Análisis exhaustivo del “Preludio a la siesta de un fauno” de Claude Debussy

AUDICIÓN

RITMO

Ritmo fluido escrito en compás compuesto de subdivisión ternaria. Comienza en 9/8 aunque se producen cambios de compás en el nº 5, 10 y 20 cambiando respectivamente a 6/8, vuelve a 9/8 y cambio a 12/8. Tempo très moderé. Estos cambios de compás están motivados por una búsqueda de ritmo impreciso que huye de la dictadura de la barra de compás. A este efecto contribuye el uso de grupos de valoración especial como el tresillo. No existen grupos de percusión que marquen un ritmo constante.

MELODÍA

Diseño melódico ondulante y predominan los intervalos conjuntos. La melodía emplea sonoridades casi cromáticas aunque el tono principal es DO sostenido (centro tonal). El ámbito melódico es de octava. Esta obra es modal porque no se ciñe a los principios de la tonalidad tradicional.

TIMBRE

Obra compuesta para orquesta. Tiene un papel predominante la flauta travesera aunque también forman el conjunto oboes, corno inglés, clarinete, crotales, fagotes, trompas, arpas, violines I y II, viola, chelos, contrabajos. No existen instrumentos de percusión y tampoco una gran sección de viento metal, esto le otorga a la obra una sonoridad sutil y aérea propia del impresionismo con las arpas.

TEXTURA

Melodía acompañada, la melodía la hace la flauta y responden trompas y oboes y acompañamiento los demás instrumentos.

FORMA

Estructura libre y determinada por la repetición de la parte inicial. Esta puede escucharse 4 veces. La 1 sin acompañamiento musical y las 3 últimas con acompañamiento y variaciones rítmicas.

GÉNERO

Música culta instrumental para orquesta. Música programática.

AUTOR

Claude Debussy

TÍTULO

Preludio a la siesta de un fauno.

ÉPOCA

Finales s. XIX.

MOVIMIENTO ARTÍSTICO

Impresionismo. Esta obra fue coreografiada por Nijinsky y convertida en ballet.

Contexto histórico

El s. XX es un periodo de cambios acelerados. Se caracterizó por los avances en todos los campos en general. Siglo de grandes progresos y desarrollo económico sin precedentes gracias a las comunicaciones y tecnologías en este periodo. Época de grandes desigualdades sociales y económicas, de enorme pobreza y problemas socioeconómicos que culmina con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Revolución Rusa (1917). Tras los felices años 20, llega el crack del 29 y entra en una recesión económica. Si juntamos las duras condiciones obtenemos un caldo de cultivo que provocará el nacimiento de sistemas totalitarios como el fascismo y el nazismo, y la llegada de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). El s. XX supone cambios sociales fundamentales que transformarán la visión del mundo: Albert Einstein “físico” y Sigmund Freud “psicoanalista”. El arte se vuelve más abstracto dando lugar a corrientes artísticas entre las que destacan el realismo, expresionismo… Con respecto a la música, el hecho más importante es la ruptura de la unidad y supremacía mantenida. La primera mitad del siglo fue una época de movimientos musicales separados. La única constante es la disolución de la tonalidad clásica. El hombre se encuentra desorientado y busca nuevos caminos en su vida personal y artística que le hace entrar en una crisis de sus creencias y de su identidad. Como consecuencia surgen varias tendencias:

  • Interés propios de la música y el folclore: nacionalismo.
  • Evación hacia sonoridades exóticas y sensuales: impresionismo.
  • Vuelta a las técnicas previas al romanticismo: neoclasicismo.
  • La caída del sistema tonal: expresionismo.

EXPRESIONISMO

Fija la experiencia humana como única realidad. El impulso para este movimiento expresionista provino de la pintura y la poesía, recibiendo de Kandinsky, Kokoschka, Klimt y Schiele. El expresionismo heredaba el gusto por lo macabro.

Características

  • Expresividad exagerada mediante armonía compleja.
  • La melodía se quiebra y tiene saltos amplios.
  • Sonoridad de instrumentos en sus registros extremos.
  • Se distorsiona la acentuación natural para acrecentar la tensión.
  • Las tramas escogidas son fuertes.
  • Aspira a una tensión máxima durante todo el tiempo.
  • La música expresionista se ve obligada a avanzar hacia la atonalidad.

COMPOSITORES/OBRAS

  • Arnold Schoenberg (1885-1951). Influencia de Brahms y Wagner, inventa el dodecafonismo: emplea 12 sonidos de la escala cromática. La serie original es el tema en base al cual se compone la obra y puede sufrir variaciones. Hay 3 periodos en sus obras:
    • Cromático: 1908 “Noche transfigurada”.
    • Atonal libre: 1922 “5 piezas para orquesta”, “Espera” y “Pierrot Lunaire”.
    • Dodecafónico: “Variaciones para orquesta”.
  • Alban Berg (1885-1935) y Anton Webern (1883-1945): Berg mantiene rasgos románticos ej: “Wozzeck” y “Lulu” y Webern plasma su dodecafonismo en “Sinfonía Op.21”.

IMPRESIONISMO

En el siglo XIX los pintores impresionistas trataron de captar las impresiones momentáneas, estaban centrados en la captación de la luz mediante pigmentos puros y su tema principal era la naturaleza. El impresionismo musical surge en París con Claude Debussy que pretendía sustituir la exuberancia emocional de Wagner por un arte delicado y sutil.

CARACTERÍSTICAS

  • Concepto de la melodía fragmentada: constituye una atmósfera sonora imprecisa.
  • Ambigüedad tonal.
  • Uso de escalas orientales.
  • Uso normalizado de la disonancia.
  • Empleo de cadencias sobre acordes.
  • Uso de triadas.
  • Sonoridad orquestal velada.
  • El ritmo se modifica.

COMPOSITORES/OBRAS

  • Claude Debussy (1862-1918): pianista y compositor con estilo influenciado por Wagner y Chopin, pero se desliga de ellos, encontrando su inspiración en poetas y pintores. Sus obras más destacadas: “Preludio a la siesta de un fauno”, “Nocturnos”, “La Mer”. Entre sus obras de piano: “Preludios”, “Arabescos” y “Estampas” y dramas como “Pelléas et Mélisande”.
  • Maurice Ravel (1875-1937): armonía impresionista y el refinamiento francés y el empleo tradicional en el uso de disonancias. Sus obras destacan el ballet “Dafne y Cloe”, su obra orquestal “Bolero” y música para piano “Pavana para una infanta difunta” y “La tumba de Couperin”.
  • Manuel de Falla (1876-1946): su obra “Noches en los jardines de España”.