Arquitectura y Escultura en la Antigua Roma: Claves del Legado Imperial y Republicano

Arquitectura Romana

A principios del siglo III a. C., los etruscos fueron desplazados por el gusto helenístico. La arquitectura de la Época Republicana imitará las formas griegas, pero da también pasos decisivos hacia la creación de un estilo propio. Antes de acabar el siglo I a. C., ya se edificaba con dominio del arco y la bóveda.

Elementos de carácter constructivo

El arco de medio punto al que superponen el dintel. Este sistema constructivo fue especialmente desarrollado por el uso de un mortero u hormigón que sustituye al opus quadratum o sillería aprendida de los etruscos. El sistema de adosar la columna y el entablamento al muro sirve de base al arquitecto romano para encajar entre esas columnas y bajo el dintel, un arco.

En el interior de los edificios se construye con el sistema de cubierta abovedada. Se transforma el entablamento en elemento decorativo. Esto se ve mejor cuando se parte el entablamento para que sobresalga el arco. Este proceso, que usa los elementos constructivos con fines decorativos, transforma también el estilo arquitectónico de las fachadas: así veremos el uso de columnas exentas, arquerías colgadas o ciegas, columnas voladas…

Órdenes arquitectónicos

Respecto a los órdenes, destacar la invención del orden toscano, variedad del dórico griego, y el orden compuesto. El orden compuesto se forma con los elementos del capitel jónico (volutas) y corintio (con las hojas de acanto). El orden toscano es el orden dórico romano, pero que arranca con moldura o basa.

Arquitectura y Ciudad

El Imperio creó una sociedad urbana, por lo que la organización urbanística de las ciudades es una de las principales aportaciones de los romanos. En las ciudades nuevas se adopta el sistema en cuadrícula, ya que se había impuesto en Grecia.

El plan urbanístico se basaba en dos grandes ejes: la vía decumana (este-oeste) y la vía cardo (norte-sur). En el cruce de ambas se encuentra el foro, donde se ubican los principales edificios civiles y religiosos.

Características

  • Es una arquitectura con carácter urbanístico y utilitario.
  • Pragmática y monumental.
  • Los romanos ordenan y planifican el espacio.
  • Tienen tendencia al colosalismo, que exalta el poder en Roma.
  • Predominio de la regularidad y simetría en su concepción urbana y arquitectónica.
  • Sentido utilitario: arte funcional y de grandes avances tectónicos.
  • Los materiales que se emplean son: hormigón, ladrillo y mármol.
  • Utilizan el arco y la bóveda (influencia etrusca).
  • Utilizan el dintel (influencia griega).
  • Utilizan los órdenes jónico y corintio.
  • Crean dos órdenes nuevos: toscano (dórico con fuste liso y basa) y compuesto (mezcla de jónico y corintio).
  • En un mismo edificio utilizan los tres órdenes clásicos (dórico, jónico, corintio) o los romanos.
  • Combinan también bóveda y dintel.
  • Gran variedad de construcciones.

Evolución de la Escultura

Época Republicana (hasta el siglo I a. C.)

En esta primera etapa, el retrato se hacía solo hasta el cuello, dando el máximo realce a la cabeza. Con posterioridad se fue ampliando hasta alcanzar parte del busto.

Estaban realizados en bronce o en piedra y se policromaban.

La mayoría de los artistas eran griegos.

Los personajes que se retrataban eran tanto privados como públicos, mostrando una personalidad grave y serena.

Son rostros enérgicos, fuertes y decididos, aunque cabe señalar que los retratos públicos presentaban cierta idealización.

Se trata de un reconocimiento tácito de los méritos del retratado, el mos maiorum; de ahí la individualización realista del personaje, la fidelidad al mismo.

Época Imperial (Alto Imperio, s. I – 2ª mitad s. III)

A partir de la conversión de Roma en Imperio, la estatuaria se transformó, y con ella el retrato.

El idealismo clásico griego tendría ahora mayor influencia.

El retrato oficial se idealizaba, buscando mostrar la grandeza del personaje, sobre todo si este tenía naturaleza divina, como el emperador, aunque sin perder sus rasgos individuales ni la expresión del carácter del personaje retratado.

Se buscaba proyectar la grandeza del emperador divinizado, a la manera de los dioses griegos.

Los mechones del cabello caían de forma irregular sobre la frente, el rostro siempre rasurado.

A partir de los Flavios (siglo I), se volvió a la sinceridad de la época republicana; la cabellera se hizo más voluminosa y reapareció la barba, agudizándose los efectos de claroscuro.

En esta época también apareció el retrato femenino, reflejo de las modas de cada época y con gran interés por el peinado. Presentaba las mismas características que el retrato masculino en lo que se refería a la representación realista de la mujer.

En la época de Adriano (117-138) se recuperó el convencionalismo clasicista. Aparecieron algunas modas como la barba; el iris del ojo y las pupilas se resaltaban con incisiones. El busto se prolongó hasta los pectorales y parte de los brazos.

En la época de los Antoninos (138-192) el retrato sufrió una etapa de barroquización: la barba aumentó de tamaño y la cabellera se hizo más voluminosa y rizada. Se utilizó la técnica del trépano o entallamiento del mármol para crear efectos de claroscuro.

Época Bajoimperial (mediados s. III – s. V)

  • En esta época el retrato comenzó a transformarse en un sentido anticlásico.
  • El fino modelado desapareció, la expresión del rostro se hizo más intensa, pero se acentuó la simplicidad y el hieratismo.
  • Esta época se inició con la dinastía de los Severos y concluyó con la época constantiniana y de la tetrarquía.
  • Desapareció el sentido de la proporción y el gusto por el detalle.
  • Deshumanización, monumentalidad y esquematización son los rasgos de esta época.
  • La obra presentaba un aspecto arcaico y esquemático que entroncaba con la estatuaria bizantina.

El ejemplo más importante es la monumental cabeza del emperador Constantino el Grande (principios del siglo IV) de 2.6 metros, parte de una no menos monumental escultura sedente del emperador que presidía la sala principal de la Basílica de Majencio.

El Relieve Histórico-Narrativo

Se trata del género que mejor representa el afán de gloria e inmortalidad del pueblo romano. La vieja costumbre de conmemorar los triunfos del guerrero y el deseo de eternizarlos en piedra, alcanzó con el relieve su máxima expresión. Se trata, pues, de un género al servicio de la propaganda.

El relieve narrativo estuvo presente en numerosas construcciones, subordinado a ellas, y siempre con carácter ornamental y propagandístico. Arcos de triunfo, columnas conmemorativas, altares públicos, etc., fueron el mejor soporte para este género.

En el planteamiento general romano se apreciaba la huella griega, el origen helenístico. Pero el romano se caracterizó por la utilización de efectos pictóricos como la perspectiva, para crear efectos de profundidad; en esto se alejó de los fondos planos del relieve griego. Los personajes colocados en diferentes planos y la introducción de elementos paisajísticos dotaron al relieve romano de profundidad, pudiendo afirmarse que respondía a una concepción pictórica. Su influencia sería enorme en el relieve renacentista.

Aunque el relieve ya se utilizaba durante la Época Republicana, fue en la Época Imperial cuando alcanzó su máximo desarrollo, vinculado a la construcción de monumentos conmemorativos.

Obras más importantes

Ara Pacis de Augusto

Obra realizada el 13 a. C. para conmemorar la pacificación de las provincias de Galia e Hispania llevada a cabo por el emperador Augusto. En los frisos laterales se representa la procesión de la familia imperial y otras personalidades (magistrados, senadores, sacerdotes, etc.), que desfilaban silenciosamente, imbuidos de una severa gravedad. La perspectiva permitía representar de forma jerarquizada a estos personajes; en un primer plano los principales, en planos inferiores los secundarios. Las figuras, aunque algo idealizadas, estaban individualizadas, pudiéndose distinguir a Tiberio, Augusto y a su esposa Livia. El nuevo gusto por el mármol, las formas del relieve y los detalles de la vestimenta, definían el clasicismo propio de estos primeros tiempos del Imperio. Esta obra recuerda los frisos del Partenón realizados por Fidias en el siglo V a. C.

Arcos de triunfo

Los relieves del Arco de Tito

Son la mejor expresión del carácter narrativo y propagandístico de este género escultórico. Representa la entrada de las tropas romanas en la ciudad de Jerusalén (Palestina) portando el candelabro de los siete brazos. Técnicamente, hay que destacar la utilización de diferentes planos de forma escalonada, creando el efecto de aire interpuesto. El realismo y la ilusión espacial son las notas características de esta obra.

Los relieves del Arco de Constantino

La decadencia de la escultura durante la Época Bajoimperial también se manifestó en este género. La utilización de relieves extraídos de obras anteriores no pudo ocultar la pobreza y el agotamiento estético: monotonía compositiva, personajes yuxtapuestos, acusada isocefalia, pobre modelado y pliegues duros. Estos rasgos fueron la manifestación de una clara tendencia a la conceptualización que se consolidaría en la época bizantina.

Columnas conmemorativas

La Columna Trajana

La obra cumbre es la Columna Trajana. Representa la perfecta integración del relieve en una columna. Se trata de un relieve continuo desarrollado de forma helicoidal, que representa las campañas del emperador Trajano contra los dacios. La ilusión de espacio quedó sacrificada en esta ocasión por el interés narrativo.

Apéndice: Conjugaciones en Portugués

Presente

AR – o / as / a / amos / ão

ER – o / es / e / emos / êm

IR – o / es / e / imos / êm

ver (vejo, vês, vê, vemos, vêem)

ler (leio, lês, lê, lemos, leem)

fazer (faço, fazes, faz, fazemos, fazem)

dizer (digo, dizes, diz, dizemos, dizem)

trazer (trago, trazes, traz, trazemos, trazem)

saber (sei, sabes, sabe, sabemos, sabem)

poder (posso, podes, pode, podemos, podem)

querer (quero, queres, quer, queremos, querem)

perder (perco, perdes, perde, perdemos, perdem)

pôr (ponho, pões, põe, pomos, põem)

Pretérito Perfeito Simples

AR – ei / aste / ou / amos / aram

ER – i / este / eu / emos / eram

IR – i / iste / iu / imos / iram

Pronomes Oblíquos Átonos (Objeto Direto/Indireto)

me / te / lhe / nos / vos / lhes