La Arquitectura del Quattrocento: Un Retorno a la Antigüedad Clásica
El Renacimiento marca una ruptura con el estilo gótico, tomando como modelo la arquitectura de la antigua Roma. Se recuperan elementos constructivos y decorativos clásicos, pero con una libertad que define su originalidad. La decoración fantástica, donde se mezclan elementos de la naturaleza creando seres monstruosos, se conoce como grutescos. A menudo, esta decoración se organiza en torno a un eje vertical, formando candelabros, especialmente en pilastras. Otros motivos frecuentes son flores, frutos, trofeos y objetos colgantes.
Felipe Brunelleschi: El Pionero del Renacimiento
El florentino Felipe Brunelleschi (siglo XV) es considerado el padre del nuevo estilo. Su obra maestra, la cúpula de la catedral de Florencia, es la primera gran obra arquitectónica del Renacimiento. Su diseño revolucionario, con una doble cúpula que aligera el peso, se construyó sin cimbras. La cúpula octogonal, de ladrillo y argamasa, se distingue por su elegancia y proporciones. En la basílica de San Lorenzo (1420), Brunelleschi abandona las formas medievales y adopta elementos clásicos. Inspirado en las basílicas cristianas, crea un espacio ordenado con una planta longitudinal y una decoración sobria en bicromía.
La Capilla Pazzi: Un Ejemplo de Armonía y Racionalidad
En la capilla Pazzi, Brunelleschi vuelve a la cúpula, una obsesión de los arquitectos renacentistas. El edificio se articula en tres ámbitos: un pórtico rectangular, una nave con cúpula nervada y un ábside cuadrado. La fachada presenta un esquema típico con entablamento y arco central. El interior, sobrio y racional, se decora con medallones de Lucca della Robbia y elementos de piedra serena.
León Battista Alberti: Teoría y Práctica Arquitectónica
León Battista Alberti, figura del humanismo y teórico del arte, materializa sus ideas en obras como la iglesia de San Andrés de Mantua (1470). Con una planta de cruz latina y una sola nave, rompe con la tradición basilical. Su interior, inspirado en las termas romanas, presenta bóvedas de cañón con casetones y grandes pilares. La fachada, por su parte, evoca el arco triunfal romano. En el Palacio Rucellai (1446/1451), Alberti crea el modelo de palacio urbano, con una fachada almohadillada y articulada por ventanas y pilastras. La influencia del Coliseo se aprecia en la división en tres pisos, cada uno con un orden distinto.
La Arquitectura del Cinquecento: Roma como Centro Artístico
Durante el Cinquecento, Roma se convierte en el centro cultural de Occidente. El papa Julio II convoca a grandes artistas como Bramante, Rafael y Miguel Ángel, dando lugar a una escuela romana.
Donato Bramante: Innovación y Clasicismo
Donato Bramante (1444-1514) es un arquitecto clave en la transición al Cinquecento. Su Templete de San Pedro in Montorio, un pequeño templo circular que conmemora el lugar de la crucifixión de San Pedro, recrea un tholos clásico. La superposición de la cúpula con linterna sobre la cella circular es una innovación destacable. Bramante también recibe el encargo de diseñar la nueva basílica de San Pedro del Vaticano. Su proyecto, con planta de cruz griega y una gran cúpula central, se modifica tras su muerte.
Miguel Ángel Buonarroti: Genio del Cinquecento
Miguel Ángel Buonarroti, aunque principalmente escultor, también destaca en arquitectura. En la capilla Medicea de San Lorenzo (Florencia), continúa la tipología de Brunelleschi, pero introduce novedades en el diseño vertical, con calles estrechas, ventanas ciegas y soportes estilizados. En la plaza del Capitolio de Roma, crea una nueva configuración con la estatua ecuestre de Marco Aurelio como centro. La decoración del enlosado evoca un cielo estrellado.
La Cúpula de San Pedro: Un Legado Duradero
Miguel Ángel también se encarga de continuar las obras de la basílica de San Pedro. Su diseño de la cúpula, esbelta pero maciza, se levanta sobre un robusto tambor decorado con columnas y ventanas. Giacomo della Porta la termina tras la muerte de Miguel Ángel, modificando ligeramente su silueta. La cúpula de San Pedro se convierte en el modelo de cúpula occidental hasta el siglo XIX.