Se trata de un texto de naturaleza primaria y de carácter jurídico. El fragmento pertenece a la Constitución promulgada el 19 de marzo de 1812, que fue la primera constitución de la historia de España. Esta era de carácter liberal, basándose en principios liberales. Con ella terminaba el poder absoluto del rey y se establecían los fundamentos del régimen liberal en España, además del abandono definitivo del Antiguo Régimen. La Constitución de 1812 representa la obra más importante de las Cortes de Cádiz.
Aspectos Fundamentales de la Constitución de 1812
La Constitución contiene los siguientes aspectos fundamentales:
- Artículo 1: Se reconoce la soberanía nacional del pueblo.
- Artículo 2: Se rechaza el poder absoluto del rey, que debió jurar y acatar la Constitución, aunque se acepta la monarquía hereditaria (reflejado en el artículo 14).
- Artículo 3: Se refleja la idea de que la nación ejerce su poder mediante el sufragio censatario.
- Artículos 16 y 17: Se ve la clara división de poderes y autónomos en diferentes instituciones: el poder legislativo lo ejercen las Cortes, el judicial los tribunales y el rey posee el poder de ejecutar las leyes.
Por último, en los artículos 4 y 12 se defiende la propiedad privada en consecuencia de la alta representación burguesa en las Cortes y se expone que la religión católica y apostólica de la nación española será la única válida, respectivamente.
Contexto Histórico: Guerra de Independencia y Reinado de Carlos IV
Esta Constitución fue redactada durante la Guerra de Independencia (1808-1814).
A la muerte de Carlos II en 1789 le sucede su hijo Carlos IV, que había establecido matrimonio con María Luisa de Parma, quien gobernó por medio de sus favoritos. Al principio de su reinado continuó al frente del gobierno Aranda y Floridablanca, que montaron estrecha vigilancia en la frontera para evitar la propaganda de la Revolución Francesa (1789).
Pronto acudió al poder Manuel Godoy y firmó con Francia el Tratado de San Ildefonso para tener a Francia como aliada. Esto nos enfrentó con Inglaterra, y nuestra flota fue vencida en el Cabo de San Vicente. Tuvimos que invadir Portugal (aliada de Inglaterra por negarse al bloqueo continental por orden de Napoleón), además de la Guerra de las Naranjas y la derrota naval de Trafalgar. A partir de este momento quedó prácticamente interrumpido el contacto con América, que empezó a tener conciencia de independencia.
El Tratado de Fontainebleau y el Motín de Aranjuez
En 1807, Godoy se unió al bloqueo continental decretado por Napoleón contra Inglaterra. Para ello firmó el Tratado de Fontainebleau en el que se acordaba el reparto de Portugal. Godoy recibiría la parte sur con el título de rey. A cambio, España dejaría paso libre a las tropas francesas, que de este modo se fueron distribuyendo por la península. En consecuencia, se produjo el Motín de Aranjuez en el que Godoy tuvo que huir y Carlos IV abdica en su hijo Fernando VII, favorito del pueblo, pero Napoleón consiguió que la familia real fuera a Bayona, donde se produjeron las Abdicaciones de Bayona.
Fernando devuelve la corona a su padre y se vuelve a la situación anterior, pero Carlos IV cede la corona a Napoleón, que renuncia en su hermano José I, mientras que el pueblo de Madrid, alarmado ante la marcha de la familia real hacia Francia, se subleva contra los franceses el 2 de mayo de 1808. Comenzaba así la Guerra de la Independencia.
Desarrollo de la Guerra de Independencia
La guerra se desarrolló en tres fases. La primera, los franceses se ocuparon de sofocar los alzamientos de las ciudades más importantes como Zaragoza. El hecho más destacado fue la batalla de Bailén, donde fue derrotado el general Dupont. Debido a esta derrota, el emperador francés organizó la Grande Armée, un poderoso ejército dirigido por él mismo. Este ejército conquistó ciudades como Burgos, Zaragoza e incluso Madrid. Solo quedó libre Lisboa y Cádiz, donde se elaboró dicha Constitución. Estos fueron los acontecimientos más importantes de la segunda fase. También se inician guerrillas. La tercera fase comienza con la retirada de las tropas francesas por Napoleón, entonces los ejércitos anglo-españoles aprovecharon esta situación para intensificar la ofensiva que culminó en la batalla de los Arapiles. Las tropas francesas se retiraron y la Guerra de la Independencia había terminado. Tras estas derrotas, José I abandonó España definitivamente.
Participación Extremeña en las Cortes de Cádiz
La participación extremeña fue bastante destacada en las Cortes de Cádiz. Doce diputados representaron a Extremadura (sobre todo el clero y la nobleza). De entre ellos destaca Diego Muñoz Torrero, que defendía la libertad de imprenta y la supresión de la Inquisición y del régimen señorial. Además, participó activamente en las juntas de defensa durante la guerra y en 1810 fue nombrado diputado por la provincia de Badajoz. Sus ideas liberales le valieron el odio del rey Fernando VII, por lo que tuvo que exiliarse a Portugal donde fue encarcelado y torturado hasta su muerte.