Autores y obras de la literatura gallega del exilio (1936-1976)

Literatura del exilio gallego entre 1936 y 1976: poesía, prosa y teatro

Con el inicio de la Guerra Civil en Galicia, comenzó un período de represión política grave que provocó el exilio de muchos intelectuales gallegos. Durante los primeros años de la dictadura, la literatura gallega sólo se pudo continuar en América, donde ya había una actividad cultural importante dentro de la comunidad emigrante.

Estos inmigrantes y exiliados crearon revistas literarias, tales como Correo Gallego, Galicia Emigrante o Viveros; coros y compañías de teatro, como Orfeón Gallego o la Compañía Varela Buxán; y programas de radio, como Recordando a Galicia y Galicia Emigrante.

Etapas de la literatura del exilio

Se pueden distinguir tres etapas en este período:

  1. 1939-1950: Galicia permanece en silencio, sólo se publica en gallego en América Latina.
  2. 1950-1960: Se publica en Galicia, y algunas de las obras prohibidas por la censura se dan a conocer en la América hispana. Los escritores de las dos orillas del Atlántico colaboran en las revistas que se publican tanto en Galicia como en América.
  3. 1960-1975: La cultura fue adquiriendo un grado de normalidad en Galicia y las obras de los exiliados ya empezaron a lanzarse a las editoriales gallegas. Los exiliados supervivientes comenzaron a regresar individualmente.

La poesía del exilio

Como parte de la lírica, destacan:

Emilio Pita

Nació en La Coruña y de niño emigró a Argentina, donde residió de forma permanente, aunque pasaba breves temporadas en Montevideo. Escribió obras como el libro de poesía Jacobusland, que pone de relieve la tragedia de la guerra civil en Galicia en medio de una visión nostálgica de la naturaleza gallega. Más tarde vendrían Cantigas de nenos, Arrolo, Baladas y Sempre e despois, o camiño verdegal. En su poesía conviven la música y los elementos naturales con un vocabulario reiterativo. Puede ser considerado como un antecedente de la poesía comprometida sin que se desvanezca por ello la preocupación por mantener los valores poéticos.

Luís Seoane

Nació en Argentina, y después de diez años llegó con su familia a Galicia. Estudió Derecho en Santiago, y ya en esta época se fue formando su arte y su ideología de izquierdas galleguista. Con la Guerra Civil, se exilió en Buenos Aires y desarrolló una intensa actividad cultural referida a Galicia. Ya en Galicia, creó con Isaac Díaz Pardo el Laboratorio de Formas de Sargadelos. Escribió obras como Fardel do eisiliado, Na brétema, Sant-Iago y As cicatrices. En su poesía domina el firme compromiso ético y humano con la realidad social de Galicia, el mundo de la diáspora y la historia gallega. El tema de la emigración aparece sobre todo en Fardel do eisiliado, ofreciendo en sus versos una visión dignificadora de los gallegos que tuvieron que abandonar su tierra. En Na brétema, Sant-Iago, aborda el tema histórico, pero sin olvidar su compromiso social. Esta es la historia de Galicia, centrándose en las personas humildes.

Lorenzo Varela

Hijo de emigrantes. Siendo joven, en Cuba, volvió a Galicia con su madre. Cursó el bachillerato en Lugo, donde participó en la fundación de la Juventud Gallega. En Madrid estudió Filosofía y Letras. Al final de la Guerra Civil, comenzó el camino del exilio: Francia, México y Argentina. En Buenos Aires, inició una estrecha colaboración con Luís Seoane. Regresó a Galicia en 1976. Escribió obras como Catro poemas para catro grabados y Lonxe. Al principio, estos cuatro personajes evocados, con la clara intención de presentarlos como ejemplo de dignidad y lucha. La obra más importante, Lonxe, está fuertemente condicionada por la experiencia personal del exilio. Combina composiciones de plenitud sensorial y de poesía socialrealista de denuncia de la opresión.

La narrativa en el exilio

Algunas de las novelas autobiográficas se consideraban excesivas o realistas. Es lógico teniendo en cuenta que la novela fue el género que mejor dejó entrever el trasfondo sociológico, la realidad misma.

Ramón Valenzuela

Antes de la Guerra Civil fue maestro, empleado del Seminario de Estudios Gallegos y miembro del partido gallego. Después de la guerra fue internado en un campo de concentración y luego entregado a las autoridades franquistas. Fue condenado a muerte, y después de haber sido conmutada la pena, tuvo que ir a Argentina en 1949. Desarrolló una intensa actividad cultural. Regresó en 1966 a Galicia. Escribió obras como Non agardei por ninguén y Era tempo de apandar. En su obra, de marcado carácter autobiográfico, domina la acción sobre la descripción. También se caracteriza por el uso de las técnicas orales y el informe para retratar a los personajes con gran precisión y autenticidad. La novela Non agardei por ninguén, como un diario sin fechas, inaugura el tema de la guerra civil en nuestras letras: después de la sublevación militar de 1936, huyendo de la represión de la zona republicana. Su segunda novela, Era tempo de apandar, continuación de la anterior, trata de la posguerra civil: el protagonista, un militante gallego, se exilia en Francia durante la Segunda Guerra Mundial y es capturado por la Gestapo para regresar a la España de Franco.

Silvio Santiago

Periodista y escritor de aprendizaje independiente, participó en la fundación del Partido Galleguista en La Coruña. Debido a la Guerra Civil huyó a Portugal, de allí a Cuba y luego a Venezuela. Durante su estancia en Venezuela fundó el Centro Gallego y varias revistas, creó el programa de radio “Hora de Galicia” y colaboró en varios trabajos. En los años 60 regresó a Galicia. Escribió obras como Villardevós y O silencio redimido. Sus obras también tienen un tono autobiográfico claro. En Villardevós construye una galería de personajes e historias de la ciudad que le da su título, siempre con una visión irónica del mundo perdido de su infancia. En O silencio redimido, entra de lleno en la amarga experiencia de la guerra, su detención y posterior fuga.

El teatro del exilio

El teatro que, en su último término, es un espectáculo de carácter social, ha sufrido más que cualquier otro género las circunstancias adversas de la censura y la represión de Franco durante la posguerra. Sólo en el ámbito de la emigración y el exilio hubo autores y empresas que mantuvieron el espíritu de nuestro teatro. Cabe destacar especialmente la labor realizada en Buenos Aires por la Compañía Maruja Villanueva, fundada y dirigida por Manuel Varela Buxán.

  • Escritores emigrados: Ricardo Flores Peres con Catro estampas do mar; Manuel Varela Buxán con A taberna do Santá y O ferreiro de Santá.
  • Autores exiliados: Eduardo Blanco Amor con Farsas para títeres; Luís Seoane con A soldadeira; Ramón Valenzuela con As bágoas do demo; Isaac Díaz Pardo con O ángulo de pedra.

Manuel Varela Buxán

Emigró muy joven a Argentina, donde desarrolló una intensa labor cultural. Su interés por el teatro le llevó a fundar, junto con Maruja Villanueva y Fernando Iglesias “Tacholas”, la Compañía Maruja Villanueva. Más tarde regresó a Galicia, donde finalmente publicó los tres volúmenes que reúnen sus obras. Escribió obras como O ferreiro de Santá, A taberna do Santá, Xusticia de un muiñeiro, O saber non estorba, Volver a empezar y Os cegos de Fornelos e outras comedias. Escribió alrededor de treinta obras de teatro; su estilo se caracteriza por ser directo, popular, de línea cómica y sentimental, pero que abarca también algunas críticas de la problemática social de Galicia. El teatro es una comedia de gran éxito entre la comunidad gallega.

Luís Seoane

Ya hemos tratado su biografía en la lírica. En el teatro destaca su obra A soldadeira. A soldadeira, originalmente escrita en gallego, fue traducida también al español y publicada por Seoane en 1957. Se trata de un drama histórico que recrea en la Galicia del pasado los problemas actuales de Galicia, de la forma en que había hecho Cabanillas en O Mariscal. Una serie de rebeliones irmandiñas en el siglo XV se convierten en una parábola de la opresión y la lucha por la conciencia del pueblo gallego.