Conceptos Clave de la Ética Clásica: Felicidad, Virtud, Alma y Razón

La Búsqueda de la Felicidad y la Obra Propia del Hombre

Texto 1: La felicidad es el mayor de los bienes, el bien supremo. Habrá quien desee conocer mejor su naturaleza, saber cuál es la obra propia del hombre. Así como para un general y para todos los que producen alguna obra y funcionan de una manera cualquiera, el bien y la perfección están en la obra especial que realizan, el hombre debe encontrar el bien en su obra propia. Si el hombre tiene una obra especial y actos propios que ejecutar, en general, toda parte del cuerpo llena evidentemente una función especial. ¿Debemos creer que el hombre, independientemente de todas estas diversas funciones, tiene una que le sea propia? Vivir es una función común al hombre. Enseguida viene la vida de la sensibilidad, pero esta, a su vez, se muestra igualmente en otros seres, en general, en todo animal, lo mismo que el hombre. Queda la vida dotada de razón.

Texto 2: La parte que obedece a la razón, parte que posee directamente la razón, sirve de ella para pensar. La facultad de la razón se entiende en doble sentido. Lo propio del hombre será el acto del alma conforme a la razón. Cuando decimos que tal función es la de tal ser, se entiende que es también la función del mismo ser completamente desarrollado. Se añade siempre a la idea de la obra la idea de la perfección suprema que esta obra puede alcanzar. La obra del propio hombre, en general, es una vida de cierto género, y esta vida particular es la actividad del alma y una continuidad de acciones a que acompaña la razón. El bien, la perfección para cada cosa, varía según la virtud especial de esta cosa. El bien propio del hombre es la actividad del alma dirigida por la virtud, y si hay muchas virtudes, dirigida por la más alta y más perfecta de todas.

Definiciones Esenciales en la Ética

Alma

Principio de vida de los seres vivos. Aquello de que resulta la condición de viviente. Es el objeto de la psicología, llamada originariamente De Anima. Modernamente, se ha restringido el concepto de alma –y el objeto de la psicología– al alma sensitiva o dotada de algún modo de conciencia, excluyendo del mismo el alma o vida vegetal. En un sentido más restringido y vulgar, se dice solo del alma racional humana, dotada de sustancialidad e inmortalidad.

Causa

Todo aquello que de cualquier modo contribuye a la producción de alguna cosa. Es de Aristóteles la división clásica de la causa en: material, formal, eficiente y final. Las primeras dos designan la materia y la forma, y por esto son llamadas causas intrínsecas, mientras que la causa eficiente indica el agente y la causa final el fin por lo que una cosa es producida o una acción es realizada. No entrando en los elementos constitutivos de lo que es producido, las causas…

Bien

Según la clásica definición de Aristóteles, el bien es todo lo que es objeto de apetencia o deseo. El bien interesa tanto a la metafísica como a la ética. De la primera se ha visto que es una de las cualidades trascendentales del ser. De la segunda es considerado como el fin al cual el hombre dirige constantemente sus propias acciones.

Felicidad

Es la condición de completa satisfacción de todas las aspiraciones personales, sobre todo de aquellas que favorecen mayormente la plena realización del propio proyecto de humanidad. Según los diversos proyectos de humanidad propuestos por los filósofos, alguna vez la felicidad se ha propuesto como fuerza, como contemplación, como placer, como la unión beatífica con Dios.

Virtud

Con este término generalmente se entiende un hábito, es decir, una disposición firme y constante para actuar bien: es una inclinación al bien que se ha consolidado, tanto que lo virtuoso es, por tanto, un actuar bien con espontaneidad, con vehemencia. La virtud es el objeto primario de la ética.

Razón

Comúnmente hoy se entiende la facultad cognoscitiva propia del hombre y de la cual solo él está dotado. Sustancialmente, este es el sentido que tiene el término también en la filosofía escolástica y moderna hasta Kant. Es una facultad discursiva, que alcanza la verdad no inmediatamente, por intuición, sino mediante cualquier forma de razonamiento. Conocimiento de lo eterno y de lo absoluto, que sin embargo nos da resultados extremadamente desilusionantes, en cuanto la razón en este campo puede tan solo advertir y tomar una postura ante los problemas sin estar en grado de resolverlos.

La Ética en Platón

Al igual que ocurre con los otros aspectos de su filosofía, la ética no es objeto de un tratado específico en el que se aborde el tema sistemáticamente. El hecho de que muchos de los diálogos platónicos comiencen con alguna interrogación acerca de la virtud en general, o de determinadas virtudes en particular, muestra claramente que el interés por el análisis del comportamiento humano no es algo accidental en Platón. El objetivo de la vida del hombre no puede reducirse a la satisfacción de sus necesidades materiales; más allá de estas, el hombre debe ser objeto de un desarrollo completo de su personalidad, de acuerdo con las partes más elevadas de su alma, la irascible y la racional, con el fin de alcanzar una felicidad identificada con la armonía de su vida.