Características de la Literatura Ilustrada y Neoclásica en España

Predominio de la razón: está en el arte los postulados de la Ilustración, donde se diversifica la creación literaria con elementos filosóficos, científicos o históricos. Al aparecer academias y diccionarios, se intentó racionalizar lo general, la lengua y la literatura.

Carácter moralizador: es un rasgo propio de los pensadores ilustrados que educan en valores éticos, estéticos y científicos.

Utilidad: depende de la belleza formal a la finalidad de las obras literarias, que buscaban la felicidad y mejorar la sociedad, como por ejemplo en el género ensayístico y en el nacimiento de la prensa escrita con carácter periódico.

Poesía

Poesía rococó: poesía de salón, frívola y sensual. La anacreóntica son versos cortos, amables y desenfadados que exalta el placer de la mesa, el vino, la amistad y el amor. Destaca Juan Meléndez Valdés.

Poesía neoclásica: caracterizada por las reglas del arte clásico, regularidad métrica, géneros y temas del Renacimiento. Destaca Vicente García de la Huerta.

Poesía ilustrada: corriente mayoritaria que se vale de la poesía para transmitir las ideas ilustradas, siendo una poesía racional con carácter utilitario y prosaico. Los temas son filosóficos, morales y patrióticos. Las fábulas son lo que más destaca, además de Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte.

Poesía prerromántica: eran un grupo que se dirigía hacia el Romanticismo por lo sentimental y macabro, y por su tono melancólico, grandilocuente y desgarrado, con exclamaciones y apóstrofes. Los versos son liberales y progresivos. Juan Meléndez Valdés, Nicasio Álvarez Cienfuegos o José Cadalso son autores que evolucionaron.

Narrativa

Narrativa barroquizante: sigue los modelos renacentistas y barrocos, aunque hace procedimientos que desembocan en la novela realista. Se repiten novelas y se hacen traducciones y adaptaciones de novelas extranjeras.

  • María Egual: la única novelista española que escribió poemas y obras de teatro.
  • Diego de Torres Villarroel: uno de los autores más importantes, destacado por “Visiones y visitas de Torres con don Francisco de Quevedo por la corte” y “Vida” (novela autobiográfica).
  • Clara Jara de Soto: escritora murciana conocida por una obra costumbrista al estilo de Quevedo y Torres Villarroel.
  • José Francisco de Isla: escritor famoso por “Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazos, alias Zotes”, donde se critica lo social y que tiene dos partes.

Narrativa renovadora: refleja el pensamiento ilustrado con un toque sentimental, alejándose del didactismo puro y moral. Destaca:

  • Pedro Montegón: autor de novelas de varios géneros. Su obra más importante es “Eusebio”, una novela pedagógica donde el protagonista busca la virtud y la felicidad.
  • José Cadalso: escritor militar gaditano y uno de los mayores representantes e introductores. Sus obras incluyen “Los euroditos a la violeta” y “Noches lúgubres”.

Ensayo

Características:

  • No encaja ni en el género narrativo, lírico o teatral, ni en la didáctica tradicional.
  • Trata una gran variedad de temas cotidianos, filosóficos, morales, políticos y religiosos.
  • Suelen ser textos breves, evitando conclusiones definitivas.
  • Presenta un espíritu escéptico fuera del contexto académico.

Benito Jerónimo Feijoo: fraile y gran representante del ensayo gracias a “Teatro crítico universal”, que es una obra humorística e irónica. Otra obra importante es “Cartas eruditas y curiosas”.

José Cadalso: utiliza recursos del género ensayístico. “Cartas marruecas” son unas cartas que se intercambian dos marroquíes y un español, en una obra fragmentaria donde se mezcla el informe de un viaje, el diálogo pedagógico y reflexiones sobre España.

Gaspar Melchor de Jovellanos: ilustrado asturiano que destacó en el ensayo con discursos, informes y memorias. Obras importantes incluyen “Memorial para el arreglo de la policía de los espectáculos” y “El informe sobre la Ley Agraria”, que plantea defectos e insuficiencias proponiendo reformas en la educación.

Teatro

Leandro Fernández de Moratín: su teatro era el representante genuino del teatro neoclásico. Refleja en sus comedias los problemas de la clase media con buen gusto y mesura, y huye de elementos maravillosos y desagradables. Las obras más destacables son:

  • “El viejo y la niña”
  • “El barón”
  • “La mojigata”
  • “El sí de las niñas”
  • “La comedia nueva” o “El café” (Crítica de los usos teatrales)

Teatro barroquizante: las obras dramáticas y las representaciones estuvieron marcadas por modelos del teatro barroco y por la figura de Calderón de la Barca, teniendo una aceptación popular.

  • Antonio de Zamora: “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”.
  • José de Cañizares: “El sacrificio de Ifigenia”, que es una tragedia cómica neoclásica.

Comedia neoclásica: es una comedia de costumbres burguesas con sátira social y toques sentimentales, buscando lo verosímil y el didactismo. Alcanzó el éxito gracias a Leandro Fernández de Moratín.

  • Nicolás Fernández de Moratín: era el padre de Leandro y escribió “La petimetra” (ridiculiza a la mujer).
  • Tomás de Iriarte: “La señora malcriada” o “El señorito mimado” enseñan la educación hacia los hombres y los vicios matrimoniales.

Tragedia neoclásica: buscaba introducir el pensamiento ilustrado mediante una tragedia nacional española, ajustándose a las reglas y a la regularidad métrica. Se remarca el patriotismo, el comportamiento de la monarquía, el gusto por el patetismo, el ambiente medieval y el espectáculo escénico. Destacan:

  • Agustín Montiano: “Virginia o Ataulfo”.
  • Victor García de la Huerta: “Raquel”.

Sainete: es un heredero que trata de forma burlesca y paródica las comedias de costumbres, que son obras en verso y breves, y que se representan al principio o entre los actos. El autor más importante es:

  • Ramón de la Cruz: “La pradera de San Isidro”, “La casa de Tócame, Roque y Manolo”.

Comedia sentimental: también llamada comedia lacrimosa. Plantea que el trato de la honradez y la virtud era injusto socialmente, provocando la compasión en el público y que acabe con un final feliz. Seguían las reglas neoclásicas, apareciendo lo sensible, el drama y la comedia.

  • Jovellanos: “El delincuente honrado”, que trata el tema de los duelos.

Ópera y zarzuela: eran espectáculos lujosos y aparatosos que triunfaban gracias a Ramón de la Cruz y Antonio Rodríguez de Hita (escribió “Las labradoras de Murcia”).