Crisis de 1917
La llamada crisis de verano de 1917 puso sobre la mesa todas las cuestiones que se habían manifestado durante años en la búsqueda de la aproximación entre la España “oficial” y la “real”. Tres revoluciones consecutivas, entre junio y agosto, marcaron este periodo: la de los militares, la de la burguesía y la del proletariado.
Tras la crisis, la monarquía quedó debilitada, la opinión pública despertó y el proletariado agudizó su conciencia de clase. El fracaso táctico de 1917 fue el preludio de cambios futuros.
Las Juntas de Defensa
La oficialidad se organizaba para reforzar su presencia en el Estado y mejorar sus ingresos. En el origen de las Juntas de Defensa existía una mentalidad sindicalista de unidad para ejercer presión. Influyó en su organización la reintroducción en 1910 de los ascensos por méritos de guerra.
Las posibilidades de ascenso estaban en Marruecos. Una marcha al Rif permitía al rey favorecer a sus amigos y a oficiales jóvenes, quienes cobraban más y ascendían rápidamente.
En enero de 1917 se formaron juntas de oficiales en la mayoría de las guarniciones. Sus objetivos eran:
- Oponerse al ascenso por méritos de guerra.
- Solicitar una subida de sueldos.
- Exigir mayor respeto al ejército.
La solución del gobierno fue la Ley del Ejército en 1918, que trajo la subida de sueldos y la regulación de ascensos. El ejército volvió a ser el pilar de la monarquía.
La Asamblea de Parlamentarios
El segundo acto de la crisis fue la Asamblea de Parlamentarios, un intento de la burguesía de hacer una revolución contra el sistema político. Fracasó debido a los problemas con el proletariado y el temor a la revolución.
Cambó, líder de la Lliga, decidió intervenir ante la situación. La insurrección de las Juntas de Defensa justificaba la apertura de las Cortes. De no ser así, se convocaría una asamblea de parlamentarios para imponer un gobierno de concentración.
Cambó proponía un régimen federativo. La Asamblea se celebró en Barcelona el 19 de julio. El gobierno la disolvió, tildándola de separatista. La fuerza de la asamblea se diluyó, influida por el miedo a la huelga general de agosto.
La Huelga General
Esta huelga se resintió de los movimientos anteriores. En mayo de 1916, la UGT propuso una huelga general política para lograr la salida del rey y un gobierno provisional. UGT y CNT iniciaron contactos para pedir mejoras al gobierno.
La huelga general de 24 horas en diciembre fue un éxito. Romanones prometió soluciones, pero dejó el gobierno. Dato, su sucesor, no cumplió las promesas, lo que llevó a la decisión de una huelga general indefinida.
El momento parecía propicio, pero surgieron diferencias entre PSOE y UGT, que preferían esperar, y la CNT, que quería actuar de inmediato. La huelga se extendió en agosto, con enfrentamientos y represión del ejército, que fue el factor esencial del fracaso.
Impacto de la I Guerra Mundial
España se declaró neutral en 1914. Las causas fueron el aislacionismo diplomático, la inferioridad militar y la indiferencia hacia los motivos de la guerra.
Efectos de la neutralidad:
- Positivos para la industria: Siderurgia, minería, textil, química y construcción naval se beneficiaron de los pedidos de países en guerra.
- Negativos para la agricultura: Exportaciones de vino, plátanos y naranjas se hundieron. Problemas de abastecimiento de cereales.
Los beneficios se repartieron desigualmente. La burguesía se enriqueció, mientras las clases populares sufrieron la escasez y el alza de precios. El coste de la vida aumentó un 68% en 1917, pero los salarios no crecieron al mismo ritmo.
Diferencias entre Sindicalistas Socialistas y Anarquistas
Anarquistas:
- Rechazo de toda autoridad.
- Supresión de la propiedad privada.
- Defensa de la revolución violenta.
- Apoliticismo.
- Anticlericalismo.
Socialistas (PSOE y UGT):
- Emancipación de los trabajadores.
- Transformación de la propiedad individual en social.
- Posesión del poder político por la clase trabajadora.
- Rechazo del terrorismo.
- Oposición a la expansión colonial y a las guerras.
- Lucha pacífica y legal, participación en política.
Primo de Rivera
En 1923, dos movimientos conspiraron para derrocar al gobierno liberal. Uno vinculado a la Junta de Defensa de Barcelona y otro con las aspiraciones del ejército de África. Primo de Rivera lideró la sublevación y dio un golpe de estado el 13 de septiembre de 1923, con el apoyo de Alfonso XIII.
Primo de Rivera estableció una dictadura con un directorio militar. Suspendió la Constitución, disolvió las Cortes y prohibió los partidos políticos. Creó la Unión Patriótica como partido único.
Logros:
- Solución del problema de Marruecos.
- Desarrollo económico durante los años 20.
Problemas:
- Cuestión catalana.
- Oposición del movimiento obrero.
- Rechazo de los intelectuales.
- Descontento en el ejército peninsular.
En 1930, Alfonso XIII aceptó la dimisión de Primo de Rivera.