Comparativa de modelos educativos: progresistas vs. proescuelas (Parsons)

Comparativa entre Escuelas Progresistas y Proescuelas (Parsons)

Parsons plantea dos tipos de escuelas: progresistas y proescuelas. Estas no son elegidas por los alumnos, sino atribuidas según su estatus social.

Escuelas Progresistas

Se basan en una enseñanza libre, con trabajos y áreas de interés a través de conocimientos integrados. Se enfatiza el trabajo colectivo, la cooperación y la evaluación continua. Se asume el acceso de sus alumnos a la universidad. Estas escuelas están atribuidas a estatus sociales altos, dando lugar a profesiones liberales con un alto nivel formativo.

Proescuelas

Se podrían enmarcar en las escuelas clásicas, con horarios segmentados por materias. La relación profesor-alumno adquiere tintes competitivos, y la evaluación se centra en los exámenes finales.

Comparativa con el Sistema Educativo Español

El sistema educativo español se encuentra en un punto medio entre ambos tipos de escuelas. Aún existen proescuelas, con horarios segmentados por materias y evaluación centrada en exámenes finales. Aunque a menudo se realiza evaluación continua, gran parte de la nota final depende de un único examen.

El modelo de escuelas progresistas se observa más en algunas escuelas elitistas, donde la calificación final es un mero trámite y el profesorado se centra en la unión y el trabajo colectivo. Sin embargo, no es el sistema más implantado en España.

El sistema de escuelas progresistas se ve, sobre todo, en los primeros cursos de Educación Infantil y Primaria. En estos, el alumnado goza de gran libertad para su aprendizaje y se trabaja más de manera grupal. El foco está en el aprendizaje, no en la nota final.

En la E.S.O. y Bachillerato, nos encontramos con el ejemplo de proescuelas. Los horarios están segmentados, con una hora por materia durante seis horas al día. Se produce una mecanización del aprendizaje, teniendo como objetivo máximo la calificación final.

Crítica a la Burocracia de Weber en el Sistema Educativo

Weber, considerado el sociólogo de la burguesía, critica la burocratización excesiva, que pone barreras entre el individuo y sus demandas, yendo en contra de las libertades fundamentales. Plantea una educación elitista, basada en la exigencia y la excelencia, que cree pensadores y no esté burocratizada: La Educación del Caballero Cultivado.

Esta corriente se basa en el desarrollo de las capacidades intelectuales, elitistas y excelentes, es decir, está planteada para los mejores. Frente a ello se encuentra la burocracia, que crea profesionales sin corazón, especialistas en lo suyo, pero ineptos en lo demás.

Weber critica el sistema universitario, que crea profesionales sin corazón que no avanzan en su conocimiento. Se produce una Americanización de la universidad, que hace referencia a la constante especialización en un tema determinado y el desconocimiento en otros ámbitos.

Weber apuesta por la corriente del caballero cultivado, una educación elitista, basada en la racionalidad, la exigencia y la excelencia, desburocratizada y pensada para los mejores.

Reproducción de la Desigualdad Social en la Escuela (Althusser)

La educación, como parte de la sociedad, reproduce sus desigualdades. Althusser habla de los Aparatos de Control del Estado:

Aparatos Coercitivos del Estado

Emplean la fuerza (ejército, dictaduras). No consiguen el efecto deseado, generando la revolución de la población oprimida.

Aparatos de Control Ideológico

Instituciones que, mediante la ideología, convencen al ciudadano de que el orden social es bueno. La Iglesia y la Escuela son ejemplos de estos aparatos.

La Iglesia envía mensajes de conformismo con el estatus establecido. En la escuela, los profesores apagan las posibles mentes liberales, creando seguidores del sistema.

La desigualdad social se observa en el control del pueblo, especialmente de las clases bajas, para que no se revolucionen contra las clases altas o el Estado.