Contexto Histórico y Cultural de Ortega y Gasset: España en el Siglo XX

Durante la vida de Ortega, España pasa por cuatro etapas políticas distintas: la Restauración monárquica después de la I República, la Dictadura de Primo de Rivera, la II República y la Guerra Civil junto con los primeros años del franquismo.

La Restauración y sus Consecuencias

Se conoce con el nombre de Restauración al periodo de la historia de España que va desde 1874, año en que Martínez Campos restaura la monarquía borbónica en la persona de Alfonso XII, hasta 1923, cuando el general Primo de Rivera, mediante un golpe de Estado, instaura una dictadura presidida por él mismo. La Restauración se caracteriza por la llamada alternancia pacífica de los partidos, sistema de apariencia democrática, pero que en el fondo supone la manipulación electoral para que dos partidos, el conservador y el liberal, gobiernen alternativamente cada cuatro años.

En el orden internacional, España ha dejado de tener relevancia en el panorama político europeo e internacional y pierde los últimos restos de su imperio colonial en la guerra de 1898. En el orden interno, el país se caracteriza por su escasa dotación industrial, por los altos índices de analfabetismo y por la oligarquía y el caciquismo, además de por el desigual reparto de la riqueza. Todo esto culmina en la crisis de la Restauración, debido a los problemas económicos, la agitación social y los reveses del ejército español en la guerra de Marruecos. Ante esta situación y el temor de la burguesía y los terratenientes a un proceso revolucionario, se produce un golpe de Estado, protagonizado por Primo de Rivera.

De la Dictadura a la República

Tras un breve periodo de recuperación económica y social, los problemas económicos y políticos acabarán con el régimen de Primo de Rivera en 1930. Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encarga la formación de gobierno al general Berenguer. Ortega se manifestó claramente contra el gobierno de Berenguer en su artículo “El error Berenguer”, que termina augurando el final de la monarquía, acontecimiento que de hecho se produjo el 14 de Abril de 1931, tras las elecciones municipales que dan la mayoría a los partidos republicanos.

Ortega fue uno de los intelectuales que más luchó por el advenimiento de la República, llegando a ser incluso diputado en las Cortes Constituyentes, aunque pronto se desengañó de la misma debido a los excesos republicanos, como reflejó en su artículo “Rectificación de la República”. El periodo republicano termina con el desencadenamiento de la Guerra Civil y el posterior régimen de Franco. Durante este periodo Ortega se encierra en un mutismo total y cesa en toda actividad pública. Permanece en el exilio entre 1936 y 1945.

Efervescencia Cultural

La España que le tocó vivir a Ortega no fue sólo una España de gran efervescencia política, sino que fue también y, muy especialmente, una España de efervescencia cultural, tanto en el ámbito de las artes plásticas como en el de la literatura y la filosofía.

Artes y Letras

  • En el campo musical sobresalen Albéniz, Granados, Falla, Turina y Joaquín Rodrigo.
  • En la pintura destacan Rusiñol y Sorolla, en una primera generación y, en una segunda generación Picasso, Juan Gris, Dalí y Miró.
  • En el campo literario, en el periodo que nos ocupa destacan tres generaciones: la Generación del 98, la del 14 y la de 1927.

Ciencia y Filosofía

  • En el ámbito científico hay que reseñar las aportaciones de Rey Pastor en matemáticas y Ramón y Cajal en medicina.
  • En los estudios históricos sobresalen Sánchez Albornoz y Américo Castro quienes mantuvieron una fructífera polémica acerca del sentido de la historia de España.
  • Por último, en el campo de los estudios filológicos destaca la figura de Menéndez Pidal y sus estudios acerca del origen del castellano.

El Pensamiento Filosófico de la Época

Desde el punto de vista filosófico, cuando Ortega inicia su andadura filosófica en Europa destacan cinco corrientes: el idealismo, que está en regresión; el positivismo; la neoescolástica; el neokantismo y la fenomenología. De estas cinco corrientes, las que tendrán más influencia en Ortega serán el neokantismo, al que en un principio Ortega se adhiere como medio de superar los excesos del idealismo posterior a Kant, y a la fenomenología, que tendrá una importancia fundamental en el desarrollo y formación del sistema de Ortega.

En España, el panorama filosófico está presidido por el neotomismo en el ámbito académico, y el krausismo y el Regeneracionismo. La figura más destacada del momento es Unamuno, que no puede ser adscrito a ninguna corriente en concreto y con el que Ortega mantendrá importantes discrepancias.

La Escuela de Madrid

La labor intelectual de Ortega culmina en la formación de un grupo de filósofos en torno suyo que suele ser conocido como “la Escuela de Madrid” y que representa una de las mayores aportaciones a la filosofía española del siglo XX. A este grupo pertenecen, entre otros, Zubiri, José Gaos, García Morente y María Zambrano. La labor filosófica de la Escuela de Madrid se verá interrumpida con la Guerra Civil española y el posterior exilio de muchos de sus miembros, que continuarán su labor en Hispanoamérica.