El Ascenso del Franquismo y la Guerra Civil (1936-1939)
En 1936, se produce una oposición a la política del Frente Popular republicano que da lugar a golpes de Estado, como el intentado por Emilio Mola, que finalmente fracasa. A pesar de ello, este intento de derrotar al Frente Popular se fue transformando en una intención de derrotar a la República, pero no triunfó, por lo tanto, se transformó en una guerra civil larga y sangrienta de la cual el general Franco se hizo cargo en la primera sublevación que tuvo lugar el 17 de julio de 1936.
La guerra atraviesa varias fases: en una primera se intenta tomar Madrid; en la segunda, que es una fase de mudanza y estrategia, tienen lugar varios combates como la batalla del Jarama, la de Guadalajara o, en 1938, la batalla del Ebro.
Inmediatamente después del triunfo del Frente Popular, se perfila una conspiración de derechas y varios generales tratan de evitar el desencadenamiento de un movimiento revolucionario popular que, finalmente, triunfa en algunos lugares de España, pero no en otros, lo que dio lugar a la guerra. El hecho de que el alzamiento no triunfase ni fracasase hace que el país quede dividido en dos zonas. Como dice Franco en este documento: “Hay que soldar lo poco, dividido por los partidos”, ya que habían estado enfrentados durante tres años. Por eso, Franco en este discurso pretende convencer de la necesidad de que no exista esa división en España en dos bandos. Este discurso es posterior a la guerra, por lo tanto, hace referencia a las intenciones del general de unir a los dos bandos en los que está dividida España.
La Autarquía: El Plan Económico del Primer Franquismo
En su plan económico, Franco contempla la independencia de países extranjeros, por eso su política comercial intenta reducir las importaciones: “suprimir importaciones que no serán indispensables” y, al mismo tiempo, aumentar las exportaciones: “intensificar las nuestras exportaciones, incluso primándolas”, porque de esta manera intenta aumentar la riqueza de la economía nacional.
El fin de la Guerra Civil trae consigo una serie de problemas nacionales e internacionales. El aislamiento internacional y las destrucciones causadas por la guerra civil producen un estancamiento económico en los primeros años del franquismo. Las directrices económicas del franquismo comienzan a aplicarse en 1938 con la creación del Servicio Nacional de Abastecimientos y Transportes y abarcaban desde la intervención de la producción triguera hasta las limitaciones para la libertad de industria.
Por lo tanto, el intervencionismo económico del Estado y una política autárquica que favorece el aislamiento del régimen es lo que prima en este momento. Con esta política autárquica intentan proteger al país. Su primer objetivo, como dice el texto, es evitar “el desnivel desfavorable de pagos con el extranjero”. Esto se debe a que, al verse España aislada, no es favorecida por el Plan Marshall y eso le hace atascarse en su autarquía. Con este sistema no se tiene en cuenta la rentabilidad de las empresas industriales y la libre competencia. Esto nos obliga a “suprimir importaciones que no serán indispensables, reducir aquellas que se puedan (…) implantación de nuevas industrias que nos faciliten los productos que importamos o intensificar las nuestras importaciones”, esto favorece que se “vigorice la economía de los países importadores”.
Consecuencias de la Política Autárquica
El balance global de la política autárquica e intervencionista del régimen franquista no se puede considerar como positivo porque permite el favoritismo y la corrupción, impide el desarrollo de una economía sana y competitiva y da lugar a graves desequilibrios sectoriales y regionales. Por lo tanto, la economía permanece estancada porque no se solucionan los problemas que producen “el fenómeno de que la riqueza nacional continúe a agotarse”.
La Política Exterior y la Entrevista de Hendaya
La entrevista entre Franco y Hitler es una muestra del funcionamiento de la política exterior en esta época. Entre el conflicto entre Alemania e Italia, España tuvo que tomar una determinación, con lo cual decidió apoyar a Alemania. Con esta actitud favorable a Alemania, esperaba sacar compensaciones territoriales en el norte de África, consiguió Tánger en Marruecos en 1940.
En este año, Franco y Hitler mantienen una entrevista en Hendaya en la que iban a perfilar las condiciones de entrada de España en la guerra. Hitler deseaba la participación de España en la Segunda Guerra Mundial como aliada para poder así cerrar el estrecho de Gibraltar al Reino Unido. Pero esta entrevista dejó muchos cabos sueltos porque condicionaba la intervención española al cumplimiento de una serie de condiciones que resultaba difícil que se dieran. Las exigencias y dudas de Franco hacen fracasar la entrevista de ambos líderes en la estación de ferrocarril de Hendaya, ciudad fronteriza vasco-francesa.
Por lo tanto, España no entró en la guerra, aun así, en el ataque alemán a la URSS, Franco mostró su apoyo a Alemania, pero manteniendo a España fuera de ella.
El Aislamiento Internacional del Régimen (1946)
A partir de 1943, el sistema político español inicia transformaciones. En enero de 1946, el sistema político sufre una oposición internacional que hace que la ONU condene, en 1946, al régimen político español y recomiende a todos los países que retiren a sus embajadores de Madrid, ya que consideran que el régimen de Franco es un régimen “fascista” y la ONU estaba en contra de Hitler y Mussolini. “La asamblea recomienda que todos los Estados miembros de las Naciones Unidas retiren inmediatamente los embajadores y ministros plenipotenciarios que tienen acreditados en Madrid”.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial y la consiguiente reorganización del mundo, los aliados coinciden en señalar que no hay sitio en la comunidad internacional para un gobierno de corte fascista como el de Franco. Por eso, el tratado de la ONU dice en el apartado A que “por su origen, naturaleza, estructura y comportamiento general, el régimen de Franco es un régimen fascista, organizado e implantado en gran parte merced a la ayuda de la Alemania nazi y de la Italia fascista de Mussolini” y deja claro en el apartado B la lucha de la ONU contra Hitler y Mussolini, a quienes Franco había prestado ayuda.
Causas y Consecuencias del Aislamiento
Este aislamiento de España es promovido por la Unión Soviética, que hizo presión para que no fuese invitada a la ONU y que fuese considerada como una amenaza a la paz. Por eso, España es expulsada de todos los organismos internacionales y los embajadores son retirados de Madrid. España sufre un aislamiento total y solo consigue ayuda moral de Portugal y del dictador argentino Juan Perón.
Franco intentó una campaña interior nacionalista y una movilización del ejército, pero la presión internacional le bloqueó económicamente, por eso en el texto dice “que se prohíba al gobierno de Franco pertenecer a los organismos internacionales creados por las Naciones Unidas o relacionados con ellas” y por eso también, cuando los demás países europeos iniciaban su reconstrucción gracias a la ayuda americana (el Plan Marshall), la economía española seguía en la más negra penuria, apoyándose en sus escasos recursos.