Análisis en Profundidad de “La vida es sueño” y “Don Quijote de la Mancha”

La escena XIX de la jornada II de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca se desarrolla en el teatro Barroco del Siglo de Oro español. Pedro Calderón de la Barca, nacido en Madrid el 17 de Enero de 1600, fue un dramaturgo español conocido por sus contribuciones al teatro Barroco. Esta obra es considerada una de sus piezas maestras y aborda temas filosóficos, políticos, teológicos y morales.

En esta parte de la obra, el personaje principal, Segismundo, reflexiona en la torre donde ha sido recluido. Después de haber sido devuelto a su encierro por Clotaldo, Segismundo profundiza en sus pensamientos, explorando la naturaleza efímera de la vida y la ilusión de la realidad.

El tema central es la percepción de la vida como un sueño y la dualidad entre la realidad y la ilusión, una temática recurrente en la obra que refleja las complejidades del destino y el libre albedrío.

El texto se estructura en 4 décimas, compuestas por diez versos de arte menor, octosílabos, con rima consonante, que normalmente Calderón de la Barca utiliza para los monólogos del protagonista, por ser uno de los momentos más importantes de la obra y porque como él decía “las décimas son buenas para quejas”, para expresar los lamentos de Segismundo.

El lenguaje de este texto, con muchas metáforas y descriptivo, tiene como propósito ilustrar las diferentes ideas filosóficas que podemos extraer, como la concepción de la vida como un sueño (como un teatro) y también las relaciones que podemos encontrar con otras concepciones filosóficas como el platonismo y su mito de la caverna (Segismundo progresivamente se ilumina a medida que su encarcelamiento se acaba).

Podemos dividir el texto en 3 partes: 

La primera, desde “Reprimamos esta fiera condición… Hasta despertar”, que coincide con la primera décima; Segismundo, inicia la escena proponiendo la represión de las pasiones humanas y la ambición, sugiriendo que la vida es un sueño y que despertar sería comprender la realidad.

La segunda, desde “Sueña el rey que es rey, y vive… Hasta aunque ninguno lo entiende”, que coincide con la segunda y tercera décimas; Calderón utiliza metáforas y ejemplos concretos para ilustrar la ilusión de la vida y el gran teatro del mundo. La ironía de los poderosos y ricos que sueñan con su grandeza hasta que la muerte los despierta.

La tercera, desde “Yo sueño que estoy aquí… Hasta y los sueños, sueños son”, última décima; Segismundo personaliza su experiencia, compartiendo su sensación de estar encerrado en prisión. La reflexión culmina en la famosa afirmación de que “toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”, estableciendo la conclusión central de la escena.

Algunos de los recursos literarios internos que encontramos en esta escena son la metáfora (el “soñar” es el vivir y el “despertar” es la muerte; versos 14-15 “este aplauso que recibe /prestado, en el viento escribe” quiere decir que es efímero), la antítesis (verso 29 “y el mayor bien es pequeño”). Otros recursos literarios externos son la anáfora y el paralelismo (“sueña el que a medrar empieza/sueña el que afana y pretende/sueña el que agravia y ofende”, versos 25-28) y la interrogación retórica (“¿Qué es la vida?”), que quiere enfatizar la naturaleza dudosa de aquello a lo que nosotros llamamos existencia.

Calderón de la Barca concluye que la vida es efímera y que, al igual que los sueños, es una ilusión transitoria. A través de su obra, nos hace una profunda reflexión sobre la relatividad de nuestras experiencias y la naturaleza ilusoria de la existencia humana.

Se destaca la reflexión sobre la dualidad entre la realidad y la ilusión. A través de la metáfora del sueño, el autor cuestiona la autenticidad de la vida humana, planteando que lo que percibimos como realidad puede ser simplemente un sueño fugaz. También, explora cómo individuos de diferentes estamentos sociales viven inmersos en sus propias ilusiones y aspiraciones, sin entender completamente la naturaleza efímera de la existencia.


La escena II de la jornada I de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca se desarrolla en el teatro Barroco del Siglo de Oro español. Pedro Calderón de la Barca, nacido en Madrid el 17 de Enero de 1600, fue un dramaturgo español conocido por sus contribuciones al teatro Barroco. Esta obra es considerada una de sus piezas maestras y aborda temas filosóficos, políticos, teológicos y morales.

En esta parte de la obra, el personaje principal, Segismundo, reflexiona en la torre donde ha sido recluido y se lamenta de su falta de libertad, comparándose con otros elementos de la naturaleza que él puede ver desde su encierro.  

El tema central es la falta de libertad, pero también aparecen los tres subtemas de la obra: el teológico, referido a que el hombre ha nacido con el pecado original, el existencial, referido a que la vida en la tierra es solamente un sueño, y el político, referido a su confinamiento por parte de su padre. 

El texto se estructura en 7 décimas, compuestas por diez versos de arte menor, octosílabos, con rima consonante, que normalmente Calderón de la Barca utiliza para los monólogos del protagonista, por ser uno de los momentos más importantes de la obra y porque como él decía “las décimas son buenas para quejas”, para expresar los lamentos de Segismundo.

Podemos dividir el texto en 3 partes:

La primera, (versos 103-113), Segismundo expresa su malestar por el encierro que sufre, así como su ignorancia de las causas.

La segunda, (versos 114-166), el protagonista compara su prisión con la libertad que gozan diversos animales y elementos del paisaje. El monólogo repasa en este punto los cuatro elementos de la naturaleza (aire, tierra, agua y fuego).

La tercera, (versos 167-172), una última interrogación retórica cierra la pieza recalcando su disgusto por la falta de libertad y recapitulando lo mencionado en el monólogo.

En cuanto a los recursos literarios en la primera y segunda décima destaca el hipérbaton: inversión del orden usual de las palabras para resaltar la palabra inicial, como en “Apurar, cielos, pretendo”, un apóstrofe: invocación a un ser inanimado, en este caso, el cielo y el creador. Utiliza una sintaxis elaborada: uso de conjunciones para estructurar un razonamiento complejo, una metáfora: “Delito de nacer” como expresión de la obsesión de Segismundo con el pecado original. 

En la tercera a la sexta décima, hay un culteranismo: uso de metáforas complejas y elaboradas, propias del estilo culterano, para describir elementos de la naturaleza y la libertad. También, un paralelismo sintáctico y simetría: estructuras paralelas en las estrofas y simetría en la presentación de los elementos naturales que simbolizan la libertad.

La última décima funciona como una síntesis de los elementos anteriores, cerrando el razonamiento de Segismundo. Además hay una antítesis: contraposición de “privilegio tan suave” con “excepción tan principal” para resaltar la importancia de la libertad. 

Este fragmento es uno de los más importantes, junto con el del segundo acto, de La vida es sueño, por su importancia dramática en el planteamiento de la trama y por las ideas fundamentales que transmite (el Hombre y su Destino). Se trata, asimismo, de una composición poética de extraordinaria calidad: su cuidada estructura, los imaginativos recursos que la adornan, la capacidad de combinar carácterísticas del culteranismo y el conceptismo y la efectividad con la que sus versos transmiten el tema principal, hacen que sea una obra eterna.


  • DIFERENCIAS DE LA PRIMERA Y SEGUNDA PARTE

  • Estilo narrativo:

    • La primera parte, publicada en 1605, es más cómica y satírica. Se centra en las aventuras del protagonista, don
      Quijote, mientras se embarca en sus locas empresas.

    • La segunda parte, publicada en 1615, es más reflexiva y metaficcional.
      Cervantes aborda directamente la recepción de la primera parte y juega con la idea de la creación literaria.

  • Personajes:

    • En la primera parte, los personajes son más simples y cómicos.
      Don Quijote idealiza a Dulcinea del Toboso y se encuentra con personajes como Sancho Panza y Rocinante.

    • La segunda parte presenta una profundización en la psicología de los personajes. Don Quijote es más consciente de su fama, y la relación entre él y Sancho se vuelve más compleja.

  • La locura de Don Quijote:

    • En la primera parte, la locura de Don Quijote es más pura y desenfrenada. Se sumerge completamente en su mundo de caballería.

    • En la segunda parte, la locura de Don Quijote se matiza con momentos de lucidez. Se reconoce a sí mismo como Alonso Quijano, pero también mantiene sus delirios.

  • El papel de la crítica literaria:

    • La segunda parte incluye personajes que han leído la primera parte del Quijote y comentan sobre ella. Esto permite a Cervantes reflexionar sobre la interpretación de su propia obra y abordar las críticas recibidas.

  • Historias dentro de la historia:

    • La segunda parte tiene más historias secundarias y subtramas, como las de Cardenio y Dorotea, que se entrelazan con la historia principal.


SALIDAS DE Don Quijote

Primera salida: La transformación de Alonso Quijano en Don Quijote. (primera parte)

  • Alonso Quijano, un hidalgo aficionado a la lectura de libros de caballería, enloquece por la lectura excesiva y decide convertirse en el caballero andante “Don Quijote”.

  • Se equipa con una antigua armadura, elige a su viejo caballo Rocinante como su fiel corcel y elige el nombre de su amada imaginaria, Dulcinea del Toboso, a quien idealiza como su musa.

  • Su primera aventura es enfrentarse a unos molinos de viento que cree que son gigantes malvados.

Segunda salida: Las aventuras con el curioso grupo (Primera Parte):

  • Don Quijote, acompañado por Sancho Panza, se embarca en una serie de aventuras que incluyen episodios como la venta, el encantamiento de Dulcinea, y la batalla con los rebaños de ovejas.

  • Durante esta salida, se encuentran con diversos personajes y situaciones, y Don Quijote sigue interpretando la realidad según la lente de sus lecturas caballerescas.

Tercera salida: La búsqueda del Toboso y el enfrentamiento con el Caballero de la Blanca Luna (Segunda Parte):

  • Después de haber sido vencido y regresado a su casa al final de la primera parte, Don Quijote decide emprender una nueva salida para buscar a Dulcinea del Toboso y cumplir sus promesas caballerescas.

  • Se enfrenta a diversas pruebas y desafíos, incluyendo la lucha contra el Caballero de los Espejos (Sansón Carrasco disfrazado) y finalmente, enfrentándose a la realidad de que Dulcinea no es una dama encantada.

  • La tercera salida culmina con la rendición de Don Quijote y su aceptación de su condición como Alonso Quijano.


CARÁCTER SANCHO PANZA

Sancho Panza, el fiel escudero de Don Quijote, es un personaje cuyo carácter se distingue por su lealtad, Realismo práctico y singularidad humorística.

Desde el comienzo de la historia, Sancho se revela como un hombre de sentido común y realista, en marcado contraste con la exuberante imaginación de su amo, Don Quijote.

Su lealtad hacia Don Quijote es evidente a lo largo de la novela. A pesar de los peligros y absurdos a los que su amo lo somete, Sancho permanece inquebrantable en su devoción. 

Sancho utiliza un lenguaje sencillo y está impregnado de refranes populares, lo que agrega autenticidad y humor a su personaje. Su búsqueda inicial de beneficios personales, expresada en su deseo de gobernar una ínsula, ilustra sus aspiraciones económicas y sociales.

A medida que avanza la novela, Sancho experimenta un desarrollo significativo. Sus interacciones con Don Quijote y las diversas situaciones a las que se enfrenta lo llevan a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y la fantasía, ampliando su comprensión del mundo.


Los ideales quijotescos:
justicia, libertad, sentido caballeresco

Justicia:

  • Don Quijote, inspirado por los ideales caballerescos de los libros que lee de manera obsesiva, busca corregir las supuestas injusticias y males del mundo. Se ve a sí mismo como un defensor de los oprimidos y un ejecutor de la justicia, tomando la responsabilidad de luchar contra malvados y proteger a los inocentes.

  • Este ideal a menudo se manifiesta en sus encuentros con personajes a los que percibe como malvados, como bandidos, gigantes u otros adversarios. Su sentido de justicia, a menudo está desvinculado de la realidad, lo que lleva a situaciones cómicas y a malentendidos.

Libertad:

  • Don Quijote busca la libertad y la autonomía, especialmente en el sentido de liberarse de las restricciones mundanas y abrazar la libertad interior. Desafía las limitaciones impuestas por la sociedad y las convenciones, optando por vivir según sus propios ideales caballerescos y seguir su propio camino.

  • Su búsqueda de la libertad también se refleja en su deseo de aventuras y en su rechazo de las normas convencionales. Don Quijote ve su locura autoimpuesta como una forma de liberarse de las restricciones mundanas y abrazar un sentido más elevado de propósito.

Sentido Caballeresco:

  • Don Quijote adopta y adapta los códigos de honor y las tradiciones caballerescas de los libros que lee. Busca la gloria, la valentía y el reconocimiento como un verdadero caballero andante. Se embarca en numerosas hazañas para ganar renombre y cumplir con las expectativas de su propio ideal caballeresco.

  • Aunque su sentido caballeresco es noble en su intención, a menudo se ve socavado por su distorsión de la realidad.

  • El amor cortés es un concepto que se originó en la poesía medieval de los trovadores y se centraba en el amor idealizado y platónico entre un caballero y su dama. Este tipo de amor implicaba devoción, respeto y adoración, y a menudo se expresaba mediante gestos nobles y corteses.

  • Don Quijote, influenciado por los libros de caballería que devora, adopta este ideal en su propia búsqueda amorosa. Su amor por Dulcinea es un amor cortés, en el cual la dama es idealizada como un ser perfecto, casi divino, y su relación se basa en la devoción y el servicio.


  • El amor cortés y la creación de la amada ideal

    • Dulcinea del Toboso es la amada imaginaria de Don Quijote. Aunque en realidad es una campesina llamada Aldonza Lorenzo, Don Quijote la ve a través de una lente ROMántica y la transforma en la encarnación de la belleza y la perfección.

    • La creación de la amada ideal es un fenómeno que revela la capacidad de Don Quijote para imaginar y elevar a una persona común a un estado de gracia y nobleza. A pesar de las imperfecciones evidentes de Aldonza, Don Quijote la ve como una dama noble digna de ser amada y protegida.

    • Don Quijote realiza numerosas hazañas y enfrenta desafíos en nombre de Dulcinea. A pesar de que su amor por ella es platónico y basado en una percepción distorsionada, Don Quijote demuestra su devoción al llevar a cabo valientes actos en su nombre. Por ejemplo, se enfrenta a enemigos imaginarios y realiza proezas en su nombre para ganar su favor.

    • La creación de la amada ideal destaca la desconexión entre la realidad y la imaginación en la mente de Don Quijote. Mientras que él ve a Dulcinea como una dama noble, el lector es consciente de la brecha entre la percepción distorsionada de Don Quijote y la realidad objetiva.