La Arquitectura Barroca
Características del Barroco en la Arquitectura Religiosa
Centrándonos en el mundo católico, la arquitectura barroca se caracterizó por:
- Potencia y grandiosidad de las formas: Uso del orden gigante, cúpulas enormes.
- Movimiento en la arquitectura: Paredes alabeadas y columnas salomónicas.
- Rechazo de la planitud y búsqueda de profundidad: Creación de efectos ópticos y perspectivas exageradas.
- Carácter abierto de la arquitectura: Sin límites visibles, ruptura de los elementos clásicos e introducción de espacios inexistentes.
- Originalidad de las plantas.
- Cubiertas abovedadas (cúpulas): Muchas veces independientes de la planta.
- Muro como elemento de soporte: Poco perforado, vanos en la parte superior, ocultos.
- Decoración interior y exterior: El color se mezcla con la luz y esta con el movimiento.
- Integración urbana: El arquitecto busca que su edificio destaque en el lugar donde se ubica, diseñando grandes plazas y avenidas.
La Arquitectura Barroca Italiana
Roma es la cuna y centro del barroco. Allí, el Papa Sixto V, apodado “Restaurator Urbis”, puso en marcha un proyecto para modernizar y adecentar la ciudad. Las características de este proyecto, que influyeron en el desarrollo del barroco, fueron:
- Calles como espina dorsal de la ciudad.
- Valoración de los vacíos: obeliscos y columnas como ejes espaciales.
- Aprovisionamiento de agua.
- Desecación de las lagunas pontinas.
- Preocupación por aspectos sociales (hospicios para mendigos).
Aunque el proyecto no se completó en su totalidad, sus ideas sentaron las bases para el desarrollo del barroco romano, el cual se divide en tres momentos:
El Barroco Calmado (1600-1630)
Su arquitectura prolonga la de la Contrarreforma. Su principal exponente fue Carlo Maderno, recordado por ganar el concurso para terminar la Iglesia de San Pedro del Vaticano. Maderno propuso un cambio de planta, de cruz griega a cruz latina, alargando el cuerpo de la iglesia. Sin embargo, esta modificación ocultó parcialmente la cúpula, un problema que no se solucionaría hasta la construcción de la plaza.
El Gran Barroco Romano (1630-1670)
Época de grandes proyectos y rivalidad entre dos grandes arquitectos: Bernini y Borromini.
Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
Artista integral con gran capacidad creativa: arquitecto, escultor, pintor y urbanista. Nació en Nápoles en una familia de escultores y pasó la mayor parte de su vida en Roma, excepto por una breve estancia en París. Trabajó para los personajes más poderosos de su tiempo y fue autor de los proyectos más importantes de la Roma barroca. Se caracterizó por renovar las formas arquitectónicas respetando el legado clásico. Su éxito en Italia y Europa le valió numerosos encargos, que desarrolló con la ayuda de sus discípulos.
Entre sus obras más destacadas se encuentran:
- Decoración interior de la Basílica de San Pedro: Utilizó mármoles y bronces. En los pilares que soportan la cúpula, abrió cuatro hornacinas para colocar esculturas. Bajo la cúpula, construyó el baldaquino utilizando el bronce del Panteón. Esta construcción de 29 metros de altura se eleva sobre cuatro columnas salomónicas. El color oscuro del bronce destaca sobre el blanco del mármol, dirigiendo la mirada hacia el altar. En la decoración, aparecen abejas y los soles del escudo de los Bernini, símbolos que glorifican al Papa.
- Fachada y Plaza de San Pedro: En el exterior de la Basílica, Bernini diseñó dos torres, pero la aparición de grietas paralizó las obras y Borromini las derribó posteriormente. Alejandro VII le encargó la construcción de la plaza de San Pedro, una plaza doble de gran tamaño compuesta por una plaza oval y otra trapezoidal. Cuatro hileras de columnas toscanas le dan un aspecto de templo tetrástilo, rematado por esculturas sobre una balaustrada. Bernini rechazó el punto de vista frontal, colocando un obelisco y fuentes en el centro de la plaza. De esta manera, la fachada se aleja y se ensancha, y la cúpula adquiere protagonismo.
- Iglesia de San Andrés del Quirinal: De planta elíptica, dos muros curvos envuelven al espectador. En la fachada, utiliza dos pilastras corintias y un frontón triangular. La luz cenital divide el mundo celeste del terrenal.
- Palacio Barberini: Proyecto de arquitectura civil realizado en colaboración con Carlo Maderno.
Francesco Borromini (1599-1667)
Arquitecto excéntrico, solitario y perfeccionista. Mantuvo una fuerte rivalidad con Bernini. De formación artesanal como cantero, dominaba la técnica constructiva. Trabajó principalmente para órdenes religiosas con pocos recursos, utilizando materiales baratos como ladrillo y yeso, pero con gran fantasía e ingenio.
Sus obras se caracterizan por:
- Dinamismo del edificio: efectos de luz mágicos.
- Originalidad en las plantas y alzados: sus edificios parecen más grandes de lo que realmente son.
- Cubiertas originales.
- Revestimiento decorativo complejo.
Entre sus proyectos más destacados se encuentran:
- Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes: A la que dedicó toda su vida, se basa en la curva y la contracurva. La planta de cruz griega se deforma en una pseudo-elipse. La cúpula con casetones ilumina mágicamente el interior. La fachada presenta un muro alabeado y dinámico, mezclando el orden normal con el gigante.
- Iglesia de San Ivo alla Sapienza: Con una planta central estrellada, creada a partir de dos triángulos superpuestos.
- Iglesia de Santa Inés en Agonía (Piazza Navona)
- Colegio de Propaganda Fide
Otros Arquitectos Barrocos Italianos
La fama y rivalidad de Bernini y Borromini eclipsó a otros arquitectos barrocos italianos. Entre ellos destacan:
- Guarino Guarini (1624-1683): Trabajó en Turín. Tenía una gran capacidad de síntesis, combinando influencias clásicas con el estilo de Borromini. Destacan la Capilla del Santo Sudario en Turín.
- Baldassare Longhena (1598-1682): Trabajó en Venecia. Fusionó el barroco con motivos palladianos. Su obra maestra es la Iglesia de la Salute, con un esquema central y una enorme cúpula.
- Filippo Juvarra (1678-1736): Trabajó en Turín para los reyes españoles. Destacan la Iglesia de la Superga en Turín, con una planta compleja y muros cinchados por pilastras gigantes.
En este periodo también se construyeron espacios urbanos representativos del barroco italiano, como la Escalinata de la Plaza de España y la Fontana di Trevi en Roma.
El Barroco Francés: Versalles
El Palacio de Versalles, construido a las afueras de París por Louis Le Vau y Jules Hardouin-Mansart, representa la culminación del barroco francés. Concebido como residencia real y sede del gobierno, Versalles tenía una clara función propagandística: mostrar el poder de la monarquía francesa.
El exterior del palacio se caracteriza por:
- Más de 500 metros de longitud.
- Dos fachadas principales: la principal y la posterior, que da a los jardines.
- Tres niveles: basamento, columnas jónicas y ático.
El interior de Versalles albergaba numerosas dependencias, algunas de ellas no accesibles para los cortesanos. Dos estancias destacan por su magnificencia:
- Capilla Real: Rematada por una linterna que simboliza la cabeza del rey.
- Galería de los Espejos: Una sala de fiestas profusamente decorada con espejos, que crean un efecto de amplitud y magnificencia.
El Palacio de Versalles se convirtió en el modelo de residencia real para las monarquías europeas durante el siglo XVIII. Su influencia se extendió a la arquitectura, el urbanismo, la decoración y el arte en general.