Cómo Estudiar Derecho y Aprobar Exámenes: Consejos Prácticos

El Desafío de Estudiar Derecho

Para la mayoría de mis lectores, el estudio de la ley en una Facultad de Derecho será una experiencia nueva, muy diferente de las experiencias educativas previas. El ambiente, tanto físico como cultural, es distinto, e incluso la atmósfera es única.

Será necesario un gran esfuerzo mental para aprender a pensar de manera diferente. La disciplina cambiará, al igual que el vocabulario. El derecho es un lenguaje nuevo que se debe aprender, pero si se desea la especialización en litigios, es crucial no dejarse esclavizar por él. Es fundamental manejar la terminología correcta, evitando la jerga incomprensible para quienes no son del ámbito.

La Ley: Un Sistema Autónomo

Es importante liberarse de cualquier sesgo sectario al estudiar derecho. Si bien la ley en Estados Unidos hace referencia a la divinidad en ciertos actos y juramentos, y muchos jueces y abogados buscan orientación divina, la ley es, en esencia, un sistema de reglas y principios que busca ser autosuficiente y autónomo. Incluso, algunos colegas ateos podrían demandar a Dios, si pudieran, por las inexplicables injusticias y sufrimientos humanos.

Recuerdo a mi decano de la escuela de derecho, quien solía preguntar a los nuevos estudiantes: “¿Cuándo se dio la primera ley en la historia universal?”. La respuesta común era la prohibición divina a Adán de comer del fruto prohibido. Sin embargo, el decano corregía: “La facultad de teología está al otro lado de la calle. Aquí enseñamos derecho. La primera ley se dio cuando dos hombres de baja estatura le dijeron a un grandulón que si quería pegarle a uno de ellos, tendría que pelear con los dos. El derecho es el estudio de las reglas hechas entre tres, usualmente por mayoría de votos, para tratar de llevarse bien entre sí”.

El Derecho Común y la Especialización

El derecho en Estados Unidos se basa en el derecho común de Inglaterra, que data de siglos atrás. Si los colonos hubieran traído consigo las normas procesales inglesas, la situación actual sería distinta. En la sociedad colonial, se necesitaban abogados que ejercieran en todas las ramas del derecho, y los especialistas eran raros. Hoy en día, la sociedad moderna exige especialización. La medicina ha respondido a esta necesidad, pero las escuelas de derecho aún están rezagadas. Aún no existe en Estados Unidos una escuela de derecho que proporcione a los futuros abogados litigantes una preparación equivalente a la de los “barristers” ingleses.

La Justicia vs. la Consistencia

Mi antiguo profesor tenía otro recurso para mantenernos atentos. Nos advertía que el concepto de justicia es más vulnerable de lo que se cree. Se nos educa para creer que la ley siempre será justa, pero al ser escrita y aplicada por humanos, no es perfecta. La justicia es el fin a perseguir, pero no siempre se alcanza. Mi profesor solía decir: “La virtud cardinal del derecho común no es la justicia, sino la consistencia. El objetivo es ser consistente, no variar, y dar el mismo trato a todos. Su promesa no es ‘les daré la justicia’, sino ‘si te trato injustamente, le daré el mismo trato a tu vecino'”.

Este alto precio que se paga a la consistencia es una de las razones de la lentitud para cambiar en el ámbito legal estadounidense. Mientras la medicina avanza rápidamente, el derecho desconfía de las novedades y prefiere la regularidad. Un testamento tiene efecto legal incluso años después de ser redactado. Si la ley cambiara frecuentemente, la distribución de bienes podría ser distinta a la deseada. Los abogados prefieren seguir el curso establecido para dar certeza a sus clientes. Sin embargo, esta consistencia a veces es perjudicial. Las leyes cambian lentamente, a menudo en detrimento de las personas. Una cosa es atenerse a un precedente invocando el principio de stare decisis (acatar la decisión u observar el precedente), y otra es permitir que un inocente vaya a la cárcel o pierda sus propiedades porque el tribunal no admite peritajes basados en técnicas científicas nuevas.

Errores Judiciales y la Importancia de la Evidencia

Los tribunales de apelación suelen ser más progresistas, pero también pueden cometer errores al resistirse al cambio. Aún existe un antiguo “holding” de la corte de apelación de Illinois que rechaza la idea de que un microscopio permita determinar si una bala fue disparada por un arma específica. Hoy en día, cualquier corte acepta datos científicos en materia de identificación de armas. Es probable que algunos aspectos de las leyes indignen al estudiante, pero estas decepciones serán compensadas al descubrir la sabiduría en muchas decisiones judiciales. Es importante no desanimarse por algunos dictámenes, sino inspirarse en los casos resueltos con acierto y justicia.

Consejos para el Éxito en la Facultad de Derecho

A menos que ya se tengan conocimientos previos, se sugiere ingresar a la facultad de derecho con la máxima dedicación desde el primer semestre. Reducir las actividades ajenas al mínimo y concentrarse en los estudios. Si se logra destacar en los primeros meses, mantener el nivel será más fácil. El camino por el sistema legal es largo, pero llegará el día en que se podrá apreciar su estructura con perspectiva.

La Importancia de los “Resúmenes” de Casos

Se dedicarán largas noches a la preparación de “resúmenes” de casos y decisiones judiciales. Durante el primer año, es crucial realizar estas tareas concienzudamente. Los resúmenes “enlatados” pueden parecer una opción fácil, pero es fundamental “digerir” los problemas uno mismo: memorizar la decisión del juez, hacer un informe conciso de los hechos y los puntos en disputa, y el “holding” correspondiente. Es esencial aprender a analizar un caso y extraer su esencia, ya que gran parte del trabajo de un abogado depende de lo que han dicho los jueces en casos similares. Usar resúmenes “enlatados” priva al estudiante de un aprendizaje importante. Para aprobar los exámenes, es necesario saber analizar un caso e identificar los pasajes decisivos que constituyen el “holding”. Una vez dominada esta habilidad, se pueden utilizar los resúmenes “enlatados”, siempre y cuando se compruebe su corrección.

Exámenes: Conocimiento y Desempeño

En la escuela de derecho, cuentan dos cosas: lo que se aprende y el desempeño en los exámenes. Para trabajar como practicante, lo primero es más importante. Para ingresar al departamento legal de una empresa, ser secretario de un juez o ser catedrático, las calificaciones son primordiales. Para obtener buenas calificaciones, se necesita dominar el material del curso y aprender a presentar los exámenes.

Es crucial tener presente lo que los profesores buscan. Ellos piensan en el día en que el estudiante ejercerá el derecho y tendrá influencia en decisiones cruciales. ¿Se tiene la madurez, juicio, objetividad, profesionalismo, sentido común y pericia legal para guiar a los clientes? Esta será la pregunta clave al revisar los exámenes. Muchos exámenes serán del tipo de problema a resolver, que requieren respuestas desarrolladas que permitan apreciar el planteamiento del problema, el análisis de los hechos, el conocimiento de las leyes y la solución propuesta, con sus razones.

Otros exámenes son de opción múltiple, que prueban conocimientos en áreas más circunscritas. Estos son menos eficientes que los anteriores, ya que ofrecen poca oportunidad para demostrar el análisis y el criterio. Sin embargo, son más fáciles de corregir y han ido desplazando a los exámenes de tipo problema. En el área de los litigios, es raro que la solución se presente como una serie de opciones. Por lo tanto, un buen desempeño en exámenes de “opción múltiple” no es indicio de aptitud para esta carrera.

La Extrapolación: Una Habilidad Esencial

Es necesario dominar el material enseñado y demostrar la capacidad de trabajar con él. Se debe convertir en un experto en extrapolación, una habilidad esencial para el razonamiento jurídico.

Para extrapolar, se toman uno o más casos similares, ninguno idéntico al problema en cuestión, y se predice lo que un tribunal haría. Por ejemplo, si un contrato no especifica un plazo de entrega, la ley impone “un tiempo razonable”. Si no se encuentra un precedente exacto, se buscan casos similares. Si un fallo establece que 30 días es un “tiempo razonable” para entregar bisagras, y cuatro meses es excesivo para perillas, se tienen fechas límite para trabajar. Se determina que 45 días es un plazo seguro para varillas de cortina. Este ejemplo muestra cómo extrapolar datos de casos semejantes para deducir lo que un tribunal podría dictaminar. Una de las actividades del abogado es predecir lo que harán los tribunales, y para ello, se debe extrapolar lo dictaminado en el pasado.

Esta forma de resolver problemas es crucial en el derecho. El abogado litigante debe utilizar los datos límite que indican lo permisible. Es posible que se contribuya al establecimiento de un nuevo límite como precedente. Se deben conocer las reglas antes de infringirlas. Si se hace un buen trabajo en la escuela de derecho, se aprenderán bien las normas. Solo así se adquiere el derecho de ser un infractor de normas, un rebelde que busca mejorar las cosas. Los infractores de las reglas evitan que la ley se estanque. Si alguien dice: “Así son las cosas”, se debe cuestionar, usar la imaginación, buscar evidencia y pensar como un abogado.

La Importancia de la Evidencia y la Preparación para Exámenes

A partir de ahora, si alguien intenta persuadir de algo, se deben pedir pruebas: hechos concretos que podrían presentarse a un jurado, hechos que un juez permitiría usar como evidencia. ¿Son válidos los argumentos? Puede ser un ejercicio útil, aunque se considere pedante. En la práctica del derecho, si se asume la carga de la prueba, solo se puede liberar de ella mediante pruebas irrefutables.

Al acercarse los exámenes, es importante ser un estudiante tesonero. Se deben memorizar los casos, los nombres de las partes y los principios de derecho. En algunos cursos, se recomienda memorizar estatutos o párrafos de códigos. Se necesita saber cómo se aplican estas piedras angulares del sistema legal, ya que se tendrá que extrapolar continuamente. Las soluciones a los problemas planteados deben ser conservadoras y prudentes. Las preguntas aparentemente sencillas pueden esconder hechos o cuestiones de derecho importantes. Se pone a prueba la capacidad del alumno para identificar estos puntos, lo cual es más importante que saber resolverlos. No se exige que un abogado conozca todas las leyes, pero sí que sepa dónde buscarlas. La biblioteca de derecho no será útil hasta que se hayan definido los puntos fuertes y débiles del litigio.

Los estudiantes novatos tienden a ser dogmáticos. Se debe evitar hacer afirmaciones categóricas como: “Es claro que las razones presentadas por el demandante prevalecerán ante la Suprema Corte”. Es preferible señalar los riesgos de un litigio y proponer una solución por avenencia.

Auxiliares de Estudio y Participación en Clase

Existen auxiliares de estudio que pueden ser útiles, pero no deben sustituir el análisis sistemático de problemas. Estos materiales pueden servir para comprobar la preparación para el examen y las áreas a reforzar. Entre los mejores auxiliares están los que constan de una serie de problemas jurídicos, similares a los del libro de Ballantine. Este libro cubre una amplia gama de problemas que podrían presentarse en el examen.

Se recomienda consultar a los estudiantes más avanzados para conocer los mejores auxiliares. También se aconseja participar activamente en las sesiones de clase. Los buenos maestros pondrán a prueba los argumentos, incluso cuando se tenga la razón. Querrán saber si se tiene la confianza necesaria para sustentar la solución propuesta. Si se capitula bajo el fuego, haber acertado en primer lugar será una victoria a medias. Se debe confiar en el propio juicio, ejercitarlo y pulirlo aceptando los retos. Se cometerán errores, pero se debe seguir evaluando el desempeño y evitar repetirlos. Al graduarse, se habrán dejado atrás la mayoría de los errores, reduciendo los que se cometerán en detrimento de los clientes.

Revista Jurídica y Juicios Simulados

Si se recibe una invitación a formar parte del cuerpo de redactores de la revista jurídica de la escuela, se debe aceptar. Los artículos publicados en estas revistas son muestras respetadas de trabajo legal, a menudo citadas en los tribunales. La preparación de cualquier artículo beneficiará considerablemente. Las ofertas de empleo de los mejores bufetes jurídicos generalmente se hacen a quienes publican en estas revistas. Los jueces federales, al necesitar un secretario, prefieren a quienes tienen talento para razonar y redactar, buscando buenas calificaciones y experiencia en la revista de la facultad.

La mayoría de las escuelas de derecho tienen programas de debate en forma de juicios simulados. Se aconseja participar en ellos. Se conocen casos de litigio relativos a causas inventadas. Por lo general, son casos sin precedente y sin fallo o ley aplicable. Los puntos en disputa suelen ser sutiles, lo que significa que ambas partes pueden presentar buenos argumentos sin una solución obvia. Con frecuencia, estos ejercicios se refieren a casos de apelación, donde las cuestiones de hecho ya han sido determinadas y solo quedan por presentarse las cuestiones de derecho. Aunque muchos de estos programas son superficiales, vale la pena participar para obtener experiencia. Si se ha dominado la reticencia para hablar y se ha aprendido a hacerlo con fluidez y confianza, se podrá brillar en estos juicios. Si el desempeño no es brillante, se debe determinar la causa y buscar remedios.

Trabajo en un Bufete Jurídico y Observación de Juicios

Se recomienda buscar trabajo en un bufete jurídico grande que se especialice en litigios, sin importar el salario. Se puede ofrecer trabajar gratuitamente al principio como meritorio. Se debe procurar que alguien recomiende con un abogado y ofrecerse para trabajar en resúmenes y memorandos legales. Se debe tratar de formarse una idea de las actividades relacionadas con el ejercicio del derecho en ese bufete. ¿Qué problemas están afrontando los abogados? Pensar en lo que se haría si se encomendara la solución de uno de estos problemas.

Escuchar cuidadosamente cualquier plática relativa a la evaluación de un caso, los riesgos de un juicio y la conveniencia de llegar a un arreglo. Este tipo de conocimientos no se encuentran en la escuela de derecho.

Aprovechar cualquier oportunidad para ayudar en la investigación de un caso y tratar con los litigantes y los testigos. Preguntarse si la información satisface los requisitos de la evidencia. ¿Es una prueba admisible? ¿A base de qué hechos? ¿Podría dar lugar a objeciones? Los abogados hablan mucho sobre las causas que están manejando, especialmente sobre aquellas en preparación final para un juicio inminente. Se aprenderá mucho observando y escuchando. Si se logra ayudar en la preparación final de un caso, se pedirá hacerlo con mayor frecuencia. Una persona “paralegal” que pueda hacer un buen trabajo en esta área es un auxiliar valioso.

Además del trabajo en un despacho de abogados, se deben observar todos los juicios posibles. Criticar a los participantes. Se descubrirá que varía mucho el grado de competencia de los abogados. Tomar nota de las tácticas y métodos que parecen eficaces. Pedir permiso al secretario del tribunal para tomar notas, ya que algunos jueces no lo toleran a menos que se trate de reporteros.

Cursos de Repaso para el Examen de Admisión al Colegio de Abogados

En el último año de estudios, es prudente llevar un curso de repaso extracurricular antes de presentar los exámenes de admisión al colegio de abogados. Estos cursos cubren el material olvidado y se completan con un compendio de las leyes que rigen en la jurisdicción donde se tomará el examen. El plan de estudios regular de las facultades de derecho suele incluir amplia cobertura de las leyes de la jurisdicción, pero no todas lo hacen.

Generalmente se ofrecen dos tipos de cursos de repaso: los largos y los cortos. Si se ha mantenido consistentemente en el 10% superior del grupo y se ha adiestrado bien la memoria, el curso corto puede ser suficiente. Si se tienen dudas, es mejor tomar el curso largo. No aprobar los exámenes del colegio de abogados en el primer intento puede ser una experiencia desconcertante. Se aconseja consultar a un colega más avanzado para conocer los mejores cursos, ya que varían en calidad. En estos cursos, se proporciona un conjunto de notas útiles para sesiones de trabajo con colegas. Es posible que se recomiende tomar el curso de un profesor, pero usar las notas de otro.

Trabajo en Equipo para la Preparación de Exámenes

Al prepararse para cualquier examen de derecho, el trabajo en equipo es más eficaz que el trabajo solitario. Se debe procurar trabajar con un grupo no mayor de cuatro personas, o al menos con un colega. Las sesiones se aprovechan mejor cuando los miembros del grupo son de aptitudes similares, se interrogan unos a otros utilizando apuntes de clase, resúmenes y el libro de Ballantine, y se prueban entre sí hasta obtener las respuestas correctas.

El Examen LSAT

El único examen para el cual es inútil cualquier preparación es el LSAT, requerido para ingresar a una escuela de derecho norteamericana. Su objetivo es comprobar la aptitud para el trabajo legal, y las comisiones de admisión le dan gran importancia. Es una prueba del coeficiente intelectual, pero incluye secciones que prueban conocimientos académicos y razonamiento omitidos en los tests de inteligencia simples. Del resultado de este examen puede depender la obtención de una beca en una escuela de derecho prestigiosa. Se debe llegar al examen bien descansado y tratar de acertar lo mejor posible.

Conclusión

La carrera de derecho puede parecer más atrayente que otras profesiones, pero el título de abogado no caerá del cielo. El estudio es un trabajo duro, y si se desea ser abogado litigante, se debe trabajar más duro que los compañeros que aspiran a otras áreas de la ley. Las recompensas serán proporcionales al esfuerzo invertido.