Las Hilanderas o La Fábula de Aracne – Velázquez (Siglo XVII) – Museo del Prado (Madrid)
Momento Representado
En el fondo del cuadro podemos apreciar el tapiz realizado por Aracne en el cual se representa el desenlace del mito, el momento en que Atenea va a convertir a Aracne en araña debido a su posición.
Se aprecian dos figuras: son la diosa, ataviada con sus atributos (como el casco y la espada) y ante ella la humana rebelde, que viste un atuendo de plegados clásicos. Están colocadas de tal manera que parecen formar parte del tapiz. Otras tres damas contemplan cómo la ofendida diosa, en señal de castigo, va a transformar a la joven Aracne en araña, condenada a tejer eternamente.
Mito de Aracne y Atenea
Aracne era hija de un tintorero en Lidia; era una gran experta en el arte de tejer y bordar, y las ninfas del bosque acudían a ver su obra. Esta era muy vanidosa, creyendo ser la mejor tejedora del mundo, y desafía a la diosa Atenea.
Se presentó la diosa con apariencia de anciana y le aconsejó prudencia y que no desafiara a los dioses, pero tras insistirle lo aceptó. Atenea tejió un tapiz mostrando escenas gloriosas de los dioses mientras que Aracne realizó otro burlándose de ellos. Al terminar, Atenea se enfada porque (hay dos versiones):
- Aracne teje mejor que ella.
- Aracne se había burlado de los dioses y le rompe el tapiz.
En la otra versión, Aracne huye asustada a ahorcarse, pero Atenea le perdona la vida y como castigo la convierte en araña para que tejiera hasta el fin de los tiempos.
Nacimiento de Atenea
Pertenece a una cerámica griega del siglo VI que se encuentra en el Museo del Louvre (París).
Diosa de la sabiduría, a Atenea se la representa vestida de guerrera, armada de yelmo, escudo y coraza; el animal consagrado a la diosa es la lechuza, símbolo de sabiduría.
El momento representado no es cuando Atenea se come la lechuza, sino el de su nacimiento. En esta cerámica griega se encuentra a Atenea, diosa de la sabiduría, vestida de guerrera, armada de yelmo, escudo y coraza; el animal consagrado a la diosa es la lechuza, símbolo de la sabiduría.
A Zeus le apeteció el contacto carnal con la Titánida Metis, quien adoptó formas muy diversas para escapar de él hasta que por fin la atrapó y la dejó encinta. Entonces el oráculo de la Madre Tierra declaró que daría a luz a una niña y que, si algún día Metis volvía a concebir, daría a luz a un niño destinado a deponer a Zeus, del mismo modo que Zeus había depuesto a Cronos y Cronos a Urano. Por consiguiente, Zeus, después de haber persuadido a Metis con palabras melosas a tumbarse en un lecho, abrió de pronto la boca y se la tragó; este fue el fin de Metis, aunque él luego alegaba que le daba consejos desde el interior de su vientre. A su debido tiempo, Zeus se sintió preso de un horrible dolor de cabeza mientras paseaba por la orilla del lago Tritón; parecía que el cráneo le iba a estallar y se puso a chillar furiosamente hasta que todo el firmamento resonaba con su eco. Hermes se le acercó corriendo, pues enseguida adivinó la causa de la aflicción de Zeus. Persuadió a Hefesto a traer su cuña y su mazo para abrir una brecha en el cráneo de Zeus, y de él saltó Atenea, completamente armada, dando un tremendo grito.
A pesar de los milenios transcurridos, Atenea sigue siendo un modelo de virtud y castidad, y su sabiduría se ha ido incrementando con los tiempos.
Mito de Neptuno
Esta fuente fue realizada por Ventura Rodríguez en el siglo XVIII y se encuentra en Madrid.
Representación de los Personajes
El arte representa a Neptuno como una figura barbuda, viejo y con el cabello largo que sostiene un tridente y a menudo aparece acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres marinos o caballos. En este caso se puede ver que su carro es tirado por dos caballos.
Neptuno, hijo del dios Saturno y Rea, hermano de Júpiter, rey de los dioses, y de Plutón, dios de los muertos. Se repartieron el mundo, el dominio del cielo para Zeus, el inframundo para Hades y Neptuno el dominio del mar. Tenía la facultad de desencadenar violentas tempestades al igual que también aplacarlas. Los marineros pedían su protección para asegurarse una navegación tranquila. También se creía que era el otorgador de los beneficios ocultos de la tierra, tales como la riqueza mineral y las cosechas, por lo que también era conocido como Dis u Orcus, el dador de riqueza.
La tradición le atribuye numerosos amores de los cuales nacen frecuentemente divinidades maléficas. Un ejemplo es cuando se une a Medusa y generan un caballo alado llamado Pegaso. Su consorte oficial era una de las nereidas, entre la que se encontraba Anfitrite, la que más tarde se convertiría en su esposa. Junto a ella se asocia la imagen del Triunfo de Neptuno en el que ella cabalga sobre un delfín mientras Neptuno yace en su carro.