Flor de Leyendas, Alejandro Casona
El objeto de esta valoración crítica es Flor de leyendas (1932), única obra narrativa de Alejandro Casona. Su vida trascurrió en medio de las fuertes convulsiones políticas y sociales que afectaron a España en la primera mitad del siglo XX, incluyendo el Desastre del 98. El título, Flor de leyendas, se vale de una metáfora muy grata a los modernistas para asimilar la obra literaria a la belleza de la flor: una flor compuesta de leyendas, es decir, de narraciones en ocasiones inspiradas en acontecimientos históricos, pero en las que prevalecen los elementos fantásticos o maravillosos.
Todas las leyendas se apoyan en fuentes literarias: tres de ellas vienen de la literatura india, una de la literatura árabe y otra de la literatura española. Además, la leyenda que abre el libro, “Villancico y pasión”, se acerca al Nuevo Testamento de la Biblia para reconstruir una leyenda del nacimiento de Cristo.
En cuanto a los temas, destacan:
- La fidelidad a lo original (no elimina de sus piezas la tradición, la venganza o el engaño -aparentemente desterrados de las lecturas infantiles actuales-).
- El espíritu heroico que se manifiesta en la descripción de un mundo idealizado con personajes admirables.
Las leyendas están protagonizadas por héroes, reyes, dioses y princesas. Presentan un lenguaje elaborado, de elevado tono, cuajado de metáforas, sinestesias y comparaciones que embellecen la realidad. Además, Casona emplea un léxico rico adornado con palabras de la época que enriquecen la visión del lector. Por ello no encontramos en Flor de leyendas la ironía. El autor utiliza también el presente histórico para actualizar la narración, además del predominio de oraciones yuxtapuestas.
En conclusión, esta obra con más de 80 años mantiene su importancia por lo fácil y amena que es su lectura así como por el enriquecimiento que nos ofrece el conocimiento de destacadas leyendas adaptadas a un público joven e infantil.
– El Piano, Carmen Laforet
El objeto de esta valoración crítica es El Piano, novela corta de Carmen Laforet. Escrita en 1952, está incluida en la etapa de la posguerra, en plena dictadura franquista. La preocupación por este régimen suele estar presente en las obras de esta escritora.
El tema principal de esta obra bien podría ser la presencia de la mujer en la sociedad española. Siguiendo la progresión de los artistas del 27, donde la mujer gana peso en la sociedad y en la literatura, en esta obra el personaje principal es una mujer con carácter. A su vez, la avaricia, el interés y la compulsividad (todo esto relacionado con el dinero), cobran un sentido importante en esta novela corta.
La protagonista, Rosa, es una madre trabajadora que vive en el seno de una familia humilde. Debido al fallecimiento de su tía Micaela, hereda su piano de cola, objeto que se convierte en el símbolo de la familia. Rosa, mujer humilde, un día comienza a comprar compulsivamente hasta el punto de que la familia necesita vender el piano.
Además, tiene discusiones con su cónyuge, Rafael, y su hijo, Pablo enferma gravemente.
En cuanto al estilo, predomina un narrador en tercera persona con un registro cuidado y culto; en contraste con el habla coloquial y cotidiana de los personajes. Aunque es una obra breve, Laforet recalca el papel de la madre trabajadora, fruto del buen hacer feminista durante el siglo XX.
Valoración Crítica: “El Príncipe de la Niebla”
El objeto de esta valoración es El Príncipe de la niebla, novela juvenil del barcelonés Carlos Ruiz Zafón. Publicada en 1993, está ambientada en un pueblo atlántico en 1943, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial. Es el primer libro de “la trilogía de la niebla”.
La obra relata cómo la familia Carver se muda a un poblado en el Atlántico debido a la guerra y sufren una maldición que estaba presente en la casa que habitaron. Eran perseguidos por Caín, el Príncipe de la Niebla, quien finalmente realiza un ajuste de cuentas después de muchos años.
El tema principal es el compromiso entre tres adolescentes que dan su vida por la del otro, además del rencor y la sed de venganza de Caín. Otro tema es la influencia de la guerra, que provoca la mudanza de los Carver a un pueblo costero.
En cuanto al estilo, el narrador, esencial en la novela, está en tercera persona; exceptuando cuando el farero cuenta la historia del buque siniestrado. El lenguaje es coloquial al incluir diálogos de los personajes, aunque el narrador posee un registro más cuidado.
En conclusión, esta novela reafirma la gran imaginación que posee este escritor. Es recomendable para cualquier tipo de lector, además de atractiva y de no muy difícil lectura. El lector se siente identificado con los personajes y la historia.