Comparación Filosófica: San Agustín, Santo Tomás, Descartes y Hume

San Agustín

Razón y Fe

No hay una distinción clara entre razón y fe, pero estas no funcionan aisladamente. La insuficiencia de la filosofía halla su complemento en la plenitud de la verdad descubierta por la fe. Fe y razón colaboran en el proceso intelectual que finaliza en el amor (comprende para creer y cree para comprender), es decir, que la inteligencia primero te prepara para la fe y luego la fe te da inteligencia. La inteligencia iluminada con la fe desemboca en el amor. La filosofía sirve para acercarnos a la verdad plena, pero la aspiración de Agustín es llegar a la inteligencia de la fe; esta llega donde la razón no puede aspirar.

Interioridad

Lo más importante es conocer y amar a Dios y a los demás, desprender el alma del cariño a las cosas materiales y elevarla a Dios. El conocimiento de uno mismo es el comienzo de la sabiduría, recogerse en la propia interioridad para encontrar a Dios.

Dios

Su filosofía es una teología, siendo Dios el fin al que tiende la vida del hombre; para conseguir esto será necesaria la gracia divina. Elabora una serie de pruebas para probar la existencia de Dios en el manifiesto de su existencia. También encuentra a Dios en el interior del hombre con la demostración de su existencia a través de las ideas eternas o verdades eternas: el fundamento de estas verdades inmutables no puede estar en las cosas creadas, sino que ha de estar en un ser perfecto, inmutable y eterno, es decir, en Dios.

Dios es el ser en sí mismo y la realidad suprema, principio de todo. Es perfecto y se basa en sí mismo, es único. Las cosas son y son verdaderas por el ser, la verdad la obtienen de Dios. La creación es un acto libre y amoroso de Dios. Todas las esencias creadas, como de las que van evolucionando, las encontramos en la mente de Dios como modelos. Ejemplarismo junto con la teoría de las razones germinales (Dios depositó una serie de semillas que darán lugar a la aparición de nuevos seres). Los seres se componen de materia y de forma. Crea unos seres en acto y otros en potencia, es decir, todos los seres habrían sido creados al principio del mundo.

El mal es algo negativo y es la carencia del ser o no-ser. El mal no puede provenir de Dios, ya que Dios es bueno. Hay tres tipos de mal:

  • Mal metafísico: imperfección de las cosas creadas.
  • Mal moral: el pecado en la historia como consecuencia de nuestra libertad de elección.
  • Mal físico: dolor y muerte inherente a la condición humana y consecuencia del pecado original.

El Ser Humano

Está compuesto de cuerpo (materia) y alma (forma); lo más importante es el alma y el cuerpo es su mero instrumento. Se encarga la razón superior y tiene como objetivo la sabiduría (en esta se da la iluminación), también la memoria y la voluntad. El alma es inmortal pero no eterna, no se puede descomponer y es indestructible, ha sido creada por Dios.

El ser humano es bueno y está manchado por el pecado original, y solo podremos salvarnos con el bautismo y la gracia de Dios (intervención de Dios a favor del hombre por la cual podemos hacer el bien). El hombre puede aceptarla dirigiendo su voluntad hacia Dios, se le exige una fe cristiana. Solo alcanzamos nuestra plenitud con el amor de Dios. La libertad nos la da el amor y si somos capaces de amar y realizar la voluntad de Dios.

Conocimiento

El conocimiento es lo que aporta la verdadera felicidad. No podemos dudar de nuestra existencia, ya que es necesaria la certeza de la propia existencia por la experiencia interior. El conocimiento sensible del mundo depende de la sensación, que es cambiante, es el grado más bajo del conocimiento. La sensación es propia de los animales y de los hombres. Por encima de este está el conocimiento racional inferior, cuando la razón se dirige al conocimiento de una realidad temporal, cambiante (ciencia). Finalmente, encontramos el conocimiento racional superior, que es la fuente de la sabiduría, el conocimiento de las verdades e ideas universales, inmutables y eternas; el fin de esta es el conocimiento de Dios. Las ideas solo pueden ser conocidas mediante la iluminación que Dios concede al alma. El verdadero conocimiento depende de la iluminación.

Ética y Política

El fin último de la vida humana es la conquista de la felicidad y del bien común. La felicidad la encontramos en Dios, ya que nada nos satisface plenamente. Hay que tener en cuenta la necesidad de la gracia de Dios para alcanzar este objetivo. La salvación depende de Dios. El hombre, al tener libre albedrío, puede dirigir su voluntad para seguir o no a Dios. El pecado es justamente el alejamiento de Dios. Necesitamos el bautismo, los sacramentos y la gracia divina para no caer en el pecado.

En cuanto a la política, expone sus reflexiones en La Ciudad de Dios. La ciudad de Dios está compuesta por los que le siguen y aman, y simboliza a Jerusalén. Lo terrenal está formado por aquellos que no creen y prefieren amarse a sí mismos, representado por Babilonia. Dios triunfa sobre lo terrenal. Defiende que la Iglesia debe estar por encima de los poderes políticos y acepta que la sociedad es necesaria y natural, aunque no sea perfecta.

Santo Tomás

Filosofía y Teología

Los elementos de la fe que deben ser considerados imprescindibles son el creacionismo, la inmortalidad del alma, las verdades de la Biblia y los Evangelios. La relación de la dependencia de la razón con respecto a la fe cambia. Una verdad puede ser conocida desde la razón o desde la fe, y en casos que las conclusiones de la razón no coincidan con las de la fe (teología), se dirá que la razón se ha equivocado. Por tanto, fe y razón son diversos modos de encontrar la razón, pero están destinados a encontrarse. Hay algunas verdades que solo se pueden encontrar mediante la fe, la revelación, y otras que solo se pueden alcanzar mediante la razón, y hay verdades comunes, es decir, trabajan complementariamente.

Metafísica

Es la ciencia de las primeras causas y principios del ser. Necesita conciliar lo aristotélico con el cristianismo, que le lleva a la distinción entre esencia y existencia. Acepta las cuatro causas aristotélicas: material, formal, eficiente y final. La sustancia es identificada con la cosa concreta y particular (con materia y forma) y acepta los diferentes accidentes de Aristóteles sobre el ser. Es posible que existan sustancias sin materia ni forma: los ángeles y Dios. En cuanto al ser en acto y en potencia, el acto se refiere a la sustancia como tal, en un momento determinado, y la potencia se refiere al conjunto de posibilidades que tiene ese ser para llegar a ser algo distinto.

El mundo es eterno y está compuesto de multitud de sustancias; en estas habrá que distinguir entre esencia y existencia: lo que una cosa es, su esencia, puede ser comprendido exista o no e independientemente de su existencia. La esencia será, pues, una cierta forma de ser en potencia; para existir tendría que ser actualizada por otra existencia, ya que nada puede ser causa de su propia existencia. El mundo es realidad no necesaria, en cambio, Dios sí. Hay seres puros como los ángeles y Dios, luego es posible admitir que existen seres inmateriales.

Estructura de la realidad:

  • Dios: acto puro, ser necesario, identidad de esencia y existencia.
  • Los ángeles: separación entre esencia y existencia, ser inmaterial, pura forma.
  • Los animales, seres humanos, vegetales y elementos materiales son materia y forma, y tienen separación entre esencia y existencia.

Dios

Afirma que no es una verdad evidente y que quienes lo afirmen deberán probarlo de un modo racional en el que no intervengan elementos de la revelación y de la fe. Santo Tomás redacta cinco pruebas de la existencia de Dios: el movimiento, la causalidad (primera causa de todo), contingencia, grados de perfección y la finalidad. Su estrategia es: primero partimos de un hecho de experiencia, después se aplica el principio de causalidad, se ve el absurdo de una causa infinita, se admite una primera causa: Dios.

Respecto a la creación, dice que solo Dios es necesario y debe su existencia a su propia esencia; los demás reciben la existencia de Dios. La creación es un acto puro, libre y amoroso de Dios y originado a partir de nada. El mal en el mundo, Dios lo ha permitido para que haya libertad en el mundo.

Ser Humano

El alma es inmortal y Tomás acepta la teoría de la creación. Estamos formados de cuerpo y alma; el alma es la forma y el cuerpo es la sustancia de la cual estamos hechos, esto se llama unidad hilemórfica. La relación entre el alma y el cuerpo es una relación natural. El alma es inmortal y tiene facultades que no dependen del cuerpo. El alma tiene tres facultades: vegetativo (nutrición y crecimiento), sensitivas (sentidos externos, imaginación y memoria) y racional (el entendimiento y la voluntad).

El Conocimiento

El hombre al nacer no sabe nada, nace con una tabula rasa; todo nuestro conocimiento comienza con los sentidos a través de las sensaciones, después interviene el intelecto para entender y sacar el concepto universal. Sigue los siguientes pasos: los sentidos captan el mundo, los sentidos junto a la imaginación y memoria pueden formar una imagen sensible de la sustancia, sobre la imagen actúa el entendimiento para coger lo universal y, finalmente, se construye el concepto universal (esencia). El proceso de abstracción es el cual nos permite sacar lo universal de algo.

Existen sustancias no materiales, pero no es posible tener un conocimiento directo con ellas, al menos en esta vida (Dios y los ángeles).

Ética y Política

El fin del hombre es ser feliz, y Tomás identifica la verdad con la contemplación de Dios; por tanto, la felicidad no puede conseguirse en el mundo terrenal, luego será después de esta cuando nos dirijamos hacia la contemplación de la primera causa de todo: Dios. La felicidad que podemos alcanzar en la tierra es incompleta. El ser humano es un ser moral porque somos seres racionales y disponemos del libre albedrío para elegir. Debido al pecado, podemos elegir y obrar mal. El fin del obrar moralmente del hombre y las normas morales constituyen la ley moral natural. El procedimiento es obrar bien en vez de mal y sobre esto fundamentar lo demás.

Encontramos tres niveles en la ley natural: tendencia a existir (principio de conservación), tendencia a la procreación y tendencia a la verdad (lleva incluido la vida en sociedad). No basta solo con conocer el bien para llevarlo a cabo, necesitamos de las virtudes. Hay dos tipos de virtudes: las morales y las intelectuales, cuyo papel fundamental es la prudencia. Al afirmar la existencia de Dios, también está la virtud religiosa.

La sociedad es el estado natural del hombre, somos seres sociales y nacimos para vivir en comunidad, y la Iglesia tiene que tener un papel importante. Nos regimos por leyes, ley positiva, prolongación de la ley natural. El Estado ha de procurar el bien común y se tiene que diferenciar de la Iglesia. El sistema de gobierno elegido de Tomás es la monarquía.

Descartes

El Método

La filosofía de la Edad Media estaba estancada y había fracasado porque era muy teórica. Descartes toma la referencia del método deductivo, el de las matemáticas, que es el más preciso. Fue el método racional elegido para estudiar el mundo, la naturaleza, y además tiene la capacidad de descubrir nuevos conocimientos. Con el método cartesiano, el objetivo de Descartes era alcanzar una verdad firme y segura. En su nuevo método hay dos cosas fundamentales: la intuición y la deducción. La intuición es la captación de verdades simples totalmente evidentes. La deducción es un proceso mental por el cual se pasa desde lo más simple a lo más complejo por medio de nuestro conocimiento.

Este método constaba de cuatro reglas:

  1. Poner todo en duda (todo aquello de lo que no estemos totalmente seguros).
  2. Descomponer esas cosas que dudamos en lo más simple.
  3. Partimos de lo más simple a lo más complejo.
  4. Por último, revisar que no hemos omitido nada y estar seguros.

En cuanto a la aplicación de este método, Descartes presenta los sentidos como la principal fuente de nuestro conocimiento, aunque muchas veces nos engañen; por lo tanto, es necesario poner en suspenso todos los conocimientos que provienen de los sentidos. Descartes se ve obligado a dudar de todo, menos de la afirmación de que él es un ser que en ese momento está pensando, luego anuncia el “pienso, luego existo”, y esto ha de ser cierto y es lo único evidente o primera verdad. Se sirve de esta para ir deduciendo consecuencias a partir de esta verdad.

El Yo como Sustancia Pensante

Soy una cosa que piensa, y pienso en una “cosa” o sustancia la cual tiene unos atributos. Descartes caracteriza el yo pienso como una sustancia que piensa y es independiente de todo lo demás. En el pensamiento hay unos contenidos mentales o ideas; hay tres tipos:

  1. Las externas a mí, adventicias.
  2. Las producidas por mí, artificiales o ideas facticias.
  3. Las que no han sido producidas por mí ni parecen proceder del exterior, ideas innatas.

Existencia de Dios y del Mundo

Descartes analiza dos de esas ideas, infinito y perfección, y deduce que han tenido que ser formadas por algo externo a mí, un ser proporcional a esas ideas, es decir, ser perfecto e infinito que ha puesto esas ideas en mí: Dios. Solo con insinuar un ser perfecto implica que existe, ya que si no existe le faltaría algo para ser perfecto. Ya que es un ser perfecto y bueno, es imposible que nos pueda engañar; por tanto, las verdades matemáticas y las verdades derivadas de los sentidos quedan aceptadas. También aceptamos la existencia del mundo, una realidad externa a mí.

Con la ayuda de un pedazo de cera, ilustra que el atributo del mundo es la extensión, porque un pedazo de cera tiene ciertas propiedades; sin embargo, al derretirse, lo único que ha permanecido es la extensión. Descartes distingue entre dos clases de cualidades: las cualidades primarias son la extensión (longitud, anchura y profundidad) y las derivadas de estas, a las que también añade el movimiento. Las cualidades secundarias son aquellas que no existen en sí mismas, son subjetivas (color, sonido, gusto).

La sustancia es todo aquello que existe independientemente de cualquier otro ser, y podemos distinguir tres tipos de sustancias:

  1. Infinita: Dios es la última causa de otros dos tipos de sustancia.
  2. Extensa: el mundo y sus realidades corpóreas, cuya característica será la extensión.
  3. Pensante: es no corpóreo, no extenso e inmaterial.

Mecanicismo Cartesiano

Lo que podemos afirmar del mundo con certeza es todo aquello relativo a las cualidades primarias, y esto lo podemos expresar de forma matemática. La física de Descartes es mecanicista: toda realidad natural tiene una estructura de máquina.

El Hombre

En cuanto al ser humano, encontramos un dualismo antropológico, es decir, distinguimos dos sustancias: la mente o alma y el cuerpo. Existe una relación muy estrecha entre el alma y el cuerpo, permaneciendo unidos e interrelacionados entre sí: el cuerpo obedece las órdenes de la mente y todo lo que afecta al cuerpo repercute en nuestra alma. El alma parece concentrarse más en el cerebro.

La Moral Cartesiana (Ética)

En el alma encontramos (acciones y pasiones). Las acciones dependen de la voluntad, pero las pasiones son involuntarias y están causadas por fuerzas mecánicas que actúan en el cuerpo. El hombre se ha de guiar por la razón y la experiencia, y solo así distinguir del bien y el mal; en ese dominio de la razón se encuentra la moral cartesiana. La moral hay que vivirla día a día y, por tanto, la moral de Descartes es provisional y cuenta con tres reglas o máximas:

  1. La primera regla es obedecer las leyes y las costumbres, conservando la religión tradicional y alejarse de las opiniones modernas. Recomienda moderación.
  2. La segunda máxima es ser lo más firme y resuelto posible a la hora de obrar. Seguir con constancia nuestra opinión, aunque sea muy dudosa.
  3. La tercera es procurar vencerse a sí mismo y no a la fortuna; lo que dependa de nosotros en el mundo, intentar cambiarlo para mejorarlo, solo así seremos felices; también incluimos en esta regla la realización de nuestros deseos.

Hume

Conocimiento

El empirismo toma la experiencia como la fuente y el límite de nuestro conocimiento, y a partir de Hume se toma el sujeto como punto de partida de la reflexión. El conocimiento comienza con el análisis de los contenidos mentales a los que llamamos percepciones. Hay dos tipos de contenidos mentales: las impresiones y las ideas, y la diferencia entre ambas es la intensidad con las que las percibimos: las impresiones son más intensas y las ideas menos intensas (las ideas derivan de las impresiones); es decir, una proposición será verdadera si las ideas corresponden a una impresión verdadera.

Hay dos tipos de impresiones:

  • Impresiones de sensación: la acción de los sentidos.
  • Impresiones de reflexión: van asociadas a la percepción de una idea.

También distinguimos impresiones simples (un color) o complejas (una ciudad). Las ideas, a su vez, las dividimos en simples, que son la copia de una impresión simple, y complejas, que pueden ser copias de impresiones complejas o elaboradas por la mente a partir de otras ideas simples o complejas. Las leyes de asociación de ideas es combinar dos ideas y se produce por medio de leyes: la semejanza, la de contigüidad y la de causa-efecto.

Tipos de Conocimiento

Existen dos grupos en los que dividimos los objetos de la razón o los tipos de conocimiento: relaciones de ideas: están las matemáticas y toda afirmación que sea inductiva o que se demuestre cierta (es independiente de la experiencia y depende exclusivamente de la razón) son relaciones entre ideas. El otro grupo es las cuestiones de hecho o ideas del mundo, ya que no lo podemos tratar igual porque lo contrario de un hecho siempre nos lo podemos imaginar (que no salga el sol mañana por la mañana); todos estos razonamientos de las cuestiones de hecho parecen estar fundadas en la experiencia; por tanto, la causa y efecto no pueden ser descubiertos por la razón, sino solo por la experiencia.

El Principio de Causalidad

Hay una conexión necesaria entre causa-efecto. Al repetir esta acción muchas veces, hay una impresión de reflexión provocada por la continua causa-efecto; esto lo provocan las creencias y están basadas en la costumbre. Por tanto, la causalidad es una creencia basada en la costumbre. El principio de causalidad solo tiene valor aplicándolo a la experiencia, es decir, a los objetos de los cuales tenemos impresión, los cuales hayamos observado.

Crítica de la idea de sustancia: la idea de sustancia es producida por la imaginación, no es más que una colección de ideas simples unificadas por la imaginación bajo un término que nos permite recordar esa colección de ideas simples, una colección de cualidades que están relacionadas por contigüidad y causación.

El Mundo

No podemos ir nunca más allá de nuestras impresiones e ideas, luego tenemos constancia de nuestras impresiones, pero no de los objetos externos que las causan porque no podemos aplicar el principio de causalidad. La creencia en la existencia independiente de los objetos externos se le atribuye a la imaginación debido a la constancia y coherencia de las percepciones; no se puede justificar ni en los sentidos ni en la razón, no es posible recurrir al principio de causalidad.

El Alma

No existen impresiones constantes e invariables entre nuestras percepciones de las que podamos extraer tal idea del yo, del alma. Es una confusión entre las ideas de identidad y sucesión a la que hay que sumar la acción de la memoria. La idea de sustancia es falsa, luego es inútil demostrar la existencia de una sustancia infinita: Dios. No podemos aplicar el principio de causalidad en Dios porque no tenemos experiencia de ello, no hay posibilidad alguna de demostrar la existencia de Dios.

Ética

Todo el mundo hace juicios morales, pero nos ofrece argumentos por los que rechaza la posibilidad de que la razón sea la fuente de la moralidad porque ni los hechos ni las relaciones de ideas nos permite obtener la menor noción de lo que es bueno o malo. Lo podemos ver como un sentimiento de aprobación o desaprobación de los hechos descritos. La moralidad no se funda en la razón, luego solo nos queda que se base en el sentimiento. Hume da por supuesto que la naturaleza humana es común y constante, y uno de los elementos que la hacen concordante es la utilidad, en la que encuentra una de las causas de la aprobación moral y la encuentra en la base de las virtudes como la benevolencia y la justicia.

Sociedad y Política

La teoría de la política de Hume está basada en el análisis de los hechos. Reflexiona sobre lo que podría mejorar la forma de organización social. La sociedad es un resultado natural de la simpatía que atrae a los hombres a unirse; ahí nace la vida en común, cuya base es que ambos sexos deben mantenerse unidos y criar a sus descendientes (núcleo básico de la sociedad); a partir de aquí, reclama una organización y una autoridad que se convertirá en una agrupación política.

Religión

Nunca se declaró ateo, aunque no practicaba ninguna religión. Lo que cree es en la religión natural, basada en el uso de la razón, que afirma que lo único que podemos conocer o decir es que es posible que exista Dios si afirmamos que es un ser inteligente que da un orden al mundo.