Aristóteles: Usía, Causa, Cosmos y Tiempo
La usía, en la obra de Aristóteles, ha sido entendida más como sustancia que como esencia; la usía es un ‘cómo’ de lo que es. El concepto de causa significa el predominio del acto, del ser sobre la figura. Buscar la causa de algo es remitirlo a su principio, llevando lo particular a lo universal. La causa tiene un sentido ontológico e implica un pensamiento teleológico, donde todo tiene una finalidad.
Las Cuatro Causas
Aristóteles identifica cuatro causas:
- Material (según la Hyle)
- Formal (según el eidos)
- Eficiente (según el agente)
- Final (según el telos)
Cosmología y Metafísica
El estudio del cosmos lleva a la búsqueda de su causa, por lo que la física conduce a la metafísica. La revolución científica no altera la esencia del pensamiento cosmológico de Aristóteles, quien utiliza los paradigmas científicos de su época. La búsqueda de la unidad de lo real es la búsqueda de las causas. Aristóteles observa movimientos continuos y busca sus principios, vinculando el tiempo al movimiento.
El Cielo y el Motor Inmóvil
En Del Cielo, Aristóteles presenta tres etapas:
- Inicialmente, el movimiento se atribuía a un alma.
- Luego, explica el movimiento de las esferas como algo natural, debido a su naturaleza intrínseca.
- Finalmente, introduce la idea del motor inmóvil.
Este texto influyó en la astronomía. Aristóteles fue influenciado por el Timeo de Platón, especialmente en la noción del alma del mundo, aunque para Aristóteles, esta noción disminuye la sustancia divina. Dios, la causa última, mueve el mundo sin moverse a sí mismo. La unidad del mundo es el cielo, la esfera eterna, el paso de la potencia al acto. Esta esfera conecta toda la realidad y se iguala con Dios. El cielo es finito, único, eterno, incorruptible e ingenerable. El movimiento, condicionado por los cuatro elementos, es dialéctico. La esfera, al no estar compuesta por estos elementos, tiene un movimiento incorruptible. Se introduce el concepto de una quinta esencia, el éter, como sustancia espiritual, por encima del cual está el motor inmóvil.
Movimiento y Acto
Los movimientos que no tienen fin en sí mismos son distintos de los actos. La esfera tiene un movimiento circular que no se dispersa. El ser sensible como physis equivale al mundo sensible. El ser cósmico equivale a las ideas. El ser en cuanto ser equivale a la idea suprema, el puro nous. La polisemia es característica en Aristóteles, permitiéndole detectar la primacía de la unidad y la universalidad. El universo es infinito y único, con cualquier punto como referencia absoluta.
El Tiempo
El tiempo, al buscar su esencia, se revela como algo sin esencia; es lo que tiene algo de sí fuera de sí. La unificación de los ‘dejar de ser’ debe ser una realidad que unifique todo el movimiento, y esto es el movimiento circular. La experiencia de lo sublunar es un ‘dejar de ser’, necesitando un principio que lleve a efecto esa potencialidad, y ese principio es el tiempo. La definición de tiempo, en crítica al Timeo, es el número de movimientos según un antes y un después. El tiempo es lo que nos pasa a nosotros, mientras que el tiempo externo es movimiento. El tiempo es instante, es ahora, un presente que ya está dejando de ser. Aunque es siempre lo mismo y no acumulativo, tenemos experiencia de la continuidad. El tiempo y el movimiento substanciales serían un único tiempo y un único movimiento. El tiempo no es el movimiento, pero no existe sin movimiento, y todo depende del primer movimiento de la esfera.
Tiempo y Conciencia
En el libro IV de la Metafísica, Aristóteles plantea si el tiempo es subjetivo, lo que contradiría su filosofía realista. Intuye una conexión tiempo-conciencia. El alma actúa sobre la potencialidad temporal, siendo el agente que determina la posibilidad que es el tiempo.
Otras Obras
En De Mundo, Aristóteles apoya lo dicho anteriormente. En el Eudemo, habla sobre la inmortalidad del alma, que viene al mundo desde el más allá, siendo el cuerpo un sepulcro para el alma. El alma puede separarse del cuerpo y pervivir. Esto no contradice De Anima. En Sobre la Filosofía, critica el Timeo. En Sobre el Bien, se muestra antiplatónico respecto a las ideas. El Protréptico es una exhortación a la filosofía como contemplación, el ideal de vida.