Ascenso y Caída del Tercer Reich: De la República de Weimar a la Segunda Guerra Mundial

El Ascenso del Nazismo en Alemania (1919-1939)

Contexto Histórico: La Crisis de la República de Weimar

Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania se vio obligada a firmar el Tratado de Versalles en 1919, que imponía duras condiciones al país, incluyendo la pérdida de territorios, el pago de reparaciones económicas y la limitación de su ejército. Estas condiciones generaron un sentimiento de humillación nacional y resentimiento entre la población alemana, que consideraba el tratado injusto e impuesto por los vencedores.

La República de Weimar, establecida en 1919, intentó consolidar un sistema democrático en Alemania, pero se enfrentó a numerosos desafíos. La hiperinflación de 1923, provocada por la impresión masiva de dinero para pagar las reparaciones de guerra, devastó la economía alemana y empobreció a gran parte de la población. Aunque la situación económica mejoró temporalmente durante los “años dorados” de la República (1924-1929), la Gran Depresión de 1929 sumió al país en una nueva crisis económica, con desempleo masivo y un aumento de la pobreza.

El Surgimiento del Partido Nazi

El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), liderado por Adolf Hitler, surgió en este contexto de crisis. Hitler, un exsoldado descontento con el resultado de la guerra, se unió al Partido Obrero Alemán (DAP) en 1919 y rápidamente ascendió en su jerarquía. En 1920, el partido adoptó el nombre de NSDAP y Hitler se convirtió en su líder indiscutible en 1921. El partido se caracterizaba por su ideología ultranacionalista, antisemita y anticomunista, y prometía la restauración de la grandeza alemana, la revisión del Tratado de Versalles y la creación de un “espacio vital” (Lebensraum) para el pueblo alemán en el este de Europa.

En 1923, Hitler intentó un golpe de Estado en Múnich, conocido como el “Putsch de la Cervecería”, que fracasó y lo llevó a prisión. Durante su encarcelamiento, escribió Mein Kampf (“Mi lucha”), donde expuso su ideología y su visión de una Alemania dominada por la raza aria y libre de judíos, comunistas y otros grupos considerados “inferiores”.

El Ascenso al Poder: De la Marginalidad al Gobierno

Tras su liberación en 1924, Hitler reorganizó el Partido Nazi y comenzó a ganar apoyo entre la población alemana, especialmente entre las clases medias y los desempleados, que se sentían abandonados por los partidos tradicionales. La Gran Depresión de 1929 fue un punto de inflexión, ya que el desempleo masivo y la crisis económica llevaron a muchos alemanes a buscar soluciones radicales. El Partido Nazi supo capitalizar este descontento, presentándose como la única alternativa viable frente a la ineficacia de la República de Weimar y la amenaza comunista.

En las elecciones de 1930, el Partido Nazi obtuvo 107 escaños en el Reichstag, convirtiéndose en la segunda fuerza política del país. En 1932, Hitler se presentó como candidato a la presidencia, aunque perdió frente a Paul von Hindenburg. Sin embargo, en las elecciones parlamentarias de julio de 1932, los nazis se convirtieron en el partido más votado, con 230 escaños.

La Toma del Poder: Hitler como Canciller

A pesar de su éxito electoral, Hitler no logró formar gobierno de inmediato. Sin embargo, en enero de 1933, tras una serie de maniobras políticas y presiones de sectores conservadores y empresariales, el presidente Hindenburg nombró a Hitler canciller de Alemania. Este nombramiento fue el resultado de una alianza entre los nazis y los partidos conservadores, que creían que podrían controlar a Hitler y utilizar su popularidad para estabilizar el país.

Una vez en el poder, Hitler actuó rápidamente para consolidar su control. En febrero de 1933, el incendio del Reichstag fue utilizado como pretexto para suspender las libertades civiles y perseguir a los comunistas. En marzo de 1933, el Reichstag aprobó la Ley Habilitante, que otorgaba a Hitler plenos poderes y permitía gobernar por decreto, sin necesidad de aprobación parlamentaria. A partir de ese momento, el régimen nazi se convirtió en una dictadura totalitaria.

La Consolidación del Régimen Nazi

Entre 1933 y 1934, Hitler eliminó toda oposición política, disolvió los partidos y sindicatos, y estableció un Estado totalitario controlado por el Partido Nazi. En la “Noche de los cuchillos largos” (30 de junio de 1934), Hitler ordenó el asesinato de líderes de las SA (las tropas de asalto nazis) y otros rivales políticos, consolidando su poder absoluto. Tras la muerte de Hindenburg en agosto de 1934, Hitler se autoproclamó Führer y canciller, uniendo los cargos de presidente y canciller en su persona.

El régimen nazi se caracterizó por su política de rearme, su propaganda masiva y su persecución de los judíos y otros grupos considerados “indeseables”. Las Leyes de Nuremberg de 1935 privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y prohibieron los matrimonios mixtos, sentando las bases para el Holocausto.

La Segunda Guerra Mundial en Europa (1939-1945)

El Inicio de la Guerra: La Invasión de Polonia (1939)

La Segunda Guerra Mundial en Europa comenzó oficialmente el 1 de septiembre de 1939, cuando Alemania invadió Polonia. Esta invasión fue el resultado de las ambiciones expansionistas de Hitler. La estrategia militar alemana, conocida como Blitzkrieg o “guerra relámpago”, combinaba el uso masivo de tanques, aviación e infantería para lograr avances rápidos y devastadores.

El 3 de septiembre de 1939, Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania. Polonia, a pesar de su resistencia, fue rápidamente derrotada y ocupada por Alemania y la Unión Soviética, que había firmado un Pacto de No Agresión con Alemania en agosto de 1939 (el Pacto Ribbentrop-Molotov), que incluía un protocolo secreto para repartirse Polonia y los países bálticos.

La “Guerra Falsa” y las Primeras Conquistas Alemanas (1939-1940)

Tras la caída de Polonia, Europa entró en un período conocido como la “Guerra Falsa” (o “Sitzkrieg“). En abril de 1940, Alemania invadió Dinamarca y Noruega. En mayo de 1940, Alemania lanzó una ofensiva masiva en el frente occidental, invadiendo Holanda, Bélgica y Francia. El 14 de junio de 1940, París fue ocupada, y el 22 de junio, Francia firmó un armisticio con Alemania.

La Batalla de Inglaterra (1940-1941)

Tras la caída de Francia, Gran Bretaña quedó como el único país aliado en Europa que resistía a Alemania. Entre junio de 1940 y junio de 1941, se libró la Batalla de Inglaterra. La Royal Air Force (RAF) británica, apoyada por el uso de radares y Winston Churchill, logró resistir los ataques alemanes.

La Invasión de la Unión Soviética: Operación Barbarroja (1941-1942)

El 22 de junio de 1941, Alemania lanzó la Operación Barbarroja, la invasión de la Unión Soviética. La batalla de Stalingrado, que comenzó en agosto de 1942, marcó un punto de inflexión en la guerra.

El Cambio de Signo de la Guerra: Las Victorias Aliadas (1942-1944)

A partir de 1942, la guerra en Europa comenzó a cambiar de signo a favor de los Aliados. En noviembre de 1942, tropas estadounidenses y británicas desembarcaron en el Norte de África (Operación Torch). La caída de Mussolini y la rendición de Italia en septiembre de 1943 marcaron un importante avance aliado.

El Desembarco de Normandía y la Liberación de Europa (1944-1945)

El 6 de junio de 1944, los Aliados lanzaron la Operación Overlord, el desembarco de Normandía. Tras el desembarco, las fuerzas aliadas avanzaron rápidamente hacia el este, liberando París en agosto de 1944. El 8 de mayo de 1945, Alemania firmó la rendición incondicional, poniendo fin a la guerra en Europa.