Biografía y Obra de Goethe: Evolución Literaria y Contexto Histórico

La Vida y Obra de Johann Wolfgang von Goethe

La vida de Johann Wolfgang von Goethe transcurre entre mediados del siglo XVIII y principios del siglo XIX, por lo que vivió los movimientos literarios de la Ilustración, el Prerromanticismo y el Romanticismo. Goethe nació en una familia rica, pero no noble. Aun así, durante muchos años fue consejero del duque de Weimar y le otorgaron el “von Goethe”, que lo caracterizaba también como noble. La evolución literaria de este autor es inversa a la evolución de la literatura europea en general, ya que cuando en Europa se defendían los ideales del neoclasicismo, Goethe creaba obras plenamente prerrománticas como Los sufrimientos del joven Werther, y cuando en Europa se evolucionó hasta la idea del Romanticismo, Goethe defendió en sus escritos el clasicismo. En la época de pleno desarrollo del Romanticismo, que se desarrolla alrededor de principios del siglo XIX, Goethe escribe sus obras más clásicas. Por lo tanto, la vida literaria de este escritor, debido a su cambio de mentalidad, se puede clasificar en dos etapas: la prerromántica, en la que defendía el Sturm und Drang, y posteriormente su etapa clasicista, en la que reniega todos sus ideales anteriores relacionados con el romanticismo.

Etapa Prerromántica de Goethe

Su etapa prerromántica transcurre a lo largo de su juventud, entre los veinte y treinta años, y se dedica fundamentalmente al género del teatro. Una de las obras más importantes es Götz. Su obra más importante, y la que le ha hecho más conocido en el resto de Alemania, fue una novela que nunca se llegó a publicar llamada Ur-Faust. La obra que hace famoso en su tiempo a este escritor fue Las desventuras del joven Werther, una novela que se publicó en el año 1774 y que tuvo un gran éxito, ya que se traduce a varios idiomas y se convierte en un libro de moda entre la población, llegando al punto incluso de vestirse como el protagonista, Werther, y suicidarse como él. El éxito de esta obra convierte a Goethe en el escritor más importante de Alemania de su época y hace que se convierta en el consejero del duque de Weimar. Debido a esto, Goethe durante unos años deja de escribir y se centra fundamentalmente en la política y la investigación científica.

Etapa Clasicista de Goethe

1786 se considera el momento más importante de su vida, ya que es cuando realiza un viaje a Italia. Este viaje consigue un gran cambio de mentalidad en Goethe, ya que pasa de estar a favor del prerromanticismo a ser el principal defensor del clasicismo, por lo que comienza su segunda etapa. Durante esta época y hasta su muerte en 1832, Goethe ya estaba considerado el mejor escritor alemán de la historia, pero tuvo poca influencia sobre el desarrollo de la literatura de su época debido a que sus ideas estéticas no tenían nada que ver con lo que intentaban promulgar los escritores románticos del siglo XIX.

La Ilustración y su Influencia en el Pensamiento Europeo

Alrededor de 1750 aparece la Ilustración, un movimiento intelectual que se centra en dar importancia a la razón del ser humano y al desarrollo de su pensamiento. Esta nueva forma de pensamiento cambia la ideología general de las personas de la época, que comienzan a creer que Dios dotó de Razón al ser humano para que éste fuera capaz de mejorar la sociedad y el mundo. A partir de estas ideas, los filósofos y los científicos de la Ilustración empiezan a ver que el progreso, es decir, la posibilidad de que la sociedad avance hacia un mundo mejor, eliminando sus defectos, no solo es posible, sino que también puede ser indefinido. De este modo, se llegaría a una época futura en la que desaparecerían los problemas. Esta idea de la Ilustración es muy importante porque se prolongó hasta la I Guerra Mundial y es básica para entender el mundo contemporáneo.

Características de la Ilustración

La característica principal es que a través del desarrollo del pensamiento se pueden llegar a conocer el mundo y la sociedad y a crear normas de comportamiento adecuadas y racionales. Pese a su novedad, sus ideas no eran muy revolucionarias, puesto que en su filosofía era Dios el que dotaba de Razón al ser humano, es decir, no chocaba contra las creencias religiosas establecidas. Sin embargo, en la segunda mitad de siglo, otros pensadores menos importantes, pero también muy influyentes, como Condorcet, un filósofo francés, empezaron a prescindir de Dios.

Kant y la Razón

El filósofo más conocido de este periodo es Kant, un filósofo alemán que desarrolla sus teorías en La crítica de la razón pura y La crítica de la razón práctica. Este filósofo, por ejemplo, decía que la Razón había surgido de las propias capacidades del ser humano y no había sido Dios el que se la había proporcionado. Esto provocó que la filosofía ilustrada de finales del siglo XVIII tuviera problemas con la religión y la Iglesia.

La Ilustración y la Política

Los filósofos de la Ilustración también se preocuparon por la política: había que crear unas nuevas formas de gobierno para que se pudiera mejorar la sociedad. Para ello, los monarcas hacían llamar a los filósofos para que los ayudaran a mejorar su país, aplicando las ideas de la Ilustración, como el filósofo francés Voltaire en la corte del rey de Prusia.

Montesquieu y la Separación de Poderes

De forma más moderna y, en cierto modo, contra los conceptos básicos del despotismo ilustrado, Montesquieu, un filósofo francés, planteó la teoría de la separación de poderes para que no hubiera corrupción. En su obra, El espíritu de las leyes, hizo la siguiente división: estableció que el poder ejecutivo lo ha de ejercer el Gobierno; el poder legislativo, los diputados; y el poder judicial, los jueces, de forma independiente. El conflicto entre estas dos formas de gobierno concluyó con la Revolución Francesa de 1789.