Concepciones del Ser Humano: Dualismo Platónico, Hilemorfismo Aristotélico y Perspectiva Cristiana Medieval

La Realidad Humana en la Filosofía Antigua y Medieval

La Realidad Humana en la Filosofía Antigua

Respecto a la pregunta “¿qué somos?”, aparecen tres modelos básicos: el dualismo antropológico, el hilemorfismo antropológico y el materialismo. A la pregunta por la condición humana, es característica de toda la filosofía antigua la respuesta de que el ser humano es un ser racional.

El Modelo Platónico del Ser Humano

Respecto a la primera pregunta, presenta un modelo dualista: el ser humano es el resultado de la unión temporal y accidental de un alma inmaterial e inmortal y de un cuerpo material y mortal. Cada elemento de manera completa:

  • El alma, inmortal e inmaterial, pertenece al Mundo Inteligible. El alma es lo que nos hace ser lo que somos. La naturaleza del individuo depende de la naturaleza de su alma. El alma, aunque se concibe como una unidad, en realidad está compuesta de tres partes bien diferenciadas que deben armonizarse: alma racional, alma irascible y alma apetitiva. Su unión es debida a que el alma no puede controlar su parte apetitiva y, atraída por el mundo sensible, se une al cuerpo. Cuando se separe del cuerpo, dependiendo de la sabiduría y la virtud, transmigrará de manera sucesiva a otros cuerpos.

Teoría del alma tripartita: aparece la naturaleza compleja y conflictiva del alma, la causa de su unión con el cuerpo y su transmigración, se muestra en el llamado mito del carro alado: al alma humana nos la debemos representar como el conjunto de un carro dirigido por un auriga y tirado por dos caballos, uno hermoso y dócil, y otro feo y rebelde. Cada elemento es una parte del alma:

  • El auriga representa al alma racional, fuente de conocimiento y la parte que debe conducir la vida humana.
  • El caballo hermoso y dócil representa al alma irascible.
  • El caballo feo y rebelde representa al alma apetitiva, fuente de pasiones, sentimientos y deseos innobles.
  • El cuerpo, material y mortal, pertenece al Mundo Sensible y es considerado una cárcel para el alma.

El planteamiento platónico a la segunda pregunta es resultado del dualismo antropológico: Platón considera que el ser humano es un ser racional y, por ello, un ser que aspira a estar en contacto con el Mundo Inteligible. Pero esta racionalidad es resultado de una doble “conquista”, de un esfuerzo enorme, por dos razones:

  1. Por nuestra naturaleza dual: para desarrollar la racionalidad y alcanzar el Mundo Inteligible, el alma debe dominar al cuerpo.
  2. Por cómo concibe Platón el alma humana, de naturaleza tripartita y conflictiva, de modo que la razón debe imponerse sobre la voluntad y los deseos para llegar al Mundo Inteligible. Hay que educar al ser humano podando las pasiones del alma apetitiva, que impiden alcanzar el conocimiento y la virtud, pues sólo los sabios deben gobernar.

El Modelo Aristotélico del Ser Humano

No responde con un planteamiento dualista, sino con un planteamiento hilemórfico: el ser humano es una única sustancia dotada de una dimensión material y de otra formal. El ser humano es una unidad psicofísica. El alma del ser humano no es inmortal, no transmigra a otros cuerpos, y cumple tres funciones:

  • Función vegetativa: crecimiento, nutrición y reproducción.
  • Función sensitiva: apetitos, movimiento y percepción.
  • Función racional: la función de pensar y de querer voluntariamente. Se sirve de dos facultades: el entendimiento y la voluntad.

En la respuesta sobre la condición humana, influyen tanto su hilemorfismo antropológico como su modelo finalista de la Naturaleza: define al ser humano como animal racional y político que tiende por naturaleza a conocer la verdad y lo que es bueno para él, a forjarse un buen carácter y vivir de forma justa. Todo ello para alcanzar su propia perfección o felicidad.

La Realidad Humana en la Filosofía Medieval

Se construye desde las bases del Cristianismo y de la Filosofía griega. Aparecen algunos elementos en común, pero, debido al Teísmo y Creacionismo presentes en la religión cristiana, aparecen elementos novedosos. Respecto a la visión de la realidad humana:

  • El ser humano es un ser creado por Dios a imagen divina, dotado de cuerpo y de un alma inmortal que posee entendimiento y voluntad con libre albedrío, lo que le convierte en una criatura única y privilegiada, pues es hijo de Dios. Consecuencia: el ser humano es persona y no cosa, es una “sustancia individual de naturaleza racional” que tiene dignidad; de ello se deduce la igualdad esencial de todos los seres humanos y el deber de la fraternidad.
  • El ser humano es una sola sustancia creada por Dios, y no dos realidades antagónicas, aunque el alma sea inmortal. El cuerpo no es una cárcel para el alma, no es algo malo, sino algo bueno, querido por Dios.
  • El ser humano es un ser libre. Frente al resto del mundo material, las facultades de la inteligencia y la voluntad hacen posible la libertad. Como consecuencia de la libertad, existe el mal, no es concebido como obra del destino sino resultado de la elección humana. El ser humano tiene la posibilidad de elegir el bien o de cometer pecado, lo que hace al hombre merecedor de premio o castigo.