El Reinado de Amadeo I
Su elección como rey no fue unánime. Era candidato de los progresistas y de Prim, tuvo pocos apoyos en su reinado, contó con el rechazo aristocrático y popular y se enfrentó a grandes problemas. El asesinato de Prim (1870) le privó de un apoyo fundamental.
Tenía voluntad constitucional y demócrata, pero de él no dependía el curso de la política, nada pudo hacer ante la descomposición de la coalición gobernante, la ruptura en el seno del partido progresista (radicales: Zorrilla y constitucionalistas: Sagasta). Las dificultades económicas y el problema de la guerra de Cuba fueron causa de la creciente inestabilidad política interior.
Oposición al Reinado de Amadeo I
- Nobleza y Aristocracia: Temían una presión radical y republicana que pusiese en peligro sus propiedades territoriales. Se unieron al partido alfonsino guiado por Cánovas del Castillo.
- Burguesía: Inicialmente, la burguesía catalana apoyó a Prim. Sin embargo, la política económica librecambista, el temor al movimiento obrero (que comenzaba a formar asociaciones sindicales) y la amenaza a sus negocios coloniales (por los proyectos autonomistas de Cuba y la abolición de la esclavitud) los llevaron a apoyar al hijo de Isabel II.
- Carlistas: Con la caída del régimen isabelino, la oposición carlista resurgió, buscando una insurrección armada.
- Republicanos: Se opusieron a la solución monárquica y se dividieron en unitarios y federales. El dirigente principal del federalismo fue Pi y Margall.
El momento culminante de la crisis fue en 1872, con una enorme abstención en las elecciones. En este ambiente se produjo la cuestión artillera. Amadeo I aprovechó para abdicar en 1873. El Congreso y el Senado (Asamblea Nacional) proclamaron la República.
Primera República
La asamblea nombró a Figueras como presidente del ejecutivo de una república unitaria. Su principal cometido era convocar Cortes Constituyentes para promulgar una nueva Constitución. Sin embargo, existían problemas: la guerra carlista en el norte, el problema de Cuba y un ejército inclinado al moderantismo.
Medidas Democráticas
- Promulgación de una amplia amnistía.
- Abolición de la esclavitud en Puerto Rico.
- Supresión de las quintas.
A pesar de estas medidas, la república carecía de apoyo popular y el resultado fue el triunfo de los republicanos federales. El nuevo presidente del gobierno fue Pi y Margall.
Divisiones Internas y el Cantonalismo
Surgieron discrepancias sobre cómo debía organizarse España (17 estados, incluyendo Cuba y Puerto Rico):
- Transigentes: Encabezados por Pi y Margall, consideraban primordial conseguir el orden social para luego construir la república federal desde arriba.
- Intransigentes: Creían que la construcción debía comenzar desde abajo, y que la paz y el orden llegarían después.
Los intransigentes se retiraron, lo que marcó el inicio de una revolución cantonal que comenzó en Cartagena. Cada población se proclamó cantón, autónomo del poder central. Confluyeron tres revoluciones distintas: regionalista, política y social. Las clases sociales creyeron encontrar en el federalismo la solución a sus problemas.
Pi y Margall, al no lograr la aprobación del proyecto de Constitución y viéndose desbordado por el cantonalismo, dimitió. Le sucedió Salmerón, quien se limitó a restablecer el orden militarmente y a reprimir los movimientos obreros internacionalistas. Esta política represiva llevó a la dimisión de Salmerón.
El programa del nuevo presidente, Castelar, se basó en restablecer el orden. Sin embargo, quedaban focos de desorden como la guerra carlista en el norte y la guerra de Cuba. Castelar tenía tendencias de derechas, mientras que los intransigentes querían que la república girase hacia la izquierda.
Golpe de Estado de Pavía
Este intento de giro a la izquierda fue interrumpido por el golpe de estado del general Pavía (1874), quien con ayuda de la Guardia Civil, disolvió las Cortes Constituyentes, finalizando la Primera República. El manifiesto de Pavía indicaba que el golpe tenía como fin la libertad y que él no asumiría responsabilidades políticas. Se formaría un nuevo gobierno (sin cantones ni carlistas).
Pavía reunió a dirigentes para formar un nuevo gobierno, que siguió siendo republicano pero que se puede calificar como dictadura. El general Serrano restableció el orden público y tomó ciertas medidas: disolución de los internacionalistas, limitación del derecho de asociación, represión de los republicanos. También se propuso acabar con la guerra carlista.
Restauración de la Monarquía
El gobierno carecía de apoyos y Alfonso XII, defendido por Cánovas del Castillo y Martínez Campos, se pronunció a finales de 1874 a favor de la restauración de la monarquía.