Antropología y Filosofía Política en Platón, San Agustín, Hannah Arendt y Ortega y Gasset

PLATÓN

Problema del Conocimiento: Teoría de las Ideas

Las ideas son la esencia de las cosas, por lo que las ideas son anteriores a las cosas y causa de ellas. Platón realiza una distinción entre el mundo de las ideas y el mundo sensible.

Mundo de las Ideas

Lo componen ideas que son entidades eternas, perfectas e inmutables con existencia real e independiente, jerarquizadas y aprendidas por el entendimiento. La idea suprema es la idea del bien, estas solo son cognoscibles por la inteligencia y por la razón, es decir, el entendimiento. Además, el mundo de las ideas es episteme, es decir, posee conocimiento real, y en ellas hay pensamiento y entendimiento.

Mundo Sensible

Es en el que nos encontramos nosotros y está sujeto al cambio y al movimiento. Este mundo está gobernado por la doxa y es cognoscible a partir de los sentidos. Según Platón, los del mundo sensible no son verdaderamente reales, sino una copia del mundo de las ideas. Aquí solo hay imaginación y creencia, es decir, creemos en lo que pensamos que hay. Por lo que este mundo es imperfecto y corruptible, vivimos en el error (esto es lo que Platón representa con los prisioneros del mito de la caverna).

Teoría del Conocimiento

Solo es posible darse el verdadero conocimiento en el mundo de las ideas puesto que las cosas sensibles están sujetas al cambio y a la doxa. Platón sitúa las cosas del mundo sensible en un estado intermedio entre el ser y el no ser, y las ubica en un llegar a ser. El ser se corresponde con la episteme y el no ser con la ignorancia de lo episteme.

Métodos para Conocer Ideas

  • Reminiscencia: conocer es recordar. El alma preexiste en el mundo de las ideas. Los sentidos solo conocen lo concreto no lo abstracto, entonces si podemos emplear conceptos abstractos es porque los poseemos de forma innata.
  • Dialéctica: proceso de preguntas y respuestas que permite el ascenso desde la doxa hasta lo episteme.
  • Amor: el objeto del amor es la belleza y esta según Platón se alcanza mediante una ascensión desde las cosas del mundo sensible hasta la idea de la belleza en sí.

Problema de la Ética

La filosofía platónica persigue una finalidad práctica que se concreta en cómo proporcionar una sociedad justa que esté compuesta, a su vez, por ciudadanos justos. Platón asociaba cada parte del alma con su correspondiente virtud. La felicidad requiere la puesta en práctica de la virtud, entendida como la armonía.

Armonía del Alma

Virtud de la justicia, cada parte del alma cumple con la función que le corresponde.

Alma Racional

Su virtud es la prudencia o la sabiduría.

Alma Irascible

Su virtud es la fortaleza.

Alma Concupiscible

Su virtud es la templanza.

Platón defiende que la suma equilibrada de placer y sabiduría son el resultado de vivir una vida prudente y sabia, en la que los placeres son complementar para la felicidad. Este equilibrio deberá entenderse como la adecuada supeditación de lo concupiscible a lo racional.

La Virtud

La virtud es la clave de la propuesta ética platónica y en su desarrollo se contempla de tres formas diferentes, a su vez complementarias:

  • Virtud como armonía: refleja la naturaleza de lo que debe entenderse como virtud.
  • Virtud como purificación: refleja la supeditación de o placentero a lo racional.
  • Virtud como conocimiento: para hacer el bien, hay que conocerlo con anterioridad.

Problema del Ser Humano

Teoría de la Inmortalidad el Alma

Platón considera que el ser humano está compuesto de cuerpo y alma. El cuerpo es material y terrenal, por consiguiente, se considera la parte corruptible y mortal, pertenece al mundo sensible. Además, es un obstáculo para alcanzar el conocimiento episteme. Por el contrario, el alma es inmaterial y tiene un carácter divino y, por tanto, pertenece al mundo de las ideas ya que es formal e inmortal. Al mismo tiempo, el alma es presentada como el principio de la vida y fundamento del conocimiento. La preeminencia que Platón concede al alma sobre el cuerpo convierte su antropología en una psicología. Por ello su propuesta supondrá un estudio de las funciones del alma.

Funciones del Alma

Alma Racional

Representada por el auriga y su función es el conocimiento. Su virtud es la prudencia.

Alma Irascible

Representada con el caballo hermoso y bueno. Simboliza el valor, la voluntad y las pasiones nobles. Su virtud es la fortaleza.

Alma Concupiscible

Representada con el caballo feo y malo, simboliza las malas pasiones. Su virtud es la templanza.

Pruebas de la Simplicidad del Alma

  • Prueba de la reminiscencia: conocer es recordar, lo que implica que el alma preexista en el mundo de las ideas antes de verse encarcelada en su cuerpo.
  • Prueba de los contrarios: cada cosa surge de su contrario. Si la vida produce muerte, se puede pensar que la muerte produce vida. El alma sigue viva cuando el cuerpo muere.
  • Prueba de la simplicidad: el alma es simple como las ideas. El alma no se descompone en partes, no es compuesta, solo es corruptible lo compuesto. Por tanto, el alma es inmortal.
  • Prueba del principio vital: el alma es principio de vida y no puede acoger, en sí misma, lo contrario. Lo mismo ocurre con las ideas.

Problema de la Política

La propuesta platónica le pone a la justicia como ideal humano que debe ser alcanzado. Sin embargo, dado que el ser humano era un ser social por naturaleza, esa justicia se podrá alcanzar en una sociedad justa. Una sociedad será justa cuando cada uno de sus miembros desempeñe la función acorde con su virtud. Se establece de este modo, como expresión máxima de esa sociabilidad, la polis, lugar idóneo para que el ser humano ponga en práctica sus virtudes. La polis ideal platónica se configura en tres clases sociales:

  • Productores: aquellos en los que predomina el alma concupiscible. Su misión es proveer la polis de todo aquello que necesite para su mantenimiento.
  • Guardianes: aquellos en los que predomina la parte irascible. Su misión es velar por la seguridad de la ciudad.
  • Gobernantes: aquellos en los que predomina el alma racional. Su misión es dirigir la ciudad y dirimir la función dominante de cada ciudadano.

Formas de Gobierno

Según Platón, la monarquía o aristocracia son la forma perfecta de gobierno. Este es ejercido por el filósofo o por un pequeño grupo selecto. Sin embargo, estas formas de gobierno pueden corromperse, y posteriormente degenerarse.

Degeneración de la Monarquía o Aristocracia

Da lugar a la timocracia, que es el gobierno de los guardianes.

Degeneración de la Timocracia

Da lugar a la oligarquía, gobierno de los guardianes que han ido enriqueciéndose, buscando su bien particular.

Degeneración de la Oligarquía

Da lugar a la democracia, sublevación del pueblo.

Degeneración de la Democracia

Da lugar a la tiranía, como no todos están preparados para sustentar el poder, aparecerá un tirano que gobierno por medio de la imposición de sus criterios.

SAN AGUSTÍN

El Problema de Dios

En su obra expone las siguientes pruebas para la existencia de Dios:

  • El orden del universo, como prueba de la grandeza de su creador.
  • La prueba por el consenso general, la mayoría de los seres humanos afirman que existe Dios.

Sin embargo, la auténtica prueba de la existencia de Dios en San Agustín es la presencia en el hombre de verdades universales, necesarias e inmutables, puesto que son ellas las que exigen la existencia de un ser necesario, inmutable y eterno para explicar su origen. (Ejemplos de estas verdades la propia aspiración humana a la verdad y la felicidad. También, los primeros principios de la lógica, los axiomas matemáticos o las ideas como “justicia”, “belleza”, “bien” etc.)

Dios Creador del Mundo

  • San Agustín es uno de los primeros pensadores cristianos que desarrolla con amplitud el concepto de “creación”, concepto que aparece en la historia del pensamiento occidental con el cristianismo, puesto que los griegos carecieron por completo de este concepto, pero utiliza este concepto siguiendo la filosofía neoplatónica.
  • El mundo, cuya característica esencial es el orden, ha sido creado de la nada por Dios.
  • San Agustín defiende el ejemplarismo, Dios ha tomado como prototipo o modelo las ideas de su mente: “las ideas ejemplares”.
  • Dios contiene eternamente en sí los modelos arquetípicos de todos los seres posibles. Estos modelos eternos son ideas, increadas y consustanciales a Dios.
  • Dios ha creado al mundo de una sola vez sin sucesión en el tiempo, esta categoría pertenece al mundo creado, pero no a su creador.
  • De una sola vez ha hecho existir la totalidad de lo que ha sido, de lo que es y de lo que será en el futuro. Todos los seres han sido producidos desde el principio, pero en forma germinal como “razones seminales” o “germinales” que deben desarrollarse en el transcurso de los tiempos según el orden y las leyes que Dios mismo ha previsto.
  • Así, San Agustín concibe la historia de la naturaleza como un despliegue perpetuo o una evolución pero que no se parece a la evolución de la ciencia porque está presente desde el principio todo, aunque sea germinalmente.

El Problema del Ser Humano

  • El ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios y posee vida espiritual. Por ello, Agustín de Hipona, defenderá el dualismo afirmando que el hombre se compone de dos sustancias: el cuerpo y el alma cuya unión es accidental.
  • El hombre es un alma (como también decía Platón) que vive temporalmente en un cuerpo y se sirve de él. Lo mismo que en Platón, en San Agustín, el auténtico yo humano es el alma, el cuerpo no es sino una envoltura, una cárcel.
  • No admite, sin embargo, la preexistencia ni la reencarnación; considera que cada alma individual es producto de la acción creadora de Dios, que la ha hecho a su imagen y semejanza.
  • El modo de ser de cada uno tiene su origen en el alma, la cual posee 3 facultades que son imagen de la Trinidad: memoria entendimiento y voluntad.
  • El nacimiento de cada ser humano es original e irrepetible y todo ser humano es bueno por su origen.
  • La naturaleza humana, buena por creación, ha sido corrompida por el pecado original y el hombre se encuentra inclinado hacia el mal.

El Conocimiento

San Agustín no marca fronteras entre la fe y la razón, ya que considera que ambas tienen como misión el esclarecimiento de la verdad única que, como creyente, no podía considerar otra que la verdad cristiana. La razón y la fe colaboran, para comprender la verdad cristiana, hoy por este orden:

  1. Primero, la razón ayuda al hombre a alcanzar la fe. Aunque en gran parte las verdades de la fe no son demostrables, se puede demostrar que es legítimo creerlas
  2. Después, la fe orienta e ilumina la razón: sin fe no puede haber sabiduría. La sabiduría solo la proporciona la creencia.
  3. Finalmente, la razón, a su vez, contribuye al esclarecimiento de los contenidos de la fe. Una vez aceptada la fe, la razón, la filosofía permite al creyente profundizar en lo que dice la fe. Así afirma San Agustín:” comprende para creer, cree para comprender.

La Teoría del Conocimiento: la “Iluminación”

  • El conocimiento sensible se caracteriza por su inestabilidad. El conocimiento auténtico es el conocimiento intelectual que consiste en la captación de verdades universales necesarias e inmutables.
  • Pero el hombre no las puede obtener de sí mismo ya que también el ser humano es contingente mudable y pasajero como todas las cosas.
  • San Agustín defiende que en el interior del hombre hay una realidad necesaria, inmutable y eterna que es Dios que es la fuente de todos los conocimientos que el hombre posee con esas características.
  • Así el hombre conoce las verdades necesarias, universales e inmutables por una iluminación divina. Es la llamada teoría de la iluminación.
  • Así pues, el hombre descubre a Dios cuando entra en sí mismo, encuentra las verdades eternas y se trasciende para alcanzar un fundamento de estas verdades; “no salgas, vuelve a ti mismo: en el hombre interior habita la verdad”. “Conócete a ti mismo a fin de conocer no solo tu origen, sino también tu destino: Dios”.
  • Con la teoría de la iluminación, Agustín quiso explicar cómo el hombre llega al conocimiento de ideas y principios eternos. “Igual que el ojo necesita de la luz para ver, la mente requiere de la luz divina para conocer la verdad”.
  • A diferencia de la tradición filosófica, esa verdad es una verdad encarnada (Dios), tal como refleja la frase evangélica: “yo soy la Verdad y la Vida”.
  • La verdad revelada es Dios, y el objetivo de alcanzar la Verdad mediante el conocimiento no es en San Agustín para la satisfacción de la mente, sino para satisfacer el corazón; es decir, no se busca tanto un fundamento racional, cuanto la felicidad que consiste en el reencuentro con esa Verdad.
  • La idea de iluminación aparece tanto en las Sagradas Escrituras como en Platón y los neoplatónicos (Plotino). En Platón, para quien conocer es recordar las ideas que contempló nuestra alma en el mundo inteligible, era la idea de Bien, Sol de la Inteligencia, la que ilumina al resto de las ideas y las hace inteligibles. Estas ideas influyeron en Agustín de Hipona, para el que Dios era también la fuente de la Iluminación, dada la cercanía de nuestro espíritu -parte superior de nuestra alma-con la realidad divina.

La Moral

  • El hombre busca la felicidad, pero la felicidad no la puede encontrar en él mismo:”la criatura racional… ha sido hecha de tal modo que no pueda ser ella misma el bien que la haga feli”)
  • El hombre sólo puede encontrar la felicidad en Dios, pero como carece de una visión adecuada del mismo, puede elegir bienes mutables como objetivo de su vida en lugar de atender al bien inmutable.
  • El hombre es libre y tiene que decidir libremente si va a seguir a Dios, usando de esta manera bien la libertad, o le va a dar la espalda, haciendo un mal uso de ella.
  • El ser humano se aleja en este caso del auténtico objeto de su felicidad, pero lo hace libremente, es el resultado de una decisión personal, de la que es totalmente responsable.
  • El carácter dramático, bipolar, de la antropología de San Agustín es evidente. La naturaleza corrompida empuja al hombre hacia el mal y la fuerza de la gracia le empuja hacia el bien, pero ninguna de las dos le determina. Es él quien libremente puede optar por seguir a Dios o apartarse de él.

El Problema del Mal

  • La concepción que posee San Agustín de la libertad le permite, además, enfrentarse con un problema que le preocupó mucho, sobre todo en su juventud: el problema del origen del mal. (¿Es Dios el responsable de la existencia del mal en el mundo?).
  • La doctrina del maniqueísmo que defendía dos principios diferentes, uno para el mal y otro para el bien, fue aceptada por san Agustín durante muchos años.
  • Pero una vez que se hace cristiano va a intentar dar una solución al problema en la línea de la filosofía de Plotino. El mal no es algo positivo, no es una realidad positiva, sino una privación.” Lejos de ser una esencia, es con toda verdad una privación”.
  • Consecuentemente, al no ser propiamente un ser, sino ausencia de ser, no puede tener su origen en Dios. Dios, que es bondadoso, ha dotado al hombre de libre albedrío y su voluntad libre puede escoger entre el bien y el mal (pecado) y así merecer premio o castigo por sus actos.
  • Pero, si el pecado procede de los actos libremente ejecutados por las almas que Dios creó, ¿no será Dios la causa última del pecado ¿no será la libertad o el libre albedrío un mal en vez de un bien?
  • El mal, lo mismo que el bien, tienen su origen en el libre albedrío del ser humano, en la intención, en la voluntad. Su mal uso es el origen del mal.
  • Dios no es el responsable del mal por habernos dado la libertad, ésta era necesaria para hacer el bien.

La Sociedad

  • La Ciudad de Dios es la primera obra escrita que pretende analizar el sentido de la historia universal. Se trata de una obra en la que, partiendo de los hechos, va más allá de los mismos, para interpretarlos y encontrarles sentido.
  • La perspectiva que adopta San Agustín ante la historia es una perspectiva moral. El objetivo del ser humano en la vida es buscar la felicidad, que se encuentran en el amor a Dios, pero tiene la posibilidad de vivir exclusivamente persiguiendo bienes materiales.
  • Así, contemplada en su historia, la humanidad se divide en dos clases de personas diferentes: los que se mueven por el amor a sí mismos y a las cosas temporales y aquellos que se mueven por el amor divino. Los primeros constituyen la ciudad terrena: los segundos, la ciudad de Dios.
  • En la ciudad de Dios, caracterizada por la caridad, la justicia y la piedad; y una ciudad terrena, en la que dominan las pasiones egoístas, las ambiciones, la ley del más fuerte y las quimeras de un hombre sin Dios.
  • Pero al mismo tiempo, San Agustín posee la esperanza, fundada en la fe, de que el bien vencerá al mal: “Dios hizo al hombre bueno y por consiguiente con una buena voluntad… y los males son vencidos por los bienes”.
  • Lo que da un sentido profundo a la historia es la progresiva construcción a lo largo del tiempo de la Ciudad de Dios, de este ideal de desprendimiento de los egoísmos y del amor propio, para que la caridad cristiana se vaya extendiendo en el mundo.
  • Estas dos ciudades se hallan mezcladas en todas las sociedades y no se pueden identificar con el Estado y con la iglesia respectivamente.
  • Otro aspecto muy importante de La ciudad de Dios es el tratamiento del tema de la paz. En opinión de San Agustín, la paz es el fin último o bien supremo de las dos ciudades.”. Incluso los que hacen la guerra, dice San Agustín, lo hacen tratando de conseguir la paz, pues lo que buscan es la victoria y con ello la instauración de la paz.

HANNAH ARENDT

El Problema del Ser Humano

  • En su segunda gran obra: La condición humana, Arendt reflexionó sobre la vida activa. (vita activa)
  • En primer lugar, estableció una diferencia entre vida activa y vida contemplativa y afirma que tradicionalmente se ha dado más valor a la última, a pesar de que la vida activa es ineludible y además es condición de la contemplación.
  • Al pensar la vida activa, destaca que engloba tres actividades: labor, trabajo y acción, que son fundamentales, pues «cada una corresponde a una de las condiciones básicas bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra» [La condición humana: 21].
    • La labor, se refiere a todas aquellas actividades humanas cuyo motivo esencial es atender a las necesidades de la vida (comer, beber, vestirse, dormir…) le corresponde la condición de la misma vida.
    • El trabajo, actividades por las que el ser humano utiliza materiales naturales para producir objetos duraderos, casas, medios de transporte La condición humana del trabajo es la mundanidad.
    • La Acción, La acción son las actividades más elevadas de la condición humana, las más racionales y libres: son acciones que se producen y se manifiestan entre otros o que se realizan conjuntamente y en la que el ser humano realiza aquello que le es más propio, la innovación.
  • La acción es el momento en el que el hombre desarrolla la capacidad que le es más propia: la capacidad de ser libre. Pero, la libertad para Arendt no es mera capacidad de elección, sino capacidad para hacer algo nuevo. Le corresponde la condición humana de pluralidad. Porque somos una pluralidad de hombres. Somos muchos y diversos.
  • En el concepto de la de acción quedan subrayados 3 rasgos: el hecho de la pluralidad humana, la naturaleza simbólica de las relaciones humanas y el hecho de la natalidad en tanto que opuesto a la mortalidad.
  • Por tanto, de ninguna manera cabe deducir que las actividades más enriquecedoras para el ser humano son las que derivan de sus condiciones socioeconómicas, como propone Marx.
  • Esas tres actividades están muy relacionadas con la condición de la existencia humana: nacimiento y muerte. La labor asegura la supervivencia individual y la de la especie. El trabajo otorga de duración a los productos que crea. La acción, estableciendo políticas, tienen como misión conservar a los que nacen en el mundo. Pero, sobre todo la acción, está muy relacionada con el nacimiento, porque las nuevas vidas traen la posibilidad de la novedad con la acción.
  • Arendt defiende que los hombres son seres condicionados, porque todas las cosas con las que entran en contacto condicionan su existencia.
  • También, va a aclarar el malentendido de que la condición humana no es lo mismo que la naturaleza humana, en el sentido de que las actividades humanas y las capacidades no constituyen características esenciales de la existencia humana. No tenemos nada en lo que basarnos para establecer que el hombre tiene una naturaleza o esencia.
  • Según Arendt, los intentos de definir la naturaleza humana, desde Platón, terminan casi siempre en la creación de un Dios.

El Problema del Conocimiento: Verdad y Perspectiva

(Aparece en el texto de Ortega elegido para comentario)

  • Según Ortega, el problema de definir la verdad es un problema sumamente dramático ya que cuando se intenta definir aparecen datos totalmente contradictorios.
  • Por un lado, la verdad al pretender ser un reflejo adecuado de lo que las cosas son, obliga a ser una e invariable, (si es verdad, por ejemplo que Dios existe, o cualquier otra proposición, esa verdad será válida para siempre y para todos los hombres).
  • Por otro, la historia nos muestra como el hombre ha cambiado continuamente de opinión, y en cada caso ha consagrado como verdad la que poseía en ese momento.
  • Estos datos contradictorios con los que nos encontramos al tratar de definir la verdad: la relatividad de la verdad y su valor absoluto, son los que han dado origen a dos posturas distintas y opuestas: el relativismo y el dogmatismo (o racionalismo)
  • El relativismo, ateniéndose a la historia, renuncia a la idea de que la verdad puede ser conocida por el hombre, niega la existencia de la verdad.
  • El dogmatismo (o racionalismo) por el contrario, con el fin de salvar la verdad renuncia a la vida, a la historia. Para el racionalismo la verdad es una, abstracta e invariable y por lo mismo, no puede atribuirse a personas individuales.
  • Ortega rechaza el racionalismo, que defiende que una perspectiva – la propiaes la única y excluye las demás, pero también rechaza el relativismo que niega la existencia de la verdad.

La Verdad como Perspectiva

  • Ortega reúne en una fórmula dinámica la relatividad de la verdad y la verdad como valor absoluto, así defiende la verdad como perspectiva.
  • La verdad que el hombre puede conseguir, como cualquier otra cosa a la que aspire, nunca será una verdad plena, completa.
  • El hombre, a través de su conocimiento, sólo reflejará de la realidad lo que se pueda ver de ella desde un punto de vista determinado y desde una distancia concreta, o lo que es lo mismo, desde una perspectiva.
  • (Y como toda vida y por lo mismo todo pensamiento, es necesariamente perspectiva, el hombre no tiene otro remedio que contentarse con esa parte de la verdad que le es accesible desde donde se encuentra).
  • El punto de vista cambiante de la vida presenta a los ojos del hombre cada vez una nueva selección y figura de la verdad única e inmutable.
  • La perspectiva individual es el único modo de apresar la realidad. Dos puntos de vista sobre la misma realidad no pueden coincidir, pero pueden complementarse. Por tanto, lo que debe hacer cada individuo es procurar reproducir fielmente su punto de vista.
  • Para explicar esta postura Ortega utiliza dos imágenes: la de la selección y la del punto de vista.
  • El sujeto humano que conoce no es, pues, ni un vehículo que deforma las impresiones externas, (según el relativismo) ni un medio trasparente que las deje sin tocar (como defiende el racionalismo) Es un “medio” que al conocer, necesariamente criba, selecciona.

El Problema de la Moral

(Razón vital o histórica. Raciovitalismo.) (Aparece en el texto de Ortega elegido para comentario)

  • Raciovitalismo es el nombre con el que se ha denominado a la filosofía de Ortega por su insistencia en la vinculación entre razón y vida. Es la etapa de madurez en su pensamiento que comienza en 1923 con su obra El tema de nuestro tiempo.
  • Ortega pretende una “reforma radical de la filosofía”, se propone la superación de la modernidad filosófica, es decir el rechazo del idealismo europeo que parte de Descartes y que otorga prioridad absoluta a la “subjetividad” –al “yo” o la “conciencia”-, dejando en suspenso la realidad del mundo exterior. Ortega piensa que el tema de nuestro tiempo es ya otro: la vida.
  • Ortega se defendió contra los que consideraban su pensamiento como un vitalismo: él no quiere desvalorizar la razón, el vitalismo salva la vida disgregando la razón.
  • Pero tampoco quiere ser racionalista: el racionalismo pretende imponer a la realidad las estructuras de la razón, convirtiéndose así en idealismo, el racionalismo acaba por ahogar la vida.
  • Frente a la “razón pura” que es la que el hombre utiliza cuando su pensamiento está dirigido a conocer esa naturaleza abstracta e inmutable de las cosas. Una razón abstracta, como la ha establecido el racionalismo europeo y tras él la ciencia.
  • Ortega defiende la “razón vital” la razón dirigida a conocer la vida que tenemos que hacer en una circunstancia determinada, la vida que tenemos que inventar. Por eso la razón pura racionalista tendrá que convertirse en razón vital
  • Además no es posible hablar del hombre en abstracto, como concepto, puesto que “el hombre no tiene naturaleza… sino historia”.
  • El hombre ha de hacer su vida, pues no está hecha: la vida es un quehacer diario con otros en el mundo: acción continua.
  • De ahí que Ortega advierta de la “vida auténtica” que consiste en “hacer lo que hay que hacer y evitar hacer cualquier cosa”. Si la vida, como veíamos antes, es un darse cuenta, la vida auténtica no puede ser la del capricho, la de la no justificación.
  • La vida es futurición y proyecto, por lo que, según Ortega, sólo puede ser invención: nuestra vida consiste en ” inventar nuestra propia existencia”. Pero, nuestra existencia se encuentra en una interpretación sobre el mundo y sobre uno mismo. Por esto es por lo que Ortega distingue entre “ideas” y “creencias”; las ideas las formamos nosotros en las creencias estamos.
  • El quehacer del hombre es inventar su propia existencia, pero desde la consciencia de la circunstancia, que también es la historia de un pasado heredado.
  • De ahí la importancia capital de la historia. Olvidar el pasado, darle la espalda a la historia, conduce a la “rebarbarización del hombre”.

El Problema de la Sociedad

La Altura de los Tiempos

( Ortega, en su obra La rebelión de las masas, analiza la situación del hombre europeo en esa primera parte del siglo XX. Defiende que las sociedades humanas siempre se han podido dividir en dos clases de hombres (no en dos clases sociales):

  • las minorías selectas, la nobleza en sentido estricto, la minoría directora y
  • la masa, la masa dirigida.

➢ La minoría selecta, esa nobleza de la que habla no es la de la sangre (la nobleza hereditaria), sino la de los hombres esforzados e ilustres que han ido construyendo la historia: “noble significa el conocido (…), el famoso, el que se ha dado a conocer sobresaliendo de la masa anónima (…) equivale, pues noble, ha esforzado o excelente”. ➢ E igualmente, la masa no se refiere a la “masa obrera” o a la gente anónima:”masa es todo aquel que no se valora así mismo, sino que se siente como todo el mundo y sin embargo, no se angustia, se siente a gusto al sentirse idéntico a los demás”. Y ese alguien tanto puede ser el técnico como el político, el intelectual o el ignorante.)

  • Según Ortega, lo que ocurre es que las masas han alcanzado el pleno poderío social, que las minorías selectas han desertado, que no hay proyecto (“vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente capaz para realizar, pero no sabe qué, realizar. Domina todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo (…) se vive sin programa de vida, sin proyecto”. Esta es la situación de España como aparece ya en España invertebrada: “La rebelión sentimental de las masas, el odio a los mejores, la escasez de éstos – he ahí la raíz verdadera del fracaso hispánico”.)
  • La razón de ello, por supuesto, es histórica: los siglos XVIII y XIX constituyen el esfuerzo por alcanzar el progreso moral y científico (técnico) que se vive en el siglo XX. Pero el hombre europeo del siglo XX se comporta simplemente como un heredero mal criado (“un niño mimado”, ” un señorito satisfecho”, como él dice) que utiliza y goza de lo que tiene sin hacer esfuerzo alguno; que asume el mundo heredado como algo natural, a lo que naturalmente tiene derecho; (que se siente soberano de su vida sin saber hecho nada para conquistar tal soberanía; que opina de todo; que tiene “ideas” sobre todo. Pero esas ideas no son “sino apetitos con palabras”.)
  • Tal situación, alerta Ortega, puede conducirnos hacia la barbarie: “aparece por primera vez en Europa un tipo de hombre que no quiere dar razones ni quiere tener razón, sino sencillamente, se muestra resuelto a imponer sus opiniones. He aquí lo nuevo: el derecho a no tener razón, la razón de la sinrazón. Ortega explícitamente se está refiriendo al ” bolchevismo” y al “fascismo” que comenzaban a levantar su triste vuelo en Europa.
  • Evitar la barbarie exige que el hombre europeo esté realmente a la altura de su tiempo; que conozca su historia; que valore el enorme esfuerzo de quienes lucharon en el pasado para conseguir lo que él tiene y goza. ( el concepto altura de los tiempos significa el nivel histórico alcanzado en una época determinada)
  • La rebelión de las masas se añade que el hombre-masa tiene “la aspiración a vivir sin supeditarse a moral ninguna”, y cree que tiene todos los derechos y ninguna obligación”.

MARX

Problema de Dios

. ─ En su obra expone las siguientes pruebas para la existencia de Dios:  El orden del universo, como prueba de la grandeza de su creador. ▪ La prueba por el consenso general, la mayoría de los seres humanos afirman que existe Dios. ▪ Sin embargo, la auténtica prueba de la existencia de Dios en San Agustín es la presencia en el hombre de verdades universales, necesarias e inmutables, puesto que son ellas las que exigen la existencia de un ser necesario, inmutable y eterno para explicar su origen. (Ejemplos de estas verdades la propia aspiración humana a la verdad y la felicidad. También, los primeros principios de la lógica, los axiomas matemáticos o las ideas como “justicia”, “belleza”, “bien” etc.) Dios creador del mundo. ─ San Agustín es uno de los primeros pensadores cristianos que desarrolla con amplitud el concepto de “creación”, concepto que aparece en la historia del pensamiento occidental con el cristianismo, puesto que los griegos carecieron por completo de este concepto, pero utiliza este concepto siguiendo la filosofía neoplatónica. ─ El mundo, cuya característica esencial es el orden, ha sido creado de la nada por Dios. ─ San Agustín defiende el ejemplarismo, Dios ha tomado como prototipo o modelo las ideas de su mente: “las ideas ejemplares” ─ . Dios contiene eternamente en sí los modelos arquetípicos de todos los seres posibles. Estos modelos eternos son ideas, increadas y consustanciales a Dios. ─ Dios ha creado al mundo de una sola vez sin sucesión en el tiempo, esta categoría pertenece al mundo creado, pero no a su creador. ─ De una sola vez ha hecho existir la totalidad de lo que ha sido, de lo que es y de lo que será en el futuro. Todos los seres han sido producidos desde el principio, pero en forma germinal como “razones seminales” o “germinales” que deben desarrollarse en el transcurso de los tiempos según el orden y las leyes que Dios mismo ha previsto. ─ Así, San Agustín concibe la historia de la naturaleza como un despliegue perpetuo o una evolución pero que no se parece a la evolución de la ciencia porque está presente desde el principio todo, aunque sea germinalmente  4. El problema del ser humano. ─ El ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios y posee vida espiritual. Por ello, Agustín de Hipona, defenderá el dualismo afirmando que el hombre se compone de dos sustancias: el cuerpo y el alma cuya unión es accidental. ─ El hombre es un alma (como también decía Platón) que vive temporalmente en un cuerpo y se sirve de él. Lo mismo que en Platón, en San Agustín, el auténtico yo humano es el alma, el cuerpo no es sino una envoltura, una cárcel. ─ No admite, sin embargo, la preexistencia ni la reencarnación; considera que cada alma individual es producto de la acción creadora de Dios, que la ha hecho a su imagen y semejanza. ─ El modo de ser de cada uno tiene su origen en el alma, la cual posee 3 facultades que son imagen de la Trinidad: memoria entendimiento y voluntad. ─ El nacimiento de cada ser humano es original e irrepetible y todo ser humano es bueno por su origen. ─ La naturaleza humana, buena por creación, ha sido corrompida por el pecado original y el hombre se encuentra inclinado hacia el mal, 

El conocimiento.  San Agustín no marca fronteras entre la fe y la razón, ya que considera que ambas tienen como misión el esclarecimiento de la verdad única que, como creyente, no podía considerar otra que la verdad cristiana. La razón y la fe colaboran, para comprender la verdad cristiana, hoy por este orden: 1. Primero, la razón ayuda al hombre a alcanzar la fe. Aunque en gran parte las verdades de la fe no son demostrables, se puede demostrar que es legítimo creerlas 2. Después, la fe orienta e ilumina la razón: sin fe no puede haber sabiduría. La sabiduría solo la proporciona la creencia. 3. Finalmente, la razón, a su vez, contribuye al esclarecimiento de los contenidos de la fe. Una vez aceptada la fe, la razón, la filosofía permite al creyente profundizar en lo que dice la fe. Así afirma San Agustín:” comprende para creer, cree para comprender. La teoría del conocimiento: la “Iluminación” − El conocimiento sensible se caracteriza por su inestabilidad. El conocimiento auténtico es el conocimiento intelectual que consiste en la captación de verdades universales necesarias e inmutables. − Pero el hombre no las puede obtener de sí mismo ya que también el ser humano es contingente mudable y pasajero como todas las cosas. − San Agustín defiende que en el interior del hombre hay una realidad necesaria, inmutable y eterna que es Dios que es la fuente de todos los conocimientos que el hombre posee con esas características. − Así el hombre conoce las verdades necesarias, universales e inmutables por una iluminación divina. Es la llamada teoría de la iluminación. − Así pues, el hombre descubre a Dios cuando entra en sí mismo, encuentra las verdades eternas y se trasciende para alcanzar un fundamento de estas verdades; “no salgas, vuelve a ti mismo: en el hombre interior habita la verdad”. “Conócete a ti mismo a fin de conocer no solo tu origen, sino también tu destino: Dios”. − Con la teoría de la iluminación, Agustín quiso explicar cómo el hombre llega al conocimiento de ideas y principios eternos. “Igual que el ojo necesita de la luz para ver, la mente requiere de la luz divina para conocer la verdad”. − ─ A diferencia de la tradición filosófica, esa verdad es una verdad encarnada (Dios), tal como refleja la frase evangélica: “yo soy la Verdad y la Vida”. ─ La verdad revelada es Dios, y el objetivo de alcanzar la Verdad mediante el conocimiento no es en San Agustín para la satisfacción de la mente, sino para satisfacer el corazón; es decir, no se busca tanto un fundamento racional, cuanto la felicidad que consiste en el reencuentro con esa Verdad. ─ La idea de iluminación aparece tanto en las Sagradas Escrituras como en Platón y los neoplatónicos (Plotino). En Platón, para quien conocer es recordar las ideas que contempló nuestra alma en el mundo inteligible, era la idea de Bien, Sol de la Inteligencia, la que ilumina al resto de las ideas y las hace inteligibles. Estas ideas influyeron en Agustín de Hipona, para el que Dios era también la fuente de la Iluminación, dada la cercanía de nuestro espíritu -parte superior de nuestra alma-con la realidad divina.


La moral. − El hombre busca la felicidad, pero la felicidad no la puede encontrar en él mismo:(“la criatura racional… ha sido hecha de tal modo que no pueda ser ella misma el bien que la haga feliz”) − El hombre sólo puede encontrar la felicidad en Dios, pero como carece de una visión adecuada del mismo, puede elegir bienes mutables como objetivo de su vida en lugar de atender al bien inmutable. − El hombre es libre y tiene que decidir libremente si va a seguir a Dios, usando de esta manera bien la libertad, o le va a dar la espalda, haciendo un mal uso de ella. − El ser humano se aleja en este caso del auténtico objeto de su felicidad, pero lo hace libremente, es el resultado de una decisión personal, de la que es totalmente responsable. − El carácter dramático, bipolar, de la antropología de San Agustín es evidente. La naturaleza corrompida empuja al hombre hacia el mal y la fuerza de la gracia le empuja hacia el bien, pero ninguna de las dos le determina. Es él quien libremente puede optar por seguir a Dios o apartarse de él. El problema del mal. − La concepción que posee San Agustín de la libertad le permite, además, enfrentarse con un problema que le preocupó mucho, sobre todo en su juventud: el problema del origen del mal. (¿Es Dios el responsable de la existencia del mal en el mundo?). − La doctrina del maniqueísmo que defendía dos principios diferentes, uno para el mal y otro para el bien, fue aceptada por san Agustín durante muchos años. − Pero una vez que se hace cristiano va a intentar dar una solución al problema en la línea de la filosofía de Plotino. El mal no es algo positivo, no es una realidad positiva, sino una privación.” Lejos de ser una esencia, es con toda verdad una privación”. − Consecuentemente, al no ser propiamente un ser, sino ausencia de ser, no puede tener su origen en Dios. Dios, que es bondadoso, ha dotado al hombre de libre albedrío y su voluntad libre puede escoger entre el bien y el mal (pecado) y así merecer premio o castigo por sus actos. − Pero, si el pecado procede de los actos libremente ejecutados por las almas que Dios creó, ¿no será Dios la causa última del pecado ¿no será la libertad o el libre albedrío un mal en vez de un bien? − El mal, lo mismo que el bien, tienen su origen en el libre albedrío del ser humano, en la intención, en la voluntad. Su mal uso es el origen del mal. − Dios no es el responsable del mal por habernos dado la libertad, ésta era necesaria para hacer el bien.


7. La sociedad. ─ La Ciudad de Dios es la primera obra escrita que pretende analizar el sentido de la historia universal. Se trata de una obra en la que, partiendo de los hechos, va más allá de los mismos, para interpretarlos y encontrarles sentido. ─ La perspectiva que adopta San Agustín ante la historia es una perspectiva moral. El objetivo del ser humano en la vida es buscar la felicidad, que se encuentran en el amor a Dios, pero tiene la posibilidad de vivir exclusivamente persiguiendo bienes materiales. ─ Así, contemplada en su historia, la humanidad se divide en dos clases de personas diferentes: los que se mueven por el amor a sí mismos y a las cosas temporales y aquellos que se mueven por el amor divino. Los primeros constituyen la ciudad terrena: los segundos, la ciudad de Dios. ─ En la ciudad de Dios, caracterizada por la caridad, la justicia y la piedad; y una ciudad terrena, en la que dominan las pasiones egoístas, las ambiciones, la ley del más fuerte y las quimeras de un hombre sin Dios. ─ Pero al mismo tiempo, San Agustín posee la esperanza, fundada en la fe, de que el bien vencerá al mal: “Dios hizo al hombre bueno y por consiguiente con una buena voluntad… y los males son vencidos por los bienes”. ─ Lo que da un sentido profundo a la historia es la progresiva construcción a lo largo del tiempo de la Ciudad de Dios, de este ideal de desprendimiento de los egoísmos y del amor propio, para que la caridad cristiana se vaya extendiendo en el mundo. ─ Estas dos ciudades se hallan mezcladas en todas las sociedades y no se pueden identificar con el Estado y con la iglesia respectivamente. ─ Otro aspecto muy importante de La ciudad de Dios es el tratamiento del tema de la paz. En opinión de San Agustín, la paz es el fin último o bien supremo de las dos ciudades.”. Incluso los que hacen la guerra, dice San Agustín, lo hacen tratando de conseguir la paz, pues lo que buscan es la victoria y con ello la instauración de la paz.


El problema del ser humano. HANNAH ARENDT− En su segunda gran obra: La condición humana, Arendt reflexionó sobre la vida activa. (vita activa) − En primer lugar, estableció una diferencia entre vida activa y vida contemplativa y afirma que tradicionalmente se ha dado más valor a la última, a pesar de que la vida activa es ineludible y además es condición de la contemplación. − Al pensar la vida activa, destaca que engloba tres actividades: labor, trabajo y acción, que son fundamentales, pues «cada una corresponde a una de las condiciones básicas bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra» [La condición humana: 21]. • La labor, se refiere a todas aquellas actividades humanas cuyo motivo esencial es atender a las necesidades de la vida (comer, beber, vestirse, dormir…) le corresponde la condición de la misma vida. • El trabajo, actividades por las que el ser humano utiliza materiales naturales para producir objetos duraderos, casas, medios de transporte La condición humana del trabajo es la mundanidad. • La Acción, La acción son las actividades más elevadas de la condición humana, las más racionales y libres: son acciones que se producen y se manifiestan entre otros o que se realizan conjuntamente y en la que el ser humano realiza aquello que le es más propio, la innovación. − La acción es el momento en el que el hombre desarrolla la capacidad que le es más propia: la capacidad de ser libre. Pero, la libertad para Arendt no es mera capacidad de elección, sino capacidad para hacer algo nuevo. Le corresponde la condición humana de pluralidad. Porque somos una pluralidad de hombres. Somos muchos y diversos. − En el concepto de la de acción quedan subrayados 3 rasgos: el hecho de la pluralidad humana, la naturaleza simbólica de las relaciones humanas y el hecho de la natalidad en tanto que opuesto a la mortalidad. − Por tanto, de ninguna manera cabe deducir que las actividades más enriquecedoras para el ser humano son las que derivan de sus condiciones socioeconómicas, como propone Marx. − Esas tres actividades están muy relacionadas con la condición de la existencia humana: nacimiento y muerte. La labor asegura la supervivencia individual y la de la especie. El trabajo otorga de duración a los productos que crea. La acción, estableciendo políticas, tienen como misión conservar a los que nacen en el mundo. Pero, sobre todo la acción, está muy relacionada con el nacimiento, porque las nuevas vidas traen la posibilidad de la novedad con la acción. − Arendt defiende que los hombres son seres condicionados, porque todas las cosas con las que entran en contacto condicionan su existencia. − También, va a aclarar el malentendido de que la condición humana no es lo mismo que la naturaleza humana, en el sentido de que las actividades humanas y las capacidades no constituyen características esenciales de la existencia humana. No tenemos nada en lo que basarnos para establecer que el hombre tiene una naturaleza o esencia. − Según Arendt, los intentos de definir la naturaleza humana, desde Platón, terminan casi siempre en la creación de un Dios.


El problema del conocimiento: verdad y perspectiva. (Aparece en el texto de Ortega elegido para comentario) − Según Ortega, el problema de definir la verdad es un problema sumamente dramático ya que cuando se intenta definir aparecen datos totalmente contradictorios. − Por un lado, la verdad al pretender ser un reflejo adecuado de lo que las cosas son, obliga a ser una e invariable, (si es verdad, por ejemplo que Dios existe, o cualquier otra proposición, esa verdad será válida para siempre y para todos los hombres). − Por otro, la historia nos muestra como el hombre ha cambiado continuamente de opinión, y en cada caso ha consagrado como verdad la que poseía en ese momento. − Estos datos contradictorios con los que nos encontramos al tratar de definir la verdad: la relatividad de la verdad y su valor absoluto, son los que han dado origen a dos posturas distintas y opuestas: el relativismo y el dogmatismo (o racionalismo) − El relativismo, ateniéndose a la historia, renuncia a la idea de que la verdad puede ser conocida por el hombre, niega la existencia de la verdad. − El dogmatismo (o racionalismo) por el contrario, con el fin de salvar la verdad renuncia a la vida, a la historia. Para el racionalismo la verdad es una, abstracta e invariable y por lo mismo, no puede atribuirse a personas individuales. − Ortega rechaza el racionalismo, que defiende que una perspectiva – la propiaes la única y excluye las demás, pero también rechaza el relativismo que niega la existencia de la verdad. La verdad como perspectiva. − Ortega reúne en una fórmula dinámica la relatividad de la verdad y la verdad como valor absoluto, así defiende la verdad como perspectiva. − La verdad que el hombre puede conseguir, como cualquier otra cosa a la que aspire, nunca será una verdad plena, completa. − El hombre, a través de su conocimiento, sólo reflejará de la realidad lo que se pueda ver de ella desde un punto de vista determinado y desde una distancia concreta, o lo que es lo mismo, desde una perspectiva. − (Y como toda vida y por lo mismo todo pensamiento, es necesariamente perspectiva, el hombre no tiene otro remedio que contentarse con esa parte de la verdad que le es accesible desde donde se encuentra). − El punto de vista cambiante de la vida presenta a los ojos del hombre cada vez una nueva selección y figura de la verdad única e inmutable. − La perspectiva individual es el único modo de apresar la realidad. Dos puntos de vista sobre la misma realidad no pueden coincidir, pero pueden complementarse. Por tanto, lo que debe hacer cada individuo es procurar reproducir fielmente su punto de vista. − Para explicar esta postura Ortega utiliza dos imágenes: la de la selección y la del punto de vista. − El sujeto humano que conoce no es, pues, ni un vehículo que deforma las impresiones externas, (según el relativismo) ni un medio trasparente que las deje sin tocar (como defiende el racionalismo) Es un “medio” que al conocer, necesariamente criba, selecciona 


El problema de la moral. (Razón vital o histórica. Raciovitalismo.) (Aparece en el texto de Ortega elegido para comentario) − Raciovitalismo es el nombre con el que se ha denominado a la filosofía de Ortega por su insistencia en la vinculación entre razón y vida. Es la etapa de madurez en su pensamiento que comienza en 1923 con su obra El tema de nuestro tiempo. − Ortega pretende una “reforma radical de la filosofía”, se propone la superación de la modernidad filosófica, es decir el rechazo del idealismo europeo que parte de Descartes y que otorga prioridad absoluta a la “subjetividad” –al “yo” o la “conciencia”-, dejando en suspenso la realidad del mundo exterior. Ortega piensa que el tema de nuestro tiempo es ya otro: la vida, − Ortega se defendió contra los que consideraban su pensamiento como un vitalismo: él no quiere desvalorizar la razón, el vitalismo salva la vida disgregando la razón. − Pero tampoco quiere ser racionalista: el racionalismo pretende imponer a la realidad las estructuras de la razón, convirtiéndose así en idealismo, el racionalismo acaba por ahogar la vida. − Frente a la “razón pura” que es la que el hombre utiliza cuando su pensamiento está dirigido a conocer esa naturaleza abstracta e inmutable de las cosas. Una razón abstracta, como la ha establecido el racionalismo europeo y tras él la ciencia. − Ortega defiende la “razón vital” la razón dirigida a conocer la vida que tenemos que hacer en una circunstancia determinada, la vida que tenemos que inventar. Por eso la razón pura racionalista tendrá que convertirse en razón vital − Además no es posible hablar del hombre en abstracto, como concepto, puesto que “el hombre no tiene naturaleza… sino historia”. − El hombre ha de hacer su vida, pues no está hecha: la vida es un quehacer diario con otros en el mundo: acción continua. − De ahí que Ortega advierta de la “vida auténtica” que consiste en “hacer lo que hay que hacer y evitar hacer cualquier cosa”. Si la vida, como veíamos antes, es un darse cuenta, la vida auténtica no puede ser la del capricho, la de la no justificación. − La vida es futurición y proyecto, por lo que, según Ortega, sólo puede ser invención: nuestra vida consiste en ” inventar nuestra propia existencia”. Pero, nuestra existencia se encuentra en una interpretación sobre el mundo y sobre uno mismo. Por esto es por lo que Ortega distingue entre “ideas” y “creencias”; las ideas las formamos nosotros en las creencias estamos. − El quehacer del hombre es inventar su propia existencia, pero desde la consciencia de la circunstancia, que también es la historia de un pasado heredado. − De ahí la importancia capital de la historia. Olvidar el pasado, darle la espalda a la historia, conduce a la “rebarbarización del hombre”.


. El problema de la sociedad. La altura de los tiempos. ( Ortega, en su obra La rebelión de las masas, analiza la situación del hombre europeo en esa primera parte del siglo XX. Defiende que las sociedades humanas siempre se han podido dividir en dos clases de hombres (no en dos clases sociales): – las minorías selectas, la nobleza en sentido estricto, la minoría directora y – la masa, la masa dirigida. ➢ La minoría selecta, esa nobleza de la que habla no es la de la sangre (la nobleza hereditaria), sino la de los hombres esforzados e ilustres que han ido construyendo la historia: “noble significa el conocido (…), el famoso, el que se ha dado a conocer sobresaliendo de la masa anónima (…) equivale, pues noble, ha esforzado o excelente”. ➢ E igualmente, la masa no se refiere a la “masa obrera” o a la gente anónima:”masa es todo aquel que no se valora así mismo, sino que se siente como todo el mundo y sin embargo, no se angustia, se siente a gusto al sentirse idéntico a los demás”. Y ese alguien tanto puede ser el técnico como el político, el intelectual o el ignorante.) − Según Ortega, lo que ocurre es que las masas han alcanzado el pleno poderío social, que las minorías selectas han desertado, que no hay proyecto (“vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente capaz para realizar, pero no sabe qué, realizar. Domina todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo (…) se vive sin programa de vida, sin proyecto”. Esta es la situación de España como aparece ya en España invertebrada: “La rebelión sentimental de las masas, el odio a los mejores, la escasez de éstos – he ahí la raíz verdadera del fracaso hispánico”.) − La razón de ello, por supuesto, es histórica: los siglos XVIII y XIX constituyen el esfuerzo por alcanzar el progreso moral y científico (técnico) que se vive en el siglo XX. Pero el hombre europeo del siglo XX se comporta simplemente como un heredero mal criado (“un niño mimado”, ” un señorito satisfecho”, como él dice) que utiliza y goza de lo que tiene sin hacer esfuerzo alguno; que asume el mundo heredado como algo natural, a lo que naturalmente tiene derecho; (que se siente soberano de su vida sin saber hecho nada para conquistar tal soberanía; que opina de todo; que tiene “ideas” sobre todo. Pero esas ideas no son “sino apetitos con palabras”.) − Tal situación, alerta Ortega, puede conducirnos hacia la barbarie: “aparece por primera vez en Europa un tipo de hombre que no quiere dar razones ni quiere tener razón, sino sencillamente, se muestra resuelto a imponer sus opiniones. He aquí lo nuevo: el derecho a no tener razón, la razón de la sinrazón. Ortega explícitamente se está refiriendo al ” bolchevismo” y al “fascismo” que comenzaban a levantar su triste vuelo en Europa. − Evitar la barbarie exige que el hombre europeo esté realmente a la altura de su tiempo; que conozca su historia; que valore el enorme esfuerzo de quienes lucharon en el pasado para conseguir lo que él tiene y goza. ( el concepto altura de los tiempos significa el nivel histórico alcanzado en una época determinada) − La rebelión de las masas se añade que el hombre-masa tiene “la aspiración a vivir sin supeditarse a moral ninguna”, y cree que tiene todos los derechos y ninguna obligación”.


PROBLEMA DIOS: MARX: Mrax rn la obra ”La esencia del cristianismo”, en esta obra descubre que FEUERBACH afirma que el ser humao ha proyectado fuera de sí, en Dios, aquello que realmenre es y que debería buscar en si mismo así se produce en el nombre la alineación mediane la religión. Esta crítica asumida por MARX, que considera que la religión es una ideología que justifica e intenta mantener la realidad histórica de injusticia. Según Marx, la religión adormece al pueblo para que no busque en este mundo. Sin emabrgo, Marrx afirma qye la supresión de la religión no libera al nombre de la alineación, porque se olvida la base material e histórica que está en las ralciones de producción.