LAS CUITAS DEL JOVEN WERTHER, Goethe
Los 1os síntomas de la nueva sensibilidad aparecieron en Inglaterra a mediados del s.XVIII (Young, Percy). Mientras esta corriente progresaba en Inglaterra, Francia seguía aferrada a la tradición de su clasicismo, excepto Rousseau con La nueva Eloísa. Alemania, desunida y maltrecha, inclínó su mirada hacia los modelos ingleses.
A finales del s.XVIII, la situación cambia. Francia sigue aferrada a su clasicismo, Inglaterra frena la incipiente difusión de la nueva corriente y Alemania se convierte en el adalid de las nuevas ideas en Europa. El grupo de jóvenes “Sturm und Drang” (“Tormenta y empuje”) promulgó los conceptos básicos del Romanticismo.
Fueron las obras de Goethe (Las cuitas de joven
Werther
) y de Schiller (Los bandidos) las que proclamaron el Romanticismo germánico.
En la 2ª década del s.XIX, el Romanticismo inglés alcanzó su apogeo, mientras comenzaba el declive del alemán. A la muerte de Keats (1821), Shelley (1822) y Byron (184) concluye el Romanticismo inglés. Es el momento de Francia, que tras el paréntesis napoleónico, presenta el Romanticismo como una rebelión contra la tradición nacional. Víctor Hugo (Cronwell), Lamartine, Vigny… representaron la hegemonía del romant. Francés.
Lo que llama la atención, en el plano histórico-lit, es la amplitud de la difusión del Romanticismo. Además de las naciones que hemos aludido, el movimiento ROMántico arraigó entre los años 20 y 30 en Italia (Leopardi, Cantos), en América a W. Irving con Cuentos de la Alhambra y a E. Allan Poe con sus Cuentos y El cuervo, en Rusia a Pushkin, en Hispanoamérica destaca J. Hernández (Martín Fierro), en Portugal a Castelo Branco (Amor de perdición), al danés Kierkegaard…
El movimiento ROMántico va unido indisolublemente a la situación pco-social de los territorios en que se difunde. Esto es significativo en España ya que, la muerte de Fernando VII (1833) supone el triunfo del Romanticismo. Encontramos obras como La canción del pirata de Espronceda, El moro expósito y Don Álvaro o la fuerza del sino de El Duque de Rivas y Don Juan Tenorio de Zorrilla.
Como ya dijimos, fueron Las cuitas del joven Werther de Goethe una de las obras que introdujo el Romanticismo alemán y está considerada como una de los mejores textos del autor germánico.
En la obra se relata la estancia del joven Werther en una aldea. A este le entusiasma la vida de los campesinos, especialmente con la joven Charlotte, la cual cuida de su anciano padre y de sus 8 hermanos pequeños desde que murió su madre. Werther se enamora de Charlotte pero ella está prometida con Albert, no obstante, el protagonista entabla una íntima relación de amistad y afecto con la pareja, hasta que el dolor se hace insoportable y se ve obligado a abandonar el lugar y marcharse a otra ciudad. Allí recibe una carta de Albert que le informa de su boda con Charlotte. Cuando regresa a la aldea, Werther asume que la joven nunca podrá corresponder a su amor. Tras una visita a casa de Charlotte y después de leer unos textos de Ossian, ambos se besan. A las pocas horas, Werther se suicida con la pistola de Albert.
En relación a la temática que aparece en la obra, encontramos frecuentes consideraciones de tipo moral, como las que hace Albert acerca del suicidio o el robo, según él “el hombre se deja arrastrar por las pasiones, pierde totalmente el uso de la razón”. Relacionado con lo anterior, surge la defensa de la libertad y la igualdad del individuo. Por ello Werther muestra una actitud de rebeldía contra las costumbres de una sociedad clasista y autoritaria que trata de anular a las personas. En concreto, censura las manías de grandeza de la nobleza.
El tema central de la obra es el amor. Werther se encuentra plenamente feliz al lado de Charlotte, especialmente cuando esta pone su mano sobre él. El amor presenta una enorme paradoja pues puede proporcionar la mayor felicidad al hombre y a la vez, convertirse en la fuente de sus desdichas. Otro tema importante es el suicidio, que representa el funesto resultado de la angustia.
En relación a los personajes, Werther es un joven impetuoso, aventurero y sentimental. Tiene unas ideas muy claras y trata de defenderlas en todo momento con gran ardor. Le encanta el contacto con la naturaleza. Es un ROMántico apasionado que huye de su casa para buscar la felicidad y no duda en contar sus lamentos, dolor o llanto. Se trata de un personaje con un alto componente autobiográfico, pues las diferentes facetas del protagonista recuerdan al autor de la obra y a un amigo del mismo.
Charlotte es una joven que ha tenido que madurar rápidamente. Es sencilla, inteligente, alegre y dulce
Albert, novio y posterior esposo de Charlotte, es una buena persona, correcta y educada. Werther dirá que es “la mejor persona bajo el sol”. Se muestra discreto al ser cariñoso con Charlotte en presencia de Werther.
Desde el punto de vista del estilo, uno de los grandes aciertos del autor fue el uso del género epistolar como vehículo de expresión de las alegrías, penas y sufrimientos del joven enamorado. La novela se configura mediante un conjunto de cartas fechadas, dirigidas por un supuesto amigo llamado Wilhelm, en las que, a modo de diario, el protagonista comunica noticias y sentimientos de una forma subjetiva y confidencial.
Así, llama la atención el uso de la 1ª persona narrativa, a modo de monólogo interior. Nunca aparecen las cartas de contestación de Wilhelm al protagonista. Sin embargo, en algunas cartas se encuentran fragmentos de diálogos. En esos casos, lo que hace el novelista es incluir dentro del texto de la carta, entre comillas, las intervenciones de cada uno de los personajes que dialogan.