Tipos de Tumores

En los tejidos celulares del organismo hay una división celular constante para producir células nuevas que deben reemplazar a las que están viejas o deterioradas. Existe un equilibrio entre la producción de células nuevas y la muerte de las viejas, de manera que no existen más células de las necesarias. En ocasiones, este equilibrio se altera porque se producen más células de las que se necesitan o porque las viejas no mueren cuando les corresponde. Entonces, aparece un tumor, que es una masa de tejido desorganizado. La mayor parte de los tumores son benignos.

Tumores Benignos

Son aquellos que crecen y permanecen en el mismo lugar en el que se han formado, sin desplazamiento de sus células. Pueden alcanzar un gran tamaño y pueden extirparse por cirugía.

Tumor Maligno o Cáncer

Un tumor maligno se denomina cáncer. Es aquel cuyas células se propagan desde la ubicación original del tumor hasta otros lugares más o menos alejados del tumor original, produciendo nuevos tumores en otras partes del organismo.

Poseen dos características:

• Invasividad: capacidad para penetrar y extenderse por los tejidos contiguos.
• Metástasis: capacidad para penetrar dentro de los vasos sanguíneos y linfáticos, desplazarse por la sangre y la linfa, y depositarse en cualquier parte del cuerpo para formar más tumores.

Relación entre los Factores Genéticos y el Cáncer

Las células del cuerpo necesitan renovarse muchas veces. En cada división celular, el ADN se duplica. En cada duplicación pueden aparecer mutaciones erróneas del ADN. Si una célula acumula varias mutaciones que afectan a su división y a su capacidad de expandirse por el organismo, puede aparecer un cáncer. Las mutaciones genéticas del ADN pueden ser heredadas y, en este caso, incrementan la probabilidad de que la persona afectada desarrolle cáncer.

Agentes Causantes del Cáncer o Carcinógenos

Las mutaciones del ADN son aleatorias, pero hay ciertas sustancias o factores que multiplican el riesgo de que se produzcan tales mutaciones. Estos factores se denominan agentes carcinógenos. Algunos ejemplos son:

• Sustancias químicas procedentes del humo del tabaco.
• Bebidas alcohólicas.
• Exceso de radiación solar.
• Infecciones víricas como la del papiloma humano.
• Exposición a la radiactividad.
• Exposición a compuestos químicos contaminantes de la atmósfera, como dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno.
• Abuso de alimentos ricos en grasas saturadas, comidas precocinadas y bollería industrial.

Prevención del Cáncer

Algunas medidas para prevenir el cáncer incluyen:

a) Evitar el consumo de tabaco y alcohol: los compuestos químicos contenidos en el tabaco provocan un tercio de los cánceres mortales, sobre todo de pulmón. El alcohol incrementa notablemente el riesgo de desarrollar cáncer de boca, laringe, esófago e hígado.

b) No abusar del sol: la radiación ultravioleta procedente del sol es una de las causas principales del melanoma, un cáncer de piel con alto índice de mortalidad. Debe evitarse la exposición al sol durante las horas de mayor riesgo, protegerse con crema solar y gorra, y evitar el uso continuado de las cámaras de rayos UVA.

c) Mantener relaciones sexuales seguras: el uso del preservativo es imprescindible para evitar la transmisión del virus del papiloma humano, responsable del cáncer de cuello de útero.

d) Dieta saludable: el consumo excesivo de grasas saturadas, bollería industrial y comidas precocinadas incrementa el riesgo de padecer cáncer de colon. Debe reemplazarse la dieta rica en proteínas y grasas de origen animal por otra basada en la fruta y la verdura.

e) Chequeos clínicos regulares: muchos tipos de cáncer son curables con un diagnóstico precoz, antes de que haya desarrollado metástasis. Es muy importante que las personas se sometan a inspecciones médicas periódicas para detectar algún posible tumor, así como su carácter y grado de desarrollo.

Las mamografías son esenciales para detectar el cáncer de mama, al igual que las colonoscopias para detectar el cáncer de colon. Los varones con más de 45 años de edad también deben someterse a pruebas de detección del cáncer de próstata.

Tratamiento Contra el Cáncer

Existen varios tipos de tratamientos contra el cáncer:

a) Cirugía: consiste en la extirpación de la masa tumoral. Para que esta técnica resulte efectiva, se debe extirpar completamente el tumor junto con un borde de tejido sano, para asegurarse de que no queden células tumorales. La cirugía es prácticamente imposible cuando hay metástasis.

b) Radioterapia: consiste en la utilización de radiaciones electromagnéticas para destruir las células cancerosas. La radiación también daña los tejidos vecinos sanos, aunque existen diversas técnicas para minimizar este perjuicio.

c) Quimioterapia: consiste en la administración de fármacos que aniquilan las células cancerosas. Como también dañan a las células sanas, la quimioterapia es muy poco efectiva cuando hay metástasis avanzada.

d) Tratamientos hormonales: algunos cánceres, como los de mama, ovario y próstata, requieren la presencia de hormonas para desarrollarse. El tratamiento consiste en la utilización de fármacos que contrarrestan los efectos de dichas hormonas.

e) Inmunoterapia: consiste en el empleo de agentes que refuerzan el sistema inmunitario, que sería el encargado de eliminar el tumor. Recientemente, se ha desarrollado una vacuna que previene el cáncer de cuello de útero causado por el virus del papiloma humano.

Enfermedades Genéticas y Congénitas

El estado de salud de una persona es el resultado de la combinación entre su genotipo, su alimentación e higiene, y los factores ambientales que le rodean.

• Enfermedades genéticas: son aquellas causadas directamente por alteraciones defectuosas en los genes de una persona. Son, por tanto, inevitables. Como ejemplos podemos citar el síndrome de Down, la hemofilia y algunos tipos de diabetes.
• Enfermedades congénitas: son aquellas que se manifiestan desde el nacimiento debido a algún trastorno producido durante el desarrollo embrionario o el parto. Algunas son enfermedades genéticas, como el síndrome de Down, mientras que otras se deben a factores ambientales. Por ejemplo, cuando una mujer embarazada sufre la rubéola, esta se puede transmitir al feto, en cuyo caso puede sufrir retraso mental.