Los disléxicos, por la naturaleza misma de su condición, pueden presentar disgrafías.
Las disritmias del habla se relacionan con trastornos de la fluidez y el ritmo del habla, como la tartamudez. Pueden estar relacionadas con factores emocionales, neurológicos o del desarrollo.
La disartria es una anomalía en la producción del habla debido a una alteración en el control muscular de los mecanismos del habla, usualmente por daño neurológico. Se manifiesta con dificultades en la articulación, fonación, resonancia, prosodia o respiración.
Todo lector deficiente no necesariamente tiene dislexia. La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de la lectura de origen neurobiológico. Otros factores como la motivación, intereses, destrezas verbales, experiencias y aprendizajes previos, y el estado emocional pueden influir en el rendimiento lector.
Desarrollo Emocional y Apego
La ruptura de la fusión del niño con la madre comienza hacia los cinco o seis meses, cuando el niño inicia el proceso de adquirir conciencia de su propia existencia, proceso que se denomina separación-individuación.
Una parte primordial del plan básico de apego de la especie humana es que los infantes desarrollen vínculos afectivos con una figura materna, que no necesariamente debe ser la madre biológica.
El hospitalismo se refiere a los efectos negativos de la privación de afecto y estimulación en niños institucionalizados, especialmente en los primeros años de vida.
El apego es una conexión emocional con otro (normalmente, la madre) y la necesidad de dicha conexión es vista como una parte fundamental de la experiencia humana.
Ansiedad y Personalidad
Mientras que la ansiedad como estado es situacional y momentánea, la ansiedad como rasgo tiene que ver con los rasgos estables de personalidad.
Las investigaciones sobre la ansiedad revelan que, cuando es intensa, puede tener efectos negativos sobre el funcionamiento tanto intelectual como de la personalidad.
El concepto de personalidad es diferente al sentido vulgar del término. La personalidad se refiere a un conjunto de características psicológicas que influyen en los patrones de comportamiento, pensamiento y emociones de una persona.
Cada personalidad individual reúne determinados rasgos que marcan similitudes con las demás personas. Sin embargo, no en todos se da una configuración idéntica de estructuras cognitivas, afectivas y de interacción expresadas en comportamientos.
En la aproximación del estudio de la personalidad se hace énfasis en los rasgos comunes a muchas personas a fin de generalizar acerca de cómo tal o cual rasgo afecta la conducta de la gente en general.
En todos los individuos se da una configuración única de estructuras cognitivas, afectivas y de interacción que se manifiestan en maneras inconfundibles de comportamiento.
Necesidades Educativas y Estrés
Las necesidades educativas especiales se ponen de manifiesto en los obstáculos transitorios o permanentes que tienen algunos niños y jóvenes para lograr los aprendizajes y el desarrollo personal y social esperables, por lo que requieren ayudas, recursos y medidas pedagógicas especiales.
Las reacciones ante el estrés son a nivel psicológico, orgánico y conductual. El estrés a nivel orgánico se caracteriza por síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos, tensión muscular, entre otros. A nivel psicológico se puede presentar con ansiedad, irritabilidad, dificultad para concentrarse, etc. A nivel conductual, puede manifestarse con cambios en el apetito, el sueño, aislamiento social, etc.
Una respuesta normal a un estímulo estresante no es, por ejemplo, sentir una preocupación excesiva por las emociones intensas, experimentar pánico o agotamiento. Estas son señales de que el estrés está afectando negativamente a la persona.
La anormalidad como desviación del promedio no se basa en el ajuste a las normas sociales como principio de normalidad. Se basa en la frecuencia estadística de un comportamiento o característica en una población.
La vulnerabilidad o tendencia a reaccionar frente a estímulos o situaciones de manera desadaptada no es la misma en todas las personas, sí depende del temperamento, de la personalidad o de su capacidad de afrontamiento.
Entre el repertorio de factores de protección cuentan los personales: capacidad de resolución de problemas, habilidades sociales, locus de control interno; familiares: cohesión familiar, apoyo emocional, comunicación efectiva; comunitarios: redes de apoyo social, acceso a recursos, participación en actividades comunitarias.
El afrontamiento del estrés es un problema que nos acompaña desde la niñez, pues es en esta etapa que el niño responde a la ansiedad de la madre de maneras diversas. Sí es posible su presencia en etapas anteriores.
Las necesidades educativas comunes, compartidas con todos los alumnos, se relacionan con las experiencias y aprendizajes esenciales para el desarrollo personal y socialización.
Resiliencia
La resiliencia se define como la capacidad de superar la adversidad y salir fortalecido de ella. Y una de sus características protectoras son: tolerancia a la frustración y la paciencia para enfrentar los problemas.
Entre las cualidades protectoras o rasgos característicos de los “sobrevivientes exitosos” de ambientes adversos se nota: el insight, la independencia, la interacción, la iniciativa, la creatividad, el humor y la moralidad.
Etapas del Desarrollo
Los principales hechos o “acontecimientos” que ocurren en los cinco primeros periodos de vida del hombre son: en la etapa prenatal, el desarrollo físico acelerado; en la infancia, el desarrollo de habilidades motoras y sensoriales; en la niñez temprana, el desarrollo del lenguaje y el pensamiento simbólico; en la niñez intermedia, el desarrollo cognitivo y social; y en la adolescencia, la maduración sexual y la búsqueda de la identidad. En la etapa prenatal no vemos al recién nacido ser independiente y competente, y su crecimiento físico es muy rápido.
Desarrollo Psicológico y Personalidad
El desarrollo psicológico de una persona está íntimamente ligado a la construcción y el desarrollo de la personalidad.
