Análisis del Sexenio Democrático (1868-1874) y otros movimientos políticos en la España del siglo XIX

El Sexenio Democrático (1868-1874)

Antecedentes y Estallido

El Sexenio Democrático se inició con el Pacto de Ostende en 1867. Partidos progresistas y demócratas planearon la caída de la monarquía isabelina, considerando excesivo el moderantismo imperante. Su objetivo era construir un estado con forma de gobierno elegida por las Cortes y con sufragio universal. Ese mismo año se unieron los unionistas, brindando apoyo militar al movimiento. A esta situación se sumó una crisis financiera, industrial y de subsistencia que debilitó aún más el reinado de Isabel II.

El 19 de septiembre de 1868, el general Topete protagonizó un pronunciamiento militar, seguido de una búsqueda de apoyos. Recibió el respaldo de los generales Prim y Serrano, quienes publicaron un manifiesto llamando a los ciudadanos a unirse a la revolución. Tras extenderse por la población gaditana, el movimiento avanzó hacia Málaga, Almería y Cartagena. El gobierno de Isabel II defendió el trono con las armas, luchando en Andalucía, pero fracasó en la batalla de Alcolea el 28 de septiembre. La victoria de los revolucionarios provocó la abdicación de la reina y su exilio, lo que conllevó la caída del gobierno moderado.

Las fuerzas populares tuvieron un papel importante en las ciudades. Las juntas revolucionarias organizaron el ejército en el territorio y movilizaron al pueblo. Demandaban factores como la libertad, la soberanía popular, el sufragio universal e incluso la república.

Con la toma de Madrid, se propuso a la Junta Central la formación de un nuevo gobierno provisional.

El Gobierno Provisional

Tras tomar Madrid, el ejército revolucionario estableció un gobierno provisional, encabezado por la coalición del Pacto de Ostende. Este gobierno, de carácter centrista, tuvo a Serrano como regente y a Prim como presidente del gobierno. Se tomaron medidas como:

  • Disolución de las juntas revolucionarias, que habían perdido su razón de ser tras el establecimiento del nuevo gobierno. Su existencia podía entorpecer las decisiones del gobierno si se oponían a sus decisiones, ya que tenían mucho poder.
  • Disolución de la Milicia Nacional, un cuerpo armado de gran poder que podría causar problemas. El gobierno solo quería al ejército del estado, de carácter progresista como la milicia, pero bajo su control.
  • Implementación de una gran cantidad de medidas populares, ampliando libertades y estableciendo el sufragio universal, para conseguir el apoyo de las clases más desfavorecidas.

En enero de 1869 se convocaron Cortes unicamerales para elegir un gobierno definitivo mediante sufragio universal masculino, donde todos los varones mayores de 25 años podían votar. Las elecciones fueron ganadas por demócratas, unionistas y progresistas, siendo estos últimos los más votados. Surgieron dos importantes minorías: la coalición obtuvo 159 diputados, y Prim formó un gobierno progresista con toques unionistas y demócratas (69 unionistas y 20 demócratas). Los partidos conservadores obtuvieron 14 escaños los isabelinos y 18 los carlistas (su rama política, no la bélica), siendo los más conservadores. Finalmente, 71 diputados fueron republicanos, fragmentados entre corrientes unionistas y federalistas. En febrero de 1869, una comisión redactó la Constitución.

Diferencias y Similitudes entre Anarquismo y Socialismo

Similitudes:

  • Ambos movimientos se basan en el obrerismo: sus ramas asociativas y políticas buscan mejorar las condiciones de vida del obrero.
  • Apoyan la creación de sociedades igualitarias y el reparto equitativo de las riquezas.
  • Defienden la creación de sindicatos para organizar el movimiento obrero y llevar a cabo la revolución social.

Diferencias:

  • A pesar de que ambos buscan sociedades igualitarias, en el socialismo estas son dirigidas por un grupo de habitantes (figura estatal) encargado del reparto de las riquezas, mientras que en el anarquismo la riqueza, perteneciente a todos, es repartida por todos y entre todos, sin mediadores.
  • El anarquismo defiende la transformación de la sociedad mediante comunas federadas al margen del estado. La sociedad anarquista debe negar el estado y todo lo que este quisiera imponer, haciéndolo caer. El socialismo apoya a la clase obrera como opción política para la conquista del estado, no su destrucción, sustituyendo a la dirigencia capitalista por trabajadores (dictadura del proletariado).
  • El estado es abolido por el anarquismo, mientras que el socialismo lo defiende.
  • El anarquismo rechaza la acción política y los partidos, mientras que el socialismo los apoya.
  • El anarquismo es un movimiento muy activista, que ve la acción violenta como la única forma de destruir el estado.
  • Los anarquistas defendían la revolución espontánea, mientras que el socialismo abogaba por una revolución obrera organizada.

El Directorio Militar de Primo de Rivera (1923-1925)

Tras la proclamación del gobierno de Primo de Rivera en 1923, este organizó el estado en dos fases. La primera fue el Directorio Militar.

  • Estuvo formado por militares y dos civiles con gran poder económico, provenientes de las clases más influyentes del país, que apoyaron el golpe de estado (como el resto de conservadores) por miedo a perder sus propiedades.
  • Entre las primeras medidas, se instauró una verdadera dictadura en beneficio de los intereses del dictador: se eliminó la Constitución, el Congreso y el Senado, y se prohibieron los partidos y asociaciones obreras. El obrerismo radical sufrió una gran represión.
  • Se impulsó una política regeneracionista, con una supuesta (y falsa) eliminación del caciquismo mediante el Estatuto Municipal y otro Provincial. También se disolvieron los ayuntamientos.
  • Se acabó con el conflicto de Marruecos, un asunto prioritario para el dictador. El desembarco de Alhucemas en 1925, con una gran cantidad de tropas y con apoyo de Francia, consiguió la pacificación total del protectorado. El gran líder de las cabilas, Abd el-Krim, se rindió en 1927.