La Mística Española: San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús
San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz (1542-1591), perteneciente a la orden de los Carmelitas al igual que Santa Teresa, se destaca como una figura de gran relevancia en la poesía universal. A pesar de su producción breve, su obra es intensa y se centra en la experiencia mística de la unión del alma con Dios. Esta unión se presenta de manera simbólica, donde el alma, representada por una mujer, emprende la búsqueda del amado (Dios) a través de la naturaleza, reflejo de ese ser divino. Finalmente, se encuentra con Él y se fusiona en un éxtasis amoroso.
Entre sus obras más destacadas se encuentran varios poemas breves de carácter popular, así como tres grandes poemas:
- Cántico espiritual: Sigue de cerca el Cantar de los Cantares de la Biblia y se estructura como un diálogo pastoril entre la amada y el amado, con la búsqueda a través de valles y montañas.
- Noche oscura del alma: Consta de ocho liras en las que la amada, después de salir disfrazada de su casa por la noche, se une al amado en un éxtasis místico.
- Llama de amor viva: Expone las sensaciones amorosas que experimenta la amada en la unión.
La poesía mística de San Juan de la Cruz describe la experiencia difícilmente expresable de la unión del alma con Dios. Esta experiencia mística:
- Requiere un proceso previo de purificación (ascética), donde el alma, a través de la renuncia y la penitencia, se desvincula del mundo y busca la perfección moral.
- No depende de la voluntad humana, sino que es una gracia divina; solo unos pocos elegidos están destinados a vivir la unión mística con Dios.
- Es extática (de éxtasis): el alma, al fusionarse con la divinidad, se sumerge en un estado de arrobamiento y embelesamiento en el que cesa la actividad de los sentidos y se desconecta del mundo circundante.
- Es inefable: el poeta es incapaz de encapsular en palabras el cúmulo de sensaciones vividas en ese estado de enajenación mística. Para describirlo, recurre al símbolo, la alegoría, la paradoja y la antítesis.
Santa Teresa de Jesús
La obra poética de Santa Teresa de Jesús (1515-1582) se limita a algunas composiciones breves que no constituyen la cumbre de su labor creativa. No obstante, su consagración literaria se materializa de manera notable en el ámbito de la prosa. La mayoría de sus obras en prosa tienen un carácter divulgativo y están dirigidas al pueblo común, abordando principalmente temas religiosos. Su estilo, marcado por su simplicidad y proximidad a la oralidad, se distingue por su espontaneidad y la ausencia de artificios.
Dentro de su extensa producción, destaca El libro de su vida, una biografía espiritual, y Camino de perfección, un compendio de consejos y advertencias cristianas dirigido a sus hermanas monjas. El castillo interior o Las Moradas representa su obra más vinculada al misticismo. En este texto, describe los siete grados de oración que corresponden a las siete moradas que el alma debe recorrer hasta alcanzar la séptima, donde se logra la unión con Dios.
La Novela Picaresca: El Lazarillo de Tormes y Don Quijote
Don Quijote de la Mancha
Algunos temas centrales de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes son:
- La locura: Esta narrativa sigue la historia de un apacible hidalgo manchego que pierde la razón debido a su obsesión por la lectura de libros de caballerías. A lo largo de la novela, la locura de don Quijote se manifiesta de diversas maneras. En sus primeras dos salidas, experimenta un desdoblamiento de personalidad, creyéndose Valdovinos, héroe del romancero, o el moro Abindarráez. Además, visualiza castillos en lugar de ventas, molinos como gigantes y ejércitos en vez de rebaños. Sin embargo, en su tercera salida, don Quijote es engañado por otros personajes que distorsionan la realidad para burlarse de él.
- El tema caballeresco: Este tema es objeto de parodia, ya que Cervantes critica las aventuras del caballero andante, valiente y justiciero, así como la idealización de la dama. Se cuestiona la calidad literaria y la excesiva imaginación presente en los libros de caballerías.
- El amor: Desde la óptica del amor cortés: Se aborda mediante la relación de vasallaje y la espiritualización. Aunque el personaje de Dulcinea comienza como elemento paródico, posteriormente se transforma en un símbolo del amor ideal.
- El prestigio: De las armas o de las letras: Cervantes reflexiona sobre este debate que fue relevante en todo el Renacimiento.
- El humor: Nacido de la parodia y la burla: Constituye uno de los objetivos del autor. Aunque el efecto cómico está vinculado a las acciones y palabras de los protagonistas, la risa cervantina, basada en la ironía, lleva consigo un matiz de amargura y tristeza.
El Lazarillo de Tormes
El tema central de la obra se enfoca en la historia de un aprendizaje, evidenciado a través del relato de los episodios y peripecias que experimenta Lázaro. La mayoría de estos eventos tienen raíces folclóricas y están subordinados al personaje, con el propósito de ilustrar el proceso de formación de la personalidad de Lázaro y explicar el deshonroso estado final al que llega el protagonista. Otros temas presentes en la obra abarcan el hambre, la hipocresía, la falsa honra, la pobreza, la falta de solidaridad humana y la mendicidad.
La descripción de los personajes carece de formalidades; cada uno cobra vida a través de sus acciones, palabras o lo que otros dicen de él. En El Lazarillo, los personajes son arquetipos, es decir, individuos que representan una clase o grupo social, funcionando como modelos acabados. Únicamente Lázaro experimenta una evolución a lo largo de la obra.
El modo narrativo autobiográfico impone una perspectiva única. La voz del protagonista guía el relato, pero esta voz se desdobla entre el personaje y el narrador.