Columna de Opinión y Lenguaje: Reflexiones sobre el Existencialismo y la Literatura Española

Análisis del Registro Lingüístico en “Palabras Chirriantes”

El texto “Palabras chirriantes”, como artículo de opinión, utiliza un registro lingüístico estándar que combina elementos formales y coloquiales. Predomina el registro formal, evidenciado en la corrección ortográfica y gramatical, la coherencia y la complejidad sintáctica, como se observa en la frase: “La lengua es como la piel de una sociedad…”.

En cuanto al vocabulario, se emplean términos cultos como “intrincada”, “se legitima” y “caduco”, así como sinónimos que demuestran precisión léxica: “término” y “palabra”, “clamor” y “griterio”, o “cambiando”, “transformar”, “mutando”, “mudar”.

El registro coloquial se introduce para conectar con el lector medio, manifestándose en el uso de vocabulario informal (“petardez”, “bobada”, “tonterías”), frases hechas (“de narices”, “con la que está cayendo”), oraciones sin verbo principal (“¡Una portada entera a esa simpleza!”), interrogaciones (“¿Por qué a las mujeres…?”) y exclamaciones (“¡Pero si el ABC incluso le dedicó..'”), e interjecciones (“ah..”).

El Género Textual: Columna de Opinión

Dentro del periodismo, el texto se clasifica como una columna de opinión, un texto firmado donde la autora, Rosa Montero, expresa su postura sobre un tema de actualidad: el sexismo lingüístico y el lenguaje inclusivo. Es un texto argumentativo que defiende una tesis con argumentos de ejemplificación (desdoblamientos léxicos, el término “hombre” o “señorita”), racionales (el principio de naturalidad del lenguaje) y de analogía (el símil de la lengua y la piel).

Como columna de opinión, cumple la función expresiva del lenguaje: uso de la primera persona (“ni siquiera me cae bien”, “a mí, personalmente…”) y vocabulario valorativo (“su portavozas me parece una petardez…”, “sistema social caduco”). También se observa la función apelativa (“no me digan que no les ha parecido…”, “propongo que usemos el femenino…”). La autora adopta un estilo libre que se refleja en la mezcla de registros (cultismos como “intrincada”, “se legitima”, “caduco”, y coloquialismos como “petardez”, “bobada”, “de narices”, “con la que está cayendo”) y la función poética (destacando el símil de la dermis o piel).

El Existencialismo en la Literatura

Los personajes del existencialismo literario, en particular el protagonista, suelen ser individuos marginados, desarraigados e inadaptados. (Aquí se podría relacionar con un personaje específico de una obra y un momento concreto de su vida).

La novelista existencial se centra en el mundo interior del protagonista, sus estados de ánimo y reflexiones, más que en narrar una historia externa. La búsqueda de la felicidad de Andrea, un tema central en *Nada* de Carmen Laforet, no se concreta. (Se podría relacionar con una reflexión específica del personaje).

Esto es representativo de la novela existencial, donde predominan el pesimismo, el dolor, la frustración, la soledad, la angustia y el malestar con el mundo circundante.

Carmen Laforet y la Novela Española de Posguerra

Carmen Laforet: Trilogías

  • Primera trilogía: “Nada”, “La isla y los demonios” y “La mujer nueva”.
  • Segunda trilogía: “La insolación” y “Al volver la esquina”.

Novela de Exilio

  • Autor: Ramón J. Sender.
  • Obras destacadas: “El rey y la reina” y “Réquiem por un campesino español”.

Novela Conformista

  • Autor: José María Gironella.
  • Obra destacada: “Los cipreses creen en Dios”.

Novela Existencial

  • Autores: Camilo José Cela y Miguel Delibes.
  • Obras destacadas:
    • Camilo José Cela: “La familia de Pascual Duarte”.
    • Miguel Delibes: “La sombra del ciprés es alargada”.