Concepción Psicologista: Sigmund Freud
Nos referimos a Sigmund Freud y su teoría psicoanalítica.
El Ser Humano según Freud
Para Freud, el psiquismo humano está formado por tres instancias o estructuras:
- a) El Ello: Engloba las pulsiones primarias de la naturaleza humana no controladas por la conciencia. Entre estas pulsiones, las más importantes son las sexuales y de autoconservación (Eros), y las agresivas o de destrucción (Thanatos). También forman parte de él los rasgos hereditarios y los deseos reprimidos. Estas pulsiones demandan incondicionalmente su satisfacción. Esta instancia, regida por el principio del placer, es irracional (al ser instintiva) y amoral; exige su satisfacción sin atender a prohibiciones morales o sociales.
- b) El Super-Yo: Conjunto de normas, prohibiciones y amenazas morales que el ser humano adquiere desde que nace. El Super-Yo se opone a los impulsos primitivos del Ello cuando estos entran en conflicto con la moralidad. Según Freud, es una estructura inconsciente.
- c) El Yo: Instancia que media entre el Ello y la realidad exterior. Trata de ajustar las pulsiones del Ello, dominadas por el principio del placer, a las exigencias del Super-Yo, dominado por el deber moral. Satisface los impulsos y pulsiones del Ello sin que dicha satisfacción provoque conflictos con las creencias del individuo. Se rige por el principio de la realidad.
Para Freud, el ser humano no es principalmente un ser racional, sino un ser de pulsiones y deseos en su estructura y en su desarrollo.
El Sentido de la Libertad Humana
El ser humano, en el pensamiento de Freud, es un ser determinado psíquicamente, al estar dirigido por pulsiones de carácter inconsciente y al poseer también la misma condición el Super-Yo. El ser humano freudiano es prácticamente un autómata instintivo al servicio de pulsiones más o menos latentes. El Yo permanece bajo la influencia de un conjunto de fuerzas innatas, y el Super-Yo no es otra cosa que el conjunto de presiones que provienen del medio sociofamiliar.
La Sociabilidad Humana
Para Freud, la socialización es un proceso represor. Es la socialización la que provoca la aparición del Super-Yo, que surge cuando el niño comienza a aceptar las pautas sociales que le van a permitir vivir en comunidad. El Super-Yo se opone a los impulsos primitivos del Ello. El ser humano solo puede ser tal viviendo en sociedad; es inimaginable al margen de la misma.
El Ser Humano en la Filosofía del Siglo XX
Se basa la visión del ser humano fundamentalmente en los conocimientos científicos de la biología, la paleontología y la neurofisiología, lo que lleva a considerarlo básicamente como un ser neuronal. Hay una negación de que el ser humano posea una naturaleza que tenga que orientar hacia un ideal o un modelo de vida a seguir. Para la mayoría de estas filosofías, no existe una forma de vivir propia del ser humano que sea exigida por su naturaleza.
El Ser Humano o el Animal Humano
El ser humano comparte con otras especies animales una estructura biológica semejante, un genoma muy parecido y unos antepasados comunes. Sin embargo, posee una serie de particularidades (capacidad de crear herramientas, lenguaje, autoconciencia, libertad, capacidad de creación) que hacen de él un animal específico y diferente a los demás. La originalidad biológica del Homo sapiens se centra en el cerebro, lo que permite poner en cuestión la tesis dualista. Su posición es monista, aunque haya muchos matices dentro del monismo. Las teorías de la naturaleza, desde Platón hasta Freud, carecen de poder predictivo y son imposibles de confirmar empíricamente.
La Libertad Humana
La libertad humana es un rasgo específico del ser humano. En esta carencia de respuesta innata a los estímulos que presenta el medio en el que vive se encuentra la base de la libertad. El mejor entorno sociopolítico es aquel en el que los individuos son libres para vivir cualquier vida que deseen, para ir haciéndose a sí mismos a lo largo de su trayectoria vital, sin preguntarse qué debían llegar a ser. En esta posición coinciden con los pensadores existencialistas e historicistas, como Ortega y Gasset, cuando hablan de que el ser humano no posee naturaleza, sino historia.
La Sociabilidad Humana
Para muchos de estos pensadores, la sociabilidad es un rasgo que, entre otros, ha contribuido al proceso evolutivo que ha dado lugar a la aparición del ser humano. Pensamiento, afectividad y lenguaje simbólico son componentes evolutivos favorables. Cualquier plan de vida personal que los individuos se tracen se ha de concebir siempre incluyendo el respeto.