Claves de Los Pazos de Ulloa: Estructura, Personajes y Temas en la Obra de Pardo Bazán

Estructura de la novela Los Pazos de Ulloa

La novela Los Pazos de Ulloa se divide en dos partes bien diferenciadas.

Primera parte: Capítulos I-VIII (Valle de los Pazos – Mundo rural)

La novela sigue el modelo costumbrista de Balzac, estructurándose en una antítesis entre campo y ciudad. La acción arranca in medias res con la llegada del viajero Julián a los Pazos de Ulloa, un lugar decadente y enigmático. A través de una progresiva ampliación del espacio, se introduce al lector en el mundo rural gallego, marcado por el atraso y la superstición. El conflicto político-social cobra fuerza en el “banquete homérico” del día del patrón, donde el clero (cura de Naya, abad de Boán) y los caciques (Barbacana, Trampeta) revelan las tensiones de poder en una sociedad corrupta y violenta.

Segunda parte: Capítulos IX-XXX (Santiago y regreso a los Pazos – Conflicto y desenlace)

Esta parte se centra en el contraste entre la pureza infantil y la corrupción adulta, donde Manolita y Perucho representan la última chispa de inocencia en un mundo en decadencia. La narración abarca un año crucial (1869-1870) con un epílogo que salta una década, mostrando las consecuencias del drama.

Acontecimientos clave:

  1. El detonante trágico: El nacimiento de Manolita (octubre 1869), que convierte la historia en un drama doméstico opresivo, y los misteriosos “cercos morados” en las muñecas de Nucha, símbolo del sufrimiento silenciado.

  2. El telón de fondo social: Las elecciones de 1870 como escenario de tensión política y corrupción, y la expulsión de Julián, marcando el triunfo de la barbarie sobre la moral.

  3. Los elementos simbólicos: Presagios sobrenaturales (la Santa Compaña, los perros que auguran muerte, la tormenta ominosa) y rituales sociales que contrastan con la podredumbre moral (visitas protocolarias).

Desenlace:

El desenlace se concentra en la escena del cementerio, una alegoría perfecta donde conviven:

  • El pasado: representado por las tumbas de Nucha y Primitivo.

  • El presente: en la figura devastada de Julián.

  • El futuro: encarnado en las risas inocentes de Manolita y Perucho.

Esta imagen final sintetiza magistralmente la caída irreversible de los Pazos, donde la inocencia está condenada y el pasado pesa más que el futuro. La decadencia moral se impone como herencia inevitable, cerrando este retrato brutal de la sociedad gallega del siglo XIX.

Narrador y punto de vista

En Los Pazos de Ulloa, el narrador es omnisciente, lo que significa que lo sabe todo sobre la historia y los personajes. Aunque mantiene una visión irónica y festiva en muchos momentos, también interpreta los hechos desde el punto de vista de algunos personajes. La perspectiva dominante es la de Julián, el protagonista, que va descubriendo ese mundo extraño y hostil al mismo tiempo que el lector.

Sin embargo, el narrador a veces adopta el punto de vista de don Pedro o de personajes secundarios, e incluso en ciertos momentos se introduce en la mente de Nucha (aunque nunca en la de Primitivo, lo cual es significativo por su papel tan importante). Tras la muerte de Primitivo, la mirada se traslada brevemente a Perucho, que hasta entonces era un personaje menor. A partir de ahí, adquiere un protagonismo inesperado como testigo inocente de los últimos acontecimientos.

También es muy frecuente el uso del estilo indirecto libre, una técnica con la que el narrador introduce los pensamientos de los personajes mezclándolos con su propia voz. Por ejemplo, en el capítulo XIX, cuando Julián duda si debe abandonar los Pazos, o en el XXVIII, cuando Perucho busca un escondite para la “nené”.

Estilo narrativo: Descripciones, diálogos y lenguaje

Emilia Pardo Bazán utiliza un estilo muy descriptivo y detallado para representar fielmente el mundo rural gallego. Su lenguaje es colorista y expresivo, con muchos galleguismos propios de la época (como atruxando o punteiro) y frecuentes cambios de registro (legal, médico…).

Los diálogos son naturales y realistas, y ayudan a caracterizar a cada personaje:

  • Julián: Habla con respeto y muchas pausas.
  • Don Pedro: Usa expresiones bruscas y vulgares.
  • Primitivo: Es breve y seco.
  • Perucho: Habla con muchos galleguismos.
  • Trampeta: Repite siempre lo mismo.

Aparecen también imágenes literarias y artísticas (como Perucho comparado con un “angelote de Murillo”) y nombres simbólicos (Primitivo, Barbacana…). Además, la autora enlaza capítulos “a la manera cervantina” y mezcla el realismo naturalista con un estilo muy personal, lo que hace la novela única.

Contexto, personajes principales y Naturalismo

Julián y Nucha

Julián, un cura idealista influenciado por la ironía cervantina y el naturalismo, ve a Nucha como la esposa perfecta, el pilar de un matrimonio cristiano. Aunque su afecto por ella es puro y sin malicia, el nacimiento de Manolita desata tensiones, y el “hogar cristiano” que había intentado instaurar se desmorona. Tras la muerte de Primitivo, Julián asume indirectamente el rol de protector de Manolita. Es un hombre casto, sin pulsión sexual aparente, y tiene una gran inclinación familiar. En el proceso de maduración y desengaño, se enfrenta a la realidad y adopta una vida de renuncia y penitencia. Su mediación en el matrimonio de Nucha y don Pedro le lleva a sentirse culpable por la muerte de ella. Nucha, por su parte, es una figura romántica, débil y sumisa, cuya salud se ve afectada por el parto y su incapacidad para adaptarse a los Pazos. Su vida está marcada por la manipulación masculina, que la conduce a la muerte, mientras que Julián vive atormentado por la culpa.

Primitivo y Sabel

Primitivo es un campesino analfabeto y astuto que se apodera de la administración de los Pazos. Utiliza su poder para controlar a los campesinos y se enriquece sin rendir cuentas. A pesar de su aparente pasividad, tiene una conducta criminal y sus maniobras están orientadas a apropiarse de los Pazos y eliminar a quienes le estorban, como Julián y Nucha. Además, rivaliza con los caciques locales por el poder. Su hija, Sabel, es una víctima de su control. Hermosa y amante de don Pedro, se desentiende de su hijo Perucho, al que su padre quiere situar como heredero. Sabel, temerosa de desobedecer a su padre, sigue sus órdenes y es utilizada en sus juegos de poder.

Temas principales en Los Pazos de Ulloa

Los temas que se abordan en Los Pazos de Ulloa son clave para entender la crítica social y moral que realiza Emilia Pardo Bazán. Aquí se destacan principalmente el determinismo, el contraste entre naturaleza y civilización, el papel de la mujer y las clases sociales.

Determinismo, Naturaleza y Civilización

El determinismo es un tema central en la novela, donde los personajes parecen atrapados por su entorno y su herencia. El destino de Julián está marcado por la naturaleza salvaje de Galicia y el mundo corrupto de los Pazos, que representan el contraste entre la civilización y la brutalidad de la naturaleza. El personaje de Julián, con su educación civilizada, se enfrenta a una realidad más primitiva y desbordante, lo que revela el poder de la herencia y el medio en la formación del ser humano. La novela expone cómo la gente de la comarca está influenciada por el entorno, como el caso del marqués de Ulloa, don Pedro, que es una representación del despotismo feudal decadente, incapaz de escapar de su contexto. Este determinismo también se muestra en el personaje de Nucha, cuya vida está marcada por su herencia y el ambiente opresivo en el que vive.

El papel de la mujer

Las mujeres en la novela están sometidas a las expectativas y poderes de los hombres que las rodean. Nucha, por ejemplo, es víctima de su entorno, de su padre, su marido y, en cierto modo, de la bienintencionada pero ineficaz protección del cura Julián. Está atrapada por la opresión masculina y sufre las consecuencias de ser una mujer débil, enfermiza y sumisa. La fatalidad de su vida refleja cómo el destino de las mujeres está determinado por las decisiones de los hombres. Además, el papel de la mujer como esposa abnegada y madre se refleja en Nucha y Sabel, quienes no tienen poder sobre sus propias vidas. La falta de agencia femenina culmina en la tragedia de Nucha. Su hija, Manolita, aunque sobrevive, también será víctima de la desigualdad de género, ya que no heredará la propiedad de los Pazos debido a ser mujer, frente al hijo ilegítimo, Perucho.

Las clases sociales

La novela critica las divisiones de clases en la sociedad gallega. La nobleza, representada por los Pazos de Ulloa, es un reflejo de una aristocracia que ha perdido su poder por la negligencia y la falta de gestión. El marqués de Ulloa, aunque noble, es incapaz de administrar sus tierras y su patrimonio, lo que evidencia la decadencia de la nobleza rural. Por otro lado, los campesinos, representados por Primitivo y su hija Sabel, son mostrados como ignorantes y explotados, aunque Primitivo aspira a ascender socialmente a través de su manipulación y astucia. Esta lucha de clases y la figura del caciquismo reflejan el contexto histórico de la España del siglo XIX, incluyendo la desamortización de bienes que afectó a la estructura de poder rural.

En resumen, Emilia Pardo Bazán, a través de estos temas, ofrece una visión crítica de las estructuras sociales y las influencias del determinismo, mostrando cómo los personajes están atrapados por su entorno, su herencia y las expectativas sociales, especialmente en lo que respecta al papel subordinado de la mujer.

Comentario crítico

Introducción

Emilia Pardo Bazán, una de las principales exponentes del Realismo y Naturalismo en España, escribió obras fundamentales como Los Pazos de Ulloa (1886) y La Tribuna (1883). Estas obras, que destacan por su profundo estudio de la sociedad y sus personajes, están marcadas por la influencia del naturalismo francés, particularmente de Émile Zola, aunque la autora mantuvo una visión propia, distanciándose del determinismo más estricto. Los Pazos de Ulloa ilustra magistralmente la lucha entre la naturaleza salvaje y la civilización, una constante en la obra de Pardo Bazán. La autora, al igual que otros realistas, se interesa por la descripción detallada de la realidad y las complejidades psicológicas de sus personajes, acercándose a una visión crítica de la sociedad de su época.

Conclusión

Por todas las características presentes en la novela, podemos concluir que estamos ante una obra claramente representativa del Realismo-Naturalismo español, influida por el positivismo y la ciencia experimental de la época. Emilia Pardo Bazán, a través de su narrativa, no sólo explora la vida en los pazos gallegos, sino que también reflexiona sobre los conflictos sociales, el determinismo biológico y ambiental, y las estructuras de poder. Los Pazos de Ulloa es una obra que no solo ofrece un retrato detallado y crudo de su tiempo, sino que también invita a una reflexión duradera sobre las limitaciones del ser humano y las fuerzas que lo condicionan.