Arte Barroco: Características y Principales Representantes

1. Introducción

Estrictamente hablando, el arte barroco se extiende desde los primeros años del siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII. Tuvo su origen en Italia desde fines del siglo XVI, siguiendo la Contrarreforma religiosa. Los países más exaltadamente barrocos fueron Italia, Alemania y España con sus dominios americanos.

La palabra surge en el siglo XVI del lenguaje técnico de los joyeros portugueses, que llamaban barrôco a la perla irregular que utilizaban para decorar estructuras de oro y plata.

Durante el siglo XVII, Europa asiste a la lucha por la hegemonía europea entre dos monarquías absolutas: la España de los Austrias, en pleno declive, y la Francia de Luis XIV. También a la independencia de los Países Bajos, conseguida tras la Guerra de los Doce Años. De esta guerra nace Holanda como una república comercial y calvinista, mientras que la católica Flandes seguirá dependiendo de España.

En la Europa central se desarrolla la guerra de los Treinta Años, entre católicos y protestantes, en la que se vieron envueltas las grandes potencias europeas. Esta guerra y la posterior guerra franco-española acarrearán una época de malas cosechas, hambrunas y la peste.

Los monarcas absolutistas al frente de grandes Estados se imponen en el plano político y la Iglesia católica se reafirma en sus dogmas en la Contrarreforma; unos y otros utilizan el arte como medio propagandístico, el arte Barroco.

Los países más exaltadamente barrocos fueron los católicos. No en vano, el estilo comienza a desarrollarse al amparo de la Contrarreforma católica en Roma.

El arte asume, como en el Medievo, una finalidad didáctica colaborando en la difusión de los dogmas puestos en duda por la Reforma protestante: la Virgen, los Santos, la caridad frente a la fe, las reliquias y los mártires. En los países católicos el arte es primero propaganda y después, celebración del triunfo de la fe. El arte de los países católicos busca conmover al hombre, exaltar sus sentimientos y pasiones.

En los protestantes, en cambio, será la expresión del refinado gusto burgués por lo cotidiano y en las potentes monarquías europeas, medio de afianzamiento del poder.

Las artes se interrelacionan: pintura, escultura y arquitectura se confunden y se mezclan en una estética grandilocuente, dinámica y teatral.

Dentro del Barroco, se pueden distinguir dos etapas:

  • El barroco pleno o maduro (aproximadamente, entre 1630 y 1680).
  • El barroco tardío o rococó, que se prolonga hasta mitad del XVIII.

2. La Arquitectura en Italia: Bernini contra Borromini

Dentro del Barroco, podemos encontrar elementos comunes (el orden colosal y la riqueza en la ornamentación) pero también diferencias de unos lugares a otros (el diseño de los interiores y la composición de las fachadas. Sin embargo, podemos diferenciar:

La arquitectura barroca italiana se caracteriza por las líneas curvas de las fachadas que parecen otorgar movimiento a los edificios.

La arquitectura barroca en Francia donde las superficies son regulares y las fachadas rectas, en lo que parece un intento de no romper las normas clásicas.

2.1. Las Plantas Alabeadas (Combadas) de Bernini

En Roma, el Barroco tiene dos polos que parecen contradictorios, liderados por dos arquitectos rivales: Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.

Ambos coinciden en construir edificios de planta elíptica y muros alabeados, pero se diferencian en otras muchas cosas:

  • En los materiales: Bernini utilizó preferentemente el mármol; Borromini, en cambio, fue un arquitecto barato que empleó el estuco y el ladrillo.
  • El empleo de los órdenes: Bernini respetó las proporciones de los órdenes clásicos; Borromini rompió las normas y creó elementos nuevos.
  • En el uso del espacio: Bernini plantea espacios naturales abiertos; los de Borromini son artificiales y reducidos.
  • En cuanto a la luz, Bernini deja sus fachadas e interiores pulidos con el propósito de que la claridad y la sombra los bañen por igual; Borromini afila los perfiles y crea aristas para que la luz se quiebre en un cortante efecto de claroscuro.

BERNINI

Su carrera como arquitecto se inicia con el diseño del Baldaquino de San Pedro: un monumental palio de bronce sostenido por cuatro columnas salomónicas; se situó bajo la cúpula de la basílica para conmemorar que allí estaba la tumba del primer apóstol.

Fue tanto el éxito de esta primera obra que pronto recibió dos encargos más: la columnata que rodea la plaza delante de la basílica y la Cátedra de San Pedro, en el ábside.

Fuera de San Pedro, construye Bernini San Andrés del Quirinal, una iglesia para los jesuitas, de planta central configurada a partir de un juego de líneas cóncavas y convexas.

BORROMINI

Tiene una personalidad muy distinta a la de Bernini. Es irascible y atormentado, hasta el punto de que se suicida con su espada por no poder soportar el insomnio y la fiebre que le provocan su enfermedad.

Al contrario también que Bernini, trabaja para clientes pobres: los trinitarios descalzos, los filipenses, las hermanas agustinas y los franciscanos.

Sus comienzos fueron modestos: después de trabajar en Milán como cantero, se instala en Roma, donde es acogido por Carlo Maderno, que dirigía las obras del Vaticano.

Su primera gran obra es San Carlo alle Quattro Fontane (1637-1667), encargada por los trinitarios españoles. Destaca en ella una admirable fachada.

El Oratorio de San Felipe Neri está concebido como una sala de audiciones, pues los filipenses, para los que realiza la obra, daban a la música una gran importancia como complemento a su labor pastoral.

Pero quizás su obra más original sea la iglesia universitaria de Sant’Ivo alla Sapienza. Su planta está formada por dos triángulos equiláteros que, al cruzarse, forman un hexágono. Esta forma vuelve a repetirse en la cúpula, lo que se ha interpretado como un homenaje al papa Urbano VIII, cuyo emblema era la abeja.

Para Inocencio X, el siguiente papa, diseña Sant’Angelo, en la Piazza Navona. Y para los franciscanos, el templo de Sant’Andrea della Fratte.

3. Escultura en Italia: Bernini

Bernini, como Miguel Ángel, dominó todas las disciplinas pero fue, sobre todo, escultor. Podemos dividir la producción escultórica de Bernini en cuatro etapas:

  • Etapa juvenil: Compuesta por los encargos, mitológicos y bíblicos. Destaca el virtuosismo técnico en el tratamiento de la piel y el tratamiento psicológico de los personajes. Obras: El rapto de Proserpina, Apolo y Dafne y un David.
  • Alto barroco: Lo más llamativo es el tratamiento de las ropas. Las telas se mueven y concentran en masas, lo que produce efectos de claroscuro. La principal obra es San Longinos, en el Vaticano.
  • Periodo medio: Sus logros más importantes son:
    • Desarrolla una escultura convertida en espectáculo teatral: El Éxtasis de Santa Teresa.
    • Da forma al monumento papal en la tumba parietal de Urbano VIII.
    • Erigió una fuente monumental en la Piazza Navona (Roma): la Fuente de los Cuatro ríos con las personificaciones de cuatro ríos (Danubio, Ganges, Nilo y Río de la Plata) que representaban a las cuatro zonas que entonces se conocían del mundo.
  • Estilo tardío: Busca la espiritualidad, siguiendo el mismo camino de Donatello y Miguel Ángel. Las figuras se alargan y los ropajes se agitan, como podemos observar en los Ángeles con los atributos de la Pasión que decoran las barandillas del Puente de San Angelo.

4. La Pintura en Italia

El antagonismo que se produjo en la arquitectura italiana entre Bernini y Borromini, vuelve a darse en la pintura, esta vez entre el clasicismo de los Carracci y la heterodoxia de Caravaggio:

  • Los Carracci se inspiraron en la escultura grecolatina, recuperaron las proporciones del cuerpo humano y dieron origen al clasicismo academicista. Pintaron grandes frescos para decorar techos y paredes de los palacios.
  • Caravaggio se dedicó a retratar a la gente corriente inaugurando el naturalismo. Se dedicó, sobre todo, a los cuadros de caballete, en los que usa la luz para iluminar las zonas que le interesan y dejan en penumbra el resto.

4.1. El Naturalismo y los Problemas de la Luz: Caravaggio

Es el creador del naturalismo y del tenebrismo pictórico.

Llevó una vida bohemia y su arte fue bastante incomprendido en su tiempo. En la producción pictórica de Caravaggio, podemos distinguir tres etapas:

  • La fase inicial se desarrolla en Roma:
    • Retrata personajes callejeros: jugadores, maleantes y gitanos. Utiliza fondos neutros y rico colorido.
    • Inventa el bodegón moderno con el cuadro La cesta de frutas. El fondo neutro hace que el espacio se convierta en algo infinito, no existe el espacio, la profundidad viene dada por la colocación del cesto situado en el borde del marco.
    • Representa a jóvenes afeminados o ambiguos (Baco) o a músicos travestidos (El tañedor de laúd). También se atrevió con temas religiosos. Buena muestra es La cena de Emaús.
  • La fase intermedia representa el estilo maduro del pintor, que ha recibido el nombre de tenebrismo caravaggiesco. En ella, se incluyen los grandes encargos para diversas iglesias romanas: La crucifixión de San Pedro y La conversión de San Pablo. La vocación de San Mateo y El martirio de San Mateo. Otras obras de esta época son: La Virgen de Loreto (la imagen de dos peregrinos, él con los pies sucios y ella con una cofia desgarrada, causó cierto malestar por considerar que se había tratado con poco respeto un asunto tan importante) y La muerte de la Virgen (la acogida fue aún peor: fue retirada de la Iglesia de la Scala porque “imitaba con demasiada exactitud el cadáver de una prostituta encontrado en el río Tíber”).
  • La etapa final la constituyen los cuadros religiosos que pintó en los diversos lugares a los que le llevó la huida. Ejemplos de este periodo son:
    • La decapitación del Bautista.
    • La resurrección de Lázaro.

4.2. Artemisia Gentileschi

Artemisia Gentileschi, heroína del discurso feminista y alegoría de la Pintura femenina.

La pintora Artemisia Gentileschi (Roma, 1593-Nápoles 1656) ha sido y sigue siendo la heroína del discurso feminista clásico con la que en 1971 iniciaba la historiadora del arte neoyorkina Linda Nochlin su célebre artículo ¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas? La belleza física de Artemisia, su violación por el pintor Agostino Tassi dando origen a un proceso por estupro, y su reivindicación al ser la primera mujer en ingresar en la Academia del Dibujo de Florencia, hacen de ella «un estandarte para la liberación de la mujer».

Artemisa aprendió la técnica del dibujo y el naturalismo tenebrista de Caravaggio en el taller de su padre, el pintor Orazio Gentilleschi. Una vez que se independiza del taller de su padre fue requerida por las principales cortes europeas, se autorretrató como alegoría de la Pintura y representó a mujeres «de grandes sinsabores» de la historia, tanto en temas de mitología y la Biblia; acosadas como Susana, violadas como Lucrecia y Dánae, pero también seductoras y castigadoras como Dalila, Salomé, Yael y Judit. Quizás, la abundancia de cabezas cortadas en su producción obedezca a la canalización de sus deseos de venganza, otorgando a su agresor Tassi el papel de decapitado.

Una de sus obras más famosas es “Judith decapitando a Holofernes”, considerada una de las representaciones más crudas y dramáticas de este episodio bíblico. Esta pintura, realizada después de que Gentileschi fuera víctima de una violación a los 18 años, ha sido interpretada como una poderosa expresión de venganza y empoderamiento femenino.

Podemos concluir, que las obras de Gentileschi se caracterizan por su realismo, su dramatismo y su fuerza expresiva. Sus personajes femeninos suelen ser mujeres fuertes y decididas que se enfrentan a las adversidades.

5. La Pintura en Flandes y en Holanda

Flandes ocupaba los territorios de la actual Bélgica. Católico, monárquico y sometido a España. Su pintura, de temática religiosa, se plasmará en grandes cuadros de altar.

Cultivó también la pintura mitológica de gran tamaño. Los retratos suelen ser individuales y, con frecuencia, buscan resaltar el rango social del personaje.

Los bodegones reflejan la abundancia de una sociedad opulenta.

Holanda, protestante republicana, burguesa e independiente. Su pintura cultiva también los temas bíblicos pero los cuadros serán de pequeño tamaño, para ser expuestos en el ámbito doméstico.

Se pintaron también escenas costumbristas, que con frecuencia tienen objetivos moralizantes de tipo puritano como la pereza, la avaricia y la infidelidad.

Los retratos suelen mostrar grupos que tienen algún significado en la organización democrática de la sociedad: oficiales de las guardias cívicas que protegen las ciudades, los síndicos (encargados) de los gremios, etc.

Las cocinas y despensas, al contrario que en Flandes, muestran platos y bebidas frugales, reflejo del ascetismo protestante.

5.1. La Escuela Flamenca: Pedro Pablo Rubens

Rubens estaba dotado de un cerebro prodigioso para la composición de los cuadros y para el uso del color.

Con solo 23 años, se instala en Mantua. Durante ocho años, se formará estudiando las principales obras del arte realizado en Italia.

Su estancia en Italia solo será interrumpida por un viaje a Valladolid, capital de España, que aprovechará para pintar el Retrato ecuestre del Duque de Lerma.

Tras abandonar Italia se instala en Amberes. Un año después, es nombrado pintor de los archiduques e inicia las gestiones inmobiliarias para construir una casa-taller que con el tiempo se convertirá en la más importante del barroco europeo.

Cerca de 3000 cuadros llevan la firma de Rubens, lo que solo puede explicarse por la legión de discípulos que trabajaban en su taller. Entre sus más de cien aprendices, hubo gente tan valiosa como Jacobo Jordaens o Antón van Dyck.

Rubens dominó todas las técnicas de la pintura, desde el óleo hasta el fresco, pasando por los cartones para tapices, el diseño de arcos triunfales o la ilustración de libros y misales.

Tocó todos los temas y géneros pero aportándoles su visión personal: religiosos, históricos, mitológicos, paisajes, bodegones y retratos. Su trayectoria como pintor religioso, se inicia con los trípticos de La elevación de la cruz y El descendimiento, conservados en la catedral de Amberes.

Fueron encargados por los Archiduques con el objetivo de acabar con la iconoclastia protestante, que había despojado de imágenes a las iglesias, y de proclamar su vinculación con la ortodoxia católica.

Pero su obra cumbre en esta tarea de mostrar el poder del papado frente a los protestantes es El triunfo de la Eucaristía, conjunto de veinte tapices que la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y Gobernadora de los Países Bajos.

En 1628, visita de nuevo España, donde conoce a Velázquez y copia los cuadros de Tiziano, del que se declara admirador.

Dos años después, ya con 53 y viudo, se casa con Helena Fourment, una muchacha de 16 años que se convertirá en musa de sus cuadros mitológicos. Fruto de esta feliz etapa de su vida son tres cuadros, conservados en el Museo del Prado, en los que aparece retratada su esposa: el Juicio de Paris, el Jardín del Amor y Las tres Gracias.

5.2. La Escuela Holandesa: Rembrandt

REMBRANDT

Es el primer artista que no depende de reyes ni de nobles, sino que vivió cómodamente vendiendo en el mercado sus cuadros, grabados y dibujos.

Rembrandt creará un estilo propio en el que los contrastes de la luz y la sombra nunca serán tajantes sino que envuelve sus figuras en penumbras graduadas, misteriosas y doradas.

En Ámsterdam la sociedad civil que necesitaba hacerse visible su importancia, Rembrandt lo hará a través de retratos colectivos para decorar las salas de las corporaciones. Entre estas obras podemos destacar tres cuadros memorables:

  • La lección de anatomía del doctor Tulp, encargada por el cuerpo de cirujanos. El célebre médico es captado en el momento en que desprende, con sus pinzas, un haz de músculos del cuerpo de un cadáver. Los alumnos observan atentamente.
  • Ronda de noche, para la Guardia Cívica: Representa a un grupo de arcabuceros (soldados) de la Guardia Cívica que salen a hacer su ronda. Con anécdota decir, que la suciedad acumulada durante siglos en este cuadro se llevó a pensar que representaba una atmósfera nocturna. En 1947 cuando el cuadro fue limpiado y restaurado se pudo observar que la ciudad está a plena luz del sol. Por tanto, podemos decir que el nombre con el que se conoce este cuadro no es el más adecuado.
  • Los síndicos de los pañeros, cuadro en que se retrata a la junta directiva de este gremio durante la celebración de una reunión. En este cuadro se representa con gran detalle las expresiones y vestimentas de los personajes representados, destacando el juego de luces y sombras presentes en la escena.

Completan su obra como maestro absoluto del claroscuro los diversos autorretratos y retratos de miembros de su familia que realizó a lo largo de su vida.

A partir, aproximadamente, de 1650, Rembrandt sufre una profunda crisis personal que tendrá importantes consecuencias artísticas que le lleva a buscar en sus cuadros una mayor espiritualidad. Mantiene el claroscuro pero la pincelada se hace más suelta y el color más llamativo.

7. La Pintura Barroca Española

Al contrario que la imaginería que se mantiene en la tradición nacional, los pintores españoles del Barroco están muy influidos por los modelos extranjeros, sobre todo de Italia y Flandes. Los caminos para la llegada de esta influencia son tres:

  1. Los viajes de los pintores españoles a Italia.
  2. La emigración de pintores italianos y flamencos a España.
  3. La compra de cuadros en el mercado del arte.

El siglo XVII ha sido considerado el “Siglo de Oro” de la pintura española, donde podemos distinguir dos periodos, que corresponden casi exactamente con las dos mitades de la centuria:

  • En la primera mitad, predomina el naturalismo tenebrista.
  • Desde mitad de siglo se impone el gusto colorido de Rubens y la forma de pintar de Tiziano y de los artistas venecianos. Es lo que los expertos llaman el realismo barroco.

La Iglesia sigue siendo el principal cliente, lo que significa que predominan los temas religiosos. Hay pocos temas mitológicos, excepto los que encargaron reyes o nobles para decorar estancias privadas de sus palacios.

En cuanto a los temas profanos, predominan el retrato y el bodegón.

7.1. El Naturalismo Tenebrista: Zurbarán

FRANCISCO DE ZURBARÁN

Su estilo debe mucho al tenebrismo de Caravaggio, con figuras de contorno dibujado y sombras robustas. No obstante, en la recta final de su carrera, por influencia de Murillo, hará sus pinturas más amables.

Zurbarán va a pasar a la historia como el pintor de los frailes y la vida monástica. Son numerosas las órdenes que lo contratan para decorar sus iglesias, sacristías y claustros:

  • Desarrolla cinco episodios de la vida de San Buenaventura para un colegio franciscano.
  • En 1655, pinta tres cuadros para la Sacristía de la Cartuja de Sevilla: La Virgen de la Misericordia amparando a los cartujos, San Bruno y el Papa Urbano II, y El milagro de San Hugo en el refectorio.

Otros temas de este pintor serán:

  • Las Santas-mártires, vestidas a la moda de la época, que han sido interpretadas como retratos de clientas con atributos religiosos.
  • El Niño Jesús labrando una cruz en la carpintería de su padre o confeccionando una corona de espinas que se clava en un dedo, en un anticipo quizás de lo que sería su sufrimiento posterior.
  • Bodegones. Sus bodegones se caracterizan por la ausencia de elementos decorativos superfluos. Los objetos representados son sencillos y cotidianos, como frutas, verduras, utensilios de cocina o animales. Aunque sus bodegones parecen representaciones de la realidad sin más, a menudo encierran un significado simbólico más profundo. Los objetos representados pueden aludir a conceptos religiosos, morales o filosóficos.

7.2. El Realismo Barroco: Velázquez y Murillo

El realismo barroco en la pintura fue un movimiento artístico que buscó plasmar la realidad con una intensidad emocional y detallismo excepcionales. Se caracterizó por el uso magistral del claroscuro, la representación de escenas cotidianas y religiosas en la que transmite emotividad y profundidad.

Diego Rodríguez de Silva Velázquez es, quizás, el mayor genio del arte español, y forma junto con Bernini y Rubens, el trío más importante del arte barroco europeo.

Abarcó todos los géneros de la pintura (el retrato, las fábulas mitológicas, los bodegones, los paisajes y los cuadros religiosos) y supo captar como pocos la naturaleza, la luz y el movimiento.

Aprende en el taller sevillano de Francisco Pacheco.

En 1623, se instala en Madrid para ocupar la plaza de pintor de cámara de Felipe IV. Realizó dos viajes a Italia:

  • El primero (1629), copiando en el Vaticano a Rafael y Miguel Ángel. Estas experiencias le llevarán a pintar La fragua de Vulcano.
  • El segundo, diez años después, fue para comprar estatuas clásicas para la colección real. Es entonces cuando retrata a criado moro Juan de Pareja y al Papa Inocencio X, en el que retrata al pontífice con gran penetración psicológica. Esta segunda estancia duró tres años. El retraso se debió, en parte, al nacimiento del hijo que tuvo con una mujer romana, a la que presumiblemente pintó en La Venus del espejo.

En la obra de Velázquez pueden advertirse dos épocas: la etapa sevillana, de formación; y la madrileña, de madurez:

  • Etapa sevillana:
    • Las figuras, de contornos muy precisos, recuerdan las imágenes labradas por Martínez Montañés.
    • De tema profano, sobresalen dos cuadros: Vieja friendo huevos y El aguador de Sevilla.
  • Etapa madrileña:
    • Hacia 1630, comienza a observarse un cambio en la pintura del maestro. Comienza a tratar la luz de forma diferente, no solo para iluminar sino para mostrar el aire que hay entre los objetos. Los colores ganan intensidad y comienza a utilizar la gama de grises típica de su producción madura. El cuadro que marca la transición es Los borrachos.
    • De este periodo, cabe destacar la serie de magníficos retratos de personajes de la corte, a pie, a caballo o cazando: el rey, la reina, el príncipe Baltasar Carlos, el conde-duque de Olivares, etc. Con frecuencia, aparecen en los cuadros bufones, tratados con cariño y simpatía. O militares, como Las lanzas o La rendición de Breda.
    • En la recta final de su vida, pintó dos obras maestras de la pintura universal:
      • La familia de Carlos IV o Las meninas (1656).
      • Las hilanderas (1657). En esta obra se desarrolla la fábula de Aracne, según la narración de Ovidio. Como ya había hecho en Los borrachos y en La fragua de Vulcano, Velázquez vuelve a tratar un tema mitológico pero despojándolo de referencias heroicas.

Bartolomé Esteban Murillo pertenece a la generación siguiente a la de Velázquez. Fue muy querido por la sociedad sevillana, que admiró sus obras religiosas, siempre amables y entrañables. Y gozó de prestigio internacional pues sus obras fueron vendidas en toda Europa a través de la amistad que entabló con dos comerciantes flamencos. Su obra se divide en tres periodos:

  • El periodo frío corresponde a su etapa juvenil y se caracteriza por los fuertes contrastes en la luz y la precisión en el dibujo. De esta etapa son La Virgen del Rosario con el Niño y la Sagrada Familia del pajarito, en la que el artista desdramatiza los sentimientos religiosos tras la epidemia de peste que asoló Sevilla en 1649.
  • El periodo cálido se caracteriza por la desaparición del tenebrismo y la incorporación de un colorido más vivo y efectos de contraluz. Se inicia con el San Antonio de la Catedral de Sevilla, y continúa con la serie de Santa María la Blanca.
  • El periodo vaporoso abarca los últimos años de su producción. En ellos, el color se hace transparente y difuminado. Entre las obras más importantes de esta etapa están:
    • Los grandes cuadros para los altares laterales del convento de los capuchinos como, por ejemplo, San Francisco abrazando al crucificado.
    • Una serie de Obras de misericordia.

Una parte importante de la obra de Murillo son las representaciones de la Inmaculada (vestida de celeste y blanco, con un trono de ángeles a los pies) y las representaciones infantiles de San Juanito y el Niño Jesús: Los niños de la concha, San Juanito con el cordero y El Buen Pastor.

También encontramos temas profanos. Buen ejemplo son Muchachos comiendo uvas y Muchachos jugando a los dados.