Causas y Consecuencias de la Guerra: Un Análisis de la Historia Contemporánea

Las Causas de la Guerra

Las Causas Profundas

  • Diplomacia occidental basada en el empleo de la fuerza. Paz Armada.
  • Gobiernos generalmente autoritarios y poco democráticos: Obligados a responder de su actuación, manipulaban a la opinión pública o al electorado para conseguir su apoyo.
  • Fuertes intereses económicos, que se consideraban «nacionales» y que se estaban dispuestos a defender.
  • La carrera de armamentos era constante.

Las Consecuencias

Dimensiones y Alcance de la Guerra Total

  • Afectó a todas las grandes potencias mundiales.
  • Marcó en la retaguardia y entre la población civil (especialmente en Europa).

Aspectos Económicos

Era de la «guerra total», en la que todos los recursos de un país son puestos al servicio del triunfo en la contienda:

  • Economía, sociedad, etc. = dirigidas por el Estado-nación.
  • “Derrota total” = la rendición incondicional de toda la población enemiga.
  • Economía de guerra planificada y dirigida por el Estado:
  • Aumentó el poder de las organizaciones obreras en la sociedad.
  • Escasez de trabajadores:
  • Empleo masivo de mano de obra femenina: Crecimiento notable de su presencia laboral fuera del hogar.
  • Empleo de población nativa de las colonias como tropas: Incrementó la conciencia nacional en ultramar.

Financiación del Conflicto

  • Los países europeos estaban arruinados, debido a que habían luchado en una guerra por encima de sus recursos y posibilidades.
  • Inflación.
  • Préstamos a los particulares.
  • Se endeudaron con el extranjero.
  • Beneficiado = Estados Unidos: Liderazgo mundial.
  • Enorme desorden económico en la posguerra.

Aspectos Sociales

  • Sensación de caos generalizado:
  • Desaparecieron estados, se crearon otros nuevos.
  • Se produjeron cambios políticos.

Coste Humano

  • 10 millones de muertos.
  • Numerosos heridos y bajas civiles (hambres y enfermedades).

Felices Años 20

El término de los felices años veinte (happy twenties) fue acuñado por Estados Unidos para calificar uno de los puntos más álgidos de su historia. El país norteamericano apenas si había irrumpido en el panorama internacional a fines del XIX con una política de presión e influencia neocolonial muy diferente a la europea. Era un país joven, compuesto por inmigrantes jóvenes de medio mundo, regido por un sistema político y social muy impermeable y conservador. Su capacidad de trabajo era, pues, muy importante y las nuevas fortunas generadas por la producción agrícola, industrial y comercial comenzaron a generar castas familiares llegadas desde la pobreza y que aún no se olvidaban de sus inicios.

La nueva organización del trabajo, el generoso pago de salarios, las posibilidades de ascenso o la vía libre para los nuevos inventos provocó un crecimiento exponencial de la economía. A esto debemos unirle la posición no beligerante al inicio de la I Guerra Mundial, que le llevó a negociar con libertad todo tipo de contratos alimenticios, armamentísticos y crediticios con los contendientes de una guerra que veían lejana. Su prestación al fin de la guerra decantó la victoria del lado aliado, pero su posición frente a los tratados de paz fue también independiente, postulándose en contra de las cuantiosas reparaciones.

La Gran Depresión

El pánico se apoderó de la bolsa poco tiempo después. Algunas grandes fortunas habían comprobado que existían más acciones que respaldo de dinero valor oro existía en el tesoro, lo que provocó una venta selectiva de acciones pensando que dicha falta de correspondencia agotase el dinero en la venta de acciones. El 24 de octubre de 1929, el jueves negro, 13 millones de acciones salieron a la venta. Esto produjo una caída libre de la cotización, pues a cada minuto, los precios se rebajaban esperando vender y paliar las pérdidas. Los mismos grandes especuladores que habían vendido días antes con la cotización en el punto más alto, esperaban a comprar al precio más bajo posible. El 29 de octubre de 1929, el martes negro, los bancos cancelaron los millones de préstamos que se habían solicitado para la compra de acciones. Pocos fueron capaces de pagar las deudas de unas acciones imposibles de vender. Comenzaba la Gran Depresión.

La Gran Depresión se desató con el Crac de Wall Street, pero había dado muestras ya tiempo antes. La sobreproducción industrial había provocado un descenso de la demanda y del beneficio. Eso fue provocando una crisis de liquidez (dinero contante) que se sostuvo por la compra a crédito. Cuando los bancos, apurados por el pánico y sabiendo que sus dividendos estaban invertidos por terceros en acciones sin valor, comenzaron a reclamar esos préstamos. Para afrontar los pagos, se comienza a vender todo lo que se tiene, con un descenso brutal de los precios provocando una deflación insalvable. Los bancos reclaman su dinero o se cobran en embargos, que comienza por los pequeños consumidores y acaba por las grandes industrias, ya antes en números rojos, de modo que la demanda se desploma y comienzan los cierres, el paro y éxodo. ¿A dónde? La agricultura se convierte en una salida apta. Los mismos que habían malvendido sus tierras a grandes terratenientes regresan en busca de trabajo, pero llegan ellos y otros miles más. Las procesiones de temporeros malnutridos y pobres de solemnidad se repiten en el centro del país, donde unos pocos han concentrado todas las tierras. Estas situaciones agudizan el racismo y los disturbios.