeras constructoras y de propietarios de las parcelas.
3.1 La revolución de 1868 (La Gloriosa). La dirección de la sublevación la llevó a cabo el líder progresista general Prim pero el pronunciamiento militar lo inició el general Topete desde Cádiz. El movimiento de juntas revolucionarias se extendió por todo el país y con el apoyo del ejército, progresistas, republicanos y
demócratas triunfó. Formó gobierno provisional el general Serrano integrado por unionistas y progresistas y demócratas moderados convocando elecciones para 1869. Los protagonistas fueron Prim, Sagasta y Ruiz Zorrilla. A la muerte de Prim, los progresistas se escindieron en dos partidos: radicales de Ruiz Zorrilla se aproximaron a republicanos y progresistas moderados de Mateo Sagasta se aproximaron a moderados. La ideología republicana emergente terminaría formando el partido republicano federal liderado por Pi y Margall. El gobierno provisional paraliza juntas y reformas frustrando aspiraciones populares que serán recogidas y revindicadas por los republicanos durante el sexenio. Las elecciones las ganaron los progresistas, unionistas y moderados sacando los republicanos un número significativo de diputados. Las Cortes salidas tomaron las rimeras medidas para sofocar el inicio de la guerra de la independencia de Cuba (1868-1878) y aprobó la Constitución de 1869. Dicha constitución estuvo en línea de la de 1812 y representó l primer ódigo docrático reconociendo los ppios fundamentales de la democracia: libertad de enseñanza y de culto, sufragio universal masculino, amplio catálogo de derechos individuales, abolición de la pena de muerte y de la esclavitud, reconocimiento de la libertad de asociación que posibilitó la fundación de la Sección Española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), establecimiento de la soberanía popular un sistema parlamentario con el control por parte del poder legislativo del poder ejecutivo. La forma de gobierno fue la monarquía constitucional con un sistema bicameral pero en la que el rey reina pero no gobierna. El poder judicial se definía como independiente cumpliendo así la doctrina de la división de poderes. Aprobada la constitución, Serrano fue nombrado regente en ausencia de un rey y Prim jefe de gobierno. El objetivo de ambos fue abordar los problemas más urgentes: buscar candidatos para el trono, solucionar la insurrección cubana, problemas de orden público asociados a sublevaciones republicanas motivadas por la falta de solución a la cuestión social y por la defensa por parte del gobierno de un sistema monárquico.