Comunicación Humana: Palabras, Sonidos y Formación de Términos

La Palabra como Unidad Lingüística

Definición y Propiedades

Definimos palabra como una unidad lingüística delimitada por espacios en blanco. Sin embargo, este criterio ortográfico no es suficiente dada su arbitrariedad. Otras dificultades que plantea la definición de palabra son:

  • El hecho de que el discurso oral es un conjunto de sonidos encadenados sin “espacios en blanco” entre ellos.
  • La existencia de expresiones compuestas como pez espada o tren bala… ¿son una palabra o dos? El significado de pez espada no es una mera suma de sus componentes. Además, no es posible la inserción de un elemento intermedio: *un pez muy espada. Se trata de palabras compuestas.
  • Las locuciones o los grupos de palabras que se consideran una sola unidad léxica: caballo de batalla. Las fronteras entre estas son también difusas.
  • La capacidad de flexión de algunos tipos de palabras (pueden cambiar de forma: podría, puedo, hube podido…) añade confusión a la definición de palabra.

Por todas estas dificultades, actualmente se prefiere considerar que la palabra es una unidad lingüística que posee, en mayor o menor medida, según el caso, las siguientes propiedades:

  • Orden fijo de los componentes que la integran.
  • Pausa potencial: posibilidad de hacer una pausa antes y/o después de la unidad lingüística.
  • Movilidad: posibilidad de cambiar de posición en la secuencia lingüística.
  • Separabilidad: posibilidad de inserción de otras unidades.
  • Autonomía conceptual: cada palabra se asocia a un significado con cierta estabilidad.

Significante y Significado

La comunicación humana se fundamenta en el uso de signos. Las palabras (entendidas como signos lingüísticos) tienen dos componentes:

  • Significante: conjunto de sonidos articulados oralmente o sucesión de grafías escritas que los representan.
  • Significado: concepto asociado mentalmente al significante.

La relación entre estos es arbitraria (decidida convencionalmente en cada cultura). De ahí que categoricemos las palabras como símbolos, según la clasificación de Peirce.

Es tradicional considerar que el signo lingüístico presenta una dualidad o doble articulación en virtud de la cual los signos lingüísticos integran dos niveles:

  • Primera articulación o monemas: las palabras se descomponen en unidades menores dotadas de significado.
  • Segunda articulación o fonemas: las palabras se pueden fragmentar en unidades menores e indivisibles que carecen de significado, pero tienen valor distintivo o contrastivo (pueden diferenciar significados).

Así podemos establecer que las palabras son unidades lingüísticas susceptibles de ser descompuestas en unidades más pequeñas, con o sin significado.

Esta doble articulación tiene gran importancia en la productividad lingüística. Podemos expresar un número ilimitado de mensajes mediante un número limitado y reducido de unidades: 24 fonemas del castellano, combinados de acuerdo con las reglas fonológicas propias de esta lengua.

El Aparato Fonador y la Producción de Sonidos

Componentes del Aparato Fonador

  • Aparato respiratorio: los pulmones (comprimidos por el diafragma) crean la corriente de aire que discurre por los bronquios hacia la tráquea.
  • Sistema laríngeo: en la laringe (órgano cartilaginoso al final de la tráquea) se encuentran las cuerdas vocales (pequeños músculos encargados de producir la vibración sonora). Entre ellos se encuentra la glotis (espacio triangular).
  • Sistema supralaríngeo: se inicia en la faringe que da entrada a dos cavidades diferentes (oral y nasal). La campanilla (apéndice al final del velo del paladar) puede unirse a la pared faríngea cerrando el paso del aire hacia la cavidad nasal, con lo que el aire espirado sale por la boca (sonidos orales) o deja libre el paso al aire, que sale por la cavidad rinofaríngea (sonidos nasales). En la cavidad oral se encuentran los órganos articulatorios (serie de estructuras orgánicas que modifican, amplifican y articulan la corriente del aire) que se clasifican en:
    • Activos: se mueven durante la emisión del sonido. Son la lengua, labios y velo del paladar.
    • Pasivos: no se mueven. Son los dientes, alvéolos y paladar duro.

Rasgos Distintivos de los Sonidos

Son las características que los diferencian unos de otros. Estos configuran un sistema de oposiciones.

Los rasgos distintivos que debemos tener en cuenta para clasificar y caracterizar sonidos son:

  • Sonoridad/no sonoridad: si las cuerdas vocales vibran, el sonido es sonoro; en caso contrario, es sordo.
  • Punto de articulación: es el lugar en el que un órgano articulatorio entra en contacto con otro órgano activo o pasivo, o se aproxima a él.
  • Modo de articulación: es la posición que adoptan los órganos articulatorios en el momento de articular el sonido, modificando o interrumpiendo la salida del aire.

Clasificación de los Fonemas

Un sistema se define como un conjunto de elementos relacionados entre sí por oposición (cada uno de ellos posee unos rasgos propios que lo caracterizan y lo diferencian de los demás).

  • Fonemas vocálicos: las cinco vocales del español son articulaciones sonoras.
  • Fonemas consonánticos: se clasifican según los siguientes rasgos: punto de articulación, modo de articulación y sonoridad.

Punto de Articulación

  • Bilabiales: el labio superior y el inferior entran en contacto (/b/, /m/, /p/).
  • Labiodentales: el labio inferior se aproxima a los incisivos superiores (/f/).
  • Interdentales: la punta de la lengua se coloca entre los incisivos superiores e inferiores (/θ/).
  • Dentales: la punta de la lengua se apoya en la cara interior de los incisivos superiores (/d/, /t/).
  • Alveolares: el ápice de la lengua toca los alvéolos (/l/, /n/, /r/, /ɾ/, /s/).
  • Palatales: la parte central de la lengua toca el paladar duro (/ʧ/, /ʎ/, /ɲ/, /ʝ/).
  • Velares: la parte posterior de la lengua entra en contacto con el velo del paladar (/k/, /g/, /x/).

Modo de Articulación

  • Oclusivas: se produce un cierre de la cavidad bucal por efecto de la unión de dos órganos articulatorios, de forma que el aire retenido sale después con fuerza al despegarse los órganos en contacto (/b/, /d/, /g/, /k/, /p/, /t/).
  • Fricativos: los órganos articulatorios se aproximan sin llegar a tocarse; el aire al salir, roza las paredes de la pequeña abertura produciendo una especie de fricción (/θ/, /f/, /s/, /x/, /ʝ/).
  • Africadas: primero se produce un cierre y después un roce (/ʧ/).
  • Laterales: la lengua entra en contacto con la zona central y el aire sale por los dos lados (/l/, /ʎ/).
  • Vibrantes: la punta de la lengua realiza breves cierres contra los alvéolos mientras la lengua vibra (/r/, /ɾ/).

Sonoridad

Es el rasgo distintivo que determina la existencia de consonantes sordas y sonoras.

  • Sordas: no se produce vibración de las cuerdas vocales durante la salida del aire por la cavidad laríngea (como /k/ y /t/).
  • Sonoras: las cuerdas vocales vibran al paso de la corriente de aire espirado (como /d/ y /g/).

Clasificación de los Monemas

Según el significado que aporta la palabra, los monemas se clasifican en:

  • Lexemas, raíces o morfemas léxicos: son los que aportan el significado léxico a la palabra.
  • Morfemas gramaticales: son morfemas dotados de un significado de tipo gramatical.

Según la naturaleza del morfema:

  • Libres o independientes: no poseen significado léxico; acompañan a los lexemas sin unirse a ellos. Son los artículos, preposiciones, conjunciones y algunos pronombres.
  • Trabados o dependientes: necesitan unirse al lexema, ya que aisladamente carecen de significado. Se clasifican en:
    • Flexivos: son aquellos que aportan información gramatical (género, número, persona…). Estos producen variantes o formas de la misma palabra (no modifican el significado léxico de la palabra a la que se aplican).
    • Derivativos: se unen a los lexemas y modifican su significado léxico. Se utilizan para crear nuevas palabras (derivadas). Se clasifican en: prefijos, sufijos e interfijos.

Formación de Palabras

Palabras Primitivas y Derivadas

  • Las palabras primitivas no contienen ningún afijo.
  • Las palabras derivadas resultan del proceso morfológico que llamamos derivación, en el que un lexema se une con uno o más afijos.

La derivación se compone de dos procesos:

  • Prefijación: unión de un prefijo y un lexema.
  • Sufijación: unión de un sufijo y un lexema.

Con la derivación se genera una nueva palabra, que puede producir:

  • Un cambio de categoría gramatical: de la primitiva niño (sustantivo) obtenemos la derivada aniñado (adjetivo).
  • Un cambio en el significado de la palabra derivada. Los afijos pueden aplicarse a sustantivos, adjetivos y adverbios.
  • Prefijos: negación (a, des, in), anterioridad (ante, pre) y aspecto (ex, sobre, re). Por su carácter preposicional, algunos gramáticos consideran a los prefijos como elementos compositivos.
  • Sufijos diminutivos (ito/a, illo/a, ico/a) que indican tamaño menor. También pueden presentar valores apreciativos distintos: despectivo (politiquillo), eufemístico (culito), atenuativo (pesadito), afectivo (solito).
  • Sufijos aumentativos (azo/a, ón/a, ote/a) que indican tamaño mayor. También presentan valores despectivos (solterón), ponderativos (cuerpazo).

Palabras Simples y Compuestas

Las palabras compuestas son las que resultan del proceso morfológico llamado composición, que consiste en unir dos o más lexemas. Hay dos tipos:

  • Propios: son aquellos en que los lexemas que los forman se integran en una única palabra.
  • Sintagmáticos: los lexemas mantienen su independencia gráfica (se escriben separados o con guion intermedio). Hay grupos de palabras lexicalizados: se fusionan formando una sola pieza léxica de valor nominal que tiene siempre la misma forma y se integran en el léxico de la lengua con un significado concreto. Algunos autores los clasifican como compuestos sintácticos. La Real Academia los llama locuciones nominales; por su carácter lexicalizado aparecen definidas en el diccionario.

Palabras Parasintéticas

Las parasíntesis se pueden abordar desde dos teorías:

  • Tradicionalmente, se consideran parasintéticas aquellas palabras que se forman combinando simultáneamente procedimientos de composición y derivación.

(Centrocampista: centro-camp-ista Quinceañero: quince-añ-ero)

  • Estas se pueden considerar como un tipo de derivación en el que intervienen al mismo tiempo un prefijo y un sufijo para formar verbos derivados. El lexema no forma una palabra independiente ni con el prefijo, ni el sufijo.

Siglas y Acrónimos

Otro mecanismo para formar nuevas palabras consiste en crear un término abreviando una expresión más larga. Las siglas se forman con las iniciales de una expresión o un sintagma o el grupo formado por dichas iniciales. Estas se escriben en mayúsculas y sin tilde. La mayoría de las siglas se refieren a organizaciones. Hay siglas que no podemos leer como palabra, sino deletreándolas: FBI. Hay otras que se leen directamente como se escriben: ovni (acrónimo). Los acrónimos son siglas que suelen lexicalizarse e incorporarse al léxico de la lengua. Algunos se lexicalizan como nombres propios, con la primera inicial en mayúscula. Hay muchas siglas y acrónimos procedentes de otras lenguas: láser o radar.

Neologismos, Préstamos y Extranjerismos

Neologismos

Palabra, construcción o un significado de reciente creación o uso para referirse a algún objeto o fenómeno de nueva aparición en el campo de las ciencias y las tecnologías.

  • Neologismos formados de otras lenguas (hashtag).
  • Neologismos formados por el seno de la propia lengua (telenovela).
  • Neologismos que consisten en ampliar o modificar el significado (ratón).

Préstamos y Extranjerismos

Se pueden incorporar al español de las siguientes formas:

  • Xenismos: la palabra se incorpora y como se escribe en la lengua de origen, sin ninguna adaptación (sushi, casting, boutique, hardware, pizza).
  • Adaptaciones: la palabra extranjera se adapta a las normas ortográficas del español (penalti, fútbol, suite, gol, espaguetis, tempura).
  • Calcos semánticos: se incorpora al español la traducción de la palabra o expresión (ratón, en base a, hacer el amor).